Partida Rol por web

-Creo que las palabras del capitán de la guardia eran sinceras -Dice el guerrero a sus compañeros.

-Deberíamos andar con mucho tiento de ahora en adelante. Parece ser que el enemigo de esta gente es el mismo que el nuestro y de todo Embelyon. Luchamos por la misma causa sólo que nosotros tenemos una misión clara que cumplir... llegar a la cripta de Johannes haya quien haya en los alrededores -Comenta Khelben a sus compañeros ofreciéndoles su punto de vista.

-Creo que deberíamos enterarnos de cuando se producirá esa batalla final para tomar la decisión de por dónde acercarnos a nuestro destino y cuando ¿no os parece? -Les pregunta una vez dentro de los barracones y a solas.

Una vez a resguardo, Arnold se asegura de que no haya ningún resquicio por donde puedan ser espiados. Asoma la cabeza por lo que parece una ventana y comprueba los barracones anexos. Parece que no hay moros en la costa, así que pueden hablar con tranquilidad. Escucha las palabras de Fibbin y opina:

- No podemos demorarnos mucho, es cierto, pero aquí tenemos la oportunidad de pasar la noche a resguardo. Mañana deberíamos ponernos en marcha de nuevo, pero con las ideas claras de hacia donde vamos.

- Según las palabras de Telsur -se dirige ahora a Khelben- Sadlark concentrará sus fuerzas alrededor del Templo. Si hay fortuna y las tropas de los ejércitos libres logran abrir una brecha en ellas, podríamos aprovecharla pero yo no confiaría en ello; es demasiado arriesgado.

- Sin embargo... ¿qué dicen los mapas, Fibbin? ¿Habría alguna ruta que nos permitiese llegar al Templo y acceder a la cripta sin tener que cruzar el campo de batalla? Quizás así, podríamos aprovechar el ataque como medida de distracción.

La mediana pensó en las posibilidades que tenían a la hora de escoger camino para llegar al Templo pero para su pesar no eran muchas.

-Siento deciros que nos va a ser imposible evitar la batalla. Si tuviésemos tiempo podríamos ir al templo por la denominada Tumba de Sadlark, al sur de el continente de Karst , pero para eso habría que rodeaar todo el desierto y nos llevaria mas de dos meses conseguir llegar hasta la tumba y luego subir hasta la cripta otros cuantos dias.-A Fibbin no le gusta la perspectiva de viaje que les queda por delante pero lamentándolo mucho, no tenían otra opción.-No nos podemos permitir perder tanto tiempo asi que...tendremos que atravesar el campo de batalla. La única opción que veo es que partamos al alba para intentar evitar en lo posible el combate.

Las noticias recibidas en las últimas horas, junto con la información que da Fibbin eliminando la posibilidad de rodear el lugar donde tendrá lugar una brutal batalla para evitar el conflicto no son nada alentadoras para el grupo.

La noche se cierne sobre Willem y los aventureros deciden descansar para afrontar un nuevo dia, pero el cansancio acumulado a lo largo del viaje y las preocupaciones propias del momento hacen que conciliar el sueño sea algo casi imposible.

El silencio de la noche es roto de vez en cuando al  escucharse en la lejanía el angustioso sonido del cuerno de algún vigía avisando a su ciudad o poblado de un inminente peligro. Cada vez que uno de estos cuernos suena, el grupo no puede evitar sobrecogerse recordando lo ocurrido en Aldulumme.

Tras una larga noche, el grupo se levanta y se dirige a un pequeño comedor donde les sirven el desayuno. El  lugar está formado por cuatro tablones de madera de tres metros de largo por uno y medio de ancho a modo de mesas  y troncos a ambos lados de los tablones a modo de taburete.

Dos de las mesas ya están ocupadas por los peregrinos que al igual que vosotros han podido pasar la noche al resguardo de las murallas de Willem, mientras las otras dos aun quedan huecos donde sentarse. Decidís sentaros en la mesa donde más huecos quedan para poder sentaros juntos.

Telsur entra en el lugar con paso firme y visiblemente cansado, seguramente por haber pasado la noche en vela al igual que muchos de vosotros. El guerrero se dirige hacia los portadores y cuando está a su altura les dice… ¿Habéis pasado bien la noche?.

- Por la conversación que mantuvimos ayer, deduzco que hoy partiréis hacia donde quiera que os dirigais. Pues bien, dejadme aconsejaros algo… Evitad en lo posible dirigiros hacia el Sur.

Khelben, algo somnoliento, observa como entra Telsur al comedor y se dirige a ellos...

-Hemos pasado la noche algo intranquilos, Señor. Supongo que vos y la guardia de esta aldea no lo habrán pasado mejor -Le responde el guerrero al capitán de la guardia mientras se rasca la cabeza.

-En efecto hoy tenemos decidido, como creo que ya os comentamos, abandonar la aldea para continuar nuestro camino... -Dice Khelben mientras se queda algo pensativo y añade...

-¿Nos podéis decir qué es lo que ocurre hacia el Sur? -Le pregunta al capitán de la guardia en un tono neutro.

En efecto, esta noche ha sido algo ajetreada, los alrededores estan siento atacados sin parar dia y noche... Cuando Khelben le hace la ultima pregunta el guerrero cambia el semblante de su cara e hincha el pecho de orgullo antes de pronunciarse.

Todo Embelyon se esta organizando para la gran batalla que se esta preparando en el sur. Esperamos una fuerte resitencia de las fuerzas de Sadlark  en el desierto para impedir el paso de las cenizas de el cardenal cuando estas lleguen. Asi que rezamos a los dioses para que los portadores consigan atravesar el desierto antes de que lleguen y tomen posiciones las bestias de Saldrak.

Un escalofrio recorrio la espalda de la elfa, el momento decisivo estaba cerca y todo el peso de Embelyon estaba sobre los hombros de los portadores.

- Habeis sido muy gentil con nosotros Telsur, a pesar de todo lo que está sucediendo, ojala podamos agradeceroslo de alguna manera.- comenta Luthien, algo nerviosa, mientras repasa mentalmente todo lo vivido hasta ese momento.

Arnold se levanta al alba con la sensación de estar más cansado de lo que estaba al acostarse. La noche ha sido movidita y parece que la guardia de la ciudad tampoco ha descansado demasiado. Después de dedicar un tiempo a sus oraciones y esperar a que todos estén en pie, acompaña al grupo hasta el barracón donde se sirven los desayunos.

- ¿Eso quiere decir que las fuerzas de Sadlark aún no han llegado al desierto? -pregunta cuando Telsur muestra sus esperanzas de que las cenizas lleguen antes de que las bestias del demonio tomen posiciones- ¿En estos momentos el que lleve las cenizas tendría el camino despejado hasta su destino final?

¿Se... se sabe algo de quién es el encargado de tan peligrosa misión? -intenta disimular el paladín a la vez que se pregunta qué noticias habrán llegado hasta este punto de Embelyon. La comitiva salió ya hace tiempo de Kajin en un baño de multitudes así que no es ningún secreto que un enano, una mediana, una elfa y dos guerreros humanos formaban parte del grupo. ¿Estará disimulando también Telsur o esas noticias no habrán llegado hasta Willem?- Recemos para que no haya tenido contratiempos y los esfuerzos de todos no sean en vano... -dice mientras junta sus manos y agacha su cabeza en un gesto de plegaria.

Wendel se levanta algo desorientado de modo que se muestra más callado de lo habitual. No obstante, su mente se despeja de inmediato cuando sus compañeros comienzan a hacerle preguntas a Telsur. El tramo final de su viaje se acercaba y gran parte de su dificultad dependía de su respuesta ¿Estarían las fuerzas de Sadlark apostadas entre ellos y su destino? Wendel espera impaciente una respuesta.

Telsur asiente con una sonrisa a las palabras de Luthien… En los tiempos que estamos nunca viene mal recibir la hospitalidad del lugar donde te encuentras. Descuidad, no debéis agradecernos nada. Este es un lugar de peregrinaje, así que todo lo que hacemos por nuestros visitantes siempre nos parece poco.

Cuando el guerrero acaba de hablar con Luthein, Arnold toma la palabra. El guerrero lo mira fijamente antes de contestar sus preguntas…

- ¿Eso quiere decir que las fuerzas de Sadlark aún no han llegado al desierto?

Esperamos que el grupo portador de las cenizas se adelante bastante como para no encontrarse con el grueso de su ejercito.

- ¿En estos momentos el que lleve las cenizas tendría el camino despejado hasta su destino final?

Si seguramente asi sea.

¿Se... se sabe algo de quién es el encargado de tan peligrosa misión?

La tercera pregunta que hizo el paladin hace que Telsur se planteara el contestarla o no. Observa detenidamente al paladin y a sus compañeros y con una sonrisa en la boca dice… La verdad es que es todo muy incierto. Se dice que los ministros de guerra de Kajin tuvieron una brillante idea. Hicieron creer a todo el mundo que los portadores eran un pequeño grupo formado por 6 valientes aventureros. Lo anunciaron a bombo y platillo y gente de todo Embelyon se acerco para ver dicha parafernalia. Hicieron la ceremonia de despedida del ministro y al dia siguiente a los supuestos portadores se les entrego un saco con sus supuestas cenizas.

Entonces Telsur hace un alto en la frase, se acerca al grupo y murmua… Pero todo parece apuntar a  que eso fue una táctica de distracción y las cenizas que fueron entregadas no eran las del cardenal. Que las verdaderas cenizas fueron entregadas días mas tardes anónimamente a alguien.

Telsur rompe a reir cuando observa en las caras del grupo cierto gesto de asombro… ¿Qué os pasa?, ¿ no me digáis que no tuvieron una buena idea jugando al despiste?.

El enano esboza una sonrisa al oír las palabras del guerrero.

- Una gran idea, no hay duda -comenta Wendel percibiendo la ironía de la situación -aunque habría sido mejor idea que los verdaderos portadores partieran antes que el señuelo en vistas a la necesidad de que lleguen cuanto antes.

Wendel continúa la conversación interpretando su papel de mero espectador al tema de las cenizas.

Fibbin no puede creer lo que está oyendo...todo esto ha sido un ¿señuelo? ¿estas cenizas no son las de verdad? Nada de esto puede ser posible... Su cara deía de estar reflejando la incredulidad que sentía ya que Telsur rompe a reir. La mediana mira a todos sus compañeros, sabiendo que todos deben estar pensando lo mismo que ella en aquel mismo instante.

-Pues...si que ha sido un gran plan..ja...jaja-dice intentando disimular lo que realmente piensa.

Las palabras de Telsur dejan totalmente asombrada a la maga quien inutilmente trata de contener su cara de absoluta sorpresa, hasta que las carcajadas del guerrero la despiertan de su distraccion. Tratando de sonreir asiente.

- Si-sin duda que de haber sido asi, sería una gran estratagema- comenta poco convencida.

Arnold sonríe ante el comentario de Telsur y trata de aguantar el tipo y que no le recoman las dudas. Sólo es un rumor..., se dice para darse ánimos y su orgullo enseguida le convence de que ellos son los verdaderos portadores y que lo otro tiene que ser sólo una maniobra para dar a Sadlark algo más en que pensar.

- Pues deseemos que el tal portador secreto llegue a tiempo a su destino -concluye el paladín- Por el bien de Embelyon.

Y, claro está, que el grupo que hace de señuelo haga bien su papel y distraiga la mirada de Sadlark -sorbe el último trago del tazón que tiene delante- Rezaré por todo ello.

Ahora, compañeros, creo que ya sería hora de continuar nuestro peregrinaje -Hace ademán de levantarse- Gracias y suerte en la batalla, amable Telsur.

Khelben escucha atentamente las respuestas de Telsur y las otras preguntas que formulan sus compañeros...

-Es hora de irse de aquí cuanto antes -Piensa el guerrero algo intranquilo pero, para su asombro, escucha el comentario de Telsur sobre el señuelo de la misión...

-Esto no puede ser cierto... mi padre, fiel guerrero de la guardia de Kajin, no permitiría que utilizasen a su hijo de señuelo -Piensa Khelben recordando los inicios de la misión mientras escucha las respuestas de Lúthien y Fibbin, que como pueden, tratan de disimular su asombro ante las palabras del capitán de la guardia.

-Yo también rezaré porque los portadores o portador de las cenizas cumplan su misión -Esboza por fin Khelben dirigiéndose a Telsur.

-Ahora, como bien dice nuestro compañero... -Dice señalando a Arnold. -Deberíamos partir de este noble lugar para continuar con nuestros quehaceres. Si nos disculpa Maese, Telsur, partiremos de inmediato. Gracias por su hospitalidad. Sin duda no olvidaré esta aldea hospitalaria ni a su capitán. -Comenta Khelben dispuesto para partir cuanto antes.

El grupo se despide de Telsur y agradece la hospitalidad de Willem durante la estancia tras sus murallas. Ahora el único pensamiento que ronda por las mentes de los portadores es poder atravesar el desierto antes de encontrarse con la temida barrera de soldados de Sadlark a la que Telsur había hecho referencia. Tambien ronda por sus mentes la idea de haber sido engañados y realmente no ser ellos los portadores llevando dos sacos señuelo en vez de uno como todos creen.

Siguiendo su camino hacia el Sur y sobre sus monturas, los portadores permanecen en silencio, sumidos cada uno en sus pensamientos, ajenos a todo lo que ocurre a su alrededor. Cada uno enfrascado en su pequeño y complejo mundo. El paisaje va cambiando poco a poco a su paso y a penas sin darse cuenta han dejado atrás la espesura y verdor de un lugar poblado por árboles y plantas para dar paso a un camino polvoriento y pedregoso.

Tras varias horas de camino, el grupo divisa a lo lejos, varias columnas de humo. Todos creen  saber de lo que se trataba pero nadie dice nada, cabizbajos se aproximan a aquellas columnas irremediablemente, pues su camino debe atravesar forzosamente aquel lugar. Al llegar a la altura del lugar de donde se elevaban las columnas de humo no pueden evitar recordar la ciudad de Aldulume y sus gentes. Como habían temido, las columnas de humo no era otra cosa que los restos de un feroz ataque a una ciudad. El lugar esta destrozado, montones de cadáveres se amontonan en el suelo y los pocos que han quedado en pie, lloran a sus familiares desconsolados.

La imagen es dantesca, cuerpos mutilados, calcinados, con los rostros desencajados por el terror sufrido justo antes de ser cruelmente asesinados, llenan las calles de un pequeño pueblo que ve irremediablemente como sus gentes agonizan en el dolor. Los pocos supervivientes que alcanzan a verse se limitan a mover cuerpos de un lugar a otro, apilándolos todos juntos y prendiendo el monton que forman para que no se expandan las enfermedades propias de la muerte.

Las edificaciones del lugar que hasta aquel ataque permanecían firmes y estables, ahora han quedado recudicas a cenizas o escombros en el mejor de los casos.

- ¡¡¡No sigáis vuestro camino, dad media vuelta o la muerte se encontrara con vosotros!!!... dice una anciana voz a vuestro paso por el lugar.

Los portadores luchan con un cumulo de sentimientos encontrados, pues el corazón de cada uno de ellos les pide a gritos ayudar a esa pobre gente. Pero la conciencia dice otra cosa distinta, han sido elegidos para llevar a cabo una misión y si no se afanan en acabarla, todo Embelyon correra la misma suerte que la ciudad en la que se encuentran ahora mismo.

Al final atraviesan como buenamente pueden aquel cumulo de desolación y dolor y se alejan en dirección al Sur, siempre hacia el sur.

Tras varios días de viaje y extrañados por no haber sido objeto de ningún tipo de ataque por parte de las fuerzas del mal, por fin llegan al desierto de Chun.

Acaba de anochecer y el grupo decide acampar en el lugar. Ahora da lo mismo buscar cualquier tipo de cobijo, ya que solo hay arena hasta donde alcanza la vista.

Wendel permanece agachado dando la espalda a sus compañeros mientras parece trabajar en algo. Llevan apenas unas horas caminando por el desierto de Chun y los ánimos empiezan a escasear debido a lo gris de aquel páramo. Han desistido en la tarea de encontrar un lugar en el que cobijarse pues el horizonte no muestra más que más y más arena bañada por la escasa luz de la luna.

La cena fue escasa y no ayudó a mejorar el ánimo de enano, que desde que se acercaban a Aldulume no había sido tan mao en todo el viaje.