Partida Rol por web

   Al salir del rellano donde está la puerta, alcanzas a oír un estruendo en la planta baja, claramente un combate. Te diriges a la azotea.

Leyre hizo zumbar su honda de nuevo y soltó su proyectil sobre el clackar más cercano. La piedra impactó a la bestia tímidamente. Aquellos gorilas alados eran criaturas temibles, más teniendo en cuenta que defendían su nido. ¡Habían levantado por los aires al orondo Uxyr, como si fuera de paja! Tenían que moverse, buscar un lugar con un techo mas bajo antes de acabar todos con los huesos hechos puré.

—¡El pasillo! —levantó la voz para hacerse oír— ¡Reculemos al pasillo!

La aparatosa herida de Atarkar horrorizó a la ladrona, quien se apresuró a ayudarle a salir de aquella ratonera. Quizá en el pasillo pudieran plantar cara a aquellas fuerzas de la naturaleza. Solo esperaba que, de haber habido alguna trampa, los enormes gorilas la hubieran hecho saltar hace tiempo.

En cuanto salieron al pasillo llamó sus compañeros ausentes a gritos

—¡Niarnna, Lan! ¡Ayuda, aquí!

Uxyr no estaba dispuesto a dejarse matar tan fácilmente, aquellas bestias habían perfeccionado su técnica de caza, el primer ataque con las alas suponía una distracción para su oponente, para facilitar la presa con sus garras. Se centró en parar estos ataques, el primero no lo consiguió, pero la armadura evitó el daño, mientras el segundo ataque del clakar fue repelido por su escudo.

Habiendo evitado la presa, Uxyr contaba ahora con espacio para manejar su mayal, con un giro de muñeca hizo que el terrible arma girase haciendo su característico sonido siseante al cortar el aire, para descargarla después con violencia sobre la cabeza del clakar que se abrió como un melón maduro.

Niranna sale de nuevo y regresa volando al lugar donde dejó a sus compañeros.

—Tengo información sobre la planta superior —dice.

Dicho lo cual observa cuál es la situación de sus compañeros a ras de suelo.

Me acerqué al clakar que aun permanecía con vida y ataque con habilidad con una estocada rápida y veloz con intención de hundir la hoja de mi espada en aquella criatura obra sin duda del caos, por suerte me había sobrepuesto al horror que podría llevar la visión de un monstruo como éste, tuve mala fortuna y mi espada silbó en el aire a unos centímetros de la criatura. Embracé el escudo para parar el ataque, cuando apereció Niranna hablando sobre el piso superior.

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   El primer simio alado, el más rápido sólo consigue acertar un golpe de garra que la armadura consigue detener. Uxyr da un tremendo golpe que destroza la pierna izquierda del simio y la dobla en un ángulo antinatural.

   Mientras, Leyre saca de ahí a Atarkar y salen al pasillo. Antes había conseguido golpear con una honda al clakar en el asalto anterior, pero fue una brecha que no le hizo demasiado daño.

   El otro simio abre la boca y lanza una serie de rugidos inconexos. Rugidos que son respondidos, hay más bichos de estos. Y se aproximan.

   El clakar se lanza contra Krylaak, golpeando con alas y garras.

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   Cronología.

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   En una sala se encuentran algo, mientras unos están fuera y la mujer alada entra por el techo. Se inicia un combate.

   Asalto sorpresa contra algunos. Están Leyre, Uxyr y Atarkar. Lan y Krylaak fuera.  Niranna baja a planta superior.

   Primer asalto. Leyre, Uxyr, Atarkar, llega a su posicion Krylaak. Lan pasillo. Niranna planta superior.

   Segundo asalto. Uxyr y Krylaak combatiendo, Leyre y Atarkar salen del combate. Lan pasillo. Niranna sale al tejado.

   Tercer asalto. (Por venir) Uxyr y Krylaak en combate. Leyre, Atarkar y Lan pasillo. Niranna bajando a la entrada.

FINALIZANDO EL SEGUNDO ASALTO.

   Leyre y Atarkar salís de la sala al pasillo, donde está Lan con una antorcha. Unos rugidos intermitentes resuenan en la sala del combate. Rugidos que son contestados de algún punto de esta planta baja. Quedan más bichos de estos.

FINALIZANDO EL SEGUNDO ASALTO.

   En cuanto dejas el rellano en el que está la puerta demonio, oyes claramente ruido de combate en la planta baja. Parece que las cercanías de la puerta se amortigua el ruido. Tal vez, para que alguien de oído fino no escuchara la contraseña desde la planta baja o desde el exterior.

   También oyes otras cosas. Rugidos. Rugidos como de un gorila pero un estremecimiento sacude tu cuerpo. Automáticamente sabes quienes son las criaturas que rugen. Y no están rugiendo, están hablando entre ellas. Y combatiendo.

   Son clakars.

   Los clakars son tus ancestros, ya que tu pueblo desciende de ellos. Pero unos ascentros que han degenerado e involucionado. No se sabe en que punto se separaron vuestros caminos. Pese a que han vuelto a un estado prácticamente animal, tienen una inteligencia rudimentaria, se podría decir con son unos simios muy astutos. Pueden comunicarse entre ellos y colaborar.

   Los clakars tienen capacidad de camaleón. Desgraciadamente esto en su piel. Sus alas de plumas, negras habitualmente, no se benefician de esta capacidad y suelen estropear su camuflaje. Pero a pesar de su astucia, al fin y al cabo, siguen siendo animales, que es a lo que han degenerado.

Como si lo hubiese intuido, el clackar fuerte no era muy ágil pero era lo suficientemente fuerte como para acabar con los mas experimentados guerreros. No se como pero una de sus alas penetró en mi armadura poco después de fallar el ataque con la espada, era como si la armadura de placas fuese de mantequilla caliente y mi carne fue lacerada casi sin esfuerzo. El dolor provocado me robó casi todas las fuerzas y me tambaleé dubitativo quedando a merced de la bestia que no logró alcanzarme de nuevo gracias a interponer mi escudo y espada frente a él con las pocas fuerzas que me permitía el dolor de la herida. Me retiré hacia atrás hasta que los brazos de la peliroja Vilmiriana me agarraron y me ayudaron a salir de la sala, como si intuyese que mi vida corría peligro, como así realmente era.

Llegamos al pasillo en donde se encontraba Lan el marino, esperando a quien sabe que, para entrar y ayudar a nuestros compañeros y pegando la espalda sobre la pared me dejé caer buscando algo de tela con la que presionar la herida para que dejase de emanar sangre y esperando que se me pasase el Shock del golpe pues quizás no tuviésemos demasiado tiempo para desembrazarnos de dichas bestias y quizás necesitasen mi ayuda o esperemos que no, tener que defendernos de nuevo en caso de que nuestros compañeros cayesen en batalla.

El trapo estaba ensangrentado y lo que podía ver de la herida a través de la armadura no me indicaba la gravedad de la misma, pero lo que si era seguro es que en caso de no perecer ahí, me quedaría una buena cicatriz.

- Gracias Leyre, te debo una, pero debes ayudarles o nuestra aventura acabará casi sin haber comenzado.

Le dije intentando mostrar una buena cara y que a parte de que notase mi agradecimiento, entendiese que podía dejarme solo durante un rato.

Niranna advierte que algo extraño ocurre, quizá en el interior de la torre, así que pregunta a Lan:

—¡¿Qué ocurre ahí?!

El vértigo de la amenaza y del peligro se cierne sobre ella. A pesar de su simplicidad, esa torre escondía muchos peligros en su interior.

   Comienza el tercer asalto, se oyen más rugidos en las inmediaciones, pero no los ubicáis. El clakar si no es herido se retirará, pero si es golpeado no se retirará. En cualquier caso si es atacado devuelve los golpes e intentará parar.