Partida Rol por web

-¡¡Holaaa!! ¿me oís??- preguntó Chris cuando se vio reducido al tamaño de sus primas cuando eran conejos, y temió que la voz le quedara chiquitita también.

-Voy a probar abrir una puerta!!!

Siguió gritando, aunque iba a parar de hacerlo si notaba que lo escuchaban correctamente. En eso se dio cuenta de que una de las chicas había empujado una puerta. Del otro lado se veía un camino de tierra solamente. Chris se acercó a otra de las puertas y probó a abrirla despacito, empujando como hizo la otra chica.

"Me siento como un enano de un enano... no me molesta. Es simplemente... me siento muy pequeño. Espero que nadie me patee sin querer..."

- Si podéis usar vuestros poderes aquí. - digo al ver como lo acaban de hacer. Tal vez ... - prosigo mirando la puerta abierta por Pat. Tal vez pueda teletransportarnos al otro lado de esa puerta.

- Agarraos todos. - comento. Voy a intentar movernos a todos al otro lado.

Una vez todos están agarrados entre si me concentro.

Aunque el gesto de Chris había sido muy valiente, también había sido bastante estúpido. Con él menguado, la posibilidad de que todos pudiesen pasar al otro lado se desvanecía. Se apartó para evitar pisar a su primo, y advirtió a los demás.

Tened cuidados, que podemos pisarle decidió que lo mejor era no perder de vista al primo mayor.

¿Qué podían hacer ahora? Sus manos se entrelazaban nerviosas, intentando que su cerebro le diera la solución al problema. Pero fue P.J. la que parecía que había encontrado la solución. Se agarró a su prima y esperó, con todas sus ganas, que les llevara al otro lado.

Seguían allí, como estúpidos. Volvió a mirar a su alrededor, esperando encontrar una cámara que le demostrara que todo eso era una maldita broma. Fue al volver a bajar la vista cuando se dio cuenta del 'pequeño' cambio sufrido por su primo.

- ¡Buala! - Su voz resonó más de lo que inicialmente había esperado. Sin previo aviso se echó a reír, como si estuviera contemplando la cosa más graciosa del universo. ¿Estaba empezando a perder la cabeza? - ¿Crees que si te damos una patada volarás muy lejos?

Empezó a andar hacia él, dispuesta a cogerle en 'volandas', cuando su hermana anunció que iba a probar sus poderes. Algo le decía que no podía salir bien.

Mel estaba ocupada viendo qué obtenía su prima por lo que se dio cuenta tarde de lo que había hecho su hermano.

-Chris! si serás cabezota! -el riesgo que había tomado su hermano había sido una locura. Por fortuna parecía que lo único que había ocurrido había sido un cambio de tamaño, pero nada podían asegurar de su capacidad mágica. Suspirando mientras rezaba porque aquello fuera temporal, tomó la mano de su prima. Ojalá PJ lograra hacer funcionar su magia pues si no, lo tendrían complicado para seguir al mundo que se ocultaba detrás de las puertas.

-Quizás lo mejor sería derribar este lugar -pensó la morena mientras veía el espacio abierto que había al otro lado de la puerta, se giró dispuesta a poner en voz alta sus pensamientos cuando la visión de su primo en versión gnomo hizo que elevase una ceja. La voz aflautada que salió de sus diminutos pulmones no contribuyó a calmar la situación y las palabras de Penny hicieron que una risotada se escapase de sus labios. Las palabras de P.J. hicieron que recuperase la compostura y se acercase a ella para cogerse, aunque no perdió de vista los movimientos de Chris.

-¿No sería mejor de dos en dos? -preguntó dirigiéndose a su hermana mayor.

Se suponía que contra más fuesen más costaría, aunque quedarse separados tampoco es que le gustase. Aprovechó que se cogía a su prima para absorber su don, si se encontraban de nuevo con el conejo les iría bien el poder de paralizar -Aunque aún tenemos las pociones- pensó palpando el bolso*.

Haciendo uso del sentido común Pat había conseguido abrir una de las puertas. Aún así, seguía siendo demasiado pequeña como para que los primos pudiesen pasar a través de ellos. Pero entonces, el primo mayor tuvo una brillante, o quizás estúpida, idea. Y, sorprendentemente, el uso de sus poderes funciona. Aquello le da esperanzas a Tam, que se queda mirando la pared pensativa. No podía salirle mal dos veces seguidas, ¿o sí?

Mientras el resto hablaban sobre teletransportarse al otro lado, ella terminó por decidirse. 

- Poneros a resguardo debajo de la mesa o algo.- Tenía que ser previsora. No quería que le pasase a nadie lo que acababa de pasarle a su prima Penny cuando Tam había tratado de usar su poder. - Quiero probar algo que quizás sea más rápido. 

Sin más dilación, apuntó a la pared por cuya puerta se podía ver el camino y descargó energía para intentar crear un agujero a través de ella. Confiaba en que esa vez funcionaría. Y si no era así, siempre quedaba la opción de PJ. 

Mientras PJ estaba agarrando a sus primos para teletransportarlos al otro lado de la pared, Tamara hizo explotar parte de la puerta para que así todos lograsen pasar al otro lado. Desgraciadamente Chris se había vuelto pequeñito para nada, pero para cuando todos cruzaron el agujero que había formado la prima, todos tenían el mismo tamaño. ¿Chris se había vuelto grande o realmente todos habían empequeñecido? Fuera lo que fuese, eso ya no importaba. Lo que sí que importaba es que sus poderes funcionaban a la perfección y ahora podían avanzar libremente hacia aquel extraño lugar en el que se encontraban.

Lo que pudieron ver entonces fue algo hermoso, un precioso jardín con un hermoso mantial y todo lleno de vegetación por todas partes. Un lugar idílico y perfecto. A lo lejos se escucha el rumor del agua así como el canto de los pájaros y el zumbido de algunos insectos.

El lugar parece ser maravilloso, si no fuera porque se encontraba en aquel lugar. Lo que era complicado de averiguar ahora mismo era hacia dónde tenían que ir o cuál debía ser el siguiente paso a dar.

Aunque la realidad es que tampoco tenían muy claro qué es lo que andaban haciendo allí.

Chris casi se muere del susto cuando Penny vino hacia él e hizo ademán de tomarlo en volandas. Ni decir que comentó lo de la patada. Iba a correr, aunque sabía que no le haría daño, pero es que todo se veía enorme desde su posición. Su hermana le había dicho "cabezota" e iba a responderle más bien con "cabecita" pero no le pareció gracioso dado el contexto. La cuestión es que no solo habían abierto una puerta, sino que pareció que todos eran chicos ahora.

-Penny lo de la patada no era divertido. Aunque soy un tonto, tomé una poción que nos podría haber venido bien para después. Uffffffffff, mi hermano lo hubiera pensado mejor.

Intentó no golpearse la cabeza contra la tierra y ver el hermoso lugar en el que se encontraban. Si no fuese porque las circunstancias eran extrañas, realmente raras, lo estaría disfrutando. Pero tenían que hacer algo aquí.

-¿Qué se supone que tenemos que hacer?¿Alguna idea?? Digo, ¿buscamos un conejo blanco o qué??

Henry no pudo evitar desviar la mirada para no reirse del intento de asesinato de Penny hacia Chris. Sabía que la joven no le iba a hacer nada, por supuesto, pero el susto no se lo iba a quitar nadie, y él no podía mirar, se reiría a carcajadas.

Cuando Tam destrozó la pared, tosió mientras avanzaba y movía la mano como un imbécil para desplazar el humo del derrumbe. Al llegar a la nueva sala, quedó totalmente sorprendido.

Esto no lo recuerdo del libro. ¿Vosotros? preguntó sin mirar a ninguno de sus parientes. Se rascó la cabeza mientras miraba a todos lados.

Si yo fuera un conejo, me metería en alguna madriguera, pero claro, seguro que si hay demonios de por medio... Voy a ver si veo algo dijo.

Cerró los ojos y se concentró. Había levitado en otras ocasiones, casi sin proponerselo. Esta vez tenía que conseguirlo. Quizá con una perspectiva un poco más alta, lograría ver algo más.

Maldita sea, ¿qué les pasa a todos hoy? Tanto su hermano como sus primos se estaban peleando para ver cual actuaba de manera más impulsiva. Tam no había dado tiempo a P.J. a poner en práctica su plan. Sin pedir permiso y con apenas una leve advertencia, había hecho saltar las paredes por el aire, abriendo un boquete por el cual cabían todos. Por fortuna, ningún pedazo de mampostería les había dado, pero la joven hubiera preferido la teletransportación a tanta destrucción. en fin, lo hecho, hecho está.

Tras atravesar la pared, el mundo se sintió diferente. De pronto su hermano ya no era un enano ¿o tal vez todos lo eran? y un paraíso los estaba esperando. El fastidio de Mel quedó atrás ante tanta belleza. Aquel sitio realmente parecía de cuento... ¿en verdad los demonios se refugiaban allí? ¿como era posible, si todo lucía tan... puro?

Mientras Henry intentaba obtener una posición más ventajosa para ver por dónde avanzar, ella se acercó a su hermano y lo abrazó con fuerza.

-No vuelvas a hacer otra tontería como esa... Sabes que no podría soportar perderte a ti también -dijo con los ojos brillantes pero sin dejar que las lágrimas afloraran a ellos-. Prométeme que te cuidarás...

Al ver lo que acaba de hacer Tamara me quedo perpleja.

- ¿Acaso te has vuelto loca? - pregunto mirándola fijamente a la cara. ¿Ya se te ha olvidado lo que pasó antes cuando has herido a Penny haciendo exactamente lo mismo?

- ¿Que tal si empezamos a pensar antes de hacer las cosas? No sabemos donde estamos ni que es lo que hacemos aquí así que será mejor tomarnos las cosas con calma y sobre todo pensar bien antes de actuar.

Luego miro a mi alrededor y confirmo las palabras de Henry.

- No, a mi tampoco me suena de nada. - comento. No recuerdo que hubiera un manantial en el libro.
 

Había funcionado. Mientras contemplaba el agujero de la pared Tam cada vez estaba más segura de que si sus poderes no habían funcionado adecuadamente la vez anterior se había debido a los nervios y la inseguridad que le había producido ver como fallaban los demás. Sus primos y especialmente sus primas no parecían aprobar lo que la gemela había hecho. Les había avisado para que se pusieran a cubierto. Y lo cierto es que aquella vez había estado tan segura de que funcionaría que no se había parado a sopesar los posibles desenlaces. 

- Lo tomaré como un gracias.- le respondió a su prima con una sonrisa. No pensaba dejar que le afectase. El uso de cualquiera de los poderes podría haber salido mal en realidad. ¿Y si hubiese fallado el de PJ y la mitad de sus cuerpos se hubiesen quedado a un lado de la pared? Sin duda aquello habría sido mucho más terrorífico que una heridita producida por un trozo de pared. 

Avanzó unos pasos hasta verse sumergida en la belleza que emanaba de ese paisaje. ¿Se trataría de una ilusión? Su hermano sugirió la existencia de una posible madriguera. 

- Sí. Echa un vistazo. El otro único lugar que se me ocurre en el que pueda haber alguna especie de puerta o portal o algo es bajo el agua.- añade, señalando con el dedo el estanque. Puede que no fuese muy buena opción visto desde la perspectiva de un conejo pero nadie les había dicho en realidad que aquella era la perspectiva que debían tomar.- ¿A alguien le apetece darse un baño?- preguntó mientras escudriñaba el manantial en busca de algún objeto brillante o cualquier cosa que pudiese resultar de interés. 

Pat asintió cuando su prima hizo una 'puerta decente' alrededor de la minúscula que ella había abierto, no entendió los reparos que se elevaron, pero no quiso entrar en discursiones que no servirían para nada más que caldear el ambiente, aunque al pasar por al lado de Tam le susurró algo y continuó hacia adelante.

Avanzó con su familia y cuando quiso darse cuenta Chris era igual de alto que ellos -¿O somos nosotros igual que él?- se preguntó y entonces volvió la vista atrás para ver el agujero por el que habían salido a ese jardín*. Las palabras acerca de qué camino podía haber tomado el conejo blanco hicieron que volviese a mirar hacia delante y se pusiese a examinar la zona delantera que todavía no habían pisado en busca de alguna pista o trampa.

-Bien hecho, demasiados nervios -le dijo a su prima con un guiño.

Tam cabeceó en agradecimiento a las palabras de Pat. Era la única que parecía haber confiado en ella y sus poderes, a pesar del accidente con Penny. 

Su mirada seguía fija en el agua del estanque y en ese momento se dio cuenta de que en ella había ciertos colores que no cuadraban. Eran una especie de insectos, algo así como una libélula, pero su color era de un rojo intenso. Sangriento. ¿Qué pasaría si les picaba alguno de aquellos bichos? ¿Sería peligroso? De lo único que Tam estaba segura era de que nunca antes había visto animales de ese tipo. 

- ¿Habéis visto eso? Parecen como libélulas solo que demasiado rojas. - ¿Sería que bebían sangre o que el néctar de las plantas de esa dimensión era demasiado rojo?