Partida Rol por web

   El clackar se lanza sobre Krylaak azotándolo con las alas y golpeando con una garra que este detiene. El clakar recibe una herida grave del golpe del guerrero.

   Acuérdate también de realizar las tiradas de las paradas y di contra que paras.

Krylaalk hundió esta vez su espada en aquel engendro alado esperando acabar con él, preparando su escudo para la siguiente acometida de la criatura.

Después de acabar con su enemigo Uxyr aprovechó que el clakar estaba trabado con Krylaak para aproximarse por detrás y golpearlo.

   Después del intercambio de golpes, el gran mono recibe un golpe que le destroza la pierna y cae al suelo inconsciente.

   Varios minutos después, unos 5-10 minutos, reunidos en la estancia de la izquierda, según se entra por la puerta...

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Sala de la Guardia.

   Por lo que parece, en esta habitación los melniboneses guardaban sus armas y armaduras. También había espacio para que dos personas pudieran entrenarse en el combate; este espacio está ahora ocupado por nidos de clakar.

   En los armeros quedan todavía un buen surtido de viejas armas melnibonesas. Aunque el tiempo y el óxido han afectado estas armas hasta el punto de que cabe la posibilidad de que se rompan al recibir el más mínimo golpe, pero quizás hay algunas que todavía reunan las condiciones necesarias para su uso.

   En la vitrina de las armaduras, hay dos armaduras completas. El metal está intacto, pero las ataduras de cuero, los forros y la prendas de ropa interior parecen totalmente desintegradas.

Niranna ve el amasijo de carne en que han convertido a las versiones degeneradas de los otrora nobles antepasados comunes de su propia raza. Por desgracia, esas bestias eran infrainteligentes y poco se podía esperar salvo la violencia.

—En la parte de arriba hay una puerta "inteligente"... magia merlivornesa —dice encogiéndose de hombros—. Pide un nombre concreto para acceder a su interior y "apelar a un señor". Quizá encontremos alguna idea aquí. También se puede descender al primer nivel, a las escaleras del fondo.

Dicho esto analiza el estado de sus compañeros en busca de heridas graves que requieran tratamiento. Sin embargo, las reliquias del pasado también compiten por su atención al percatarse de la armería.

Leyre suspiró aliviada al ver a los cuerpos peludos y emplumados inertes en el suelo y recogió su lámpara del suelo. Su rostro no estaba exento de preocupación, el primer encuentro casi les cuesta muy caro. Había entrado en la armeria dispuesta a ayudar a Uxyr, pero el hombretón ya se había encargado de todo. Asintió también a Krylaak, quien seguramente había hecho su parte.

—Id con cuidado, hay más de estos bichos en la torre, he oído sus cacareos antes —dijo mientras cruzaba la estancia de la armeria buscando cosas de valor entre los estantes y en los nidos.

En secreto, fantaseaba con encontrar una daga melnibonesa que pudiera ceñirse al cinto. Fuera útil o no, mientras no se deshiciera en herrumbre, le daría un aspecto peligroso y a veces con eso bastaba para salvar una confrontación. Las armaduras eran claramente valiosas, no había que ser un lumbreras para darse cuenta. Pidió a los guerreros que las llevaran ellos hasta poder repararlas. 

La mención de la puerta embrujada la hizo arrugar la nariz mientras dedicaba una mirada a Niranna.

Gracias Leyre estaba a salvo al otro lado de la pared, el dolor era intenso y me incapacitaba para continuar el combate, no sabíamos si estábamos a salvo y me las arreglé para tapar la herida lo mejor que pude sin tener que quitar la coraza, no sabía si la necesitaría en breve, pero esperaba que no.

Los ruidos desde la armería continuaban llegando y eso indicaba que el combate continuaba. Poco a poco los ruidos fueron disminuyendo hasta que cesaron por completo. Poco a poco fui recuperando la compostura y la herida pese a doler ya no era tan preocupante, empecé a moverme poco a poco y pasados unos minutos volví a entrar en la estancia en donde mis compañeros habían dado buena cuenta de los clackar. Con cuidado para no abrir la herida me moví por toda la estancia obsarvando aquí y allá buscando cualquier cosa que pudiese ser útil o cualquier detalle que pudiese hacerme ver que pudiese haber alguna trampilla o accionamiento que pudiese dar lugar a un acceso a algún escondrijo en el que poder guardar cualquier objeto valioso.

El combate se había saldado para Uxyr con apenas unos rasguños y una contusión en el brazo, un coste bajo habida cuenta de que el clakar lo había puesto a volar.

—Intentemos mantenernos en grupo, muchachos, este primer encuentro pudo habernos costado muy caro —dijo el argimiliano, dirigiéndose a continuación a Atarkar, al que había visto retirarse apoyado en Leyre — ¿Te encuentras bien, puedes continuar?

—Era de esperar que nos encontraríamos con uno de esos malditos artefactos melniboneses, ojalá que tengas razón y encontramos algo en la torre que nos pueda dar una pista, pero no seré yo el traspase esa puerta —respondió ahora al comentario de Niranna, mientras comenzaba a buscar por la habitación.

Krylaak tras dar buena cuenta de aquella abominación, envainó su espada ancha y registró con la mirada aquella habitación, para ver si había algo valioso y aprovechable.