Partida Rol por web

Tras varias jornadas de viaje llegáis a Aoijiroi Oku Shiro, el Castillo del Roble Pálido, situado en la provincia de Kyuukai en tierras Fénix. El castillo es famoso por ser el lugar donde se encuentra la tumba del Emperador Hantei XVII, que ignoró las tradiciones y exigió ser enterrado, no incinerado, en un campo cercano al lugar en el que nació la mujer a la que amaba. Bajo el castillo se encuentran las Llanuras del Roble Pálido, unas fértiles tierras de labranza situadas entre el gran bosque de Isawa Mori y las montañas Fénix.

Has llegado acompañado por el famoso artesano Doji Yujiro y su hermosa esposa, Doji Aiko, una cortesana de buena reputación. Yujiro es amigo de tu sensei Kakita Hirotada y, sabedor de tu juventud y aptitudes, te ofreció acompañarle a él y a su esposa al torneo organizado por los Fénix. En palabras de este "Es una buena oportunidad para que puedas conocer tierras más allá de Kyuden Doji". Ha sido un viaje tranquilo, incluso incómodo para ti, pero las prolongadas conversaciones con Yujiro y su esposa Aiko lo han hecho bastante ameno.

El salón principal del castillo está decorado con banderolas festivas. Los delgados muros de madera se han abierto para revelar el patio central y el jardín del castillo, en el que crece un gran roble, supuestamente el lugar exacto en el que Hantei XVII fue enterrado. Muchos samuráis pasean por los jardines, admirando el poderoso árbol, mientras que otros samuráis en el interior del salón se acercan a mesas repletas de pasteles de arroz, y otros alimentos. Silenciosos sirvientes corren de un lado para otro llevando bandejas con té y sake. También está presente una orquesta de artesanos Grulla interpretando música ligera y agradable con la biwa, el tambor taiko y el shamisen.

El castillo se ve asaltado por toda clase de invitados al torneo, la guardia permanece en las murallas exteriores intentando no interferir en la celebración. Aunque hay multitud de invitados, unos pocos destacan por encima de todos, por ahora no hay rastro del daimio Asako Shizu y es tiempo de charlas para conocer a los demás invitados.

Tras varias jornadas de viaje llegáis a Aoijiroi Oku Shiro, el Castillo del Roble Pálido, situado en la provincia de Kyuukai en tierras Fénix. El castillo es famoso por ser el lugar donde se encuentra la tumba del Emperador Hantei XVII, que ignoró las tradiciones y exigió ser enterrado, no incinerado, en un campo cercano al lugar en el que nació la mujer a la que amaba. Bajo el castillo se encuentran las Llanuras del Roble Pálido, unas fértiles tierras de labranza situadas entre el gran bosque de Isawa Mori y las montañas Fénix.

Has llegado acompañado por el alabado historiador y bardo Ikoma Katsu, buen amigo de tus padres y principal promotor de tu viaje a este torneo organizado por los Fénix. Katsu, sabedor de tus ganas de aventuras, convenció a tus protectores progenitores que te permitieran acompañarle en el largo viaje desde las tierras León a las tierras Fénix. Durante el viaje el Ikoma te ha entretenido contándote legendarias batallas del Imperio, enumerando los principales héroes del clan hasta el punto de hacerse, a veces, algo repetitivo. A pesar de ello, es cuestión de alegría que se te haya permitido traer contigo a tu perro Shiro, que corretea por los jardines algo temeroso por no conocer el lugar.

El salón principal del castillo está decorado con banderolas festivas. Los delgados muros de madera se han abierto para revelar el patio central y el jardín del castillo, en el que crece un gran roble, supuestamente el lugar exacto en el que Hantei XVII fue enterrado. Muchos samuráis pasean por los jardines, admirando el poderoso árbol, mientras que otros samuráis en el interior del salón se acercan a mesas repletas de pasteles de arroz, y otros alimentos. Silenciosos sirvientes corren de un lado para otro llevando bandejas con té y sake. También está presente una orquesta de artesanos Grulla interpretando música ligera y agradable con la biwa, el tambor taiko y el shamisen.

El castillo se ve asaltado por toda clase de invitados al torneo, la guardia permanece en las murallas exteriores intentando no interferir en la celebración. Aunque hay multitud de invitados, unos pocos destacan por encima de todos, por ahora no hay rastro del daimio Asako Shizu y es tiempo de charlas para conocer a los demás invitados.

Tras varias jornadas de viaje llegáis a Aoijiroi Oku Shiro, el Castillo del Roble Pálido, situado en la provincia de Kyuukai en tierras Fénix. El castillo es famoso por ser el lugar donde se encuentra la tumba del Emperador Hantei XVII, que ignoró las tradiciones y exigió ser enterrado, no incinerado, en un campo cercano al lugar en el que nació la mujer a la que amaba. Bajo el castillo se encuentran las Llanuras del Roble Pálido, unas fértiles tierras de labranza situadas entre el gran bosque de Isawa Mori y las montañas Fénix.

Has llegado acompañado por el joven Mirumoto Rai, un chui del ejército Dragón que se ha mostrado bastante taciturno durante el viaje. Enseguida has percibido que se trata de un hombre de acción, no de cortes. Pero debido a que este torneo propuesto por los Fénix va dirigido a limar asperezas en las recientes tensiones fronterizas con tu clan, parece que el clan ha decidido que es importante que un representante de la familia Mirumoto esté presente en el torneo. A ti te han mandado que lo acompañes para apoyar, con tus dotes cortesanas, la labor de Rai.

El salón principal del castillo está decorado con banderolas festivas. Los delgados muros de madera se han abierto para revelar el patio central y el jardín del castillo, en el que crece un gran roble, supuestamente el lugar exacto en el que Hantei XVII fue enterrado. Muchos samuráis pasean por los jardines, admirando el poderoso árbol, mientras que otros samuráis en el interior del salón se acercan a mesas repletas de pasteles de arroz, y otros alimentos. Silenciosos sirvientes corren de un lado para otro llevando bandejas con té y sake. También está presente una orquesta de artesanos Grulla interpretando música ligera y agradable con la biwa, el tambor taiko y el shamisen.

El castillo se ve asaltado por toda clase de invitados al torneo, la guardia permanece en las murallas exteriores intentando no interferir en la celebración. Aunque hay multitud de invitados, unos pocos destacan por encima de todos, por ahora no hay rastro del daimio Asako Shizu y es tiempo de charlas para conocer a los demás invitados.

Tras varias jornadas de viaje llegáis a Aoijiroi Oku Shiro, el Castillo del Roble Pálido, situado en la provincia de Kyuukai en tierras Fénix. El castillo es famoso por ser el lugar donde se encuentra la tumba del Emperador Hantei XVII, que ignoró las tradiciones y exigió ser enterrado, no incinerado, en un campo cercano al lugar en el que nació la mujer a la que amaba. Bajo el castillo se encuentran las Llanuras del Roble Pálido, unas fértiles tierras de labranza situadas entre el gran bosque de Isawa Mori y las montañas Fénix.

El Fénix también ha querido ofrecer su celebración a los Clanes Menores, y estos han decidido que el Clan del Mono vaya en su representación. Tal responsabilidad ha recaído sobre ti, que deberás asumir la importante carga de dejar en buen lugar tanto tu clan como los demás Clanes Menores. La familia Kitsune, antiguo Clan del Zorro y ahora miembro del Clan de la Mantis, ha querido mostrar su apoyo por esta empresa permitiendo que acompañes a Kitsune Retsu y a Kitsune Sanae. El primero es un joven shugenja que acaba de superar su gempukku, Sanae es una bushi que acompaña al muchacho como su yojimbo, aunque su actitud y formas parecen los de una cortesana.

El salón principal del castillo está decorado con banderolas festivas. Los delgados muros de madera se han abierto para revelar el patio central y el jardín del castillo, en el que crece un gran roble, supuestamente el lugar exacto en el que Hantei XVII fue enterrado. Muchos samuráis pasean por los jardines, admirando el poderoso árbol, mientras que otros samuráis en el interior del salón se acercan a mesas repletas de pasteles de arroz, y otros alimentos. Silenciosos sirvientes corren de un lado para otro llevando bandejas con té y sake. También está presente una orquesta de artesanos Grulla interpretando música ligera y agradable con la biwa, el tambor taiko y el shamisen.

El castillo se ve asaltado por toda clase de invitados al torneo, la guardia permanece en las murallas exteriores intentando no interferir en la celebración. Aunque hay multitud de invitados, unos pocos destacan por encima de todos, por ahora no hay rastro del daimio Asako Shizu y es tiempo de charlas para conocer a los demás invitados.

El afamado artesano Grulla sonríe en perfecta armonía a cuantas personas se le van cruzando, parece ser muy reconocido entre los presentes. A los cumplidos Yujiro responde de forma agradecida y humilde, pero notas que está henchido de satisfacción. Su esposa Aiko también atiende y charla con los invitados, su actitud parece más natural y apasionada que su marido, ambos Grullas parecen estar en su salsa.

En un momento de tranquilidad, el Doji se dirige a ti liberándose de un par de admiradores.

Estimado Hotaro-san, no os quedéis parado. Disfrutad de la fiesta, de la gente, de cuanto nos ha de ofrecer el Fénix en su torneo. Sed libre de pasearos, para eso habéis venido. sonrió levemente, con la magnitud exacta. Vuestro querido sensei no me perdonaría si supiera que no habéis aprovechado esta oportunidad de conocer a nuevas personas fuera de las tierras Grulla.

Ikoma Katsu se ha visto envuelto en alguna que otra conversación tediosa desde que llegasteis, aunque el cortesano León ha sabido hacer valer su visión sin mayores complicaciones. Katsu es un enamorado de la historia, tiende a esgrimir los grandes acontecimientos históricos para apoyar sus posturas. Y lo hace con habilidad, en un instante que tiene entre una conversación y otra, se dirige hacia ti.

Miku-san, no es posible que no os separéis de mi lado. Me habéis escuchado con total paciencia durante nuestro viaje hasta aquí, sed libre de pasearos por el castillo. Atended a los invitados, conoced a los presentes. hizo una grave pausa, tan grave como su tono de voz. No os preocupéis por mi, sabré defenderme solo como Akodo Shin en la Colina del Viento Rojo. añadió con una leve sonrisa mientras volvía a atender a otros invitados. 

El gesto adusto de Mirumoto Rai no deja lugar a dudas, no parece demasiado contento con su papel en aquel lugar. Las pocas conversaciones que mantiene son parcas y breves, pero el bushi mantiene una educación fuera de toda duda. En cambio tú recibes la atención de varios invitados, que te agasajan con las palabras adecuadas y muestran sus deseos por reforzar los vínculos pacíficos entre los Dragón y los Fénix. Una fugaz mirada de soslayo de Rai cae sobre ti.

Os defendéis bien, Yumi-san. hizo una leve pausa mientras asentía educadamente a un par de cortesanos Fénix. Os envidio, ojalá tuviera vuestra habilidad.

Justo en ese momento, uno de los invitados se acercó a vosotros. Su rostro permanecía oculto tras una máscara de madera de la que solo asomaban sus ojos y sus labios, unos labios curvados con una enigmática sonrisa.

Aquel hombre era bajo y poco llamativo, tan poco llamativo como pudiera ser un Escorpión, bailó esquivando un par de invitados y se plantó con una exquisita reverencia. Sin perder la sonrisa, procedió a presentarse.

Saludos, honorables representantes del Dragón. Soy Bayushi Ejiro, permitid que sea de los primeros en daros mi apoyo en esta maravillosa búsqueda de entendimiento entre vuestro Clan y el del Fénix. se presentó con un gesto cordial. Una ocasión inmejorable, sin duda. Los Asako están siendo unos anfitriones excelentes, especialmente por la fama de ascetas y de fuertes tendencias monacales. comentó sin malicia, pero mostrando cierto asombro.

Tras una breve pausa prosiguió.

Espero tener el gusto de presenciar las capacidades de los representantes Dragón en el torneo, una celebración de esta naturaleza no puede ser huérfana de la presencia de tan importante Clan en el Imperio. hablaba con franqueza, con una familiaridad intrigante, pero puede que fuera la perenne sensación que transmiten los Escorpión. En cualquier caso, Ejiro parecía interactuar con vosotros de forma impecable.

Poco después de llegar, el joven Retsu ya empezaba a atender a distintas conversaciones con los invitados, el apurado shugenja se le veía aún el reflejo de la inexperiencia y en más de una ocasión no pudo impedir que sus mejillas se ruborizasen al conversar con alguna doncella. Su yojimbo Sanae no parecía perder detalle de aquellas conversaciones, incluso participaba, pues su aspecto distaba mucho de lo que podía recordar a un bushi: únicamente llevaba un tanto en el obi. Por esta razón, más de uno de los invitados le ha confundido por una cortesana.

Taneka-san, habéis compartido nuestro camino. No.. no debéis convertiros en nuestra sombra, desde luego.. representáis a los Clanes Menores. se dirigió hacia ti Retsu con tono afable. Disfrutad de esta celebración, si tenéis cualquier inconveniente.. no dudéis en acudir a mi o a Sanae-san. poco después fue engullido por una vorágine de jóvenes cortesanas para apuro del Kitsune. 

Reboso alegría mientras observo el bello castillo. Es un gran privilegio pisar un suelo tan sagrado, donde reposan los restos de uno de los emperadores de la dinastía Hantei. Con una respetuosa inclinación, me despido de mi acompañante.
- Nos veremos después, Katsu-sama ¡Shiro, ven aquí! - palmeo mi muslo para hacer venir conmigo a mi querido can. Observo a todos los invitados. Se han reunido todos los Grandes clanes (aunque también veo otros pertenecientes a Clanes Menores). De momento, me dirijo hacia aquellos que muestran en mon de la Mantis, los cuales están junto a un Mono.
Puede ser interesante.
Cuando llego junto a ellos, me inclino respetuosamente.
- Saludos, honorables señores y dama. Soy Akodo Miku, de los León. Es un honor tener de compañía a miembros de un clan tan aclamado por su carácter aventurero, además de un miembro de un clan Menor - procuro ser todo lo educada posible.

La belleza del lugar me sobrecogia, la mision encomendada como representante de los clanes menores me pillo algo Por sorpresa, sabia Que era un gran motivo de orgullo Pero tambien conllevaba una gran responsabilidad.
Los Kitsune eran agradables y me sentia en compania de iguales a su lado, con disgusto vi que nos separamos.-Adios Kistune-San, que las fortunas te sonrian!-
Acto seguido me dispuse a entablar conversacion con un clan que dominara estas situaciones y me fije en una delicada y menuda grulla...pero una akodo me interrumpio.
-El honor es mio Akodo-San-, digo con una leve inclinacion de cabeza,- Mi nombre es Toku Taneka.No hay en rokugan un clan tan distinguido en la batalla como el vuestro, y ademas un miembro de la familia Akodo descendientes de su fundador!...yo solo soy un miembro del clan del mono qUE han designado Como representante de los clanes menores-

El joven Retsu se mostró apurado por unos instantes al ver a la León acercarse. Con sutiles gestos de inseguridad inicial, el Mantis sonrió saludando.

Es un honor conocerla, Akodo-sama. Soy Kitsune Retsu del Clan de la Mantis, ella es mi yojimbo, Kitsune Sanae. la mujer asintió cordial, su aspecto distaba mucho de la de ser un bushi, más bien parecía una cortesana.

Es agradable ver como el León asiste a este torneo que promueve ideas tan legítimas como la paz. Muchos años de guerras intestinas, tiempo es para la entente y la paz. las palabras del Kitsune eran apasionadas y sinceras, derramaba entusiasmo y fe en la causa Fénix que había conducido a ese torneo.

El viaje habia sido largo y cansado, ademas por la actitud de Mirumoto Rai durante el trayecto no se podría decir que ibamos a una celebración. Esta claro que el torneo es importante para garantizar la paz entre el Fenix y el Dragón pero el mero hecho de que se celebre es un claro indicativo de sus intenciones.

Durante la celebración inicial me mantengo cerca de Mirumoto Rai, el cual pese a ser parco en palabras se defiende de manera notable en las lides diplomáticas.

Gracias, Rai-sama, pero realmente me facilita mucho el trabajo... mi labor es apoyarlo pero se defiende perfectamente bien sin mi ayuda. Le replico con una sonrisa.

En cuanto llega el Bayushi lo saludo con una inclinación, devolviendole el saludo con rostro afable.

Saludos, Mi nombre es Kitsuki Yumi Me planteo presentar tambien a Mirumoto pero finalmente me decanto por que se presente a si mismo. El objetivo de este torneo es encomiable sin duda y la organización parece estar a la altura . Digo dandole la razón. Estoy segura de que los representantes de todos los clanes estaran a la altura del mismo tambien. Digo de manera diplomática. ¿Se puede saber quienes serán los representantes del Escorpión? pregunto con algo de curiosidad

- El placer es mío por poder estar en presencia de tres miembros de el que fue y el que es dos clanes menores. En mi opinión, los clanes Menores son tan importantes como los Grandes Clanes y su presencia nos honra - muy sonriente, les señalo con mi mano a mi querido compañero- Mi peludo compañero se llama Shiro- mientras acaricio la cabeza de mi amigo, me fijo en Retsu - Parecéis muy joven, Retsu-san ¿Es este vuestro primer viaje a tierras de otro clan?-

Rai saludó con gesto cordial, pero tan distante como pudiera estar con todos con quienes había hablado hasta el momento. No parecía que por ser este Escorpión hubiera un celo especial.

El cortesano Bayushi sonrió ampliamente al escuchar tu nombre, un gesto intriga se dibujó en su mirada con claridad.

Un miembro de la familia natal de nuestra amada Emperatriz, los Kitsuki estáis en boca de todos, mi señora. Vuestros métodos son, cuanto menos, pintorescos.. aunque dicen que verdaderamente efectivos. elogió de un modo que sonaba bastante sincero.

Cuando le preguntaste acerca de la representación, Ejiro tomó una actitud ligeramente burlona.

Lo tenéis delante, Yumi-sama. Mi Clan me ha honrado con la posibilidad de representarlo en el torneo, uno que, tengo la sospecha, desilusionará a muchos bushi aquí presentes. comentó con franqueza.

Hotaro vestía uno de sus mejores kimonos, de excelente seda y con numerosos brocados e intricados diseños fluviales, con grullas alzando el vuelo en armoniosos cielos sobre puros estanques de aguas cristalinas surcadas por juncos.-Mil gracias por su magna compañía Doji Yujiro-sama, me siento muy honrado por poder acompañaros hoy en este magnifico evento y prometo no defraudar al clan ni deshonraros a vos ni a la confianza puesta en mi por mi sensei.

Tras aquellas palabras Hotaro decidió adentrarse en la vida social samurai, caminó un poco y se sirvió un par de pastelitos e incluso se tomó una copa de sake para coger algo mas de fuerza de voluntad y valor con el que afrontar el echo de que debería de socializar con numerosos extraños y muchos de ellos de seguro gente desagradable. Sus pasos eran armoniosos y fluidos, se desplazaba con la gracilidad con la que alguien que practica iaijutsu se desenvuelve a la hora de dar muerte, pasos únicos y fluidos...extremadamente rapidos y en consonancia con lo que le rodeaba, se acercaba a todos los grupos y a todos los presentes para ir saludandolos a todos.-Espero que estén disfrutando y que hallen armonía en la diversa compañía que nos rodea, es un placer conocerles a todos.-Una corta reverencia para cada uno de los presentes de los grupos de cada clan cuando se acercaba a ellos.-Doji Hotaro es mi nombre, encantado de conversar con vuestras mercedes si así lo deseáis.-Se inclinó suavemente una vez mas y volvió a saludar a otro grupo hasta que alguien decidiese darle conversación, sino ya buscaría el mismo a alguien con quien conversar.

Habías conversado con uno u otro cortesano menor, parecía que reinaba una gran expectación por el torneo y una voluntad firme, especialmente de los Fénix, por promover los valores positivos de la paz. De esa guisa estabas, cuando un hombre bajito y poco llamativo se acercó a ti. Hubiera sido poco llamativo sin más, pero este llevaba máscara, una de madera que solo mostraba ojos y labios.

Un honor saludarle, Doji-sama. dijo el Escorpión con una sonrisa suave. Permitid que os robe escasos minutos de su tiempo para presentarme. Mi nombre es Bayushi Ejiro, un honor conocer a un honorable Kuge de la Grulla.

El cortesano Escorpión tenía una sonrisa afable, pero saltaba a la vista que no perdía detalle de lo que le rodeaba.

No sabía si el escorpión estaba hablando en serio o se estaba burlando de mi, solia ser así con los de su clan, era dificil leer sus expresiones con esas mascaras.

Es impresionante lo que puede hacer un samurai con los ojos abiertos y una mente perspicaz. Digo cuando habla del metodo con voz en calma.

Cuando se descubre que será el representante escorpión no me sorprende pero parece que sabe algo más.

Debo felicitaros entonces, siempre es un gran honor representar a tu clan en estos eventos. Digo con voz afable. Mas, parece que tenéis información sobre el torneo que desconozco... ¿podría eso ser posible? pregunto curiosa

El Escorpión sonrió socarrón, pero sin malicia. O eso parecía.

Nada que nadie de los invitados pueda saber leyendo entre líneas, Kitsuki-sama. respondió enviando una furtiva mirada hacia Mirumoto Rai. ¿Creéis que un torneo destinado a promover la concordia y la paz será uno dónde se pongan a prueba las capacidades marciales? Ejiro dejó la reflexión sin zanjar, con una educada reverencia el cortesano se dispuso a continuar su peregrinaje entre los invitados.

Deberán disculparme, Dragones-sama. Espero verles a ambos participando de este torneo de virtudes samurái, si no requieren nada más de mi presencia.. seguiré conociendo a nuestros invitados. esperó por si habían más cuestiones, pero pronto se dirigió a otros grupos de invitados. Se movía como pez en el agua, de eso no había dudas.

Con pericia me deslize entre los samurais,como era mi objetivo inicial fui a conversar con un grulla y ya Que este se habia presentado me acerque a el.
Mi nombre es Toku Taneka, he escuchado su nombre antes de pasada Doji-sama, debe ser usted un samurai muy notable y habilidoso duelista para representar a un clan tan grande en estas lides como el clan Grulla, se que no soy mas Que un humilde miembro del clan del mono pero cpmo diria la Fortuna de la Virtud y fundador de mi clan, "una voluntad grande hace a un samurai grande". Me gustaria ir de visita a Kosathen Shiro, he oido que es impresionante, dije con una sonrisa. Espero estar a la altura de este evento, me siento algo intimidado Por la presencia de tantos miembros de los grandes clanes he de confesar