Partida Rol por web

La ruina del Hombre

Días de música y sombra (Nyormel, 4 de Numa del 471 d.T.)

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17/02/2010, 09:05
Níbias Roblefuerte

Níbias contemporizaba. Aunque es posible que ni tan siquiera conociera el significado de aquella palabra.

Se mantenía en guardia, dispuesto a actuar a la menor señal de agresión por parte de Dom Alessian. No cabía duda de parte de quien se pondría. No le temblaría el puño. Tampoco deseaba hacerlo, no obstante.

Se acercó un poco más a Robehr, lo justo para no entorpecer sus movimientos en caso de necesitarlo pero lo suficiente como para poder susurrarle unas palabras.

-Robehr... aquí ocurre algo raro... ¿No te parece extraño ese hambre repentina y reiterada?... acaba de ser herido... está sangrando... ¿y piensa en comer?... ¿Qué pudo llevar a Leccyr a ese estado? ¿No será quizás... contagioso de alguna forma?

Notas de juego

Perdón, perdón... si es que los carnavales son muy malos... o no... XD

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17/02/2010, 22:24
Robehr de Bordefronda

Robehr no podía pensar con claridad mientras la rabia sacudía sus entrañas. Tuvieron que ser las palabras cautas de Nibias las que devolvieran algo de serenidad el rostro desencajado por la ira del batidor.

Su instinto de conservación volvía a gobernar sus actos, los años cazando le hacían fijarse en detalles perturbadores que parecían surgidos de una mente cruel y retorcida. Algo había cambiado en Dom Alessian, cambiado o contaminado a ese hombre.

- El brillo en sus ojos, se relame y saliva como un perro rabioso. Lo más sensato habría sido vendar esa herida, pero temo que el mal ya este hecho.

Creo que tu señor se esta convirtiendo en algo parecido al hombre que yace muerto, como escudero fiel juzga con tus ojos si queda algo de humanidad en él. -

Alzó el cuchillo en un pose defensiva, esperando tanto una embestida como un buen momento para atacar si aquello se tornaba violento. El miedo le obligaba a imaginarse un desenlace que no le gustaba lo mirase por donde lo mirase.

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18/02/2010, 22:36
Director

El escudero miraba, indeciso. Echó mano de su arma, pero sin atreverse a exponer la hoja. Miraba tanto a su señor como a los batidores. No había confianza en sus ojos ni para unos ni para otros, y se apartó unos pasos de todos.

El caballero no pareció haber oído nada, concentrado en la herida y en un dolor lacerante que empezaba a hacerle parpadear con fuerza y sacar la lengua como si se ahogara. Una lengua que se estaba volviendo blanca. Los ojos se le perdían tras los párpados. Le costaba hablar, y sólo barruntaba susurros inintelegibles.

Se volvió entonces a su escudero y dijo algo, con una voz animal.

- ¿Dóoonde eshtáaaa la comidaaaaa?

En ese momento se abalanzó sobre él, con un gruñido espantoso. El escudero logró desenvainar la espada en el último momento, pero no evitó que el caballero lo derribara con un estruendo de carne y metal contra el suelo. Fuera, tras la puerta del "templo" donde habían entrado, un aullido descarnado hendió el aire maldito de ese lugar.

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19/02/2010, 08:33
Níbias Roblefuerte

El salto de Níbias fue inmediato. Tal era la tensión que soportaban sus músculos que éstos reaccionaron antes incluso que su propia mente. No lo pensó. Nada dijo.

Se plantó sobre los dos cuerpos que forcejeaban y agarró con ambas manos al caballero, tratando de arrojarlo lejos con un brusco tirón. Lo primero era salvar al escudero, si es que aún era posible.

Notas de juego

Dime si debo tirar algo.

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23/02/2010, 20:14
Robehr de Bordefronda

Níbias y Trevor forcejeaban con lo que escasos segundos había sido un hombre. Una herida no muy grave había sido la causa de su perdición, un destino terrible, volverse un animal sin razón. Era preferible una buena muerte a una existencia de salvajismo.

Aferró el cuchillo ensangrentado y se preparó, no quería arriesgarse en el forcejeo a acuchillar por error a quien no debía. La tremenda envergadura de su compañero debería bastar para romper la presa de Alessiam, ese sería el instante que Robehr aprovecharía para intentar acuchillarle.

Pero protegido por una armadura no sería una puñalada fácil, o lo degollaba o le acuchillaba las piernas para mantenerlo en el suelo. En cualquiera de los casos prefería matarlo sin ninguna duda antes que prolongar la lucha.

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01/03/2010, 20:08
Director
- Tiradas (3)

Tirada oculta

Tirada: 1d10(+6)
Motivo: Iniciativa Alesian
Resultado: 8(+6)=14

Tirada oculta

Tirada: 1d10(+6)
Motivo: Iniciativa Alesian
Resultado: 2(+6)=8

Tirada oculta

Tirada: 1d10(+8)
Motivo: Presa Alesian
Resultado: 10(+8)=18

Notas de juego

Me encanta esto del combate.

Níbias: Tira d10 + reflejos para ver si llegas antes que el caballero.

Luego, saques lo que saques, tira d10 + combate sin armas a ver qué consigues + potencia, al ser una presa.

Robehr: Tira d10 + reflejos, también para la iniciativa.

Luego, tira d10 + armas de mano, a ver si le das. El tío tiene armadura casi completa, pero no en la cabeza ni en el cuello, así que si quieres apuntar, puedes hacerlo a costa de negarte la tirada de iniciativa (vas el último) y de tener una dificultad añadida a la tirada, que quedaría en 10 (era 8 porque el tipo no prestaba atención).

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23/03/2010, 23:48
Robehr de Bordefronda

Robehr esperó el momento adecuado para asestar un golpe mortal. Pero el filo de su arma erró el blanco perdiéndose en el vacío. No sería fácil abatir a una persona protegida por semejante armadura usando armas cortas y no manufacturadas para el combate cuerpo a cuerpo.

Muy poco espacio, demasiado poco, ni siquiera para alejarse armar el arco e intentar un tiro. Acabaría hiriendo a sus amigos en vez de a la bestia en antaño un hombre. Tal vez debería intentar acuchillarle en las piedras, o en alguna parte de las juntas de la armadura, el metal no era tan sólido para permitir la movilidad.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+1)
Motivo: Armas de Mano
Dificultad: 10+
Resultado: 2(+1)=3 (Fracaso)

Notas de juego

Renuncio a la iniciativa para esperar, pongo ya la tirada. Si me he equivocado ruego se me corrija.

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30/03/2010, 20:31
Director

El caballero recibió un golpe menor en la armadura, que se desvió como una vara que golpease una piedra. Se revolvió, babeando con la mirada perdida. Había soltado la espada, como si hubiese olvidado cómo se utilizaba y se olvidó también de Níbias y de Robehr, ya que el escudero gritó su nombre desesperado y se abalanzó sobre él con su propia arma en alto.

Notas de juego

Robehr, tienes un turno más, a ver qué tal.

Níbias, ánimo.

Esta vez la dificultad es 8, porque el tipo se pone de espaldas a vosotros para atacar a su escudero.

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31/03/2010, 15:38
Robehr de Bordefronda

El escudero parecía haber superado su estupor inicial. No había nada que reprocharle, pocos se atrevían a levantar la mano contra el que te daba de comer. Pero en este caso el que tal vez fuera un buen amo se había ido, dejando en su lugar un animal ávido de carne humana.

Por fortuna el caballero se volvió para enfrentarse al ataque del escudero, Robehr aprovechó de nuevo la oportunidad, buscando el cuello vulnerable de Alessian, esta vez logro conectar su cuchillo entre las placas de metal. Esperaba que la herida o degüello acabara con la refriega antes que otro inocente muriera en ese maldito lugar.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+1)
Motivo: Armas de Man
Dificultad: 8+
Resultado: 7(+1)=8 (Exito)

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08/04/2010, 21:15
Director

El cuchillo encontró carne que cazar y se clavó hasta la mitad. El caballero gruñó y escupió sangre. Pronto su nariz expulsó un río de la misma. Empezó a sentirse desorientado. Su escudero también se liberó y empezó a golpearle la cabeza con la espada hasta que esta explotó tras un tremendo tajo. El cuerpo cayó al suelo pesadamente, y con él, el escudero se dejó caer igual, derrotado por la tensión liberada y la energía gastada en semejante esfuerzo.

Alrededor volvió el silencio. Unas figuras empezaron a afilarse entre las sombras, como tentáculos de niebla negra, seguidos del murmullo de un cántico lejano. El altar empezó a sangrar, las paredes se convulsionaron sin hacer ruido. Un polvo rojo, como arcilla, empezó a caer del techo del templo y fuera...fuera...el suelo blanco bailaba y se retorcía como gusanos hambrientos.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d4(+3)
Motivo: Daño cuchillo
Resultado: 3(+3)=6

Notas de juego

He tirado yo el daño. Espero que no te importe (la tirada ha sido bastante buena :D)

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10/04/2010, 16:09
Robehr de Bordefronda

Todo lo que le rodeaba era siniestro a extremos imposibles. Pero era la imagen y el recuerdo de esos tentáculos negros los que provocaban terror en el corazón de Robehr, esos asesinos de oscuridad implacable y crueles que ya habían sufrido en una ocasión. No estaba preparado para repetir, ni deseaba estarlo nunca.

La locura de Alessian le pareció una nimiedad comparado con los peligros que conllevaba dejarse atrapar por las tinieblas. Si dependiera de Robehr el cuerpo del caballero podía pudrirse en ese lugar por toda la eternidad, el no lo extrañaría en absoluto.

- ¡Vámonos, vámonos, si la oscuridad nos alcanza moriremos en este maldito lugar! -

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19/04/2010, 22:52
Director

Todos estuvieron de acuerdo. Mientras el templo se retorcía lentamente y se consumía, el hombretón y el escudero se precipitaron junto a Robehr hacia la puerta. Detrás de ellos no había sonido, pero cuando se volvieron, ya en el exterior, para mirar, contemplaron un silencioso derrumbe. Las puertas se quebraron y el techo se colapsó, cayendo sobre el cuerpo muerto del caballero. La niebla que pisaban pareció acusar el dolor del templo y se removió en señal de protesta, enredándose sin tacto en sus piernas, ascendiendo por ellas hasta las rodillas y los muslos.

Sintieron frío y escucharon el eco de un aullido lejano.

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28/04/2010, 15:50
Robehr de Bordefronda

Robehr acusaba la falta de aire y una respiración complicada, el miedo le impedía pensar y actuar con normalidad. De nuevo había escapado corriendo como si el maligno le persiguiera, había ignorado la voz de la prudencia en incontables situaciones, una vez más había logrado sobrevivir por mero capricho. No sabía por cuanto tiempo disfrutaría de esa suerte.

Con la entrada obstruida por el derrumbe y los kilos de escombro era imposible recuperar el cadaver del Dom para al menos darle una sepultura digna. Pero con el frío y el temor invadiendo su cuerpo dudaba que de poder volviera a adentrarse en ese maldito lugar-

- Debemos volver amigos, hay algo aparte de esa maldita oscuridad jugando con nosotros, cuanto más nos quedemos aquí menos podremos volver a contemplar un amanecer. -

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17/05/2010, 23:43
Director

Los demás asintieron algo temblorosos. Estaban de acuerdo, o eso o no podian decir otra cosa. Caminaron lentamente hacia la salida, el pasillo que tantas veces habían visto en tan poco tiempo. La luz se mezcló con las formas oscuras y de nuevo les llegó un olor, esta vez pareció que fuera a marearles. Empezaron a escuchar aullidos detrás de ellos.

Los aullidos se hicieron más ruidosos, más aparentes. Notaron que algo les seguía. Siempre les pasaba cuando se acercaban a la salvación. Siempre había algo que les perseguía a través de las sombras.

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01/06/2010, 00:04
Robehr de Bordefronda

Robehr desconocía que energías continuaba impulsando su carrera. Tal vez fuera que simplemente la vida era el bien más precioso y se aferraban a ella incluso en el momento de la condenación. Era irónico como los hombres buenos eran los condenados a sufrir la necedad de otros.

En su fuero interno se planteaba la opción de pararse y pelear, si es que realmente podía hacer algo para enfrentarse a la maldad que los perseguía. No podían tacharlos de cobardes, pero incluso sus ojos y oídos de batidores parecían estar jugando con ellos. No había orden, tiempo, nada, aquel lugar era como estar inmerso en una pesadilla de la que quieres despertar y no puedes.

Lo único que les quedaba era correr, como ya antes habían hecho. Solo eran eso, hombres buenos y sencillos que no habían hecho nada para desafiar a la oscuridad, pero que por la voluntad de necios poderosos se habían visto obligados a aventurarse donde ni en la peor de las borracheras pondrían un pie.

- ¡Corred amigos, corred, no dejemos que el mal se lleve a hombres buenos y humildes! -

Porque en aquel lugar era lo que les quedaba, humildad y bondad, las virtudes con las que había nacido, crecido y convivido hasta ese precisos momento. Las últimas barreras contra la sombra.

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07/06/2010, 23:07
Director

Salieron, finalmente salieron de allí y en la cueva resonó como un eructo horroroso que fue incluso como un viento maloliente que les despidió.

Salieron al bosque. Por la luz que caía de los árboles, era mañana avanzada. Estaban solos. No había nada, ni el sonido de la vida en la cercanía, como si allá en las cercanías de la caverna, el bosque contuviera el aliento.

Trevor empezó a llorar de forma discreta, pero muy dolida. Apretaba los puños con rabia y cerraba los ojos con impotencia. Níbias lo miró indeciso, pero lo dejó tranquilo. Allí fuera ya no parecía que hubiera ninguna amenaza. Dos mundos tan distintos separados por unos pocos pasos.

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10/06/2010, 15:18
Robehr de Bordefronda

Tras la frenética huida Robehr se permitió un momento de descanso, apoyando la espalda contra un roble cercano, cogiendo aire con fuerza, a causa de la carrera ininterrumpida que habían dado para escapar de la oscuridad.

Las buenas intenciones de Dom Alessian se habían transformado en una tragedia más propia de las chanzas populares. Habían matado a un vecino de la aldea, para luego tener que defenderse del caballero a cuchilladas hasta segar también su vida. Estaban manchados de sangre, sudor y polvo del camino, sin ninguna duda resuelta y un sinfín de miedos por delante.

No podía evitar sentir lastima por el escudero, al igual que ellos se había visto envuelto en algo que los sobrepasaba, y todo por los caprichos y voluntades ajenas. De haber escuchado la voz de la prudencia ahora no habría que lamentar tantas muertes en vano.

- No seas muy duro contigo mismo muchacho, hiciste todo lo que estuvo en tu mano por el Dom, no tienes nada que reprocharte, la gente a veces se ciega con el orgullo y no escucha a la más rústica prudencia. -

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29/06/2010, 20:51
Director

El chico no habló. A su alrededor, lo más raro es que no se escuchaba nada más allá del trino de los pájaros. No era que la naturaleza contuviera el aliento, eso ya lo habían sentido antes. Esta vez no había nadie esperándolos a la salida, como si se hubieran olvidado de ellos. El día continuaba luminoso y ayudaba a limpiar las heridas del interior. A pesar de eso era como si en realidad no hubieran terminado de salir de aquel lugar espantoso, como si una astilla oscura se hubiera quedado clavada dentro de ellos.

Los caminos permanecían limpios de gente. Al menos, sabían dónde estaba la aldea si es que querían ir allí.

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30/06/2010, 08:31
Robehr de Bordefronda

 Con el silencio Trevor lo decía todo. Lo peor de una pesadilla son esos momentos posteriores en los que desconoces si has despertado o por el contrario sigues inmerso en ella. La muerte del Dom tenía un significado y un pesar distinto los tres hombres. Poco llorarían Níbias y Robehr, no así el joven escudero que perdía toda luz y toda referencia del camino.

Eran simples cazadores, no eran buenos con las palabras y poco podían hacer para ofrecer consuelo en ese momento, ni siquiera estaban seguros de que vivieran lo suficiente para disfrutar de algunos días con tranquilidad, mucho habría que explicar a la vuelta si acaso esa podía producirse.

- Debemos seguir, estamos a poco de la aldea y aun nos quedan horas de sol suficientes para alcanzarla. Solo un poco más de esfuerzo. -

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06/07/2010, 21:32
Trevor

Las palabras resbalaban sobre Trevor sin que llegaran a hacer mella en él, demasiado enfrascado en sus pensamientos y en su dolor como para que le importara nada más.
El rostro desencajado de Alessian le perseguiría hasta el final de sus días, lo que no sería en un futuro demasiado lejano...¡había asesinado al caballero y le arrebatarían la vida por ello!
De hecho, si no lo hacía él mismo en aquel momento, no era por otra cosa que la falta de valor.

Observó atentamente su manos manchadas de la sangre de aquel que había considerado casi un padre. En la derecha empuñaba aún el cuchillo que poco antes se había hundido en la cabeza del Dom....un asesino, en eso se había convertido.
El sol le iluminaba desde el cielo, formando con su cuerpo la sombra en que se había convertido el escudero.
Le pesaban los bracos, las piernas...todo su cuerpo. Por él podía llegar la noche y llevársele consigo, pues nunca más podría volver a la luz.