Partida Rol por web

-Dolores, creo que, antes de fijarnos en el profesor, deberíamos centrarnos en la casa gryffindor. Comentó Narcissa mirando a todos para escuchar su opinión. Bellatrix dijo que es esa casa se hablaba mucho sobre ella y sobre Salazar y justamente fue Salazar el tercer atacado. Tal vez haya alguien en esa con la capacidad de atacar por las noches y que actúe por su cuenta. Si dejamos que viva no nos quedarán pociones por demasiado tiempo.

Miró a su hermana, para que confirmase aquello. Si lo que dijo Bella es cierto, deberías intentar descubrir a esa persona y es lo más probable que esté en esa casa. Tal vez... ¿Dobby? o ¿Fleur? incluso Sirus... Dijo el último nombre con cierto asco. Si descubres a esa persona los inquisidores deberían encargarse.

Bellatrix asintió a las palabras de Narcissa. - Es cierto, al principio del día la mirada de los leones estaba sobre Lord Slytherin y yo misma. Le he pedido a Hermione -pronunció el nombre sin darse cuenta para corregirse- que les cuente lo que ella puede hacer, así atraerá posibles ataques de su casa hacia nosotras y yo la protegeré durante la noche.

- Por otra parte, la asquerosa sabandija teñida ha delatado a sus compañeros, poniéndonos en el punto de mira... ¿Debo usar mi posición como intermediaria para desacreditarlo? ¿O es pronto todavía? - Preguntó mirando a Salazar y esperando instrucciones por su parte como líder de la casa.

-Dado que ha quedado bastante claro que era culpable, ¿No creéis vosotros que como último recurso nos habrá acusado a nosotros, a sabiendas de que no hay ningún aliado suyo en esta casa?- Salazar se permitió de nuevo esa leve sonrisa siniestra.-Aún es pronto Lady Lestrange. Esperemos a ver como se desarrolla la noche.

- Lestrange... - en tono casi ¿meloso?, una sonrisa se me escapaba - creo que se algo que te "encantará" saber. Que te aliviará saber. Tus sentimientos por esa sangre sucia, no son para nada naturales, sino fruto de un hechizo. Y ese hechizo fue cosa de Ollivander.

Y ahora esperaba toda esa promesa de muertes y maldiciones y adoraciones al señor tenebroso.

Miré a mi hermana. Ahí tenía al cupable de su estado. Me pegunté si se lo agradecería o si se lo haría pagar como solo el sabía hacer.

-¿Puede volver a hacerlo? ¿O tiene alguna otra habilidad que pueda resultarnos peligrosa?

- Podría estar al tanto de todas la conversaciones entre Lestrange y la sangre sucia, quizá fuera una buena oportunidad para quitárselo de enmedio, podría suponernos un peligro importante a la larga.

-A la larga, sí, tal vez. Pero si Ollivander muere esta noche todas las miradas recaerán sobre nosotros. No digo que debamos protegerlo, pero acabar con el tan pronto podría ser contraproducente.

- Por mi parte me duele más lo extraño e inconcluso de los sueños de Tom, que las molestas acusaciones del señor Ollivander, pero ya dije que para bien o para mal mis dones no se desperdiciarían en esta casa. Cuanto más tiempo pase más problemas tendremos para justificar la ausencia de bajas en nuestra casa, el tiempo corre más en nuestra contra que en la de los demás. 

- Vicent y yo - reclamó atención Draco, llevaba demasiado tiempo sin acer notar su presencia aunque fuese con una risa aislada, descontextaualizada y molesta - hemos preparado ya la encerrona para McGonagall. Porqué sigue siendo ella nuestra víctima ¿verdad?

Los Ravenclawn han sufrido muchas bajas, creo interesante mostrar la solidaridad de Gryffindor dejándolos en una posición - hizo una pausa teatral, buscando parecer más maquiavélico y retorcido de lo que realmente era- similar.

Su mirada se perdió unos segundos y volvió a repeinarse su cabellera hacia un lado con obsesión - Por su bien más le vale a ese cerdo no haber cantado como el maldito cerdopájaro que es. 

Desacreditarle, acabar con todo Ravenclawn, en cualquier orden. Simple. Brillante.

Se giró hacia su admirada exdirectora, olvidando en el giro su peinado - Señorita Umbridge, no sé preocupe por justificar la falta de muertes. Como usted dijo "hay quien sabe protegerse, hay quien no", vale, no fueron sus palabras exactas, pero en cuanto controlemos las votaciones no será necesario justificar nada.

Tom había vuelto a tener un sueño extraño. No dudó comunicárselo a todos los allí presentes, le parecía una buena idea cooperar.

He vuelto a soñar, esta vez eran tres completamente diferentes. Entre ellos estaba el necio del señor Flitwick, otra era la loca profesora de adivinación esa, ¿como se llama?.......Ag lo tengo en la punta de la lengua. Tre....Tri....Trela....Treli....¡Trelanwey! y por último estaba el vendedor y fabricante, Ollivanders. En ese sueño estaban los tres en una habitación completamente blanca, estaban tramando cosas cuando un susurro se oyó detrás de mi "uno de ellos es un mago oscuro, solo uno de ellos es mortífago Tom" y claro, los tres se volvieron hacia allí y me vieron. Pronunciaron la maldición mortal centrándose en mí los tres rayos verdes. En ese momento desperté. Creo que Flitwick no es de fiar. Ya lo decía Dolores aunque los otros dos pfff. ¿Ustedes que dicen?

- Ollivander no es ningún mortífago, esta libre de toda duda - asegura 

-Ya...-Crabbe seguía sin creer las palabras de Tom. Era tan raro ese poder suyo y lo narraba de una forma aun mas extraña, como si se inventara todo, pero no podía decírselo a nadie, ninguno de los presentes escuchaba su voz por mucho que gritara, simplemente debía dejar que el resto se diera cuenta por si solos, antes de que fuera muy tarde.

-¡ESPERA! ¿Has dicho que Gilderoy Lockhart nos a delatado?-Miro a Draco.-¿Porque aria eso? Pensé que le habíamos engañado.-No comprendía como podía a ver sido tan rastrero.

- El animal arrinconado es el mas peligroso Vincent, ya no tiene nada que perder.

-Que vergüenza vender a sus camaradas.-Al parecer Vicent no era consciente de que el había hecho lo mismo. Quedo de brazos cruzado un tanto molesto y mosca.

La cara de Bellatrix había empezado a cambiar de color, poniéndose primero pálida y luego granate por la ira. - ¡Ese sucio y zarrapastroso tallavaritas! - Exclamó al asimilar las palabras de Dolores. - Ya sabíamos que era un encantamiento, Hermione pensaba que tal vez alguien quería reírse de nosotras. - A estas alturas pronunciaba el nombre de la joven con naturalidad. Incluso con un toque de calidez. - ¡Pero yo supuse que era un Ravenclaw que quería meterse en nuestras cabezas para tener información sobre otras casas! - Los ojos de la mujer brillaban rabiosos. - ¡Debe morir! ¡Por atreverse a doblegar así mi voluntad y por metomentodo! Ese asqueroso espía del tres al cuarto... ¡Lo despellejaré con mis propias manos! ¡Y lo seguiré torturando incluso cuando ya esté muerto!

Durante algunos minutos Bellatrix permaneció ajena a la conversación que tenía lugar en la Sala Común, tan sólo maldiciendo al señor Ollivander y murmurando para sí misma hasta que de nuevo volvió a alzar la voz en una carcajada aguda. 

- ¡Y ahora la otra sabandija pretende seducirme a cambio de darme información sobre sus compañeros! - Exclamó, levantando las cejas con incredulidad y aferrando la varita con fuerza. - Podéis contar con que es un traidor repugnante, claro que sí. 

- Los leones están comenzando a unirse entre ellos. - Informó tras un par de segundos en silencio.