Partida Rol por web

Ungrim llegó jadeante hasta donde estaba Arramus justo cuando éste atravesaba la pared y entraba a la nueva habitación. Descolgó su hacha de nuevo del cinturón y siguió al humano.

- No te preocupes, yo te cubro las espaldas

Durgin siguió avanzando sin prisa pero sin pausa incluso pasando por entre las piernas de Agamenón.

Mientras avanzo por el pasillo oigo a Arramus decir algo de un pasaje secreto a Ungrim, al oír esto me apresuro hacia donde se encontraban por si necesitan ayuda.

Llegamos a una encrucijada de caminos, donde el grupo principal ha doblado hacia el oeste mientras que el elfo continúa hacia el norte.

- ¿Qué le parece, maese Durgin? -le pregunto- ¿Acompañamos al orejas picudas?

Una vez mas, Aenur, se adelanto separandose del grupo. Metros atras, Jandrus debatia con Durgin, cual seria el mejor camino a tomar, si alcanzar al elfo, un pies ligeros o seguir al resto del grupo, cuya voz de Arramus, advertia un peligro.
Aenur, encontro una puerta, donde freno su paso, el pasillo se cortaba unos metros mas adelante y parecia que esta era la unica entrada existente.
Arramus, palidecio cuando su arrogancia lo llevo de pleno contra un Guerrero del Caos. Por suerte, contaba con la ayuda de Ungrim, pues tambien habian dos goblins con el enemigo, claro, que frente a tan poderosa figura, palidecian un tanto.
El guerrero tomo un hacha de la armeria y con una tremula voz, se preparo para combatir.

El suelo volvio a temblar.

Me acerco a la puerta pego el oído y escucho a través de ella, pero el retumbar dela caverna mata cualquier otro sonido.

Ungrim entró en la sala poco despues de Arramus, y enseguida vio que había sido la decision correcta. Ahi, al otro lado de la habitación se alzaba imponente un guerrero del caos, con su armadura cubierta de calaveras y grbados demoníacos brillando a la luz de las antorchas. La mayoría de la gente se habría acobardado ante una visión así, pero no Ungrim, él solamente vió un nuevo y poderoso enemigo con el que probar sus habilidades.

Antes de que Arramus pudiese reaccionar, el enano atravesó la habitación a toda velocidad (sin darse cuenta de que había otros enemigos) con el hacha sobre su cabeza y se enzarzó en una dura pelea cuerpo a cuerpo con el guerrero. Los golpes se sucedían, pero en su mayoría rebotaban contra el hacha o el escudo del guerrero, el cual demostró una gran habilidad defensiva. Sin embargo, subestimó la fuerza del enano, y uno de los golpes, a pesar de haber sido bloqueado, atravesó la defensa del guerrero y se hundió en su carne a través de la armadura. No era una herida mortal, pero Ungrim pudo sonreir con satisfaccion por haber causado la primera sangre.

- No dejemos al elfo solo.

A pesar que mis ancestros van a odiarme por ello.

Arramus se recupera de la sorpresa de encontrarse con el caballero y asesta dos golpes de revés. El primero lo detiene el goblin con su arma pero el segundo lo alcanza en el plexo solar. No produce herida pero deja al pequeño monstruo aturdido

Sigo al enano por el pasillo, escuchando sus bufidos mientras corre en pos del elfo. Dada la velocidad de la carrera, me da tiempo de entretenerme en seguir en mi empeño, buscar atajos.

Mientras me acercaba por el pasillo para alcanzar a mis compañeros los ruidos de la batalla empezaron a oírse. Salí corriendo para prestarles mi ayuda rápidamente.

Nada más cruzo la puerta veo a un goblin dispuesto para el combate y no me lo pienso, arremeto contra él con toda mi energía.

Mi ataque es efectivo y cae al primer golpe de mi espada. Nada más acabar con él miro a ver como está el panorama por la habitación y decido que voy a ir a ayudar a Ungrim que tiene el rival más complicado. Ungrim ya voy en tu ayuda.

El combate comenzó dentro de la sala. Agamenon, luciendo con maestria su nueva arma, acabo facilmente con el Goblin. Arramus, logro mantener a raya al Goblin con el que se encaro, pero el pielverde estaba dispuesto a luchar por su vida y no flaqueo pese al golpe. Ungrim, fue directo al peligro, como buen matador que era. Lanzo un temible hachazo que fue incapaz de frenar el guerrero y logro herirle, pero era un Siervo del Caos y este les atribuye dotes sobrehumanas y como si no hubiera ocurrido nada, el Guerrero trato de devolverle el golpe. Ungrim, un veterano ya en el combate, supo anticiparse y evito el golpe de la malefica criatura.

Al otro lado, Jandrus y Durgin, avanzaban para unirse al elfo, que estaba al fondo, espiando cuidadosamente lo que habia tras la puerta. Alli pudo ver a dos Fimir, comiendo, mas bien engullendo sin cuidado, ni modales y a un Goblin que les servia la comida, temiendo ser parte de la comida.

Los golpes de las armas retumbaban por la habitación mientras tanto el guerrero como Ungrim hacian lo posible por acabar con el otro. Sin embargo, la falta de armadura del matador le daba una gran ventaja con respecto a su enemigo en cuanto a velocidad, y no dudó en aprovecharla.

Los hachazos de Ungrim se sucedían continuamente desde todas las direcciones, y la armadura del guerrero empezaba a llenarse de abolladuras y muescas. La pelea estaba claramente desigualada, lo que se demostró cuando, de un certero golpe en el cuello, el matador separó limpiamente la cabeza de su enemigo del cuerpo.

El cuerpo cayo al suelo con un sonoro retumbar metalico, mientras el matador bajaba su hacha, pensando en su nueva hazaña....

El ataque de Ungrim resulta inspirador y Arramus pretende imitar a su colega pero , un avez mas, su martillo no consigue alcanzar la piel del goblin, que vuelve, eso si, a quedar aturdido.

Entro en la habitación y ataco al Fimi pero parece que conoce mis modos de ataque y se defiende de todos ellos.

 La habitación esta llena de enemigos. Grito a mis compañeros

Cuando voy a ir a ayudar a Ungrim veo como con un corte magistral con su hacha rebana la cabeza del guerrero. Este matador es muy duro, no necesita ayuda de nadie. Pienso mientras me giro para ver si Arramus si necesita ayuda.

Efectivamente, no se que le pasa a Arramus, que se le resista un goblin no es normal en él. Será la diferencia de altura. Pienso mientras me lanzo en su ayuda.

Me sitúo al lado de Arramus y me aprovecho de sus golpes para atacar a la vez que él al goblin y que no pueda defenderse de los dos. Otra vez mi nueva adquisición consigue hacer brotar la sangre del enemigo.

- Jandrus, creo que el elfo es muy impaciente. Oigo ruido de espadas y parece que vamos a llegar tarde a la fiesta. ¡Corramos!

Corro tal como dice Durgin y llego con él junto a la puerta, sólo para corroborar que el elfo ha comenzado la pelea sin nosotros.  Tomo aliento durante un instante, antes de que nos adentremos en la estancia.

Durgin y el Mago corrieron tanto como pudieron, pero llegaron tarde al enfrentamiento; Aenur, ya estaba trabado contra numerosos enemigos... Pero el Elfo, era un veterano ya, contra numerosos enemigos y valiendose de su talento y su magia, logro evitar todos y cada uno de los golpes.

Mas abajo, Arramus y los demas, tras acabar con el guerrero, apreciaron una buena armeria, quizas encontraran algun buen arma...

Una armeria. Puede que entre tanta ruina y desolacion, algo positivo saliera de todo aquello, Arramus registro la armeria en busca de algo interesante.

Mira, Ungrim, algunas de estas armas no tienen mal aspecto...