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La máscara de la Muerte Roja

5. Sala Naranja - 2ª parte.

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09/08/2013, 00:32
Director

La noche transcurre, igual que las anteriores, en medio de un duermevela intranquilo, interrumpido de cuando en cuando por el sonido macabro del reloj que parecía marcar el destino de cada uno de los presentes.

El hambre, la sed, el cansancio, se reflejaban de manera innegable en los rostros de los desdichados que aún permanecían en pie en medio de aquel juego macabro. ¿Hasta cuándo debía durar aquella tortura? ¿Hasta que murieran todos? ¿Hasta que la cordura los abandonase por completo? ¿Seguían creciendo las malas hierbas entre las flores marchitas del jardín de podredumbre que era ese encierro?

Las horas transcurrían, y la comida, a pesar de resultar poco apetitosa, fue bien recibida por algunos que, ya famélicos, estaban dispuestos a ingerir casi cualquier cosa. La luz anaranjada fue cobrando intensidad a lo largo de la mañana, llegando a su máximo apogeo al mediodia cuando, nuevamente, el reloj volvió a sonar doce veces, aterrorizando a todo ser viviente, provocando sollozos y murmullos ansiosos. 

Los invitados y sirvientes de Próspero se miraron entre sí, temerosos y suspicaces, mientras trataban de recuperar la calma, y por ahora, la cordura se mostraba amable, retornando tras cada sobresalto. ¿Volvería la próxima vez? 

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09/08/2013, 00:53
Chiara

Chiara se estremece al escuchar las campanadas que marcan, tañido a tañido los pasos hasta la muerte de todos. Sus pensamientos son totalmente derrotistas mientras pasea su mirada entre los presentes y sus ojos tienen un brillo que no tenían hace tan sólo unas horas. 

Busca con los ojos a Nicola y lo mira intensamente, con el miedo anidado en el fondo, en lo más profundo de ellos. El caballero había ofrecido ir a buscar comida en mejor estado... ¿O eso fue el día anterior? Las horas y los días se confundían entre los jirones de luz teñida que inundaban cada sala. 

La joven saca lentamente su crucifijo del bolsillo y con cuidado lo enreda en su muñeca izquierda, disponiéndose a rezar. Como alguien dijo hace un rato, ya solo les queda aferrarse a la fe. Antes de agachar la cabeza, su mirada temerosa se posa en Patricia unos instantes, como intentando recordar algo que había dicho la muchacha.

Chiara pasa varios minutos rezando en silencio, con la frente apoyada en las manos. Finalmente posa su mirada sobre sus amigas, Elisabetta y Martina y sobre Enzo después. Con un hilo de voz musita. — No me encuentro muy bien... 

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09/08/2013, 01:03
Martina

Martina se acerco despacio a Chiara y se puso junto a ella entonando una oración por lo bajo. Después la miro a la cara y la tomo de la mano.

-Tranquila. Yo cuidare de ti, no tienes de que preocuparte.

Después le dio un pequeño abrazo a su amiga y se quedo junto a ella para que se sintiese un poco mejor.

Espero que no le pase igual que a padre... De ser así yo...yo...

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09/08/2013, 08:09
Enzo

Enzo al escuchar el susurro y sentir la mirada de Chiara sobre su persona acude inmediatamente hacia ella. Con el rostro muy preocupado y visiblemente asustado le toca suavemente la cara "No, tu no..."

-Mi señora Chiara, por favor no me asuste ¿Qué le pasa?- preguntó alarmado

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09/08/2013, 08:16
Fabiano

El chambelán se queda mirando unos segundos a Chiara hasta que se acerca a esta.
- Sentáos, mi señora, y decidme, ¿cómo os sentís? Es probable que los síntomas que parecéis sean fruro de deshidratación y desnutrición, así que no seáis derrotista, no tenéis por qué portar la semilla de la enfermedas que nos acosa.

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09/08/2013, 08:54
Giuseppe

Giuseppe viendo que Chiara se encuentra mal hace gestos con su cabeza, negando. Después mira a Roderigo, se acerca a él y apoya una mano en su hombro.

Querido Roderigo, soy consciente de sus recelos hacia mi persona pero en esta situación no nos queda más que tratar de discernir a las malas hierbas de este jardín. Usted al igual que yo tiene familia aquí dentro... He vuelto de entre los muertos y eso hace que la sombra de la duda sobrevuele por mi persona pero por el amor de Dios le ruego que mire en su interior y trate de discernir en mi alma. Verá que no está manchada ni corrupta.

Dicho esto miró a su hija Martina y unas lágrimas resbalaron por su mejilla.

Roderigo, quizá nosotros debamos pagar por nuestros pecados pero ellas no...

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09/08/2013, 10:08
Roderigo

Cuando veo que Chiara se encuentra mal pienso instantáneamente en Fionna, que también lo hizo y se repuso milagrosamente. Tened fe, la que yo ya no puedo, y quizás así...

Escucho atentamente  Giusseppe y dice algo con lo que estoy de acuerdo.

- Tiene toda la razón: ellas no. - Digo apremiante y casi sonriendo. - Usted, al igual que yo, como padre, sé que haría todo lo posible por defender a su familia, pues nos hayamos sin elección. - Dedico dos miradas rápidas a Patricia y Fionna. Tan bellas y delicadas, como dos flores en el desierto... - Trataré de discernir, os lo prometo.

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09/08/2013, 13:31
Chiara

Chiara observa con ojos brillantes a los que se acercan a ella y cuando Enzo toca su cara puede sentir el calor febril que emana.

No... No deberíais acercaros a mí. — Dice la joven con voz débil, mientras su mirada pasea del joven a Martina y Fabiano. — Podríais contagiaros. No voy a fingir, me siento enferma... No dejéis que se acerque Elisabetta, su bebé... Ella no debe enfermar.

Sin embargo, hay algo que ronda la cabeza de la joven, que se muerde los labios, dubitativa antes de carraspear para intentar hablar más alto. — He... encontrado una de las semillas. — Comienza a explicar, nerviosa y acalorada. — Ya no tengo que disimular. Intenté engañarlos, hacer que pensaran que iba a vigilar a Fabiano... Pero temo que se dieron cuenta de que les seguía la pista y por eso han decidido acabar conmigo... Pero antes he podido verlo... Os dije que soy muy observadora... He descubierto a uno de sus heraldos.

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09/08/2013, 14:49
Nicola

Nicola también se acercó, manteniéndose cerca de Martina. Parecía que Chiara había acabado despertando las suspicacias de alguna de las malas hierbas, y habían actuado en consecuencia. La cólera que sentía se rebajó considerablemente al ver el estado de la joven. 

-Las artimañas al final no han sido tan sutiles, me temo... ¿La semilla es quién creo que es? No temáis y no os esforcéis. Quizás consigáis sanar, como Giuseppe. 

La muerte avanzaba inexorable entre ellos, y poco se podía hacer para detenerla, más que seguir intentando dar con sus semillas. Lucrezia parecía haberse encargado de una. En las próximas votaciones, si estaba en su mano, caería otra. 

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09/08/2013, 15:00
Fionna

Fionna sonríe a su padre por sus palabras y se acerca a Chiara con preocupación. Ella era una pieza importante en el ajedrez de la muerte y si la perdían a ella, perderían más posibilidades, al igual que sucedió al perder a Lucrezia.

Fionna mira a Elisabetta y le dice - Ella tiene razón, debéis alejaros. Si no os importa, yo le ayudaré -  le dice con una amplia sonrisa y luego se acerca a Chiara - Sé que hay alguien que os espera al otro lado pero no debéis daros por vencida. Sanará como lo he hecho yo. Pero creo que todos sabemos lo importante que es que digáis a quién habéis encontrado - le toma sus manos mientras le ayuda a recostarse para descansar.

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09/08/2013, 16:02
Fausto

La falta de alimento, la falta de agua, la falta de sueño... No eran buenos compañeros para los momentos que vivía. Mi cuerpo estaba mucho mas caliente de lo que podía creer posible. Mis músculos me dolían, mi espalda atestiguaba fuertes escalofríos. La boca reseca y visión borrosa. No esto no es bueno, no lo es en absoluto.

 
Trato de hablar pero apenas sale una sombra de lo que solía ser mi fuerte tono acostumbrado a intervenir en la corte. -Así que vos también.- Digo mirando a Chiara. Río de mi ocurrencia, ¿momentos de muerte que mas queda si no reír? 
 
-Mi señor Fabiano. Me veras morir esta noche, regocijaos encontraste la mejor manera de dejar de oir mis historias.- Comienzo a toser con mucha fuerza. Al terminar noto la mano con que tape mi boca llena de sangre.
 
 
Como puedo me recuesto en la silla, tratando de soportar mejor el dolor. Saco mis cartas y las trato de barajar aunque el temblor de las manos me hace botar varias al suelo.
-Ja, mis manos no son las de antes... Necesitamos al bardo, una canción es lo que hace falta.- Vino y una mujer me servirían también.   
 
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09/08/2013, 17:20
Chiara

Chiara duda, con las manos temblorosas, y baja la mirada cuando Nicola se dirige a ella. — Oh, mi señor... Teníais razón. No he sido tan discreta como me habría gustado. — Una suave tos golpea su pecho y la joven se tapa la boca con el pañuelo que le brindó gentilmente Enzo, intentando apartar su rostro de los que se le han acercado para no contagiarlos.

Después alza su mirada hacia Patricia. — Ayer ya sospechaba de ella, por eso la voté... Y viendo que vos la acusasteis hace unas horas, decidí observarla, mantenerla vigilada. Había algo que me llamaba la atención en ella, en la mirada que le echó a su hermana cuando se desmayó... — Chiara hace una pausa, sintiéndose acalorada y preguntándose dónde estará el abanico que Lucrezia dejó caer de su mano. — Ahora lo he visto claro. Patricia es un heraldo de la Muerte... Quiere castigarnos a todos por nuestra insolencia. 

Después de hablar durante tanto rato, Chiara se detiene, observando a Fausto con lástima. Intenta esbozar una sonrisa hacia el dramaturgo, aunque parece más bien una extraña mueca. Su voz, débil, intenta hacer una broma al hombre que también parece haber enfermado. — Parece que ni el toque de la Muerte os librará de mí, mi señor...

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09/08/2013, 17:55
Fionna

Fionna abre los ojos de par en par con lo que acaba de decir Chiara. No puede evitar alejarse de ella y poner sus manos en su rostro. Ella no. ¿Por qué ella?

Mira a su padre y mira a Patricia. Ella también la había notado extraña y había tenido ciertos cambios de comportamiento, además de su complicidad con Salvatore antes que la campesina fuera asesinada.

Si alejarse de Chiara, Fionna comienza a llorar y dice - Hermana... Por favor, di la verdad. Di que no es cierto y que todo es una gran confusión. No tú... No quien yo admiro... - dice Fionna con la voz quebradiza.

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09/08/2013, 19:03
Elisabetta

Dejadme estar con mi amiga -digo mientras me acerco a Nicola, Enzo y Martina. Parece que sólo los heraldos de la muerte son capaces de trasmitir la enfermedad. Estuve junto a Attilio y mi madre antes de que muriesen y no me contagié.

Te creo Chiara. Creo en ti, amiga. ¿Cuántas figuras viste?

No pierdas la esperanza. Puede... puede que el buen Dios se apiade de ti como hizo con Giuseppe y con Fionna. Eres la única persona que me queda. Si te pierdo a ti. Si te pierdo sólo me quedará mi hijo.

No me dejes sola... por favor.

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10/08/2013, 00:15
Enzo

Enzo no podía dar crédito a lo que estaba pasando, no sólo Chiara estaba presentando los síntomas de la enfermedad sino que también lo estaba Fausto.

Cuando Chiara trató de apartarse de él, el bastardo apartó su mano para entrelazar sus dedos con los de la dama.

- No pienso apartarme de vo, mi señora y menos ahora...-le dijo con una tímida sonrisa pero con decisión en su mirada, depués se giró hacia Patricia tras la acusación de Chiara- Patricia.. jamás lo hubiera imaginado- miró a la muchacha con incredulidad- ¿Tienes algo que decir Patricia?- indagó con gesto serio sinapartarse de Chiara.

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10/08/2013, 02:00
Chiara

Chiara sabe que no es recomendable que los demás se acerquen a ella ahora que ha presentado los síntomas de la enfermedad, pero es tan reconfortante no sentirse sola en estos momentos tan difíciles... Se siente débil y cansada por la fiebre y pequeños accesos de tos la sacuden cada cierto tiempo.

Observa a Elisabetta, con los ojos brillantes. — No vi ninguna figura, querida. Simplemente decidí vigilar a Patricia, pues me resultaba sospechosa. Y he visto en ella la marca de la Muerte... — Con timidez acerca la mano al vientre de su amiga, sin llegar a tocarlo por miedo a afectarla. — Vos sois la esperanza. Lucharé contra la enfermedad... Mantendré la fe. Pero vos debéis ser fuerte y si no lo consigo... debéis salir adelante por mí. Jurádmelo, por favor.

Cuando Enzo se acerca aún más y coge su mano, Chiara lo mira dubitativa, sin saber si eso es realmente apropiado. Pero... Se siente tan suave el tacto de sus dedos entre los suyos, y al fin y al cabo, está caminando a pasos forzados hacia la muerte... No le preocupan las habladurías en estos momentos y deja su mano entrelazada con la del joven devolviéndole una sonrisa débil, agradecida por los cuidados que le prodiga. 

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10/08/2013, 13:33
Patricia

Miro a los presentes. Chiara y Lucrezia se han portado, al igual que Juliana, en el mismo son: llevando la batuta de quién se queda y quién no, de quién es votado y de quién no lo es. Cuando decide acusarme abiertamente no hago más que dibujar una fina sonrisa.

- ¿Es así como vamos a acabar todos? ¿Víctimas de celos y manipulaciones? -miro a mi hermana y le acaricio la cabeza- Tú me conoces bien, no tengo motivos para ser ninguna sierva de ése ser. Si me quieren acusar lo van a lograr sí o sí, llevan manipulándonos a todos desde que este caos se desató. Pensaba que la Muerte Roja me iba a llevar, como a todos... casi prefería salir elegida en la votación; menos sufrimiento. Un tajo y se acabó la pesadilla. Pero no había pensado en la posibilidad de que antes se me echaran al cuello empeñándose en ponerme una etiqueta que no poseo -paseo mi mirada por los presentes, con cara de resignación y de alivio; al fin se terminaría la hambruna, la incertidumbre, el sufrimiento y el dolor- Supongo que ya tardaban en hacerlo, aunque ahora que quedan menos candidatos. Veremos si casualmente sus amistades serán completamente inocentes ante sus supuestas observaciones -comento a Chiara directamente para luego dirigirme al resto- Procedan como más les plazca, nadie se va a salvar y estoy cansada de este sinvivir. Estamos todos condenados al participar en este macabro juego desde el principio. Ni Nuestro Señor ni El Malvado puede salvar ya vuestras almas. Nadie -llevo mi mirada hasta a mi padre, y le repito, en gesto agotado- Te lo dije padre, ya hemos perdido el rumbo...

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10/08/2013, 13:51
Giuseppe

Giuseppe aún seguía junto al Roderigo cuando se produjo aquella situación. Tarde o temprano tenían que llegar los celos, las envidias, las acusaciones ya no veladas sino directas y reales... Cada vez eran menos y por tanto, la cuota de sospecha era mayor para cada uno de los presentes... Satanás estaba jugando una partida perfecta.

Giuseppe apretó el hombro de Roderigo en un gesto afectuoso y la tristeza se marcó en su cara, victima de la impotencia por no poder parar el juego del Maligno.

Roderigo, vaya con su hija... Dentro de poco el Senescal nos hará votar de nuevo y las acusaciones que se acaban de vertir, ciertas o no... pueden provocar, como poco, que su hija pase unas próximas horas muy malas... Vaya amigo, vaya con ella...

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11/08/2013, 16:46
Roderigo

Mi rostro se torna congestionado y de expresión airada. ¿Cómo vierten semejante falacia sobre mi hija? Dejo a Giusseppe y me sitúo al lado de Patricia.

- No os preocupéis, hija mía, es una acusación sin fundamento ni más prueba que creer o no creer en sus palabras. Tenéis razón, hemos perdido el norte... - Cojo su cabeza y la apoyo contra mi pecho, intentando darle fuerzas y que no caiga ante la desesperación.

Miro con rabia a Chiara pero me abstengo de comentarios.

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11/08/2013, 16:59
Chiara

Chiara cada vez se siente peor. La fiebre avanza su camino y se siente mareada a pesar de estar sentada, rodeada de gente a la que aprecia. Cada vez su cuerpo está más débil, y en ocasiones le cuesta enfocar la vista. Los ataques de tos son más frecuentes y el pañuelo de Enzo muestra salpicaduras de color carmesí, después de estos. 

Sin embargo, la joven escucha las palabras de Roderigo y, pese a que una parte de su mente comprende que se trata de su hija, la ofenden y se incorpora, haciendo un esfuerzo por hablar con voz débil al hombre. — No digáis que mis palabras no tienen fundamento, mi señor. Pues lo que vierto contra su hija no es una sospecha, sino una seguridad absoluta. Al igual que vi la fortaleza de Nicola, la pereza que esconde Giuseppe o la ira de Fausto, he visto la marca de la Muerte Roja en Patricia. Si no me creéis, preguntadles a ellos si no son acaso esas las motivaciones que esconden en sus almas.