Partida Rol por web

Doji Yujiro y los anfitriones Fénix aplaudieron al concluir la competición de poesía.

Qué maravillosa demostración de naturaleza espiritual de los samuráis. dijo Yujiro con su entonación perfecta. Continuemos ahora explorando el arte del pincel, un tipo distinto de arma de aquellas a las que algunos acostumbran a blandir, estoy seguro. unos siervos se adelantaron y colocaron unos caballetes, de tal forma que tuvieran una buena perspectiva del ocaso. Junto a cada pieza de seda blanca colocan tinta, pintura y pinceles.

Todos los invitados participan salvo uno de los hermanos Shinjo. Las obras presentadas evocan clásicos paisajes naturales rokuganeses. La cultura rokuganesa considera la belleza espontánea de la naturaleza muy superior, y mucho más conmovedora, que cualquier motivo artificial o posado. Cuatro de esas pinturas divergen de los temas convencionales.

Uno de los representantes León crea una pintura titulada Amanecer, en la que un ejército aparece al amanecer, listo para el combate. El sol naciente hace desaparecer la niebla gris matutina, haciendo brillar los yelmos de cientos samuráis León. Sus rostros se muestran calmados y tranquilos mientras aguardan la batalla del día.

La pintura de Kitsune Sanae se titula Guardián. Retrata a un zorro de ojos verdes que vigila un denso matorral.

La pintura de Mirumoto Rai se titula Honor. Dedica mucho tiempo a ella. Muestra a dos duelistas que se encuentran en un claro, rodeado de árboles. Aunque no se ningún mon ni los colores de ningún clan, uno de los duelistas se encuentra en la posición de dos espadas de los Dragón, y teniendo en cuenta las posturas de las figuras, su oponente está a punto de sufrir un golpe letal.

La pintura del Cangrejo está hecha completamente en tinta negra, con pinceladas gruesas, toscas y directas. Se titula Tranquilidad. Muestra una horrible batalla en la Muralla Kaiu, con samuráis desesperados luchando y muriendo contra monstruos terribles y hordas de no muertos.

Me fijo atentamente en todas las pinturas tal vez para conocer mejor a los autores tal vez para sacar inspiracion, aun no se si participare, desde luego no tenia muchos conocimientos de dibujo.

De la pintura de Hida Fuya te percatas que, detrás de la batalla, un pequeño pájaro da de comer en su nido a sus polluelos: en perfecta tranquilidad y seguridad, protegida por el coraje de los Cangrejo.

De la pintura de Mirumoto Rai aprecias que entre los arbustos de la esquina superior derecha casi ocultan el perfil de una mujer muy bella arrodillada para oler una flor.

Decido no participar tampoco en esta competición. Una vez terminan los participantes, miro detenidamente cada uno de los cuadros.

Hotaro se sentó frente al lienzo con algunas dudas personales sobre sus capacidades como pintor, respiró hondo y observó el horizonte durante largo rato en silencio, poco a poco fue cerrando los ojos y recobrando un recuerdo de su mas tierna infancia.

Poco a poco fue desplazando su mano en suaves trazos de diversos colores, entre los que predominaban los tonos amarillos y rojos, los azules y celestes....un cielo abierto y claro se fue desvelando surcado por aves reconocidas por aquellos que habitaban la costa, un sol radiante iluminaba una solitaria costa en la que numerosos niños jugaban corriendo unos detrás de otros mientras una mujer grulla de excelso porte llamaba con urgencia a los niños que jugaban.

Cuando hubo acabado de plasmar aquel recuerdo Hotaro aprovechó para secarse una solitaria lágrima de la mejilla y se levantó del taburete casi con asco, en rápidos pasos se alejó cuanto pudo del lugar sin resultar maleducado y reunirse en torno al resto de los presentes para observar el resto de pinturas.

Poesía y ahora pintura, ninguna de las dos artes se me daban especialmente bien. Lo primero es concentrarse en el tema, un sensei y dos alumnos practicando en el patio, ambos alumnos en posturas de iajutsu mientras el sensei los corrige. Una escena que vi multitud de veces. Todos los participantes llevan el mon dragon y el paisaje que rodea a la escena evoca serenidad y tranquilidad. Estoy terminando la pintura cuando añado un último detalle, un pequeño pájaro volando cerca del sol al que pinto con tonos amarillos, si alguien se fijara bien podría parecer un Fenix.

Cuando termino la pintura estoy bastante satisfecha, no se puede decir que sea una obra maestra pero sin duda supera a la mayoría de intentos que había hecho con anterioridad.

Al terminar empiezo a observar las demas pinturas, me detengo delante de la Doji Hotaro para elogiarla.

Hermosa escena. Le digo con una sonrisa

De la pintura de Mirumoto Rai aprecias que entre los arbustos de la esquina superior derecha casi ocultan el perfil de una mujer muy bella arrodillada para oler una flor.

De la pintura de Mirumoto Rai aprecias que entre los arbustos de la esquina superior derecha casi ocultan el perfil de una mujer muy bella arrodillada para oler una flor.

De la pintura de Hida Fuya te percatas que, detrás de la batalla, un pequeño pájaro da de comer en su nido a sus polluelos: en perfecta tranquilidad y seguridad, protegida por el coraje de los Cangrejo.

De la pintura de Mirumoto Rai aprecias que entre los arbustos de la esquina superior derecha casi ocultan el perfil de una mujer muy bella arrodillada para oler una flor.

El juez de la prueba iba pasando lienzo tras lienzo evaluando las obras, con unas de mostraba más entusiasmado que en otras. No pareció especialmente impresionado por la obra de Hida Fuya, incluso mostró cierta molestia por la violenta escena, aunque luego su rostro cambió al apreciar algo en aquella obra lo que se tradujo en un asentimiento de felicitación al Cangrejo.

Las obras de Hotaro y Yumi fueron apreciadas de buen grado, aunque la pintura no era el campo que ninguno de los dos dominaba, Doji Yujiro pareció apreciar el esfuerzo y el resultado con un silencioso elogio.

Hotaro inclinó suavemente la cabeza ante el elogio de Kitsuki Yumi, el recuerdo de la infancia era hermoso aunque resultaba doloroso tras la perdida de su madre hace escasos años, respiró hondo y habló lentamente midiendo cada palabra que soltaba pues su mirada se hallaba en la pintura de Mirumoto Rai, un hombre que lentamente y paso a paso se estaba acercando a una mujer que no le pertenecía mientras se introducía no solo en una relación sino en el honor de un amigo de su Sensei, por hende el suyo propio y el de su clan.-Un halago no tan merecido, hay obras mejores e incluso mas atrevidas como la de Hida Fuya-San o la de Mirumoto Rai-San.-Le dedicó una sonrisa a la mujer que pese a los roces anteriores se había acercado a conversar con el.-Vuestra pintura tampoco se aleja de la mia, es hermosa también en su simplicidad.

Cada una de ellas tienen belleza a su manera. Desde luego la precisión en el trazo de esas dos obras es... asombroso, cuidarón hasta el más mínimo detalle en sus obras. Me temo que mi habilidad con el pincel no esta a la altura de semejantes obras. Manifiesto, al darme cuenta de algo me acerco a la pintura del Hida con curiosidad.

Intuyes que se trata del ruiseñor típico que pueda encontrarse en Rokugán, quizá no sea la importancia de la especie de ave, sino la metáfora que representa..

Declino la propuesta de participar amablemente y me dedico a reflexionar sobre laa obras que me han llamado la atencion.