Partida Rol por web

Las cenizas de Cedrick

- Escena 5: La ultima puerta.

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16/06/2013, 23:13
Lúthien Alcarin
- Tiradas (1)

Motivo: Futuros acontecimientos

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 13(+4)=17 (Exito)

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17/06/2013, 23:04
Fibbin Casaverde
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: futuros acontecimientos

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 15(+2)=17 (Exito)

Notas de juego

perdón por la tardanza

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17/06/2013, 23:12

Luthien consigue volcar las cenizas del cardenal dentro de la urna que hay sobre el pedestal. La tensión se palpa en el ambiente y todos mantienen la respiración esperando que algo extraordinario pase frente a ellos.

Nada de eso sucede para decepcion de los portadores. No tardan en mirarse unos a otros preguntándose….¿ya esta?, ¿ No ocurre nada?, ¿ Como sabemos que lo hamos conseguido?.

Pronto todas sus dudas se disipan de un plumazo cuando en algún lugar de la cueva escuchan una fuerte y sonora carcajada.

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17/06/2013, 23:19
Obispo Alexander

De entre la oscuridad de la cueva aparece alguien a quien conocisteis al principio de vuestro viaje. Este no es nada mas y nada menos que Alexander. El obispo que oficio la ceremonia y el funeral de Cedrick.

Con una sonrisa en la boca se acerca cautelosamente hacia los portadores y dice… ¿Decepcionados?... El obispo se regodea ante la situación. Pero sin perder de vista los gestos amenazadores de los portadores.

Tanto sufrimiento, tantos momentos vividos desde que partisteis de Kajin, ¿para que?, para nada!!!... dice en un tono mas que humillante para los allí presentes.

¿De verdad creíais que os ibais a salir con la vuestra?. Esas cenizas queridos mios no están bendecidas… dice señalando la urna del pedestal.

De verdad creíais que ¡¡¡yo!!! ¡¡¡El gran Obispo Alexander iba a dejar que el bien triunfara sobre el mal!!!, ¡¡¡ Nunca ¡!!... Una sonrisa socarrona salió de su podrida boca.

Cuando acabo de hablar miro fijamente a los portadores y dijo… Todos tuyos. Haz cuanto te plazca con ellos.

Alexander da media vuelta y desaparece por el mismo lugar por el que apareció.

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17/06/2013, 23:35

El suelo templo y del techo empezó a caer una cortina de fina arena a consecuencia del retumbo de la cueva causados por unos pesados pasos. Estos provenían del fondo de la cueva. Primero aparecieron unos brillantes ojos inyectados en sangre. Después se vislumbro una alta y fuerte silueta para poco después dejar paso a la majestuosidad que desprendía Warkgnok.

Su mortífera hacha amenazaba a los portadores en un ir y venir de fuertes sacudidas manejadas con destreza a manos de Warkgnok.

Lejos de amedrentarse, los portadores plantaron cara a aquel mortífero demonio y no dudaron en dar su vida por aquello en lo que habían creído durante su viaje. Las cenizas estaban en su lugar y su viaje no tendría que haber sido en vano.

No tardo en comenzar una encarnizada lucha entre las fuerzas del bien ( portadores ) y las del mal (Warkgnok). Los portadores no eran rival para el enfurecido demonio que estaba deseoso de oler la sangre fresca en el fragor de la batalla.

Al principio parecía que los portadores no tendrían ningún de oportunidad ante semejante monstruosidad puesto que el demonio lanzaba certeros ataques contra los infelices portadores. Poco a poco las heridas y magulladuras en los cuerpos de los humanos, el enano  y la mediana iban haciendo mella en el estado físico de ellos, dejando ver un claro signo de cansancio. Pero ninguno bajaba la guardia. Todos se ayudaban, atacaban a la vez y se organizaban perfectamente para un contraataque rápido cada vez que tenían la oportunidad.

Lejos de caer derrotado, Warkgnok hacía gala de un perfecto dominio de su hacha y no tardo en hacer que sus enemigos notaran el frio filo penetrando en sus carnes, rasgando sus ropas y en ocasiones mutilando sus cuerpos. Poco a poco los portadores iban perdiendo terreno en el campo de batalla.

Wendel Mutilado y descuartizado fue el primero en caer. No tardaron en correr la misma suerte Arnold y Khelben, que en un ataque conjunto fallido fueron decapitados cayendo sus cuerpos inhertes inmediatamente al suelo dejando un gran charco de sangre. Sangre que habían derramado en nombre del bien.

Fueron Luthien y Fibbin las ultimas en quedar en pie frente aquella endemoniada bestia con ansias de matar.

Warkgnok ya estaba bastante debilitado después de una larga lucha contra los cinco portadores. Ya se había deshecho de tres de ellos y solo le quedaban dos. Este vio próxima su victoria y bajo la guardia justo cuando no debió hacerlo.

Nadie se dio cuenta en el fragor de la batalla, pero unos viejos ojos no perdieron detalle de lo allí acontecido.

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17/06/2013, 23:40
Kororn

Kororn vio todo lo ocurrido en aquel lugar. Fue espeluznante, si. Tambien fue desgarrador ver que no podía hacer nada. Su mejor baza era el factor sorpresa aunque ello significara dejar morir a tres de los portadores.

Cuando por fin estuvo seguro de que ese era el momento y aprovechando la debilidad del demonio y de un grito ordeno a Luthien y Fibbin que mantuvieran a ralla a Warkgnok fuera como fuera.

Fibbin, ataques rapidos a distancia mientras Luthien lo reduce con su magia. No deis muestras de flaqueza y sed persistentes en el ataque…Esas fueron las únicas palabras que pronuncio el anciano antes de ponerse a murmurar pequeñas frases en un extraño idioma, parecido al que había hablado Luthien en los momentos previos a abrir el saco de las cenizas.

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17/06/2013, 23:44

Ambas dos hicieron lo imposible por cumplir las ordenes de Kororn. No sabia que pasaba a su alrededor, simplemente estaban centradas en atacar una y otra vez al engendro que había acabado con la vida de sus compañeros.

La voz de Kororn era cada vez mas audible. Algo estaba pasando en la cueva pero nadie podía permitiré el lujo de mirar atrás. El grado de concentración de la maga y la mediana era cada vez mas fuerte y esto hizo que puedieran manejar mejor la situación.

Warkgnok cada vez daba mas signos de debilidad conforme iba recibiendo los ataques simultaneos de sus enemigas. Pero de vez en cuando se permitia el lujo de intentar lanzar algún ataque hacia Kororn sin éxito alguno.

Involucradas en la batalla Fibbin y Luthien no se percatan de lo que pasa en sus espaldas. Todo lo contrario que Warkgnok que en un momento de la lucha, mira fijamente a Kororn y no puede mas que gritar…. 

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17/06/2013, 23:44
Warkgnok (mano derecha de Sadlark)

¡¡¡ NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO !!!

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17/06/2013, 23:47

Kororn acababa de bendecir las cenizas del cardenal sobre la urna destinada a ellas. Un haz de luz subió hacia arriba, atravesando el techo y alcanzando el cielo explosionando sobre el.

Warkgnok cayo rendido al suelo, con la cabeza baja esperando su irremediable destino. Segundos después de bendecir las cenizas del cardenas, el demonio que hasta ese momento se mantenía firme en la batalla quedaba reducido a cenizas al desintegrarse rapidamente cuando finalmente el bien se impuso sobre el mal.

Notas de juego

¡¡¡ Fin !!!