Partida Rol por web

El comunicador se enciende. - Nenazas. - El termino aunque podia sonar despectivo parecia mas dispuesto a alertar a la pandilla. - Mas vale que os hayais puesto el disfraz de fiesta y que tengais a mano algo con lo que hacer daño... algunas putitas vienen a darnos un poco de diversion. Nada de giros bruscos, ni de sacar los brazos fuera del vehiculo, por favor no alcen la voz y nada de griterios innecesarios. - Realmente esperaba que ninguno hiciera una tonteria, los queria muertos, no a todos... al menos uno vivo. Queria divertirme...

Saco la pistola y me preparo para el combate. Lentamente voy saliendo de la enfermería y dirigiéndome al hangar de salida de la nave.

Al perecer tenemos compañía. Observo a Ash mientras lo dice, su mirada divertida, intrigada, impaciente. Sonrío de medio lado, le muerdo la mejilla derecha y termino de vestirme mientras él coge sus aparatitos.

Yo llevo una pipa en la bota, pero la verdad es que nunca la uso, prefiero liarme a puñetazos, o jugar al pilla-pilla hasta que pierden el arma. Así que ni desenfundo la pipa.

- Voy a intentar llegar a la cabina, cúbreme hasta dónde puedas y ya sigo yo.

 Le doy otro mordisco en el labio inferior, uno de eso que duele, pero que sé que le gustan, está bastante excitado y me encanta verlo así, me pone contenta. Así pues, espero a que salga primero y lo voy siguiendo con cuidado.

Mei estaba durmiendo en el motor cuando escucho el mensaje de Ash, estaba un poco aturdida ante lo que había dicho. Parecía que había algunos que se acercaban con no buenas intenciones a la nave, ella no iba a poder hacer mucho, así que lo que hizo fue quedarse donde estaba con una herramienta en la mano mientras susurraba:

• Bueno, para eso está Ash aquí… seguro que se lo pasa bien.

El silencio reina la nave. Hasta que un estruendo metálico y la alarma de la nave hacen que os exploten los oídos. Pasos apresurados vienen desde la galería. Mientras, Mirage ha conseguido llegar a la cabina, parece que nadie había entrado todavía a Libélula. Gritos ininteligibles se oyen, parecen órdenes que se dan unos a otros.

- ... RÁPIDO... LLEGARÁN EN... TO!! --- Conseguís entender.

Ash se acerca, agachándose por los pasillos a la dirección de los ruidos. Se asoma por la puerta de la cocina y ve a cuatro hombres que acaban de hacer volar una de las puertas de entrada a la nave, tienen el rostro cubierto, van con armas y se mueven de manera que parece que no saben muy bien donde están.

El silencio que se adueña de la nave, es el mismo que asoma justo antes de que rompa una tempestad. Puedo notarlo, casi saborearlo en el aire mientras avanzo por el pasillo. Los pelos de la nuca se me ponen de punta, si, ese tipo de carga electrica es la que habla de problemas a gran escala siempre... y justo en ese momento, una explosion. La nave grita con fuerza su dolor, llenando el espacio interno de los ruidos de la alarma de daños. El ruido es un coñazo y realmente espero que mirage se encargue de el, porque por debajo de este puedo escuchar la estatica de que alguien esta comunicandose y junto con eso, palabras, ordenes. Creo entender el mensaje que dan y no puedo mas que sonreir, por fin puedo matar algo y encima los muy idiotas vienen a mi.

Camino con los pasos seguros, cortos y precisos, tipicos de mi entrenamiento. Me acuclillo antes de asomar parte de mi rostro por la puerta que da a la cocina y ver el boquete que han abierto en el casco.  Genial. Sebastian va a cabrearse de lo lindo y algo me dice que me va a caer a mi la gorda. Como siempre.

Dejo a un lado ese pensamiento mientras miro a los cuatro individuos que han llegado. Es decir tres muertos y un cuarto aquien torturar. Con el rostro cubierto no parecen saber donde estan y eso juega a mi ventaja. Veo el interumptor de la luz, sonrio y me asomo mientras abro fuego, un par de pasos, varios disparos, mi mano cierra el interruptor volviendo todo noche cerrada, justo antes de agacharme y ponerme a cubierto mientras en silencio me muevo, para que no sepan a donde disparar. Mi mano coge algo del suelo y lo lanza en la direccion contraria a donde estoy, esperando su reaccion y asomandome apra que en cuanto sus armas abran fuego, localizar donde estan y volver a disparar.

Cuando la explosión sonó Mei no pudo evitar dar un grito, realmente no se esperaba aquel sonido tan fuerte y pego un bote en donde estaba, se aferró con fuerza a la herramienta que tenía en la mano como si eso fuera suficiente para protegerla. No era la primera vez que estaba en una nave que era atacada, pero no le traían buenos recuerdos, se dio cuenta que aún tenía la pistola que cogió cuando recibieron a los tipos de antes, pero no sabía muy bien que hacer, la cogió con cuidado y se acerca al comunicador, lo activa y dice:

• ¿Qué ha pasado?, ¿Dónde estáis?

Decía bastante asustada con la pistola aferrada en la mano mientras con cuidado miraba hacia la salida de la sala de máquinas no sabiendo si salir o no

Avanzo por los pasillos cuchillo en mano. Mientras voy caminando oigo el golpeteo de mis tacones contra el suelo metálico de la nave. - Tonta eres - Pienso para mi, mientras me paro un segundo y apoyándome en la pared con la mano del cuchillo me descalzo para moverme más cómoda y no hacer ruido, también aprovecho y me quito la bata en la cual envuelvo los zapatos y los dejo apartados. Sigo avanzando con sigilo pegada a la pared en dirección a la galería.

Escucho la explosión que me sorprende y me acelera el corazón. Me asomo para intentar ver que pasa. Entre la humareda consigo distinguir cuatro siluetas a las cuales rápidamente pierdo de vista. Pero no solo a ellas, si no todas las estructuras. - Cabrones, han quitado la luz... llevarán máscaras de visión nocturna. - Rápidamente busco un recoveco entre unas cajas para esconderme y espero preparada a que pase alguno para lanzarme encima.

Agazapado en la nube de polvo que ha envuelto la sala cuando han hecho explotar la puerta, Ash consigue distinguir claramente la figura de un hombre que se acerca en su dirección. Resuena un tiro enla instancia... y el sonido sordo de un cuerpo inerte cayendo sobre las placas metálicas. El resto de figuras, más lejanas, se quedan un segundo paradas. Después se desata el caos, tiros empiezan a intercambiarse aquí y allá, incrustándose en las paredes.

- QUIETOS!!  - se oye una voz profunda.

Las luces tintinéan, y los tiros paran. Las figuras restantes desaparecen en los rincones de la habitación. Cuando el polvo al fin se posa por todo el suelo, se puede distinguir un cuerpo de un hombre que ronda la veintena, con la cara tapada y una burda escopeta recortada tirada a su lado.

Ves el intercambio que ha sucedido entre los intrusos y Ash, pero después nada más. Parece que han desaparecido. Por suerte, ellos tampoco parecen haberse percatado de tu presencia.

Las balas llueven, las paredes y demas decoracion de la cocina reciben un saludo poco cordial por parte de nuestros invitados no deseados. Me quedo a cubierto tras la encimera con una amplia sonrisa, undisparo y el primero de ellos ya esta tirado en el suelo con la cabeza abierta como un melon. El olor de las balas, el regusto metalico de la sangre en el aire, si... este tipo de sitauciones me gustaban, me excitaban y aqui estaba yo con tres blancos mas a los que hacer diana. Cogi cualquier utensilio de cocina que tuviera a mano. Ellos eran novatos, la rociada de balas sin control asi lo atestiguaba, jugue con el juguete de cocina un poco mas antes de lanzarlo con fuerza contra una de las neveras. El sonido metalico resono con fuerza en la sala... lo unico que hice fue esperar a que ellos abriesen fuego contra el ruido, mientras yo me seguia moviendo en la direccion contraria.

En cuanto las balas volviesen a llover, me levantaria de nuevo y abriria fuego contra el objetivo mas cercano antes de cubrirme de nuevo.

El silencio temporal que reina en la nave se ve interrumpido por el tenue sonido de la radio de la radio que está en la cabina.

-Aquí vuestro querido capitán al habla corto, necesitamos contarós de una pequeña visita. -se oye a vuestro capitán. Pasan unos segundos. - ¿Melina? ¿Estás ahí?

De nuevo se desata el caos instantáneo. Un hombre, con una pistola en la mano se avalanza contra Ash, intentando noquearle. El ataque repentino hace que Ash se vea sorprendido momentáneamente, cayendo al suelo con él.

Ves como Ash cae rodando en el suelo de la cocina, con un matón encima. No ves a nadie más por ahora, pero sabes que no van a estar lejos.

Tengo que ayudar a Ash - Pienso para mi, con el mayor sigilo posible y cuchillo en mano me voy acercando hasta tener a uno de los intrusos lo suficientemente cerca. - Joder... el capitán siempre tan oportuno. No podemos contestar ahora, Ash necesita un cable. - Sin pensármelo dos veces me lanzo por sorpresa contra uno de ellos intentando dejarle fuera de combate con el cuchillo.

Y como no aparece el capitan, como siempre en el peor momento posible y con un comentario que no dejaba claro si es que sabia que venian a tocarnos las pelotas o que coño pasaba. Aun asi me daba igual, iba a matarlos a todos, joder que si iba a hacer y al ultimo le iba afreir las pelotas con algun tipo de electrodo solo por el puto placer de hacerlo. Encima para cuando por fin se calla Sebastian, vuelve a abrir para preguntar por la copiloto... la cual vete tu a saber donde coño estaba.

Mire para ver como estaba el patio cuando una puta bola de grasa con infulas de superheroe se me tira encima como si fuera su puta parienta. Intento quitarmelo de encima pero el gordo cabron parece que esta cachondo conmigo. - Ehhh mamonazo, se mira pero no se toca coño... - gruño entre dientes al tenerlo tan cerca.

Mei no sabía muy bien que hacer, pero cuando escucho la comunicación del capitán lo supo, sus compañeros debían estar luchando por los disparos que escuchaba, si ella fuera sabía que sería solo un estorbo, por lo que decide encaminarse con precaución hacia la cabina para responder a la radio.

Cuando aquel retumbar la sacó de su sueño, por un momento pensó que al quedarse dormida sobre la mesa había empujado alguna de las botellas de licor al suelo. Confusa, con la mente abotargada por el despertar y el alcohol, miró a su alrededor buscando por el suelo los cachitos del cristal reventado. Unos segundos más tarde, con la alarma retumbándole en los oídos, se dio cuenta de que aquel ruido no podía ser más que una explosión.

Se levantó con urgencia, lo cual le avivó el dolor de cabeza que le estaba provocando la alarma. Tenía ganas de esconderse en un rincón muy oscuro y que pasara lo que pasara. La nave estaba sumida en el caos y Melina se acordó de que Sebastian la había dejado a cargo. Otra decepción. Como si necesitara motivos para sentirse peor consigo misma.

Se escuchó la voz entrecortada de Mirage por el comunicador. Aquello avivó a Melina, quien se puso rápidamente su chaqueta, comprobó su pistola y salió corriendo en dirección a la cabina.

Había soñado, estaba segura, con aquel aterrizaje forzoso que habían sobrevivido, pero su sueño había terminado en explosión y despertar con la imagen de su propia muerte la había dejado con mal cuerpo. Necesitaba hablar con Sebastian, o beber más, o ambas, pero en cualquier caso no necesitaba un ataque a la nave ni la confusión en la que se encontraba sumida. En una extraña coincidencia escuchó la voz de Sebastian por la radio de la cabina.

Ash está forcejeando en el suelo con uno de los intrusos. Gruñidos y quejidos suenan por la habitación mientras el resto toma sus posiciones. Parisa, escondida en una de las puerta se abalanza contra otro que avanzaba en dirección a Ash, derribándolo. Un grito se despide de su boca cayendo al suelo sujetándose un costado, con una mueca de dolor. Parisa, con el momentum, cae encima de él.

Mirage, que llega corriendo desde la cabina, le propina una patada en la cabeza al que forcejea con Ash, no queriendo usar la pistola en ese momento por si acaso fallaba el tiro.

Se oye estático en la radio otra vez, no se vuelve a oír la voz del capitán, Melina se acerca corriendo al comunicador para comunicarse con él, donde quiera que estén en ese momento.

-Sebastian! - silencio - Sebastian! Contesta joder!