Partida Rol por web

Nuestra historia comienza en una pequeña y vieja taberna de ladrillo, la piedra con la que está construida puede contar miles de historias de cosas que pasaron a su alrededor y el adobe puesto hace tanto aguanta, estoico, fijando cada elemento en uno solo. Un cartel cuelga de su pared, oxidado y rechinante anunciando a todos el nombre del local: “La jarra helada.”

Una música alegre sale de dentro mientras los habituales y los que están de paso comen y beben en las mesas y sillas de madera cuidadosamente ordenadas y limpias. La  amarga cerveza helada de ese sitio era una maravillosa manera de apaciguar un día de trabajo estresante.
Por si el lugar y el servicio (sin hablar de las bellas camareras) no son suficientes a los compases de la música flotaban unas bellas palabras, desde la garganta de un bardo. Historias y leyendas, dragones y hadas que serán tomadas con una sonrisa por escépticos y con interés por los más confiados.
Cuando termino un aplauso inundo el lugar, el bardo, saludando, salió del pequeño sitio elevado donde actuaba y se acercó a una mesa donde cuatro personas, hombres y compañeros de aventuras compartían aquel caldo de cebada, un apetitoso estofado y una amena conversación.

Buenas noches aventureros, mi nombre es Ykxil Dijo haciendo una reverencia,su voz era muy agradable de oir,incluso tan de cerca. Me gustaría proponerles un negocio bastante sencillo. Comentan en este lugar que son viajeros muy capaces y necesito contratar sus habilidades para llegar sano y salvo a Luna Plateada, más concretamente al templo de Sune que existe a las afueras de la ciudad. Por ello les daré 1000 monedas de oro,
¿qué me dicen? Tras eso se toca un pequeño saco que llevaba colgado, el tintineo de unas monedas suena alegre.

- Buenas noches Ykxil, me llamo Sir Nox. Dijo con un tono firme.

-Veo que teneis una oferta en firme Ykxil ,veamos y de que trabajo en si se trata?
QUizas alguna mision de exploracion,proteccion ,decid

Mirando fijamente a los ojos a Yksil respondo con una pregunta.

Mmmh, es una buena cantidad, pero antes de aceptar me gustaria saber unos pequeños detalles. ¿Quiere pasar desapercibido?¿Huye de algo o alguien?¿Transporta algo que pueda darnos problemas?¿Caminos o campo a traves?

-¡Tabernero! - Llamo al encargado de la taberna - ¡Traiga una ronda de cerveza a esta mesa!

Pedida le bebida, me siento en su mesa.

-Es un camino de un par de días, y por camino, el problema es que últimamente se ha vuelto algo peligroso, y, gentiles aventureros, para mi futuro es muy importante actuar en la fiesta del Verdor que se hará en el templo de Sune, y no quiero que haya contratiempos.

En ese momento el tabernero llega con las cervezas y doy un sorbo a la que me pone a mi.

-El trabajo es sencillo, no hay que pasar desapercibido, huir de nadie, y no porto más que mi sonrisa y mis pertenencias, pero a juzgar por vuestro aspecto no debería ser ningún problema protegerme en este viaje, ¿no?

Sandor entró en la posada, tarde como siempre, la calidez que se respiraba en el ambiente contrastaba con el frío que tenía el clérigo después de su viaje. Oteó todas las mesas y encontró gente de todas razas y clases y, curiosamente, entre aquel gentío y el humo, encontró lo que buscaba. Un grupo de personajes que había conocído en algunas de sus aventuras y que, a pesar de vivir separados entre ellos, habían conseguido tener una amistad más allá de lo terrenal.

Se acercó al tiempo que el tabernero recibía la órden del bardo que nos hizo llamar. Y con un gesto, indicó al tabernero que a la ronda que iba a servir le añadiese una jarra más.

-Hola queridos amigos.- dijo sonriendo mientras se buscaba un asiento para acomodarse en aquella mesa.- Lamento el retraso pero como sabeis, las obligaciones de un clérigo de Torm son infinitas y mientras me allegaba a la posada he tenido que tratar a un par de personas que habían perdido la fe. Igualmente, siento interrumpir la conversación de quien nos ha hecho llamar. Por cierto, que descuidado y que descortes. Mi nombre es Sandor señor, clérigo de la iglesia de Torm.

El clérigo extendió la mano para saludar al bardo y se sentó para escuchar lo que se había perdido, si querían recordárselo.

Tras repetir la explicación para el nuevo miembro me quedo a la espera de saber si los aventureros aceptarán la empresa.

Creo que es un buen pago para unos pocos dias de escolta, para mi es un si, veremos que dicen mis compañeros.

Y girandose, llamo la atencion del tabernero y fue a buscar esas cervezas que el bardo habia pedido.

-No puedo negarme a ayudarlo pues es eso lo que me ha traido hasta aquí. Así que cuente conmigo y mis palabras de aliento. Y si, por casualidad, tenemos que enfrentarnos a alguien. Siempre se necesitará quien lo conduzca hacia la senda de los dioses buenos para que los acojan en su seno.

Sandor se sintió muy cómodo en presencia de aquel extraño que le estaba contratando y, aunque el oro le vendría bien, lo mejor sería poder ayudar a la gente de bien.

Nox arqueó la ceja pensativo. Al cabo de poco tiempo asintió. - Por mi también vale.

Me quedo mirando al que parece un mago, es el último que falta por responder.

Esta bien,parece un buen trabajo.Aunque estoy seguro que habra complicaciones,siempre las hay.
¿Cuando partiremos entonces?

-Si no existiese la posibilidad de que se complicase no contrataría aventureros para hacerme de guardaespaldas - Digo con cierto tono de broma, y después respondo a su pregunta - Cuantos antes, mejor, no quisiera que nos retrasásemos. A si que en cuanto estéis preparados.

-Yo me hallo un poco cansado del viaje, pero igualmente tengo energias para reemprender otra aventura. Eso alegra el alma y aníma el cuerpo. Si mis compañeros están de acuerdo y no tienen nada más que hacer, tras llenar un poco el gaznate y el estómago podríamos partir.

El clérigo intentaba estar lejos de la posada cuanto antes para evitar que alguno mermase sus fuerzas bebiendo y al día siguiente tuviese resaca pues eso entorpecería el combate en caso de llegar a tener alguno en el camino.

No se hable mas entonces, ¿quereis partir de inmediato? Deberiamos aprovisionarnos, y yo, al menos, debo ir a recoger mis cosas de la habitacion.

Con un trago de cerveza espero la respuesta del bardo, una vez contratados, las decisiones eran suyas.

- Como vosotros queráis señores. Yo ya estoy listo. - Cogió una jarra de cerveza de la mesa y empeció a beberla.

Recorréis tranquilos el camino que lleva desde Everlund hasta Luna Plateada, todo parece tranquilo. Demasiado tranquilo.

Un grupo de tres orcos os asalta en mitad de la arboleda. El líder, con un vendaje en uno de sus ojos, parece dirigir a los otros dos de fuerza descomunal contra vosotros.

Quarion se sentia tan agusto en el bosque que si no hubiera sido por la posicion amenazante de los orcos los habria confundido como fauna.

Maldición, como dijo Myrta, siempre hay problemas...

Salteadores, como no. Y de una raza despreciable ni mas ni menos. Mientras se movia rapidamente junto a un arbol en busca de cobertura por si habia mas enemigos armados que no hubiera visto saco su arco y rapidamente lo tenso y disparo contra el orco que parecia mas peligroso.

Por un momento habia olvidado que esta vez no estaban solos y tenian alguien a quien proteger.

Cubrid a Ykxil.