Partida Rol por web

- ¿Y qué si lo sentí? Eso no quiere decir que fuera culpa mía y menos que Dios esté detrás de esto, la joven no da su brazo a torcer

Gabriel cierra los ojos y tararea una melodía, su expresión serena. Cuando vuelve a abrirlos, Rachel lo ve rodeado de una luz como las que vió en el 107, sólo que esta era chisporroteante.

- Rachel, estás viendo mi aura- explica a la incrédula Rachel-. La estás viendo porque he compartido contigo mi percepción de la misma. Verás chispas en ella, igual que las veo en la tuya. Porque ambos somos lo mismo. Ambos hemos Despertado, dejado atrás la Ignorancia. Ambos podemos cambiar el mundo con nuestra voluntad.
Ve que la joven está a punto de interrumpirle y lo evita con un gesto.
- Déjame terminar. En el inicio estaba Dios. Llámalo Demiurgo, Fuerza Primigenia, o lo que te apetezca. Pero en el principio sólo estaba... la Divinidad. La Divinidad se fragmentó. Siguió existiendo, pero en vez de ser una única entidad, ahora era una infinitud de fragmentos, todos con el mismo poder, el mismo potencial. Esos fragmentos se incrustaron en las almas de los hombres, permaneciendo latentes, los hombres Ignorantes de lo que duerme en sus propias almas. Pero a veces, el fragmento despierta y la persona cuya alma despierta se convierte en uno de nosotros. Algunos nos llaman Magos. Otros, Milagreros. Tiempo atrás, Brujos, adoradores de satanás... Tantas cosas. Pero aquí estamos. La sensación de unión que tuviste se debe a eso: sentiste lo que todos compartimos. Todos somos Maná, Vis, Magia si así lo quieres. Todos somos una misma cosa, y eso sentiste, porque Despertaste.

La voz de Gabriel calma y relaja, como un baño caliente.

Rachel se calla para terminar de escuchar al cura. Lo que dice al principio le parecen tonterías pero cuando puede ver el aura y le habla de Magia algo en su interior le dice que es verdad. Ella nunca ha creído mucho en Dios pero el sacerdote no intenta convencerla, le dice que hay otras formas de planteárselo y después de la experiencia del club duda que pueda tener razón...

- Pero la magia no existe ¿o si?...joder, esto es una locura...¿eso quiere decir que ya no voy a dejar de ver luces en la gente?

Gabriel sonríe, comprensivo y paciente - "¿Acaso lo que llamamos rosa, tendría un aroma tan dulce si lo llamáramos por cualquier otro nombre?" -recita divertido - Por mucho que fastidie al difunto Shakespeare, la respuesta es sí. Y la prueba es que lo que llamamos rosa, en España se llama rosa y en japonés bara, y su fragancia es la misma. La realidad está hecha de esa energía que resuena con los Fragmentos Divinos. Cuando el tuyo se despertó, te dio la capacidad de "tocar", "manipular" esa Energía Divina, ese cimiento místico de la realidad misma. Ya te lo dije: lo llaman magia, milagros... como quieras. Pero existe. - muerde la galleta que tiene en la mano - No son gran cosa, pero cuando tienes que alimentar a tantos con tan poco... - se disculpa levantando el trozo de galleta -. Cuando Despertaste fue como cuando naciste: lloraste sin saber cómo se hacía. Pero no pasaste todo el tiempo llorando ¿no? Con el tiempo aprendiste a hablar... E incluso a cantar. Pierde cuidado, que esto será lo mismo: yo me encargaré de enseñarte, si me lo permites. Estaríamos encantados de unir tu voz a nuestro Coro. - concluye sonriente.

Más tranquila e intentando no ofender a Gabriel, toma una galleta y la muerde.

- No se ofende pero eso de cantar en un coro religioso no es lo mío, dice con una sonrisa forzada...¿cómo puede estar pasándome esto a mi?...¿Por qué quiere enseñarme? ¿Qué debo hacer a cambio? ¿Mila también hace magia? ¿Cuántos somos? ¿Qué hace que nos despertemos?....la mente de la chica comienza a asimilar e intentar comprender

Gabriel vuelve a mostrar esa sonrisa paciente - No se trata de un coro religioso como lo conoces. Los Despertados somos numerosos, si bien antes eramos mas, y nos agrupamos en función a una serie de factores. El Coro Celestial es un grupo de Despertados que hemos experimentado la comunión con la Divinidad. La canción o la música es una de nuestras formas de canalizar nuestra 'magia'.- explica -. Mila no hace magia alguna, es meramente una chica con una filosofía interesante. ¿Sabías que se autodenomina Luciferina? - Hace una breve pausa - Pero creo que no es el mejor momento para meterte tanto dato en la cabeza, aún tienes mucho por digerir. Respecto a por qué quiero enseñarte... No sería correcto dejarte perdida en el mundo, sin saber qué te está pasando, qué puedes hacer o cómo controlarlo. Me conformo con que no hagas un uso poco ético de lo que aprendas y, por razones que ya aprenderás, mantengas el secreto.

- De eso puede estar seguro, no quiero acabar encerrada por que veo luces - contesta con una pequeña carcajada, ya más relajada. ¿Qué se puede hacer? Quiero decir, esta magia ¿es como en las pelis? ¿Puedo volar, hacerme invisible, lanzar fuego y cosas así?

- De todo, pero con límites - responde Gabriel -. Según lo que hagas puedes tener que afrontar consecuencias. Por ejemplo, podrías hacer que otra persona vea auras, igual que he hecho yo. Pero si esa persona no ha Despertado, tendrás que pagar un precio. Cuando haces algo que es "evidentemente imposible", pagas un precio que se cobra la realidad. Pero tranquila, para eso hay tiempo. Tómate el café e intenta digerir lo que ya te he contado. Luego hablaremos de cuándo puedes dedicarle tiempo a aprender.

Me llamo Rachel Morgan y soy maga. Sé que suena raro, pero eso es lo que soy. Estaba actuando con mi grupo en un garito cuando ese fragmento del origen de todo que todos tenemos y algunos llaman Avatar Despertó. Menuda se armó. Primero empecé a ver auras y a sentir emociones. Yo no sabía qué pasaba y mi grupo pensaba que me había metido algo. Así que salgo del garito durante el descanso para que me dé el aire y oigo una voz que me habla dónde no hay nadie. Gabriel dice que seguramente sería mi Avatar, el cual debe guiarme en mi camino o algo así. Cuando se pone en ese plan... Pero lo mejor no te lo conté, cuando volví a actuar - aún seguía viendo auras y percibiendo emociones - de algún modo me metí demasiado en la canción que estaba cantando y "radié" la emoción principal de la misma... Siendo de las Vixen te puedes hacer una idea del tipo de emoción que era. Acabó todo el garito mas caliente que gatos en celo y ahí que se liaron.

Gabriel, por cierto, es el Padre Gabriel, el que lleva el comedor benéfico del centro. Y también es un mago. Es del Coro Celestial, los que se especializan en la unidad divina esa. Yo aún no acabo de pillarlo, pero parece que, además de religiosos del demonio, son buena gente y hacen su magia con canciones y cosas así.

Al parecer hay nueve tipos de magia. La de las cosas vivas, la de las cosas inertes, la del tiempo, la del espacio, la del alma, la de la mente, la de la energía, la del caos y la destrucción y la de la divinidad. Hubo un tiempo en el que los magos se distribuyeron en nueve grupos, cada uno especializado en un tipo de magia. Como dije antes, la de los Coristas Celestiales es la de la divinidad, la del maná, la energía mágica o como quieras llamarla. De las otras 8, 2 desaparecieron. Una, de unos alquimistas especializados en las cosas inertes, desaparecieron casi al principio de juntarse las nueve Tradiciones (así se llama un grupo de magos). Otra, de oriente medio, estaba especializada en la magia de espacio. Ellos hablaban de unidad también, pero no debía ser lo mismo cuando no estaban en el mismo grupo ¿no? Quedan otros seis, unos rollo kungfu que le pegan a la magia de mente, otros en plan woodstoc y flowerpower que le pegan a la del tiempo (el de las horas, eh!), los indios emplumados que hablan con los espíritus, los góticos enamorados de la muerte que le dan a la magia de destrucción y caos, otros rollo brujas de Eastwick que le dan a las cosas vivas, y los hechiceros de D&D que le dan a la magia de energía (la de tirar rayos y tal). Y parece que se llevan regular entre ellos. ¡Como una gran familia!

Gabriel me ha dicho que hay que tener cuidado con la magia. Ahora mismo yo puedo hacer poco, ver cosas sobre todo, sentirlas... Pero como también podría lograr que otras personas lo sintieran/vieran, puedo meterme en líos. Porque, como puede uno imaginarse, si no has oído hablar de esta gente será porque guardan muy bien el secreto. Eso es importante porque, al parecer, hay un grupo de magos que se hacen llamar Tecnogracia... o algo así. Lo suyo es la ciencia, pero aún así hacen magia. Sólo que la de ellos, como parece ciencia, no les da tantos problemas como a nosotros la nuestra. Es un rollo raro de que lo que hacemos es "alterar la realidad" y que la realidad "se defiende". Pero si la alteras de un modo que no parezca "raro", algo que lo vea cualquiera y diga "vale, puede pasar", no te da problemas. Ahora, como se defienda puedes acabar jodido... De todos modos, ya he dicho que va a costar meterme en líos. Con no hacerle ver a nadie - suponiendo que lo consiguiera - lo que yo puedo ver, voy lista.

Parece ser que tengo algo de especial. Dice Gabriel que hace años que no se sabía de nuevos Despertares - lo que me pasó en el concierto. Vamos, que estaban ya pensando que cuando la palmara el último de los suyos se acabaría el rollo mágico en el mundo. Yo no me siento muy especial, espero que no quieran esperar mucho de mí, ¡que no estoy yo para que me metan presión!

A la vejez me toca rezar.
Quizá no sea exactamente eso, pero dice Gabriel que si quiero aprender a controlar la magia del maná - Gabriel insiste en que se llama "esfera Primordial" o "esfera Cardinal"... ains. Bueno, que si quiero aprender a controlarla, tengo que sintonizarme con ella. Y cómo la cosa va de energía divina, toca acercarse a lo divino. Rezar.

Bueno, él dice que no hace falta que sean cosas como "jesusito de mi vida, tú eres niño como yo", pero sí intentar "comulgar" (comunicarse, para los ateos) con esa esencia... Dice que tuvo un estudiante que no rezaba, propiamente dicho, pero que "hablaba con el viejo" (literal, el chaval ese llamaba a su dios - en el que creía - "viejo"). Dice que, en el fondo, el acto de rezar tiene mucho de meditación, otra cosa a la que no estoy acostumbrada. Al final todo es por joder...

Mientras y mientras no, me enseña teoría. Buff... Al menos esto parece mínimamente interesante. A la hora de hacer magia, parece ser, puedes hacer dos cosas. O bien improvisas con lo que tienes o bien sigues un plan detallado. Es algo así como improvisar en el escenario o tocar algo que has ensayado hasta la saciedad. Lo segundo tiene sus ventajas, como que ya sabes cómo va a salir todo de antemano, y que - en el supuesto caso en que tuviera que pagar "prenda" (paradoja, se llama paradoja... ains) sería menos a pagar. Al final acabaré como mi personaje de las partidas de D&D que jugamos en el grupo, cargada de conjuros hasta las cejas.

Parece que cada esfera tiene como niveles. Gabriel lo explicó como las matemáticas o la física, es la misma pero cada curso en el colegio te enseñan algo mas avanzado y que se basa en lo anterior. Eso creo que lo entendí. Ahora sólo sé percibir cosas, principalmente, pero cuando vaya "subiendo de curso" iré aprendiendo cosas nuevas. No está mal, porque por muy sacerdotisa/clériga que sea yo ahora, esperaba una magia algo mas... espectacular.

El grupo... bueno. Cada vez tengo menos tiempo para ellos. No quiero dejarlo, ni mucho menos, pero ahora mismo es de dónde puedo sacar horas, el curro me es necesario. Gabriel me ha pedido que vaya al comedor a ayudar los fines de semana. Dice que, si quiero, lo considere como cuando Mickey tenía que limpiar en "El aprendiz de hechicero", pero que nada de encantar fregonas. En el fondo no está tan mal. Mila está allí perenne, con eso de su año sabático no parece hacer otra cosa. Bueno, sí, hacerse cargo de la voz del grupo cuando no estoy yo. Ya han tenido algún que otro bolo al que no pude acudir, pero hay cosas mas importantes. Y, curiosamente, la de servirle sopa a unos desconocidos que no tienen otra cosa lo es. Quién me ha visto y quién me ve.

Le he preguntado por los otros magos. Dice que en LA sabe que hay algunos, pero que van muy a su bola. Parece que lo que sea que pasó que ya no se Despertaba nadie mas les golpeó duro en la moral. Tenían una guerra con los tecnorancios esos, pero se dieron por vencidos. Dice que lo que pasó fue muy seguramente cosa suya, que es la materialización de que lograron por fin que las creencias de la gente se pasara definitivamente a la ciencia y la tecnología. Porque en esto de la magia, la creencia es importantísima. Como te quinque un "ignorante" (llaman así al que no está Despierto... yo habría dicho "durmiente" mejor... o no, suena mucho a cuento de Disney) haciendo magia "vulgar" (la que no cuela como que podría pasarle a cualquiera, digamos ¡tirar bolas de fuego!) la "prenda" a pagar se vuelve mucho mas cara. Y eso puede significar que algo te queme viva, que te quedes catatónica perdida o que aparezca una especie de demonio chungo y te de por el culo. ¡Habré de tener cuidado!

Hoy Gabriel me habló del Maná. Vis dice que lo llaman los magos cuando están en común. Dice que está en todas partes como un "cemento", pero que se puede encontrar "libre" en algunos sitios. Esos sitios se llaman Manantiales, y se forman cuando se cruzan unas cosas que llaman Líneas Ley... Son como tuberías invisibles de magia pura y están por todas partes, pero no se cruzan por todas partes. Al parecer, tanto los tecnocoñazos como los magos buscan (¿buscaban?) activamente esos Manantiales para tener acceso a su magia. Esta energía sirve tanto para hacer mas fáciles nuestros conjuros como para crear objetos mágicos (al final va a resultar que acabo con una varita de misiles mágicos o algo así, verás...) y mas cosas. Con el conjuro de Sentir el Don Divino he podido ver algunas de esas líneas, mas delgadas unas, mas gruesas otras, pero a veces se hunden en la tierra y ya no puedo ver mas. Eso sí, no he visto ningún cruce de líneas, así que nada de Manantiales para nosotros.

El Maná en un Manantial, dice Gabriel, puede fluir como el agua de una fuente, o puede solidificarse si no se utiliza en bastante tiempo, como las estalactitas de las cuevas. Dice que depende de cada Manantial la forma en que se solidifican (lo llaman Vim al solidificado... A mi me recuerda a un limpiador de WC, pero bueno). En un bosque pueden ser setas mágicas, en una cueva cristales, etc. Además, cada Manantial tiene una "resonancia", una especie de "sabor". Depende, de nuevo, de dónde esté el Manantial y la historia del lugar: uno en un cementerio puede tener un "sabor" terrorífico u oscuro; otro en una guardería puede tenerlo inocente o infantil... Según Gabriel, si un mago usa Vim "a juego" con el conjuro que haga, el conjuro será mas potente. Y al contrario, si intentas curar con el Vim de un sitio pútrido e infecto con resonancia "enfermiza" te estarás poniendo palos en tus propias ruedas...

Rachel regresa a casa para la pausa del almuerzo. Jenny salió por la mañana con ella para ir al hospital y, por lo que dijo, no cree que la vea hasta la noche. Si coincide, claro, que cuando no es el grupo es Gabriel quién le quita horas. Su vida ha cambiado mucho en las últimas semanas.

En el buzón encuentra algo. Un sobre pequeño, de los que van acolchados por dentro. No tiene remitente ni dirección, pero ahí está, en su buzón...

Este mes había sido una locura, aunque al principio no le echó muchas cuentas a Gabriel y sus chicos del coro experiencias parecidas a lo del pub en días sucesivos le hicieron volver y aceptar la oferta de aprender a controlar esa magia. Gabriel se lo dejó claro: necesitaba dedicarle tiempo, nada de ir cuando tuviera ganas y dejarlo al rato porque estaba cansada...y esa imposición metodológica sacaba a Rachel de sus casillas ¿quién le iba a decir que tras años fuera de casa viviendo a su manera iba a aceptar que un CURA le dijera lo que tenía que hacer?

Al principio intentó seguir con lo suyo pero le fue imposible: el trabajo, el grupo, las juergas y el estudio no le dejaban tiempo ni para comer, no digamos para dormir. Jenny la notó rara desde el primer día y le contó lo que había acordado con Gabriel, un caso de estrés y la recomendación de relajar un poco el ritmo de vida. Rachel hacía el paripé quejándose de no poder ir de marcha, de tener que alejarse un poco de los ensayos (aunque le alegró que Mila cogiera el relevo) y todo lo demás. Orientó la ayuda en el comedor como una manera de relajar su vida y encontrarse a ella misma (puaj...empezaba a hablar como Gabriel ^_^).

Poco a poco la calma llegó a su vida y las explicaciones de su nueva situación iban asentándose aunque a veces le costaba seguir los razonamientos si no iban acompañados de ejemplos o palabras fuera de la terminología). Esperaba poder sacarle partido a todo esto porque estaba haciendo muchos sacrificios.....

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...¿y esto?...espero que no sea la subscripción a la escuela de magia como las pelis del Harry Potter...pensaba mientras subía a casa y abría el sobre tras cerrar la puerta

Dentro del pequeño sobre sólo hay un objeto: un anillo de tipo "sello", aparentemente de plata con algo que podría pasar por zafiro en lugar de las letras grabadas que suelen llevar los sellos. El anillo se estrecha, perdiendo anchura conforme se aleja de la piedra. En cada uno de los laterales hay unas líneas que recuerdan un poco a un dibujo tribal de un par de alas.

Rachel deja el bolso y se sienta en el sofá. Intenta calmarse y recitar la plegaria que le ha enseñado Gabriel para saber si es un anillo mágico: Revélame el don que oculta este objeto