Partida Rol por web

Pues érase una vez un mundo fantástico, totalmente inventado por el narrador, donde la paz y el amor de la buena gente se puede ver truncada por un gran mal que se cierne sobre ellos. Desde las entrañas de la tierra las sombras del terror, los lacayos del horror, los jinetes del apocalipsis se preparan para propagar la muerte y la desesperación a los humanos.
¿Habrá algún héroe capaz de vencer al mal?

Pues ni lo sabemos ni nos importa.

Y es que básicamente nuestro caballero, por llamarlo de algún modo, no tiene conocimiento de ese mal ni lo tendrá, porque yo ya estoy cansado de esas aventuras donde héroes chachis salvan mundos y todo ese rollo.

Total, que centrándonos en nuestra historia, vemos a vista de águila el Sendero Senderoso, transcuyendo por el Bosque Boscoso una vez pasado el Lago Lagunoso (lugares bautizados por Ingelmo el Ingenioso...Sí, en el pasado había poco nivel). Si hacemos zoom sobre el Sendero este, asi en plan peliculero, oiremos el dulce sonido de los pájaros, el mecer de las hojas de los árboles, ardillas por aqui, conejos por allá...Todo una idilica estampa de la naturaleza estropeada por los gritos de tres cabezas en un mismo cuerpo.

Zurdo, Centro y Diestro visten su traje a franjas blancas y naranjas por encima de la cota de mallas, al igual que portan su espada y escudo al cinto. Sus voces asustan a los animalillos que mencioné anteriormente, ya que están enzarzados en una discusión sobre el motivo por el cual están la mayor parte de tiempo discutiendo.
No obstante siguen caminando por el Sendero Senderoso buscando su próxima aventura; porque no crea usted, ya tienen una gran experiencia, pero es que no me apetece contar ahora todas esas aventuras oiga.

-...MUGÍAAAA Y MUGÍAAAAA COMO UNA VACAAA LOCAAA...- Cantaba a voz en grito Diestro.- Y esta es la mejor estrofa, escuchad, escuchad.- continuó alegremente Diestro, mientras marcaba el ritmo meneando la cabeza-... Y CON LAS UUUBRES MARCABA EL COMPAAAAS... TOLÓN TOLÓN TOLONTONTÓÓÓÓÓÓÓÓN.- Girándose hacia Centro, le canta a pocos centímetros de su oreja, repitiendo la tonadilla.-...Y CON LAS UUUBRES MARCABA EL COMPAAAAS... TOLÓN TOLÓN TOLONTONTÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓÓN...-

Ofuscado, la cabeza del otro extremo se acerca al oído de Centro para que pueda escucharle bien Zurdo, quién está en la otra oreja de la cabeza central.

- Madre de todo lo que tenemos por sagrado, mi querido y dulce salvador misericordioso en el cielo... ¡Esa fue incluso más atonal que la anterior! ¡¡NOS enfermas metal y físicamente!!. Debes jurarme, Diestro, ahora ante Dios y todos los hombres que ¡JAMÁS DE LOS JAMASES volverás a cantar en público!

Centro, como el mayor de los tres, hizo oidos sordos (y nunca mejor dicho) a los gritos y las súplicas respectivas de sus hermanos.

Fijando la vista en un punto a lo lejos dijo, alzando la voz por encima de la de Diestro.

- ¡Ey! ¡Mirad! válgame Dios, un pobre hombre asaltado por un idiota. ¡Allí! Y aprovechando el momento de confusión, empleó la mano derecha (cosa que hacía cuando Diestro estaba despistado) para propinarle un bofetón a Diestro. Cuando Zurdo fue a alabar el gesto, o a criticarlo o vaya uno a saber, aprovechó para taparle la boca con la mano izquierda (que empleaba cuando Zurdo estaba despistado) y todo lo que se oyó fue:

- MMMFFMFFMF MMMF FFMFM. Cuando por fin pudo oirse el sonido de los pájaros pajarosos añadió - ¡ahora mejor! - y soltó la boca de zurdo. Aunque en su cabeza aún resonaba la desafinada pero pegadiza canción de Diestro - ...y con las ubres marcaba el compás...

-Y CON LAS UUUBR....¡¡¡OUCH!!!.- Fue cuánto pudo decir Diestro. Cuando su propia mano derecha se alejó de su cara, la emprendió a insultos con ella.-¡Traidora uñas largas! ¡En un muñón tendría que convertirte! ¡Hacerme esto a mí!.- Entonces, escuchó el comentario de Centro sobre que un idiota estaba saltando sobre un hombre pobre.

Extrañado, se giró a sus hermanos.-¿Y qué? ¿Acaso no puede un hombre libremente pasar por encima de la pobreza? Es una metáfora de la vida. Hay que saltarse el hambre.- Dijo con el orgullo de quien sabe una verdad universal.

- ¡Hambre! ¡Válgame Dios Diestro tienes razón! Busquemos algo que llevarnos a la boca - y añadió - o a las bocas - anticipando el comentario de Zurdo.

La idea de un espetón hizo que a Centro se le hiciera la boca agua, era su comida preferida, pues así, comían los tres a la vez y no por turnos como solía pasar ¡ojála no encontraran sopa!

- Hermanos, a ver si alguno ve algún posada, casa, pueblo o villorrio.

- ¡Glotones! Cómo si tuviéramos monedas como para hacer tres comidas al día...Yo miraría a los alrededores, pero no creo que sea de mucha ayuda pues mi cabeza,recuerdo, que está un centímetro por debajo de Diestro y DOS por debajo de centro, lo cual es algo más que un ultraje - refunfuña mientras agita el bigote de un lado a otro - Pero aquí el bueno con los mapas, por desgracia de todos, es Diestro.

Tras andar unos metros, una voz masculina viene de más adelante del camino.

- El vino en un barcoooo...De nombre extranjeroooo...- Canturreaba dicha voz.- ¡Espetos señora! ¡Al rico espetoooooo!

- Zurdo, olvida tu baja cabeza... hum, por cierto... desde aqui observo que empieza a ralear, de cualquier forma...

- ¡Válgame Dios! aguzad vuestros oídos hermanos oigo una voz masculina que viene de más adelante del camino. Dicho esto, los hermanos comenzaron a caminar hacia la voz-

¡Espetos hermanos! Asaltemos a ese bandido que seguramente haya atracado a unos honorables vendedores de espetos.

El propietaro tiene un tenderete ambulante donde muestra los espetos que realiza en unas brasas. El olor inunda de aroma el lugar y vuestra boca de saliva.

- Hay veo a un hombre con tré cabeza que alimentá.- Dice al veros.- Cusha, te voy a decí una cosa...Si te come un espetito de estos rico, vá a tené fuerza pá tirá un árbol de una patá...

Mmmm... Olvidad aquello de que no podríamos permitirnos tres comidas al día, acabo de mmmm... - se relame al esnifar fuertemente la nariz, tanto cómo si la cabeza fuera a despegar - acabo de recordar que quizás tengamos algunos ahorros en los bolsillo, ¡Pero qué olor tan rico! De repente, tengo más hambre que un piojo en la cocorota de un calvo. ¿Qué decís, eh?

Diestro observó con admiración a su hermano Centro, impresionado por su perspicacia.- Así que un bandido de espetos... Hummm... Interesante...- Acercando su rostro al de sus hermanos, susurró.- Guárdate el dinero, Zurdo. Investiguemos primero las intenciones de este truhán. Veamos si realmente es un "vendedor".-

Girándose hacia el "vendedor de espetos", mirando al cielo y alzando la voz desmesuradamente, expuso su pregunta trampa.-ASÍ QUE VENDÉIS ESPETOS, ¿NOOOOOOO?. Y SUPONGO QUE LO SABÉIS TODO SOBRE ESPETOS, ¿NOOOOOOOO?.- Haciendo un breve guiño de complicidad a sus hermanos, preguntó.- DECIDME PUES, BUEN VENDEDOR DE ESPETOOOOOS.... ¿Y DE QUÉ AAAARBOOOOL HABÉIS RECOLECTADO ESTOS ESPECÍÍÍÍÍÍMENES? ¿EEEEEIN?.-

- ¿Pero qué hices illo?- Pregunta extrañado el vendedor.- Si éstas sardina son del Tantábrico...¡Ná má fresco en tó la zona!

- ¿Con que son ricos estos espetos eh? ¿y en que medida podría medirse su riqueza? - Centro comenzó a mesarse la barba con la mano izquierda, dado que zurdo no parecía estar centrado en el tema.

- ¿Fuerza para tirar un árbol de una patada, eh? ¿Y por que habríamos de querer tirar un árbol? ¿ypor que de una patada? Más aún, ¿qué tipo de árbol? Y sin duda ¿qué tipo de patada?

- Hum... Hum... - y empezó a pasear de un lado a otro mirando al bandido de espetos con cara de suspicacia.

- y aún si fuera cierto... ¿Cuanto durarían los efectos? ¿Tan solo para una patada? ¿Tan solo para un árbol? y si una patada tirara un árbol, no sería entonces lo mismo?

- Hum.. - y en ese momento, cuando zurdo, diestro y el vendedor empezaban a mirar sin comprender, se iluminaron los ojos de Centro que dijo, como alcanzado de pronto por la genialidad - se impone una prueba, aún es más, una prueba gratuita, si, gratuita del producto. 

- Hemos dicho - añadió, dejando por zanjada la cuestión y echando mano a uno de los espetos.

- ¡Ya verá qué rico!

Centro coge un espeto de una sardina como prueba para valorar su sabor. Claro, que una sardina para tres cabezas...

- No habrá problema buen... "vendedor" - dijo Centro marcando cierto retintín en la última palabra.

- Diestro, tu la cabeza, por sí te da un poco de seso. Zurdo, tu la cola, a ver si espabilas - aunque sus hermanos no pudieron verlo, sonrio con astucia - y yo el centro - y sin dar tiempo a protestar a Zurdo o a cantar a Diestro le arreó un enorme mordisco a la sardina.

- hummf, muy rica... Probad, probad... 

-¡¡¡BIEN, PARA MÍ LA CABEZA!!!.- Girándose hacia Zurdo.- ¡¡¡JA!!! ¡¡¡Y A TI TE TOCÓ LA COLA!!!.- Dijo alegremente. Con la mano diestra agarró la cabeza, relamiéndose, se la metió en la boca. Entonces, con la boca abierta, y la cabeza de la sardina a medio meter, se paró a pensar.- Un momentooo... Nos está dando el espeto gratis...mmmm...- Sacándose el espeto lentamente de la boca, observó a sus hermanos, esperando por si estuviera envenenada.

Que va a estar "envenenà"! Esto está riquísimo, ¡Que sí! Y eso que es la cola, ratones, que me habéis dejado con la peor parte - Mira con recelo - Además, ¿Qué iba a ganar "este", no ves que no llevamos apenas dinero encima? - Intenta torpemente con la mano de diestro acercarse su trozo de pescado a la boca

- Ya dije que está de muerte.- Sonríe satisfecho.- Pero éste que tengo aquí es bueno, bueno, bueno.

Os enseña el espeto, lleno de sardinas relucientes y prietas de carne, bien hechas y con aroma que os hace la boca agua.

- Cinco monedas por el espeto.- Ofrece.

La mano derecha revisa vuestro pequeño zurrón. Disponéis de dos monedas y una chapa de Cola Loca del mismo color que las monedas...Dorada.

- De muerte decís, ¿eh? - y a Centro se le encendió una.bombilla (o una vela, según se mire) en la cabeza.
- Tirar un árbol de una patada dijisteis ¿eh?
- "vendedor" de espetos dijisteis, ¿eh?
- Veamos ¿eh? - y tras quedarse sin ehs Centro, que había estado paseando frente al puesto de espetos mesandose la perilla, sé acercó a un árbol cercano, de mediano calibre con intención de arrearle una soberana coz.