Partida Rol por web

Tras varios minutos donde pudisteis conversar con uno u otro invitado, Isawa Masahiro dio un paso al frente.

En honor a la celebración de hoy, los Isawa tienen un regalo que presentar a los clanes. Por favor, acepten esta bella escultura, que representa la unidad y la fuerza del Imperio Esmeralda. hizo un gesto, y unos sirvientes retiraron el velo de seda de una de las mesas. Bajo este se encontraba una bella escultura de marfil, jade y oro. En la escultura estaban inscritos los mon de las familias principales de cada clan, grabadas en gemas y metales preciosos, rodeando un gran mon Imperial situado en el centro. En la base, rodeando de forma circular, se encontraban diversos mon de los clanes menores, hecho con una factura menos rica que la de los mayores. Como solo hay una escultura, los Isawa nos comprometemos a que este regalo haga una peregrinación por todo el Imperio. Este pasará un invierno en la corte de cada uno de los Campeones de los clanes de forma sucesiva.

En ese punto llegó el momento de aceptar el regalo, las miradas de intriga, incertidumbre y sorpresa se repartieron tras múltiples abanicos o rostros hiératicos. 

Uno de los primeros en acercarse a aceptar el regalo de los Isawa fue el Bayushi, con gesto sobrio se presentó frente al karo Masahiro y practicó una reverencia.

Los Isawa han prestado gran esfuerzo en este regalo, pero no me sentiría cómodo aceptándolo. Tal escultura debería permanecer en este castillo para que todo el mundo lo pudiera admirar sin percance. respondió con respeto, por contra Masahiro insistió en que aceptara el regalo, el Escorpión volvió a mostrarse reacio.

Por favor, no insistáis. No estoy a la altura de la gloria que supone aceptar este regalo en nombre de mi clan. insistió en su negativa, una segunda vez el karo pidió a Ejiro que aceptase y, en esta ocasión, la respuesta fue positiva.

Entonces no me queda más remedio que aceptar este gran honor con gran orgullo. Agradecido mil veces en nombre del Escorpión el recibir este preciado regalo de manos del Fénix.

Me acerque a Isawa Masahiro con respeto. ]Es un regalo grandioso, parece como si los min clam mismos kami lo hubieran esculpido, pero debo rechazarlo, seria demasiado para un clan menor el posser tal objeto. Espere su respuesta para negarme otra vez con educcacion y aceptarlo a la tercera ocasion como dicta el protocolo.

Me situo al lado de Mirumoto Rai silenciosa siguiendo la ceremonia de regalos. Estoy seguro de que lo hará bien un hombre de su posición ya ha tenido que asistir a más de una ceremonia así que yo tan solo tengo que mantenerme en mi lugar mientras observo la ceremonia con calma.

El Fénix ofreció dos veces más el regalo a Toku, que aceptaba el regalo en último lugar de acuerdo con su estatus de Clan Menor, tal como indicaban los principios de etiqueta.

Me siento honrado por recibir un regalo en nombre de mi clan, mas mi bajo status me impide aceptar un regalo tan grandioso como este en nombre de la grulla.-Reverenció y añadió.-No estoy a la altura de la gloria que se nos acredita.-Volvió a rechazar el regalo por segunda vez.-Mas aceptaré el peso y el regalo de vuestras amables manos para honrar vuestra bondad y cortesía pese a mis dudas personales sobre mi valor como receptáculo del recibimiento del presente.

Que la luz de nuestra Emperatriz os ilumine tanto como este regalo iluminará nuestro imperio.

Me acerco en nombre de los León, reverencio y comienzo el protocolo.

- Es un gran honor, pero no creo que yo sea la más digna para recibir este hermoso presente- tras la segunda oferta, vuelvo a "rechazar" la escultura - Me llena de orgullo que hayáis creado un regalo de tamaña belleza, pero por eso mismo en vuestras manos estará más seguro- y, como dicta el protocolo, y tras la tercera oferta, acepto - Si insistís, cuando llegue a tierras León lo cuidaremos y no olvidaremos el propósito de su creación- 

A medida que ibais aceptando los regalos llegó el turno a los representantes del Clan del Dragón, el bushi Mirumoto Rai era el elegido para aceptar ese regalo. Con el mismo gesto cordial, Isawa Masahiro se inclinó frente a Rai ofreciendo protocolariamente el regalo.

Mirumoto Rai-sama, por favor, acepta esta bella escultura en nombre del Clan del Dragón, como símbolo de los sinceros deseos del Clan del Fénix de que la paz y la unidad prevalezcan en el Imperio.

Rai contempló la escultura en silencio, sus ojos se volvieron por un mero instante examinando la multitud. Entonces respondió.

Te agradezco esta... escultura.

Surgieron murmullos y suaves susurros de la multitud como reacción a esta ruptura de la etiqueta. Isawa Masahiro se quedó desconcertado durante un momento, pero se recuperó hábilmente sonriendo educadamente y pasando al siguiente representante de clan. Fue así hasta que el resto de invitados aceptaron sus respectivos regalos sin mayores incidentes.

Hotaro miró de arriba abajo la reacción del mirumoto, sus escasos modales y su falta de protocolo.-Ejem.-Carraspeó con la suficiente fuerza como para hacerse notar por aquellos mas cercanos a el y con un gesto de completa parsimonia desató el primer lazo de seda que mantenía atado su daisho, dispuesto a retar en duelo a aquel mirumoto por aquella tremenda falta de respeto delante de todos ellos, no solo por que había faltado al hombre que hacía el regalo sino por que además despreciaba al resto de los presentes, tan molesto estaba y decidido a desenvainar la Katana que hasta se permitió el lujo de apartar la vista de la Akodo que llevaba buscando durante toda la recepción.

Disculpad, Mirumoto-sama.-Hotaro se acercó a este con lentitud y le dedicó una reverencia escueta aunque educada evidenciando en sus gestos que se hallaba molesto por su reacción.-A qué se debe vuestra falta de protocolo y educación si me lo permitís, Mirumoto-Sama?.-Hotaro lo miraba desde su baja altura a la espera de una explicación y una disculpa privada o pública al daimyo al que acababa de ofender, sino no quedaría sino batirse con el mirumoto.

Sin duda la reaccion del mirumoto me sorprendio, intente fijarme mas en el discretamente por si descubria algo de interes.
La reaccion del Doji no me sorprendio iba buscando Fama y la iba a conseguir.

Te das cuenta de que Mirutomo Rai se muestra incómodo con sus propias acciones.. y que cuando miró hacia atrás durante unos instantes antes de aceptar, sus ojos se posaron durante un triste momento sobre Doji Aiko.

El Dragón miró con cierta indiferencia a Hotaro, no se inmutó ante la pregunta directa que lanzó con poco tacto. Rai pareció no agradarle la actitud del Grulla, pero contuvo una respuesta más áspera.

No es mi responsabilidad satisfacer su curiosidad, Doji-sama. Lo lamento. bajó la cabeza con educación, sin mostrarse hostil en esas palabras, sino indiferencia. 

Me muestro sorprendida por la actuación de Mirumoto Rai pero trato de mantener la compostura.

Tienes que parecer sorprendida para que no piensen que estaba preparado pero no demasiado que deje aun en peor lugar a Mirumoto Rai... pienso para mi.

Para redondear la situación un Doji se adelanta casi parecía con la intención de retarlo a un duelo por ello, de la escuela Kakita sospecho por su audacia y su porte. Supongo que es momento de intervenir y tratar de minimizar los daños pero luego tendré que hablar con Mirumoto Rai para saber que está ocurriendo. Suspiro levemente antes de dar un paso al frente para decir.

Es obvio que le ha impresionado tanto la belleza de tan esplendido regalo que su subconsciente no le ha permitido rechazarlo. Digo con un leve tono de voz, no merecía la pena tratar de dejarlo pasar cuando el Doji se había encarado por ello. De todas formas no digo el nombre de Mirumoto es de lo poco que puedo hacer para suavizar el golpe. Un desgraciado incidente, que no debería empañar esta fabulosa celebración por la paz. Digo remarcando levemente la palabra paz a la vez que miro al Doji intentando asi que la posibilidad de retarlo quede un poco más fuera de lugar.

La mirada de Hotaro cruza la sala mirando a Doji Aiko y luego la volvió a clavar en el Mirumoto que le hablaba con sobrada indiferencia por sus actos.-No se que actos lo han llevado a ofender al hombre que nos abre las puertas de su casa y nos ofrece la paz y la hermandad, es cierto, y si aún así no puede satisfacer mi curiosidad al respecto creo que tal vez  la necedad lo han empujado a insultarnos a todos.-Nuevamente miró a Doji Aiko y dio un paso lateral para ocupar esa franja de espacio visual.

Las palabras de la Kitsuki aplacaron el ímpetu de Hotaro pero era visiblemente evidente que su mano se hallaba apoyada en su obi, sobre la katana pero sin llegar a tocar esta pues aún le daba la oportunidad al mirumoto de disculparse por sus actos.-Lo lamento Kitsuki-sama, mas esta afrenta a la hospitalidad es una clara falta de honor que debe saldarse con una disculpa pública, ya no somos niños, nuestras faltas deben de ser corregidas.-Inclinó la cabeza, lo lamentaba por la mujer y sus buenas intenciones al intentar salvar a su amigo.

Si los Dragón eran famosos por algo era por su hieratismo, y Rai hacia gala excepcional de esa cualidad frente a Hotaro. La gente empezaba a mirar con cierto escándalo la situación, y parecía que era más por la actitud del Doji que la del Mirumoto.

Ni siquiera os habéis presentado, venís exigiendo y vuestra actitud corrobora lo que alegáis no ser. respondió con paciencia, aunque el tono había adquirido cierto grado de durez. Como chui del ejército Dragón no es extraordinario que trate a menudo con la juventud desbocada, templad vuestra actitud como el fuego que forja una katana, Doji-sama, u os mellareis sin remedio. alentó sin cambiar el tono de voz.

La intervención de Yumi fue un bálsamo que el Mirumoto agradeció. Asintió cordial a sus palabras sin añadir nada más, dispuesto a alejarse ya.

Doji Hotaro es su nombre, recordadme Mirumoto-sama.-Hotaro despidió al hombre para que pudiera marcharse ya que decidió huir de las duras acusaciones.-Espero que en otro momento podamos conversar mas cómodamente y promover la paz tal y como desean nuestros anfitriones.-acto seguido miró a la cortesana Kitsuki-Y a vos os agradezco vuestra intervención, Kitsuki-sama. Me llamo Doji Hotaro y lamento esta escena incómoda.-Tras pedir disculpas por su acalorada intervención volvió junto con los otros dos miembros de la grulla.

En primera instancia el Doji parece seguir adelante con su idea del duelo pero los murmullos de alrededor empiezan a ser más por la actitud del Grulla más que por la pasada metedura de pata del Dragon. Voy a hacer otro comentario en la misma linea que el anterior cuando parece que finalmente decide retirarse.

No puedo hacer milagros pero al menos el daño esta contenido... pienso para mi

Un placer, mi nombre es  Kitsune Yumi. Digo presentandome ante la grulla Olvidemos el incidente y sigamos disfrutando de la velada. Quizás podamos conversar más tarde. Respondo antes de que el grulla se retire con su comitiva.

Luego me giro hacia Mirumoto Rai con un semblante algo menos suave, estaba claro que mi cara indicaba que quería hablar con él cuando la ceremonia acabara, esa metedura de pata no era propia ni de un niño...