Partida Rol por web

Después de las dos primeras pruebas, los Fénix os conducen a una espléndida cena preparada por vuestros anfitriones. Largas mesas preparadas con todo tipo de manjares en el salón principal, las puertas del patio abiertas para que los invitados puedan ver el legendario Roble Pálido mientras comen. Los Fénix no han reparado en gastos con la comida, que incluye algunos de los mejores platos de Rokugán.

Cada uno de vosotros estáis sentados junto a los representantes de vuestro Clan, pero cerca tenéis otros representantes de los demás clanes. Las conversaciones cruzadas son una constante, las participaciones las más diversas. Los Fénix llevan la voz cantante defendiendo la iniciativa pacífica promulgada por la Emperatriz y apoyada por los Fénix, aunque algunos de los presentes se muestren reacios a esa paz absoluta.

La primera ronda de pruebas termina y empieza la cena, es una cena agradable y el momento perfecto para acercarme a alguien que llamo mi atención durante todo el torneo... o mas bien la atención de mi acompañante. Me acerco a la Doji con una sonrisa.

Saludos Doji-sama, soy Kitsuki Yumi Me presento. Su haiku sin duda fue hermoso y la forma de recitarlo perfecta.  Elogio.

Me muestro tranquila y sosegada en la manera de hablar por ahora solo quiero conocerla.

La bella Grulla recibió a Yumi con una sonrisa abierta y dulce, dirigió un asentimiento antes de responder.

Sois muy amable, Kitsuki-sama. Mi nombre es Doji Aiko, soy la esposa de Doji Yujiro. dirigió una fugaz mirada al artista Grulla que permanecía enfrascado en árduas conversaciones de arte con algunos Fénix. Sin duda alguna, la mejor belleza es la que inspira al autor. He de admitir que este encuentro por la paz es la mejor musa para tales obras, no en vano su haiku tampoco fue menor.

La joven fluía con el ambiente, era obvio que era una cortesana de la bien reconocida escuela de los Doji. Su franqueza y jovialidad era contagiosa.

Ansío sinceramente que las relaciones del Dragón y del Fénix mejoren. dijo asintiendo con suavidad. La guerra nunca aporta nada positivo cuando es entre hermanos y clanes.

Doji Hotaro saludó a la kitsuki en cuanto se acercó a ellos con una suave inclinación pero prefirió permitirles una cierta intimidad a las mujeres, tal vez la kitsuki te había dado cuenta también al igual que él de la infidelidad que se gestaba entre su compañero de clan y la mujer casada a la que  Hotaro acompañaba y deseaba hablar con la mujer para finalizar la deshonra que significaba aquello.

El por su parte volcó sus atenciones en la samurai-ko de generosas proporciones que acompañaba al sobrio político león.-Buenas noches, Akodo-sama¿tenéis unos instantes para brindarme? tengo la esperanza de que la conversación os agradará.-Le ofreció a la mujer, le parecía un tanto descortés hablar de prácticas de guerra en un lugar rodeado de pacifistas.

Cuando la Doji se presenta como esposa de  Doji Yujiro me coge de sorpresa, si estoy en lo cierto esto complica todavía más las cosas.  Cierro los ojos un segundo para calmarme, no debo montar una escena en este momenta por tensa que me encuentre.

Que a alguien de su innegable talento le haya gustado mi haiku me hace sentir honrada. Le contesta

La Doji se mueve como pez en el agua en la corte, como mi madre a mi aun  me falta mucho entrenamiento para poder moverme y reaccionar como ellas en una corte.

Esta ceremonia para mejorar nuestras relaciones fue una buena idea. Me gustaría poder disfrutar de este tipo de ceremonias más a menudo. Le replico con una sonrisa

Lanzo un quedo y breve rezo a Benten para bendecir la mesa mientras me siento a mi acompañante Katsu-sama.

- Itadakimasu- sonrío y comienzo a comer despacio para no parecer maleducada. De vez en cuando, me giro para vigilar que Shiro no moleste ni arme follón. 

De los tres Doji que había presentes, el más joven se dirige a mi.

- Siempre es un honor hablar con un Grulla, Doji-san. Mi nombre es Miku. He  venido junto a Ikoma Katsu-sama- me presento. 

Hotaro esbozó una escueta expresión de sonrisa y asintió.-Un placer conoceros Akodo Miku-San, Ikoma Katsu-san.-Una reverencia educada y volvió a su porte altanero habitual.-Doji Hotaro es mi nombre.-Se llevó una mano al pecho mientras se presentaba.-Tendréis mañana tiempo para compartir conmigo en los jardines? llegué al Kyuden con la esperanza de practicar con la espada y nunca he tenido el placer de ver el estilo Akodo¿os interesaría practicar un poco con la espada?.-Le preguntó a la Samurai-Ko mientras sostenía en la mano izquierda el abanico de plata que siempre le acompañaba en las recepciones sociales.

Lo Doji, aparentemente ajena a la sorpresa de Yumi, mantenía su actitud amable y exquisita. 

No tengo muchas oportunidades de visitar el norte del Imperio. dijo con un ademán apenado. Sin duda las tierras Fénix y las tierras Dragón evocan sentimientos inspiradores en el arte.

En silencio y mesura, tomó un bocado de arroz antes de proseguir al conversación.

Cierto es que iniciativas como las del Fénix deberían repetirse más. asintió convencida. Algunos descendientes de los Kami creen que la única forma de solucionar los conflictos es mediante el conflicto. Por suerte.. la mayoría no piensa así. hizo una breve pausa mirando a la Dragón con curiosidad controlada. ¿Y usted, Kitsuki-sama? ¿Ha visitado alguna vez las tierras de la Grulla?

Lamento decir que no, es originaria de vuestras tierras mis obligaciones en tierras dragón no me han permitido hacer el viaje. Eso es lo que me decían aunque sospechaba que tenía más que ver con mi salud, preferían que no hiciera un viaje tan largo. He visto grabados de sus costas y parece una tierra hermosa, espero poder visitarla algún día. El imperio es grande y hermoso espero podeer viajar para poder admirar su belleza. Confieso a la Grulla

La Cena era digna de una gran Corte, y las conversaciones resyltaban interesantes, no obstante intente conversar directamente con Doji Aiko...habia cosas que no me cuadraban.
Espere respetuosamente a poder intervenir apropiadamente.
Disculpadme Doji-Sama, soy Toku Taneka del clan del mono, viaje una vez con mi padre a tierras grulla, no obstante era muy niño y no puedo recordarlas con claridad. He oido Que las tierras dragon Tambien poseen una belleza casi mistica...cual de las dos me recomienda visitar?, añadi con una sonrisa amable.

La joven cortesana mostró una agradable sonrisa cuando Yumi reveló el clan de su madre, podía no ser algo extraordinario, muchos samurái tenían esposas Grulla, pero aquello no dejaba de ser un punto de unión entre la Dragón y su interlocutora. 

Entonces la sangre de la Dama Doji corre por vuestras venas. concluyó con un gesto dulce. No me digáis la razón, pero algo noté. le guiñó el ojo con jovialidad. Desde luego sois una distinguida hija del Dragón y la Grulla, no se diga que vuestro clan es asceta y desentendido de los asuntos del Imperio, sois buena muestra que no es así.

Cuando Yumi expresó sus intenciones de viajar, la Doji asintió compartiendo las intenciones de esta.

Me gustaría poder hacer lo mismo, Kitsuki-sama. Aunque no pudiera quejarme de mi situación.. a una le agradaría poder contemplar las maravillas del Imperio. reflexionó y suspiró con delicadeza. Espero que la paz impulsada ahora promueva esas intenciones, el Imperio necesita volver al esplendor de los Mil Años de Paz.

La intervención de Toku fue recibida por la Grulla con cierto reparo, con una sutil mirada advirtió de la presencia de Yumi en la conversación, pero la gracia de la cortesana se impuso. En este punto, la Doji se mostró menos abierta que con la Dragón, pero siempre igual de afable y radiante.

Le recomiendo visitar ambas, Toku-san. respondió con un gesto amable. Un samurái no debería dejar de contemplar la belleza que pueden ofrecer todos los rostros del Imperio, estoy segura de ello. Como el viento, que no distingue de lugares a los que viajar.

Sonrio a la Doji cuando dice que intuía mi ascendencia Grulla.

Me halaga, pero creo que no estoy a la altura de las glaciles grullas. Me confiesa que ella tambien quiere viajar por el imperio así que yo mando una pequeña pulla, me cae bien pero empecé esta conversación para recordarle algo. Es una lastima que a veces nuestro deber nos impida realizar lo que deseamos pero debemos recordar nuestro lugar en el orden celestial ¿no crees? No se si sedaría cuenta que sospechaba, no iba a decir en voz alta algo de lo que no estaba segura pero eso le debería dar algo en que pensar si estaba en lo cierto.

Cuando oigo la pregunta del Toku le dedico una dura mirada, su pregunta, si no fuera tan obvia, casí parecería hecha con la intención de enfrentarnos a la Doji y a mi. La Doji reacciona antes que yo para apaciguar los animos.

Así es, Toku-sama debería aprender que no se puede comparar la belleza de dos flores. Quizás fuera una replica más afilada de lo que pretendía en un principio ya que mi primera intención había sido ser apaciguadora como la Doji..

El cortesano León se encontraba enfrascado en una intensa conversación acerca de la naturaleza de la guerra y de la paz con un anciano Fénix. Mientras Katsu defendía la necesidad de enfrentamientos armados para tener a los samurái siempre atentos, el Fénix respondía con lacónicas alegorías al Tao y la futilidad de la búsqueda de la gloria a través de una muerte estéril entre hermanos.

Ambos samurái poseían brillantes argumentos, desde luego ninguno iba a dar su brazo a torcer, pero eso hacía más interesante la conversación. A ella permanecía pendiente un taciturno Hida Fuya que, algo borracho por el sake, trataba de seguir las palabras de uno y otro. Hasta el momento el Cangrejo se había mantenido a ralla, pero parecía esperar su gran momento para lanzar sus pullas a uno y a otro.

Me doy cuenta de que tal vez la dragon se ha sentido aludida de algun extraño modo negativamente. Con rostro impasible respOndo:
Por supuesto Kitsuki-sama, no queria menospreciar en modo alguno la belleza de las tierras dragon, vera, yo Como mi familia somos samurais prosaicos mas interesados en las personas que en la naturaleza por eso es que me interesaba la respuesta de Doji-sama aqui presente, digo Mientras sonrio ligeramente.
Una dama como usted de gustos tan refinados es increible que ame todos los lugares Por igual al disponer de tanta educacion y elementos de juicio, sin duda es una persona excepcional Que sabe apreciar la belleza de todos los lugares, acompaño esta frase con una amable sonrisa.

El debate entre el Ikoma y el Fenix llama mi atención pero yo ya había manifestado mi predileccion por la paz anteriormente así que prefería no inmiscuirme. Ademas delante mia tenia al mono intentando salir como buenamente podía de su anterior metedura de pata. Suspiro y me relajo, de todas maneras el samurai mono parecía más interesado en las opiniones de la Grulla lo que me da tiempo para buscar a mirumoto Rai con la mirada por si necesitará de mi colaboración.

Las peticiones del Grulla me incomodan un poco y no me parecen apropiadas conociendo las intenciones de este "torneo". Tomo un sorbo de mi vaso de té y sonrío educadamente al chico.

- En tierras León no os diría que no a vuestra propuesta, Doji-san, pero estamos en tierras Fénix, bajo la premisa de conseguir la paz entre los clanes en guerra, lo que a la larga, puede traer la paz a todo el Imperio. Y si bien es cierto que cada individuo debe servir a su Clan sin rechistar, primeramente ha de servir a la Emperatriz- palmeo mi muslo para hacer que Shiro venga y le acaricio la cabeza para relajarlo.

Hotaro alzó perceptiblemente la ceja izquierda.-Claro.-Dulcificó su expresión y sonrió suavemente.-Nuestro compromiso para con la emperatriz es indudable y comprendo vuestro recelo a practicar con la espada en una celebración como esta, no pasa nada Miku-san.-Una corta inclinación del mentón y prosiguió.-Mas no cejaré en mi empeño de invitaros a pasear mañana conmigo por los jardines si me permitís tal osadía, tomaremos el té y tocaré la biwa para vos si eso no os molesta.-El Doji seguía convencido de compartir una mañana en compañía de la dama Akodo.