Partida Rol por web

Mientras ayudaba al cazador con los cuerpos, para que el reverendo y el resto de aldeanos pudiera rezar algo por ellos. Escucho todo lo que este dice.

Mirándole a la cara le respondo. Quizás sus faltas de sueños durante estos 7 años que lleva combatiendo con brujas, le han pasado factura esta misma noche. No se puede esperar ya más de ti. Tranquilo a todos los hombres les pasa alguna vez en sus vidas...

Marcho tras dejar los cuerpos, y escucho como otros de los presentes hablan. A lo que prefiero meterme un poco en la conversación diciendo.

¿Cómo que nadie más ha podido ver o escuchar algo?, si aquí los tres de las guardias os hemos fallado al resto, estoy convencida que alguien si ha podido ver algo. Pero claro...hablar sin saber y por miedo de lo que las brujas o la bruja puedan hacer...

Luego de una tensa noche de poco descanso escucho los gritos en la sala principal, al llegar a la escena observo algo que ni en las peores pesadillas uno podría imaginar, de manera brutalmente asesinados dos amigos de la comunidad ya sin vida y con sus almas en el mas allá.

Y lo peor era que estamos encerrados con los agentes del mal, así que cualquier podría ser el próximo, -ESTO ES HORRIBLE-, expreso con una vos de profunda ira, -¿Como es posible que en nuestras propias narices agentes del malvado satanás actúen sin que ninguno de nosotros se dé cuenta?.-.

Me persigno hasta tres veces mientras observo los acontecimientos y me acerco al reverendo, -¿Que podemos hacer reverendo en estos momentos de angustia en que el señor nos pone la misión de confrontar a los perversos blasfemos?.-

Fueron los gritos y murmullos de mis compañeros los que me despertaron del merecido sueño que llevaba. Me acerqué rápidamente a ver lo ocurrido, y mis temores se hicieron realidad. - ¿cómo ha ocurrido? alguien ha asesinado a dos compañeros y no hemos sido capaces de ver nada. Tenemos que atrapar al responsable antes de que se produzca otro asesinato. pero... ¿por dónde empezamos? - seguía desconcertado.

Estábamos en una habitación del ayuntamiento, y había dos muertes. De dos hombres, Nathan decía que era cosa de las brujas, y la mayoría de la gente que había en la sala. Decía prácticamente lo mismo… y escuche a  Arthur que dijo ¿por dónde Empezamos? les mire a los que estaban aquí. Y les dije – No se por dónde vamos a empezar… Porque si asido causa de las brujas, deberíamos de averiguar donde se esconden. O puede que no haya sido causa de la brujas y tengamos uno que copia las muerte igual que las brujas. ¿Porque no ha desaparecido ningún niño más?...  Hay muchas dudas en mi cabeza. 

Estoy concentrado en lo sucedido, pero, aun así, observo el atisbo de sonrisa de la señorita Schulze y la correspondo discretamente. El reverendo no se ha pronunciado y el cazador de brujas no aporta nada que nos guíe. Además, me siento culpable por haberme dormido. Debería haber estado alerta, aunque trasnochar no es algo propio de mis costumbres.

-Porque quizá se han cansado de los niños y han decidido ir a por los mayores, jaja- Digo en forma de broma respondiendo a Blanca -A ver, ahora enserio, Señorita -Digo refiriendome a Blanca -Es sencillo, no hay que avergiuar donde se esconden, están aquí, entre nosotros, en estas habitaciones, en esta sala ahora mismo, nos conocen muy bien, pues estamos hablando con ellos o ellas desde el primer momento que nos encerraron- Digo sin sonreir pero hablando tranquilamente, con voz apacible -Miren -Digo señalando a las puertas -No estan forzadas y mucho menos destrozadas por magia... tampoco había restos de cristales alrededor de los cuerpos, es decir, no han entrado, ya estaban aquí...-

Empiezo a caminar por el salón hablando con los pueblerinos -Por favor se lo pido, dejen de estar mal por la muerte de de uno de estos hombres- Digo señalando a los cuerpos -La víctima ha dado todo lo que tenía y gracias a él hay un brujo, menos del que preocuparnos, como ha dicho el alguacil, ¿No se dan cuenta que lamentándose no conseguirán que vuelva a levantarse? lo que debemos hacer es empezar a pensar quienes de nosotros podría ser un brujo o bruja y exponer nuestras dudas en público para que todos puedan relacionar cada acusación con sus propias teorias, y como no, para que la gente también se defienda de tales acusaciones.- Miro hacia el techo suspirando -Buff... siento ser ta brusco, de verdad, se que lo deben estar pasando mal y yo estoy muy acostumbrado a ver morir a mis compañeros... por eso puedo parecer mas frío, pero creanme, la mejor manera de ayudar al que ya no está es cogiendo a los culpables...- Miro a todos a la cara mientras me prestan atención -Les sugiero que empiecen a hacerse las preguntas adecuadas y a ver quien de las personas que tenéis a vuestro lado puede serlo, no quiero crear desconfianza, lógicamente no todos lo son y por lo tanto es posible que confien en la persona adecuada, solo busquen algo, un detalle, estos bichos no son perfectos, fallarán y es cuando los demás podremos darles caza... y eliminar para siempre- Digo esta última frase mientras cierro el puño con fuerza recordando a mi familia-

El disparo rompió la tranquilidad del sueño, un descanso que no recordaba haberse tomado. Se encontraba hablando con el señor West y, a continuación había despertado.

Como los demás acudió a la sala y contempló los cuerpos. Se santiguó. Esto solo puede ser obra del Maligno o de la paranoia, una de Sus armas...

Por favor, - imploró - antes de que muevan los cuerpos me gustaría rezar una oración por sus almas. Si son dignos siervos, Señor, acógelos en Tu seno y deja que entren en el Paraíso. Si no lo son, que su camino les lleve al Infierno.

¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti glorioso.
Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe participen de su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

Dales, Señor, el descanso eterno.
Brille para ellos la luz perpetua.
Descansen en paz.
Amén.

María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han muerto en el regazo del Señor.
Amén.

Escucho atentamente al cazador de brujas, mientras me costaba contenerme para no explotar. Me mordía la lengua, en espera de que acabase de hablar y empezar hablar sin miedo y sin tapujos.

Muy bien señor cazador de brujas. Estoy totalmente de acuerdo en lo que dices, de que lamentándose algunos de los presentes de los fallecidos no solucionamos nada.

Seguro que algunos de los presentes les gustaría que se hiciera un funeral adecuado y tal...miro al reverendo y vuelvo a mirar al resto.

Pero llorar y lamentarse no conseguimos nada. Recuerden que estamos aquí encerrados todos y todas porque el propio Gobernador y alcalde nos informo que entre AQUÍ LOS PRESENTES. Se encuentran las/los brujos/as.

Empiecen a ser un poco más sensatos y coherentes con sus palabras, y empiecen ha actuar antes de ser la próxima victima de esas o esa.

Tomo un poco de aire y sigo mirando a los presentes diciendo, por otra parte...Señor cazador de brujas, tu mismo ya nos has dicho que entiende de esto...que es la primera vez que se queda dormido...y bla...bla...pero también recuerdo que no sabes distinguir una bruja con "tanto poder" por decirlo de alguna manera.

Permiteme que le diga, que puedo fiarme de usted...pero en realidad no cien por cien. Porque si usted no es capaz de reconocerlas, no estoy segura si podrá acabar con ellas.

En ese sentido y aspecto no me puedo fiar plenamente de usted. Sabes manejar un arma, entiendes del tema. Pero sabes qué.

No eres el único que entiende del tema, he leído mucho sobre ti y he leído mucho sobre brujas. NO es fácil reconocerlas, pero me dirás que al menos si sabes distinguir entre una bruja pura y una bruja "maldita o negra" por decirtelo así.

No tuve respuesta por parte del alguacil, tal vez ni siquiera el supiera la respuesta y entre el miedo del resto del pueblo solo una voz me hizo razonar.
-Un momento... entonces esto realmente confirma que cualquiera de nosotros puede ser un brujo. Porque no sabemos quien de los dos era el inocente, ¿Cierto? Marcus tan solo llevaba con nosotros unos... cinco años y era una buena persona y buen trabajador, algo borracho pero nada haría sospechar que fuera un brujo ¿No? Por otra parte el segundo chico era un granjero mas del pueblo. Alguien conocido por muchos de nosotros... Eso quiere decir. Que cualquiera puede serlo.-Ahora lo tenia muy claro, no podía mirar solamente a los forasteros como posibles brujos sino a toda la comunidad.

-Esto no nos ayuda lo mas mínimo. Si hay uno menos pero a cambio de uno de nosotros... ¿Y cuantos mas pueden quedar?-Busque la respuesta de los labios de West.

Luego de haber vomitado todo lo que no había comido y más volví con el grupo pálida como nunca, temblando sin saber que decir sobre lo que había visto.  Escuché a quienes hablaban y ya no estaba tan de acuerdo con que no podíamos juzgar a nadie, realmente no quisiera que una noche me sacaran de mi cama para matarme luego de someterme a diversas torturas que es lo que hacían las brujas, sobre todo considerando que de entre las presentes era una de las pocas virgenes ya que muchas estaban o habían estado casadas. Algo había oído sobre la predilección del demonio por las mujeres puras.

- Puede que uno de ellos  ni siquiera fuera un brujo y.... si esos seres lo controlaban? digo... los poderes de las brujas tienen un límite realmente?- mis manos temblaban tanto que me costaba sostener el rosario entre ellas.- alguien vio algo sospechoso? los que quedaron de hacer guardia no vieron nada? como es eso posible.

Se me notaba la histeria, tartamudeaba más que nunca y además me había atrevido a hablar sin importarme a quien se interrumpiera. A mis 17 años nunca había presenciado una escena tan horrible y no quería ser yo la siguiente víctima.

- no quisiera señalar a nadie pero hay quienes han tenido comportamientos extraños- no me atreví a profundizar más al respecto, solo busqué un rincón donde sentarme y rezar que era lo único que sabía hacer.

-Amén, que dios los tenga en su gloria. Me santiguo un par de veces y hago un gesto de aprobación al reverendo. Tan eficiente como siempre, doy gracias al señor por tenerlo entre nosotros. A continuación me dirijo a todos los presentes. -Señores yo pienso que los únicos que pueden ayudarnos son el señor West, por los conocimientos que tiene sobre brujería y nuestro estimado reverendo, que al haber estudiado a fondo las sagradas escrituras tiene una noción mucho mayor que nosotros sobre el maligno. Todos hemos oído hablar de personas endemoniadas, posesiones, sabemos que el mal adopta muchas formas.

Hago una pequeña pausa al escuchar la intervención de la señorita Samanta. No tenía ni idea de que pudieran existir distintos tipos de brujas, espero ansiosa la respuesta del señor West. Prosigo con mi discurso. -Bien, si el alguacil Clemins está en lo cierto, uno de estos dos hombres era inocente. La pregunta que debemos esclarecer ahora es: ¿quién de ellos era un servidor del maligno? y que motivo pudo tener el brujo para asesinarlo?.

La historia del alguacil dejó bastante claro lo que allí había ocurrido, si un brujo había caído...¿Cuántos más habría? ¿En quién hay que confiar? Probablemente nadie...

La señorita Leyton había mencionado tener sospechas de algunos vecinos, así que mientras los "expertos" debatian entre métodos y tipos de brujas, el maestro en la prosa y el verso se acerca a la chiquilla.

- Con el debido respeto, Arlette, pero me parece especialmente interesante ciertas palabras que mencionaste anteriormente... ¿Sospechas de alguien? ¿Alguien de aquí? - Aunque seguramente, por miedo, la chiquilla no diría explícitamente de quién sospecha, quizás leyendo entre líneas podamos esclarecer el asunto.  

El ambiente se enrarece por momentos. El cazador y la señorita rubia se esfuerzan por orientarnos, pero me temo que todos estamos desconcertados. Entonces escucho a la señorita (lo que supongo que es por su edad y falta de referencia a un posible marido) de aspecto noble, que se plantea quién fue el brujo y quién el inocente asesinado. - Señorita... Disculpe, no recuerdo su nombre, demasiadas emociones. Me temo que mis conocimientos de relojería no son útiles en estos momentos, pero intentaré poner mi raciocinio al servicio de la investigación. Supongo que la clave para saber quién es el inocente y quién el brujo es la escopeta. Me explico: quien introdujo la escopeta es el inocente, pues el brujo no la necesitaba. Por tanto, ¿quién de los dos tendría acceso a un arma de fuego?

El relojero intenta arrojar un poco de luz a las investigaciones. Atiendo a las palabras del señor y muestro mi más sincero interés por lo que ha dicho. -Victoria Van Straten. Seguramente mi apellido le es familiar pues tengo entendido que en alguna ocasión ha reparado los relojes de bolsillo que utiliza mi padre. Respecto a la pregunta que plantea, el cabrero podría ser el más interesado en disponer de un arma. Ya sabe, por la necesidad de ahuyentar a los lobos en caso de que quisieran atacar al ganado. Siendo esta hipótesis correcta, el herrero se convertiría en el brujo de forma inmediata. Habría que analizar entonces que motivación oculta llevo al herrero a querer deshacerse del campesino. No recuerdo que éste hubiese discutido con nadie, era un hombre tranquilo dedicado a su campo. Dirijo mi mirada hacia el señor West. Sin embargo no puedo decir lo mismo de Marcus, ya que tuvo una pequeña trifulca con el cazador de brujas.

Escucho atentamente la conversación entre Victoria y Alfred:
- Perdonen mi intromisión... -, digo un poco acongojada, esperando que ninguno de los dos se ofenda- Creo que la señorita Van Straten está en lo cierto... Ninguno de nosotros sabíamos a lo que nos enfrentábamos al venir aquí, con lo que no tiene sentido traer un arma a escondidas -a menos que tu profesión sea inherente a portar armas-. Este es un pueblo tranquilo, tampoco es que nos veamos en la imperiosa necesidad de llevar un arma por seguridad-, espero a ver como reaccionan.
- Sin embargo-, prosigo, intentando poner orden a mis apresuradas ideas y procurando mantener la calma- si, como usted dice, Victoria, Marcus tuvo un encontronazo con el señor West... ¿no tiene más sentido que intentara matarlo a él? Quiero decir, el señor Nathan estaba desprovisto de armas, todos vimos como entregaba su escopeta al Alguacil... -, hago una pausa.
- Además, realmente Nathan ha tenido... "problemas" con más de uno de los aquí presentes durante la noche anterior... Por lo que Marcus no sería señalado como principal sospechoso.

Me quedo mirando mis manos, cuyo movimiento ha acompañado mi discurso, pensando si lo que he dicho puede esclarecer algunos asuntos o simplemente estaba enrevesando aún más la situación. Me percato de que, probablemente, así haya sido; cohibida, termino mi intervención:
- Perdonen si he complicado aún más el asunto...

Atiendo a la pregunta del señor Dude -Señor, normalmente las muy cobardes atacan por parejas... es decir que quedaría una, pero las dos personas en el suelo tienen fuerza y una complexión fuerte, sin contar el rifle y no hay mas rastros de sangre ni que el sujeto haya sido forzado al ser cogido por los brazos, es decir, que no tuvo oportunidad alguna... yo votaría mas bien porque hay tres, ya que si se cargaba al primer bruja y peleaba en un uno contra uno tenía posibilidades de defenderse y de hacer un segundo disparo... pero al ser un dos contra uno no hubo posibilidad alguna y no hubo un segundo disparo... calló en el acto...- Le sonrío pues la verdad es que no puedo estar seguro de algo así, pero lo he dicho con firmeza, no me puedo permitir dudar en un momento como este.

Una vez he acabado de contestar al señor Dude me acerco al señor Statham y a la señorita Victoria- Se llama Victoria, relojero- Digo sonriendo mientras apoyo mi mano derecha sobre su hombro izquierdo y me pongo al lado de los dos -Señor Statham, si no tengo mal entendido, uno era herrero y el otro un pastor... uno podría haberla fabricado y el otro tenerla para ahuyentar lobos u otros animales en los momentos de estar en la montaña... aunque si tuviera que arriesgarme por uno diría el herrero, ya que lo veo mas capaz de portar un arma y no dudar en usarla, pero es mi opinión... no puedo asegurarlo.- Me giro a la señorita Victoria mirándola fijamente a los ojos y sonriendo -Su pregunta sobre quien era el servidor del maligno... para mi era el pastor... ya que el herrero portaría el arma, pero lo dicho es mi humilde opinión, bueno mas bien mi opinión, ya que de humilde no tiene nada... jaja- Digo riéndome intentando buscar una sonrisa a la joven Victoria y calmar su interior por los echos ocurridos.- Y sobre el motivo... es sencillo señorita, eliminarnos uno a uno, buscando las mejores víctimas para evitarse problemas, es decir, en este caso se han quitado de en medio a un joven fuerte que les podría plantar cara... y así consecutivamente... son unas cobardes, siempre hacen lo mismo- le sonrío por la frase que voy a decirle ahora- Así que no se lo que me puede quedar de vida jajaja pero intentaré aprovecharla.-Usted tranquila... no le pasará nada, se lo juro-

Finalmente me dirijo hacia el reverendo, pues tenemos una conversación pendiente pero antes de llegar escucho a Samanta decir que confía en mi en un 80% mas o menos- jajajajaja, gracias, supongo- Digo riéndome mientras sigo caminando, una vez al lado del reverendo y evitando ser escuchado por los demás, pues no quiero alterarles - Reverendo, sobre lo que me preguntó ayer noche... no quiero parecer blasfemos, pero he visto amigos caer ante brujas mientras rezaban, con esto quiero decir... que rezar, no sirve para nada, Dios no nos ayudará a combatirlas... pero aliviará el corazón de estas personas y les dará algo en lo que creer para los momentos que están por llegar, así que... ¿Mi consejo? Hágales creer que están a salvo junto al señor... que recen y se sientan seguros, eso les ayudará a llevarlo y a poder dormir por las noches... y se lo repito, no quiero parecer blasfemos...- Finalmente me separo y cruzo la mirada una última vez con la señorita Victoria mientras le sonrío antes de sentarme en la mesa y descansar un poco mientras pienso alguna característica de alguien, algún fallo de esas brujas... pero no puedo ni cerrar un segundo los ojos antes de que la doctora decida acusarme de asesinato... - Jajajaja, me imaginaba que esto pasaría, pues si, tuve problemas con el herrero, piense doctora - Digo mientras me levanto y camino hacia ella- Si yo fuera brujo, me estaría condenando al matar al principio a una persona con la que he tenido una confrontación, al cambio, si el brujo fuera otra persona, mataría al herrero y todas las miradas irían contra mi, el único que se peleó con él... yo creo que el brujo o bruja está entre aquellos con los que no se peleó el herrero, y no les hizo mucho caso, pues son los menos sospechosos en su muerte... ¿No? recuerde, no son tontos... sabrían que me acusaríais nada mas empezar... pero no caigan en su juego... o matarán a un innocente y a alguien que les está intentando ayudar...- Digo mientras sonrío y me situo en el grupo de el señor Statham y las señoritas Eileen y Victoria.

- Disculpe si me he expresado mal-, digo con el gesto contrariado- pero no lo estoy acusando de asesinato. Ya dije que ustede entregó su arma públicamente, a los ojos de todos-, continúo un poco alterada, pues no se me hubiera ocurrido que mi leve intervención hubiera poder sido interpretada de aquella manera- ignoro si tiene algún alma oculta, pero dudo que así sea, sinceramente. Me pareció un gesto muy noble el hecho de que entregase su única herramienta para poder hacerle frente a los siervos del Mal.
Espero un poco para coger un poco de aire, pues verdaderamente me estaba afectando que aquel hombre pensaba que lo acusaba de asesinato.
- Lo que quise decir es que, en el caso de que fuera Marcus el... brujo, y hubiera querido matarlo a usted, Marcus no sería señalado como el principal sospechoso, pues hay más gente con los que usted tuvo discrepancias.
Me intento relajar un poco más, antes de continuar:
- Disculpe, de verdad... No esperaba que entiendese semejante barbarie... Lo lamento mucho...

- ¡No no no! No se disculpe por Dios, ha sido completamente un fallo mío... lo lamento, con la tensión y todo entendí que yo era el culpable, cuando vi que el muerto era uno con los que yo había tenido esa confrontación pensé que algún genio me culparía de su asesinato, pero no tenía una respuesta preparada, así que cuando entendí lo que entendí enseguida salté a defenderme, lo lamento enserio, he sido un estúpido -Me pongo la mano en la cabeza- De verdad, el que se tiene que disculpar soy yo por acusarla de acusarme jajaja- Digo riéndome para aliviar el ambiente.

Bajo la mirada pues estoy avergonzado por lo que acabo de decir...-Dios...- Digo en voz baja para mi mismo -Soy idiota- digo sonriendo alzando la mirada hacia los tres que tengo delante (Statham, Victoria y Eileen) -Lo siento enserio, me siento indefenso sin mi arma... y estoy nervioso, no se porque narices he saltado así de rápido... de verdad lo lamento-

-¿Tres brujas dice? Entonces tenemos muy pocas posibilidades de dar con los restantes si no se exponen públicamente.-Eso no me había tranquilizado, pero al menos sabíamos un numero aproximado de enviados de satanás.

-Si lo que dice es cierto y parece tener sentido. Entonces el Herrero pudo a ver visto al menos a uno mas. Ojala pudiéramos hablar con él...-Evidentemente eso era algo imposible ya estaba con el señor.

-Aun no puedo creer que William fuera un brujo. Tan solo era un niño apenas había salido de las faldas de su padre. Que horrible situación.-Me rasque la nuca para rascar la roña. Llevaba con hoy mas de una semana sin lavarme.

-"A la hechicera no la dejarás con vida", como dicen las Santas Escrituras. El diablo lleva siglos intentando destruir la tierra del Señor, pero ahora nos enfrentamos a algo mucho peor. El oscuro ha reclutado a un puñado de aterradoras y maliciosas criaturas para llevar a cabo esta horrible tarea. La brujería es un pecado además de un crimen penado con la muerte. ¡Que comience la caza de brujas! ¡Voten, pues ustedes son el jurado y quien emitirá el veredicto! ¡Ustedes, vecinos, mejor que nadie, pues como buenos hombres y mujeres de fe, habrán reconocido el pecado de alguno de sus compañeros!

El gobernador parecía realmente convencido de que seríais capaces de identificar a las brujas entre vosotros y ejercer la justicia divina. Eran las primeras palabras que pronunciaba tras encontrar a los cadáveres, y su tono era duro y seco.