Partida Rol por web

Fibbin ve salir de una de las puertas laterales de el altar al obispo, a primera vista le parece que es demasiado joven para el cargo de obispo. Ve como este pasa por delante de ellos y les saluda a su parecer sin mucho entusiasmo. Luego no pierde detalle de todo lo que hace o dice el obispo. Aguanta el sermon como buenamente puede, esperando impacientemente a que acabe tanta parafernalia y empieze de verdad lo que espera ansiosamente, un poco de accion.

Tranquila Fibbin, que todo llegara. Ahora estate a lo que estas, que es en la ceremonia, lo otro ya vendra mas adelante.

El obispo sigue hablando, y cuando este los señala diciendo que son los elegidos Fibbin se siente todavia mas insignificante que nunca, ante tanta mirada descarada hacia ellos. Y la cosa se pone peor cuando se da cuenta de que por unos segundos sera el centro de atencion de todos los alli presentes.

Asi que ni corta ni perezosa cuando el obispo les hace el gesto para indicarles que pueden empezar con el protocolo, Fibbin es la primera en levantarse y posarse delante del feretro. Era una situacion subrealista ya que apenas se veia lo alto de la cabeza de la mediana sobre el ataud. Fibbin noto cierto murmullo en relacion con su tamaño y lo comico de la situacion pero hizo caso omiso y empezo con el ritual.

Fibbin agacha levemente la cabeza, junta las palmas de sus manos y empieza a murmullar una oracion que no dura mas de 20 o 30 segundos. Acto seguido la mediana se santigua y ofrece una reverencia a los restos de cedrick quedando esta fuera de la vista de los presentes durante el tiempo que se agacha para realizar la reverencia. 

Una vez concluida su labor, se dirige de nuevo al banco donde estaba sentada, quedando asi, en la posicon mas cercana al ataud.

Alli espera a que el resto de sus compañeros concluyan el protocolo.

Arnold se levanta de su asiento y, solemnemente, se dirige hacia el féretro. De pie, posa su mano derecha sobre él, inclina la cabeza y pronuncia su oración, en un tono casi inaudible.

- Que Pelor acoja vuestra alma en los palacios de su Reino y que los restos de vuestro cuerpo sirvan para acabar con el Mal que asola nuestras tierras, tal como está escrito.

Acto seguido, alza de nuevo su rostro y contempla la multitud que abarrota la catedral. Muchas esperanzas están puestas en esta causa, piensa. Después, de nuevo lentamente, regresa al banco y se situa al lado de la mediana, esperando al siguiente que dé su último adios al cardenal.

Todo ocurre como Wendel lo espera. Llega el obispo y comienzan los actos protocolarios.

¡Maldición! Cómo odio toda esta parafernalia, la mitad de la gente que llena esta sala acuden solo por el morbo de la situación.

Wendel mira de reojo a los presentes que comenzaban a abarrotar la sala y es consciente de que tras las oraciones de Fibbin y Arnold, llega su turno. Con solemnidad y parsimonia se acerca al féretro, agacha la cabeza y con su profunda y ronca voz habla.

- En nombre de la comunidad enana de Embelyon le ofrezco a Cedrick todos mis respetos y le deseo que sea acogido allá a donde su alma vaya con la hospitalidad que este honorable hombre merece.

Acto seguido Wendel golpea con suavidad su hacha contra el féretro en un gesto de respeto enano para después retirarse y sentarse en el banco junto con sus nuevos compañeros.

Tras las presentaciones, el grupo es apartado a un lugar "privilegiado" en la catedral dando comienzo el funeral del cardenal Cedrick. Khelben sigue todos los pasos, como ausente, triste...

Detrás de ellos una muchedumbre empieza a llenar la catedral, algunos con semblante triste, otros más bien sorprendidos... el resto simples cotillas.

Tras la presentación del Obispo del grupo de los elegidos se inicia el protocolo de rendir homenaje a los restos del cardenal. Khelben se encuentra como aturdido, piensa que no debería afectarle tanto, pero no puede pensar en algunas frases y alabanzas dirigidas en vida hacia su persona por Cedrick.

Cuando sale de su letargo, se da cuenta de que algunos de sus compañeros se le han adelantado en el acto protocolario. Sacando fuerzas de su interior se dirige, después de que se haya sentado el enano, hacia el féretro del cardenal. Khelben hinca la rodilla derecha en el suelo arrodillandose frente a los restos... y en voz baja, casi inaudible, enuncia:

- Oh, dioses!!! Triste pesar recorre hoy las tierras de Embelyon. Nuestro cardenal Cedrick nos deja para reunirse con vosotros... Ahora mis compañeros y yo necesitaremos de todo vuestro apoyo para honrar sus restos y depositarlos, como manda la tradición, en la lejana cripta de Jhoannes...

Dicho esto se levanta, extiende los brazos hacia el techo de la catedral y continua...

- Mi espada y mi ser velarán por sus restos día y noche hasta concluir esta sagrada misión contra el mal. Permitidnos llegar sanos y salvos y librar a todo Embelyon de una oscuridad eterna. Amen!!!

Khelben hace una reverencia y se dirije junto a sus compañeros cabizbajo, con semblante serio.

Eddi Tras empezar la ceremonia, sus compañeros se van acercando hasta el féretro para darle su ultimo adiós, una vez me llega el turno agacha la cabeza frente al féretro, Tus cenizas llegaran a su destino. Piensa mientras permanece delante del féretro. se da la vuelta y se dirige hacia su sitio en la catedral.

 Wendel escribio:

Acto seguido Wendel golpea con suavidad su hacha contra el féretro en un gesto de respeto enano para después retirarse y sentarse en el banco junto con sus nuevos compañeros.

Y en las ultimas palabras que pronuncio  el obispo dijo bien claro que deberiais manteneros de pie xDDDDDD.

Wendel es así de jefe xD

No, perdona, me despisté. Ahora no puedo editarlo, pero si lo puedes hacer tú cambia esa parte :)

Luthien observa a sus nuevos compañeros desfilar uno tras otro sobre los restos del Cardenal mostrando sus respetos, y algunos enunciando sus oraciones audibles a todos los presentes en aquel sacro lugar.  La elfa se sentía incrédula al ser una de las elegidas, su maestro no la dijo nada al respecto.

Honor, sin duda aquel nombramiento era un honor, y sin duda ella demostraría que su elección había sido la correcta, asi que al acabar Eddi, la maga se levanta y se acerca al féretro, apoyando sus manos sobre él, cierra los ojos y murmura una oración.

Vos habéis sido la luz, la guía para muchos de nosotros, y con vuestra muerte el Mal será por fin expulsado de estas tierras, juro antes vos, mi señor, que no descansaré hasta cumplir la profecía.

Transcurridos unos minutos, la maga se arrodilla mientras por su mejilla resbalan dos lágrimas que acaban cayendo sobre las losas. En silencio se incorpora y se dirige junto al resto de los elegidos.

Una vez todos cumplisteis con el protocolo, volvisteis a vuestro sitio, manteniéndoos de pie como os había ordenado el obispo, todos menos el enano que por lo visto se resignaba a obedecer ordenes de el obispo.

Veis como este se acerca  hacia vosotros, dirigiendo su mirada hacia Wendel con semblante serio. La rebeldía del enano le había resultado altamente molesta.

 Cuando pasa al lado de los restos de Cedrick, el obispo se para enfrente de el, se santigua llevándose la mano derecha primero a su frente,  para luego bajarla a su pecho, desplazarla ligeramente hacia su izquierda a la altura del corazón y acabar posandola sobre el féretro.

Una vez hecho esto, vuelve a reiniciar la marcha hacia vosotros y uno por uno va poniéndose enfrente vuestra y repite el mismo ritual que acabais de ver haciéndole a Cedrick. 

Cuando el obispo se posiciona delante de ti Observas con detenimiento como...

...Primero entona una pequeña oración, luego posa su mano sobre su frente, después sobre su   pecho, luego sobre su  corazón y luego la posa sobre tu hombro izquierdo.

Se te acerca al odio y te susurra… Hija mía, cuando acabe la ceremonia dirigíos hacia la puerta  situada a la derecha del altar, aguardad a que llegue y os recibiré para que me entreguéis vuestra carta de recomendación y daros nuevas órdenes.

Esto lo repite con todos y cada uno de tus compañeros.

Una vez acaba el ritual, vuelve a el altar para seguir con la ceremonia. 

Ves como el obispo empieza el mismo ritual con tu compañera Fibbin, y cuando acaba con ella se posiciona delante de ti y observas con detenimiento como....

...Primero entona una pequeña oración, luego posa su mano sobre su frente, después sobre su   pecho, luego sobre su  corazón y luego la posa sobre tu hombro izquierdo.

Se te acerca al odio y te susurra… Hijo mío, cuando acabe la ceremonia dirigíos hacia la puerta  situada a la derecha del altar, aguardad a que llegue y os recibiré para que me entreguéis vuestra carta de recomendación y daros nuevas órdenes.

Esto lo repite con todos y cada uno de tus compañeros.

Una vez acaba el ritual, vuelve a el altar para seguir con la ceremonia. 

Una vez acaba el ritual, vuelve a el altar para seguir con la ceremonia.  

Una vez acaba el ritual, vuelve a el altar para seguir con la ceremonia.  

 Ves como el obispo empieza el mismo ritual con tus compañeros, y cuando acaba con ellos se posiciona delante de ti y observas con detenimiento como....

...Primero entona una pequeña oración, luego posa su mano sobre su frente, después sobre supecho, luego sobre su corazón y luego la posa sobre tu hombro izquierdo.

Se te acerca al odio y te susurra… Hijo mío, cuando acabe la ceremonia dirigíos hacia la puertasituada a la derecha del altar, aguardad a que llegue y os recibiré para que me entreguéis vuestra carta de recomendación y daros nuevas órdenes.

Esto lo repite con todos y cada uno de tus compañeros.

 Ves como el obispo empieza el mismo ritual con tus compañeros, y cuando acaba con ellos se posiciona delante de ti y observas con detenimiento como....

...Primero entona una pequeña oración, luego posa su mano sobre su frente, después sobre supecho, luego sobre su corazón y luego la posa sobre tu hombro izquierdo.

Se te acerca al odio y te susurra… Hija mía, cuando acabe la ceremonia dirigíos hacia la puertasituada a la derecha del altar, aguardad a que llegue y os recibiré para que me entreguéis vuestra carta de recomendación y daros nuevas órdenes.

Esto lo repite con todos y cada uno de tus compañeros.

La ceremonia se alargara durante 1 hora y media mas después de haber sido bendecidos por el obispo.

Cuando la ceremonia acaba, veis como el conductor y ayudante del carruaje  vuelven a por el féretro y se lo llevan cargándolo de nuevo en el carruaje para llevarlo a, seguramente, el crematorio de Kajin.

La catedral ha vuelto a quedar en silencio, ya que todo el mundo se ha ido y solo quedais vosotros. El obispo salió tras el féretro para darle el ultimo adiós antes de que se lo llevaran.

En ese momento es cuando decidis ir hacia donde os había susurrado al oído el obispo.

Cuando llegais a la puerta que os indico el obispo y la cruzais, veis que es un habitáculo mas bien pequeño, adornado con un perchero, una silla, una antiquísima mesa de escritorio de madera trabajada a mano en la que apenas hay sobre ella, un candelabro, unas cuantas cartas sin abrir y una pluma con su tintero a medio llenar. En la habitación también hay un pequeño armario y una pequeña librería donde se acumula mas polvo que libros.

Una vez allí esperais a ser recibidos por el obispo. 

Wendel se mesa la barba impaciente ante la perspectiva de tener que esperar de nuevo. Su mente, su cuerpo y cada partícula de su fornido cuerpo ansía acción y aventura, y la aburrida ceremonia no hizo más que aumentar su inquietud y su mal humor.

- No me gusta esto -dice el enano hacia sus nuevos compañeros -No me gusta anunciar nuestra misión con toda esta ceremonia. No me gusta que todo Embelyon la conozca y conozca nuestras caras. Tal vez hubiera sido mejor partir en secreto y en silencio, en varios grupos utilizando vasijas vacías como señuelo ante posibles intentos de sabotaje. Espero pecar de supersticioso, pero esto no me gusta... no me gusta... jummm...

Las palabras del enano van dirigidas tanto a los demás como a él mismo, mientras intenta relajarse tocándose la barba en un gesto característico.

Tras la ceremonia Khelben se despierta de su letargo y empieza a pensar en la misión, en lo que les espera a todos en cuanto abandones esta noble ciudad con los restos de Cedrick. Se dirige detrás del enano que ha estado algo... inquieto y escucha sus palabras...

- Tienes mucha razón, Wendel, esto no me gusta nada a mí tampoco. La misión es muy arriesgada, quien sabe si entre todos los asistentes había algún agente de grupos que no desean que los restos lleguen a su destino. Me hubiese gustado un ambiente mucho más discreto y no presentarnos a todos como héroes cuando aún no hemos demostrado nuestras capacidades. Espero equivocarme por el bien de todos...

- Confío en la sabiduría del obispo y los clérigos a su cargo. Espero que lo hayan tenido en cuenta y nos den alguna sabia razón de la presentación en público.

Dicho esto Khelben se apoya en una estantería llena de libros viejos en la sala contigua al altar esperando la opinión y reacción del resto de compañeros.

Desde la entrada en la ciudad y en la catedral Fibbin se siente conmocionada o casi se podría decir que cohibida al sentirse tan pequeñita entre tanta grandeza pero cuando el obispo se acerca a ella y comienza el ritual, la mediana se queda firme y su pecho se hincha y siente que en ese preciso instante ella es más grande que el resto de personas que le rodean. Me enconmendaron una importante misión y estoy harta de sentirme menos que los demás-piensa mientras camina hacia la puerta que el obispo le había indicado.

La sala en la que deben esperar es pequeña y allí dentro Fibbin se siente más agusto aunque no todos tienen el mismo sentimiento, ella cree que algo importante está por pasar y sus ansias por la aventura que les espera la mantienen inquieta.

-Bueno, no creo que nadie esperase que esta misión fuera coser y cantar. Desde que conocemos la profecía sabemos que hay personas en contra de que se lleve a cabo y es algo con lo que tendremos que luchar. Además, una misión sin algo de aventura sería aburrida ¿no?- dijo mientras una sonrisa recorre su cara. Siempre quiso vivir aventuras y ahora que tiene la oportunidad no va a dejarlo pasar.

- El Cardenal Cedrick merecía esta ceremonia de despedida, sin lugar a dudas -interrumpe el paladín cuando los otros empiezan a sacar pegas- Pero eso no es lo más importante. El pueblo, los pueblos de Embelyon -mira entonces a sus compañeros, humanos, enano, mediana y elfa- necesitan de la esperanza de saber que el camino que marca la profecía se ha iniciado.

Demasiado tiempo llevan ya las tierras de nuestro mundo bajo el azote de Sadlark y demasiado llevan ya sufriendo sus gentes. No sería justo ocultarles que las cenizas van a ser transportadas y custodiadas tal como está dicho. Y que con ello el Mal será definitivamente derrotado. No podemos negarles esa alegría ni la ilusión de que todo vuelva a ser como en otros tiempos, antes de la llegada del demonio.

Nuestra responsabilidad es grande -concluye- y los peligros serán muchos. Pero la esperanza de las gentes de Embelyon ha renacido de nuevo.

Hace una pausa y después ríe, francamente.

- Además maese enano -le da una amistosa palmada en el hombro- ¿no estaréis sugiriendo que os da miedo la misión? -Arnold guiña un ojo a los demás.- No sería propio.