Partida Rol por web

Las Hojas Caen en Otoño

Escena II - La Fortaleza Perdida

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15/05/2013, 18:44
Darren

Con  Elaine ya en sus brazos, Darren no vio razón para seguir la batalla dialéctica con los Blackford. Aquella noche se habían estrechado lazos de unión entre ellos mientras combatían, pero la actitud de ese Lord mal criado los había destruido de un plumazo

Su vista se traslado a la herida de Elaine, manteniéndolo pensativo unos instantes. Espero que esto haya sido un lance del combate... Sus pensamientos se interrumpieron al percibir  movimiento en el cuerpo de la mujer. De pronto  la mano de Elaine acaricio el rostro del caballero. Su calor y suavidad dejaron al hombre sin aliento. Sus ojos instintivamente se posaron en el rostro de la mujer. Ella sonreía ahora, como si nada le hubiera sucedido. Mientras la sacerdotisa agradecía su rescate al caballero, él la deposito en el suelo con suavidad. Fue en ese instante cuando aparto sus ojos del rostro de la mujer cuando  volvió a ser consciente de lo que ocurría a su alrededor.

Para empeorar las cosas Livia había vuelto acompañada por Leroy y Edweir. A vuelto junto a su hermano. Pensó Darren con amargura al recordar las palabras que le dedico a la joven antes de marchar. Maldita sea esto no es seguro para ellos. Dejo escapar con un hilo de voz.

Estaba a punto de dirigirse a su Señor e instarle a huir cuando del interior de la fortaleza surgió una voz femenina que hizo erizar el bello del caballero. Este aferro el mango de la espada y se giro para ver a quien correspondía esperándose lo peor.

Ser Darren asistió a todo lo que trascurrió después sin inmutarse. Intentaba fingir que no estaba asustado, pero lo estaba. Si como decía Barkas aquella voz pertenecía a Lady Alissa, cosa que el caballero se negaba a creer, su realidad se vería alterada para siempre. Un fantasma... no puede ser. Pensó aferrándose a su realidad.

La mano de Elaine se aferro con fuerza a la de Darren y este se sintió reconfortado por su calor.

-No la abandonare a su suerte. Volveré por vos. Dijo Darren en respuesta a las palabras de Elaine. Después se alejo de ella en dirección a sus Señores Livia y Leroy mientras recolocaba sus pertenecías. De reojo no pudo evitar fijarse en como Lord Blackford se acercaba a la oscuridad buscando sacrificarse.
Quizá si que tenga agallas después de todo. Pensó el caballero.

-Mi Señor, Señora. Dijo el caballero llamando su atención. Ruego me acompañen. Tratare de ponerlos a salvo. Si les ocurriera algo la casa Llyfren desaparecería. El caballero se intentaba mostrarse tranquilo, pero no pudo evitar lanzar alguna mirada de desaprobación a Livia. Se preguntaba para que había arriesgado su vida para ponerla a salvo... Parece que a estos nobles les gustan las emociones fuertes. Pensó mientras recordaba  a Leroy arrojándose a las llamas en la aldea, a Lord Blackford ofreciéndose en sacrificio y a Livia arriesgando su vida sin sentido.

Notas de juego

Sorry me he extendido un poco y al final creo que me fui un poco por las ramas :)

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15/05/2013, 21:22
Director

Los pasos de los gigantes sonaban cada vez más cercanos. No quedaba mucho tiempo antes de que el cerco fuera imposible de superar... si es que no lo era ya. Las palabras de Elaine y de Martin resonaron en el umbral.

-Mi pequeña Livia, mi pequeño Leroi -dijo la voz femenina, que parecía sonar tras cada roca de aquel lugar-, venid con vuestra madre. Tú también, mi pequeño Martin, no seas tímido. Ven a abrazarme en la oscuridad, y trae a tu prima adoradora del Dios Rojo.

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15/05/2013, 21:33
Barkas

-¿PRIMA? -dijo volviéndose hacia Martin.

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15/05/2013, 21:41
Emir "Almahueca"

Escuchó con incredulidad las ideas de ese soldado Llyfren. Estaban rodeados por cientos de esas criaturas. Leroi lo sabía, Livia lo había visto también. Pero parecían mandar poco sobre sus hombres..

Al escuchar la orden de Martin dudó unos segundos. ¿Ahora era el nuevo señor de la casa? Emir se sintió liberado. Su lealtad era para con el antiguo señor. Aún así tensó el arco con una flecha preparada.

Al escuchar a la mujer hablar otra vez, no pudo entender cómo había podido fallar. Era imposible. Era la segunda vez esa noche que erraba un disparo. Imperdonable.

Luego escuchó los nombres que pronunció la mujer. No lo permitiría. No mientras él viviese. Eso no podía estar sucediendo.

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15/05/2013, 22:11
Edweir Lyon

Desde hacía rato Edweir no abría la boca, observaba a los heridos y a los sanos por igual debatiendose entre el autocontrol y el terror total sujetando aún el inútil arco en sus manos.

Cuando la Sacerdotisa se levantó haciendo caso omiso de sus heridas como si la muerte no fuera suficiente para llevarsela el corazón del chico dio un salto, ella era una sierva del fuego, y aquellas criaturas eran destruidas ante su abrasador abrazo, tal vez tuviesen una oportunidad. O eso pensó hasta que aquella voz femenina invadió la sala.
Las palabras de los demás atrapados con él por los monstruos cruzaban sus oídos sin ser escuchadas hasta que unas de ellas parecieron cobrar un sentido terrible. "Alyssa Llyfren"

Estaba temblando de pies a cabeza, en algún momento había desenvainado una espada corta con una mano libre pero no recordaba cuando había sido eso. A su lado Darren se había acercado para convencer a Livia para sacarla de allí.

¿Escapar? ¡Si, hay que escapar! ¡Aquí moriremos!

Antes de pararse a pensar un segundo en lo que estaba haciendo Edweir había soltado ambas armas que repicaron fuertemente contra el suelo y se encontraba aferrando con fuerza el vestido de Lady Livia. En ese momento solo se comportaba como lo que era, un crío asustado.

- Por favor mi señora, por favor, hay que irse de aquí, nos quieren matar y nos mataran seguro, por favor, por favor, por favor.

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15/05/2013, 22:35
Elaine Ríos

¿Martin? ¿Primos?

Un instante de sorpresa cruzó la mente de la sacerdotisa, pero luego miró a su alrededor. Niños, compañeros, valientes... amigos. Sus ojos buscaron a Darren con desesperación.
- Vete ya, por favor, no te quedes aquí - susurró, con los ojos empañados, sin saber si él podía oírla.

El caballero había prometido volver a por ella. Se estremeció. Era la primera vez que alguien se preocupaba así por Elaine, aunque fuera demasiado tarde. Y no iba a dejar que le ocurriera nada.

A ninguno de ellos.

Elaine lanzó con fuerza algo contra el árbol sin hojas del patio. Un golpe seco sonó contra la corteza, y después, un chasquido. Instintivamente se llevó la mano a la cicatriz de su hombro mientras miles de chispas prendían la madera muerta. Las llamas lamieron el tronco y las ramas, doradas como la piel de la sacerdotisa. Elaine sintió que era el fuego más hermoso que jamás había visto. Cerró los ojos y dejó que el calor del fuego llegara hasta su alma por un instante. Cuando volvió a abrirlos, su rostro estaba mucho más sereno.

Caminó hasta colocarse al lado de Martin. Le apretó el hombro, y sonrió. Era su primo mayor. Y era tan valiente y tan terco como cualquier Llyfren.

- Los demás se irán, Alyssa - dijo, dirigiéndose al espectro, con toda la firmeza que pudo - y esto acabará aquí.

Y no en la Oscuridad, sino en la Luz

- Ven con nosotros- dijo, despacio - Ven a buscar a tus hijos.

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15/05/2013, 23:54
Darren

La voz volvió a oírse y su mensaje fue revelador. En verdad es ella, ¿Como es posible? Ante la mas que posible presencia fantasmal Darren ni se inmuto ante el posible parentesco entre  Blackford y Llyfren.

El caballero no sabia que hacer. Elaine era reclamada por la muerte al igual que Leroy y Livia. Si ellos no querían escapar nada podía hacer. Intentar escapar de allí luchando contra gigantes reanimados y transportando a dos personas contra su voluntad era una tarea imposible.

Darren quedo allí de pie paralizado. A sus oídos llegaban las suplicas de Edweir, pero no le respondió. En otro momento le habría transmitido palabras de animo, pero ahora parecían estar fuera de lugar... Los  ojos del caballero se clavaron en la espalda  de Elaine quien se había situaba junto a Lord Blackford para aguardar a la oscuridad. 

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16/05/2013, 03:23
Livia Llyfren

Cuando volvieron de nuevo al patio, vieron que había más personas, un hombre rubio, un maestre, a juzgar por su cadena cargando con una ballesta, y otro vestido de negro tratando de curar a un herido, posiblemente más siervos de los Blackford pensó la joven. Pero nada de ello retenía la atención de la joven dama, ni siquiera que ahora Darren cargaba con su prima bastarda. Livia se iba a dirigir a su hermano para contarle lo ocurrido pero la voz de Elaine la dejó boquiabierta.

-¿Co..Como es posi… – sorprendidísima, pero fue interrumpida por otra voz, una voz femenina proveniente de la oscuridad de la fortaleza.

- ¡Mis pequeños han regresado a tiempo para el aniversario!- Livia cerró sus ojos, ciertamente sabia a que se refería con el “aniversario”, desgraciadamente era lo que temía. Abrió los ojos y lo primero que vio fue los preciosos grises ojos del arquero que estaba a su lado, cohibida, desvió la mirada y se acercó cautelosa a su hermano aferrándose a su brazo. La joven estaba asustada.

Escuchó como el maestre citaba la historia de su familia como si perteneciera a ella. Y finalmente se dirigió a ella, Alyssa Llyfren. La antepasada que atemorizaba la Casa Llyfren durante generaciones, según los libros.

-QUE MUERAN POR SUS PECADOS.-  Leroi debió notar en su brazo el temblor de los de su hermana, al escuchar la respuesta de la Dama. Inevitablemente Livia recordó el rostro de su padre, Brennen, en el instante que murió sobre su lecho. Quizás no fue su corazón, quizás fue la maldición de los Llyfren.

Preocupada miró por la entrada del patio y observó como poco a poco se acercaban los gigantes que les rodeaban en el exterior de la muralla, pero la voz del hombre que se acercaba a la voz y se presentaba como Martin Blackford la distrajo de sus pensamientos. – ¿Qué haces insensato?- pero su voz  quedó en un susurro que apenas la perciben su hermano y quizás el arquero.

Darren angustiado trataba de poner a Leroi y su hermana a salvo, mientras lanzaba una mirada de reproche a Livia, de la cual se percataba. Sin conocer el motivo, contestó a su petición con un tono cortante. – Nos rodean, acaso no lo ves o estas muy ocupado con la bastarda…- en ese instante el joven escudero, casi tirando de ella le suplicaba huir de aquel malhadado lugar. Tras lanzarle una mirada indignada a Darren, se agachó ante el pequeño. –No te pasará nada- y le besó en la frente con toda la tranquilidad que pudo fingir. La joven también estaba preocupada por el otro niño valiente, Finn.

Poco o nada le importaba a Livia si aquel muchacho era primo de Elaine, pero cuando escuchó su nombre, llamada por la voz, un escalofrió recorrió el cuerpo de la joven. El tiempo se acababa.

Elaine se dirigía a su destino, pero Livia no aceptaría semejante final para ella.

-¿Los dejarás marchar? – su voz sonó antes de que ella pensara siquiera en lo que quería decir.

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16/05/2013, 08:01
Barkas

Barkas asistio impotente a los sucesos que se desarrollaban ante el. Ahora Martin queria inmolarse? Para que? Ni siquiera sabia si serviria para algo! Y, ademas, si el moria solo quedaria Lady Blackford como cabeza de la casa. Y en su estado aquello significaba condenar su futuro.

-Duncan, preparate para entrar. Si cualquiera de vosotros cree en mi historia que nos siga. Lord Martin, ninguno podemos impediros hacer vuestra voluntad pero debeis pensar en el futuro de vuestra casa, condenada si moris hoy aqui. Lo dejare a vuestra propia conciencia. Sois un buenhombre y conoceis vuestra responsabilidad. 

Parecio dudar unos segundos mas hasta que se dio la vuelta dirigiendose a la puertaque daba a las entrañas del castillo.

-Adios.

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16/05/2013, 11:59
Duncan Ramm

 

Aquella voz de mujer, que parecía ser una con la sillería misma de Piedranegra, ponía la piel de gallina a Duncan. Era un fantasma, un alma repudiada por el Desconocido. Las historias que conocía sobre los Otros resurgieron en su mente, y no por primera vez aquella noche. Aquel espectro, ligado de alguna forma tanto a una Casa como a la otra, pedía la sangre de los herederos Llyfren y Blackford.

Emir dirigió un par de flechas que cruzaron zurreándole los oídos y se perdieron en el umbral. Y luego, la locura pareció enraizar en aquel patio maldito. Martin se aproximó, ofreciéndose a sí mismo como sacrificio, a pesar de las protestas del maestre Barkas. Después la bastarda de los Llyfren, milagrosamente restablecida, con un gesto prendió en grandes llamas los restos del gran árbol y acudió junto a Lord Blackford, brindándose también como víctima. Nadie intentaba bloquear el acceso a los monstruos de fuera, ni tampoco intentaban escapar. Sin duda, la locura se había enseñoreado de Piedranegra.

Llyfren y Blackford estaban fuera de sus cabales, y si debían ajustar cuentas con el sanguinario espectro de su abuela, que lo hiciesen. Ambas Casas iban a desaparecer y no había ya quien mereciese la fidelidad del caballero, salvo sus compañeros muertos. Pensó en Qyburn. Sus crímenes no podían quedar impunes. Duncan miró en silencio al maestre, asintiendo. Buscó una nueva rama que le sirviese como improvisada tea. Aunque en las entrañas de la fortaleza posiblemente revelaría su posición, la necesitarían como iluminación y quién sabe si también como arma. Se situó junto a Barkas, listo a entrar en el castillo. Curioso que, entre tantos nobles y soldados allí reunidos, su último compañero fuese a resultar una rata husmealibros.

Notas de juego

Acláreme, director, ¿la puerta por la que hay que pasar es la misma por la que llega el espectro? Porque entonces, creo que Barkas y Duncan deberán ceder el paso a la Dama antes de entrar a buscar al renegado. Si no es así, allá vamos los dos.

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16/05/2013, 14:36
Director

Notas de juego

Es la misma entrada.

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16/05/2013, 17:07
Barkas

Notas de juego

Pues esperamos a que se distraiga con los dos primos

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16/05/2013, 18:35
Emir "Almahueca"

Bajó el arco y guardó la flecha en su carcaj.

Ya estaba harto. Agarró a la joven Llyfren por la muñeca y tiró de ella hacia sí.

Confía en mi. Te amo. -decían sus ojos y sus labios (esto sólo para Livia)

Es un truco. Ese viejo, el tal Qyburn está jugando con nosotros. No hay ningún espectro. No hay nada. Nos engaña. Juega con nuestros sentidos. Con las supersticiones y la acústica de PiedraNegra.

Mis flechas jamás hubieran errado el objetivo.

Luego de esta declaración me acerco a la entrada. Esquivo a Martin y me dirijo derecho a la puerta. Estoy seguro de que habrá trampas. Un poco antes de llegar. Me detengo. Suelto aire y me preparo...

Avanzo.

 

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16/05/2013, 19:44
Emir "Almahueca"

Bajó el arco y guardó la flecha en su carcaj.

Ya estaba harto. Agarró a la joven Llyfren por la muñeca y tiró de ella hacia sí para decirle algo en voz baja. Luego añadió para todos:

Es un truco. Ese viejo, el tal Qyburn está jugando con nosotros. No hay ningún espectro. No hay nada. Nos engaña. Juega con nuestros sentidos. Con las supersticiones y la acústica de PiedraNegra.Mis flechas jamás hubieran errado el objetivo.

Luego de esta declaración me acerco a la entrada. Esquivo a Martin y me dirijo derecho a la puerta. Estoy seguro de que habrá trampas. Un poco antes de llegar. Me detengo. Suelto aire y me preparo...

Avanzo.

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16/05/2013, 23:03
Adran "el herrero"

El herrero llevaba bastante tiempo totalmente mudo, sin saber qué hacer, dudando entre huir como haría cualquier civil buscando el consuelo embriagador del fondo de una copa... O cumplir las órdenes dadas no mucho tiempo atrás...

-Primos, madre... ¿Qué es esta locura? Juraría que desde la muerte del Señor no he probado un trago, vine en busca del mozo y me veo envuelto en esto. No sé que hacer, mis habilidades son el yunque y la fragua no... Brujería.

Resolvió seguir al grupo que se dirigía a la entrada, no sin volver antes la mirada para asegurarse que los más jóvenes del lugar habían puesto tierra por medio.

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16/05/2013, 23:06
Martin Blackford

Veo pasar a mi lado a Duncan y a Barkas y a Emir.

- Coged a Quyburn - les digo casi con tono de súplica - Tenemos que detener esta locura insana.

Miro a los lados. A elaine que me toca el hombro, a los Llyfren. Hermano y hermana. Y.... yo primo? esto era una locura... pero.... demasiados recuerdos, demasiadas cosas nuevas...

Miro atrás y veo a los niños, a la montaraz. Al herrero, a Thomas, a Greta, a Darren.... íbamos a morir todos si no hacíamos algo. No sabíamos como habíamos acabado allí... pero parecía que solo nos quedaba esperar un milagro.

- No hay tiempo para huir - les digo a los del grupo - Ellos se encargarán de detener a ese inefable... nosotros.. nos protegeremos con el fuego... - les miro, no creo que podamos huir con tanto bicho....  deslizo los estiletes por mis muñecas y los dejo a la vista.

Me iba a quedar con ellos y los defendería. Parecía que solo nos quedaba esperar la muerte o confiar en ellos.. y no iba a dar la imagen de un Lord cobarde.

 

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17/05/2013, 02:41
Anna Valerious

Los gigantes ya casi rodeaban las ruinas del castillo, pero Anna ya había decidido quedarse a luchar contra los gigantes. Si los Blackford querían entrar en Piedranegra, en busca de Qyburn, era decisión suya. Mientras se preparaba para la llegada de los gigantes, vio como un grupo de personas aparecía en el patio: eran Livia, Leroi, Edweir y les acompañaban el montaraz de los Blackford, y la chica rubia y el chico moreno que se habían ido junto a Livia anteriormente.
Se quedó sorprendida de ver a Leroi y a Edweir allí. ¿Se habrían cansado de esperarnos a Thomas y a mi? Se preguntaba Anna, pero la mayor sorpresa fue ver que Livia y los dos muchachos que la habían seguido antes, volvían al patio. ¿Que habría pasado fuera de esos muros, para que ninguno hubiese huido de allí? Eran preguntas que ahora mismo no iba a formular, pues tenían cosas más apremiantes en las que centrarse. A ellos se unió Elaine, que como si todo hubiese sido un sueño, despertó en los brazos de ser Darren, con una cicatriz en donde instantes antes estaba la herida de flecha.

Sin embargo más sorpresas aguardaban a los presentes en el patio, aquella ajetreada noche. Unos pasos procedentes del interior de Piedranegra acompañaron al sonido de una voz femenina: Oh… mis hijos, todos ellos, se han reunido para ver a su madre. ¡Qué feliz soy! ¡Mis pequeños han regresado a tiempo para el aniversario! ¡Como Qyburn prometió a una solitaria mujer!

¿Aniversario? ¿Hijos? Para Anna no tenia sentido nada de lo que aquella voz decía, y casi optó por ignorarla, hasta que vio como el montaraz de los Blackford se apresuraba a descargar un par de flechas en dirección a la voz, y elevando su tono de voz, instó a los presentes a adentrarse en Piedranegra, pues allí dentro anularían la ventaja numérica de los gigantes, pero antes de que nadie avanzase, el maestre de la casa Blackford citó una historia que la montaraz recordaba haber oído en alguna ocasión, en boca de su ahora difunto señor Brennen VI. Era una parte de la historia de la familia Llyfren, en la que se contaba como los hijos de Alyssa Llyfren se mataron entre ellos y como ella acabo enloqueciendo y suicidándose.

Tras terminar de recitar la historia, como si la estuviese leyendo mentalmente, se dirigió a la voz: Lady Alissa... ¿Que tenéis que decir a vuestros hijos después de tanto tiempo?
—A mis hijos... mis queridos hijos... les digo... QUE MUERAN POR SUS PECADOS.
—le respondió la voz.

El maestre había relacionado las palabras iniciales de la voz con la historia de Alyssa Llyfren y había asumido que era ella. Pero si estaba muerta hacia generaciones, entonces ¿Hablaba su fantasma? Pensaba Anna, pero ese pensamiento se vio contradicho por una deducción, al recordar que había escuchado pasos: Un fantasma no hace ruido al andar, porque  carece de masa corpórea (En las historias que había escuchado de fantasmas, estos no eran otra cosa que formas espectrales del humano que habían sido).

Mientras la montaraz discurría, Elaine también se dirigió a la voz como Alyssa  y le pidió que dejara marchar a los otros y se quedase con ella. ¿Pretendía sacrificarse por todos, justo después de haber sanado milagrosamente hacia breves instantes? Pero no iba a estar sola en aquel acto, pues al parecer el Lord Blackford había decidido que el también se sacrificaría por los suyos y le contó una historia a la voz, en la que al parecer su familia estaba de alguna forma relacionada con Alyssa, para que aceptase su sacrificio a cambio de dejar a los demás salir de allí.

Pero aquella voz volvió a hablar, esta vez para reclamar a Leroi, Livia, Martin y a su ¿Prima Elaine?  Ese parentesco entre Martín y Elaine, era al parecer desconocido por todos los presentes en el patio, y Anna no acababa de entender lo que había oído: Si Elaine y Martín se habían ofrecido en sacrificio, ¿porque ahora la voz llamaba a los hermanos Llyfren y tambien a  Elaine y a Martin, como si no los hubiese escuchado ofrecer sus vidas antes?

Entretanto Darren se acercó a Leroi y a Livia, con la intención de convencerlos de huir mientras pudiesen, y el pequeño Edweir, asustado, se agarró a Livia pidiéndole por favor, que se fuesen de allí, también, pero Livia no hizo caso al caballero, al que instó, a su manera, a preocuparse menos por Elaine y más por el cerco al que los gigantes les estaban sometiendo, pues paso a paso habían rodeado completamente el castillo y no había escapatoria posible. Ella no se iría de allí, aunque tampoco se pensaba unir a Elaine en el sacrificio.

Por su parte el maestre de los Blackford y el caballero de cabello oscuro que le acompañaba, habían decidido entrar a Piedranegra en busca de Qyburn,  y aunque la voz los había parado inicialmente, ahora parecían decididos a entrar, y su compañero montaraz, tras unas palabras para todos los presentes, en las que afirmaba que todo tenia que ser un truco de Qyburn, y que no había ningún fantasma, pues sus flechas no podían fallar y lo habían hecho, también se dirigió hacia la puerta de piedranegra, con clara intención de unirse a los dos hombres que iban a por Qyburn.
Anna compartía parte de la opinión de ese montaraz, pero su motivo no le pareció mas que las palabras de un presuntuoso: ¿Quien se creerá? Todo el mundo falla un disparo con el arco por bueno que sea, y además si realmente aquella voz fuese de un espectro, sus flechas le habrían atravesado.

De todas formas Anna no iría a por Qyburn, su decisión estaba tomada desde antes de que Livia y los demás apareciesen: lucharía contra los gigantes que les rodeaban, y ahora que Livia, Leroi estaban allí, su deber era servir y protegerlos, tal como había prometido a Leroi en Altobastión al anochecer, antes de toda aquella locura. Por lo que tomando nota de las siguientes palabras del Lord Blackford, en las que instaba a los presentes a protegerse con el fuego, Anna cogió una rama gruesa del suelo y la prendió en uno de sus extremos y desenvainó su espada dispuesta a enfrentarse a aquellos gigantes.

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17/05/2013, 05:56
Leroi Llyfren

A pesar de todos los esfuerzos los enemigos eran demasiados y se tuvo que abandonar la posición, dentro de la fortaleza había mucha mas gente, maestres, herreros, servidumbre y soldados.

Elaine yacía herida y con sangre en el torso, pero de golpe se levanto como si nada, estando completamente restablecida, en su niñez Leroi había escuchado historias acerca de los sacerdotes rojos y sus dones, pero nunca las había creído, para el los 7 eran los dioses verdaderos y solo el Guerrero ayudaba a no ser alcanzado por las armas o ignorar el dolor de las heridas, era el frenesí del combate, algo que pocos habían experimentado, pero que al hacerlo habían alcanzado el cielo y se habían bañado en la luz de la estrella de 7 puntas.

Sin embargo ahí estaba ella, levantada y a punto de decir algo cuando una voz la interrumpió, una voz fantasmal que llamaba a sus hijos, un maestre de los Blackford recito una línea de la historia Llyfren que Leroi siempre había detestado, mientras todos se atemorizaban y Livia lo tomaba del brazo apretándolo con fuerza.

Quien parecía ser el nuevo Lord Blackford se ofreció en sacrificio, mientras su maestre, un soldado y un par mas de personas, como el montaraz decían que todo era una trampa y debían de apresar al culpable, el tal Quyburn.

Escuchando la voz del espectro una vez mas y viendo la reacción de todos los presentes, Leroi se aparto los plateados cabellos del rostro, los cuales cayeron como lluvia de oro blanco sobre sus hombros, empapados de sudor, dejando ver sus ojos color amatista, los cuales se clavaron en el que parecía ser el espectro de su antepasada.

Giro la espada larga dos veces, mientras con su otra mano buscaba apartar a su hermana, en un gesto fraternal.

Leroi sentía como los enemigos se acercaban y debía de pensar rápido, la mejor estrategia, parecía ser dividirse para defender el lugar mientras otro grupo buscaba al responsable, pero el espectro de Alyssa permitiría que así fuese? De momento el nuevo Lord Blackford parecía que seria el que lo pusiera a prueba, teniendo eso en cuenta todo podía cambiar de un momento a otro...

- Tiradas (1)

Motivo: Guerra

Dificultad: 0

Tirada (5): 6, 4, 4, 4, 6

Guardados (5): 6, 6, 4, 4, 4

Total: 24, Éxito asombroso

Notas de juego

La tirada es para "vislumbrar" cual seria la mejor forma de proceder dada la situación y los enemigos que estan por todas partes...

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17/05/2013, 12:58
Thomas

El alivio que sintió Thomas al ver a los hermanos LLyfren aparecer sanos y salvos no podía describirse con palabras. Su perdida sería irreparable para la Casa.

Con pasos calmados se dirigió hacia ellos a la espera de ordenes. Pero algo hizo detener su avance. Algo apareció de las sombras y se dirigió a los presentes. De sus declaraciones, de las primeras y de las sonsacadas por los restantes mortales el caballero sacó en claro que sus señores eran reclamados.
Y de fondo unas pisadas auguraban la llegada de gigantes.

-¿Que hacer?-se preguntó Thomas

Podía elegir proteger a sus señores del espectro. El acero no le servía.
Podía tratar de desenvainar su espada frente a los gigantes. Algo inútil.
Podía encomendarse al inestable Blackford y preparar la defensa con el fuego. Había suficientes manos. No lo necesitaban.

-¿Para que puede servir un caballero?-se preguntó Thomas.

Para demostrar valor ante la oscuridad. Para decapitar dragones espada en mano.
Para salvar a la princesa de las manos del monstruo. El gran ideal del caballero resumido en tres frases.

Y entonces lo vio claro. Qyburn era el dragón, la puerta era la gruta oscura y y los LLyfren su princesa. Y embriagado de valor se dirigió hacia la entrada. Si para salvar la casa debía separar la cabeza del cuerpo de ese mal nacido por los 7 que lo haría.

-Valor Thomas, muestrales tu valor--susurró mientras se dirigía a la oscuridad espada en mano.

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17/05/2013, 16:03
Darren

Darren tomando ejemplo de Anna, busco alguna rama a la que anudo un pedazo de tela arrancadas su propia vestimenta.

-Si este es nuestro final, hagamos que sea glorioso. Dijo mientras se colocaba junto a Leroy listo para protegerlo con su vida.

Notas de juego

Escrito desde el movil