Partida Rol por web

Los cuatro aventureros os habíais conocido en una posada llamada "los Caballeros de la Mesa" hacía ya casi un mes. Viajábais por las tierras del oeste de Thalabinor, una zona de cierta tranquilidad (quien sabe qué andanzas trayéndoos a cada cual a esa posada). En aquel lugar, refugiados de la nueva a amenaza que se cernía, según los rumores, en el Reino: un nuevo gremio de magos. Había quien aseguraba haberlos visto en acción y otros haber oído de lo que su magia y recursos podían hacer. De momento no vísteis a ninguno de ellos hasta el preciso momento de encontraros.

La mujer se llamaba Shawak, y aunque no había expresado abiertamente su oficio, podía deducirse a qué se dedicaba. Era una mujer robusta pero ágil. Otro de los tipos parecía más piadoso; el medio-elfo de nombre Samen parecía estar recorriendo los caminos menesteroso por hacer el bien a quien lo pudiera necesitar. Otro de vosotros se hacía llamar Klonerdart, y vestía con extravagantes ropas. No parecía ser un hombre de armas en su totalidad, y quizá guardara más de un as en la manga para cualquiera que se enfrentase a él. Finalmente, el cuarto hombre no era sino un tipo de porte fuerte que los clientes de la posada parecían conocer (ya que pasaba bastante tiempo allí). Cuando escuchaba los rumores acerca del gremio de magos, parecía no sentir sorpresa o interés en tales historias...

Decididos pues a recorrer juntos un tiempo el oeste de Thalabinor (para luego quizás si continuar su camino por separado), os congregásteis como grupo de aventuras y comenzásteis a llenar la bolsa de víveres en la posada.

Mientras nos aprovisionamos no paro de observar a las personas que hay en la posada, presto atención a cualquier retazo de conversación en el que se mencione algo de ese extraño gremio de magos que parecen ser un gran problema en toda esta región. ¿Habrá alguien allí que tenga información fiable sobre ellos? porque rumores hay cientos, pero hasta ahora nada concreto sobre quiénes son, donde se encuentran, si tienen colaboradores en los pueblos, si son muy ricos, en fin cualquier cosa que pueda ser realmente útil. Si al menos Klonerdart quisiera contarnos ago sobre ellos, porque estoy segura que conoce algo sobre los magos pero por algún motivo no quiere hacernos partícipes de todo lo que sabe.

Por supuesto mientras busco esa información no pierdo el tiempo y aprovecho para mirar también por si hubiera alguna bolsa que tal vez, pudiera suponer un peso excesivo para su dueño, ahora que nos vamos puede ser un buen momento para provocar que algunas monedas cambien de sitio. Sin embargo hasta ahora no he visto a nadie que parezca estar en una situación muy desahogada, es el problema de estar en un lugar en el que se concentran refugiados que huyen con las manos casi vacías, de las rapiñas de esos magos. Eso sí, si se presenta la ocasión tendré que ir con mucho cuidado, tengo la impresión que el santurrón de Samen no verá con buenos ojos esta forma de financiarse.

Mi macuto empieza a estar casi lleno, ya hay dentro varias raciones de comida seca, que aunque no son alimentos con los que disfrutar, al menos se que durarán bastante tiempo sin que se echen a perder. Quien sabe si será fácil conseguir comida por esas salvajes tierras... tal vez Grim sí lo sepa, al fin y al cabo parece que conoce bien los alrededores del pueblo, estaría bien que ese conocimiento se extendiera bastante más lejos y que hubiera viajado por las tierras occidentales de Thalabinor.

• Grim, tu debes conocer bien estos parajes, ¿qué es lo que podemos encontrarnos más allá de esta aldea? .-le pregunto en voz baja, más por costumbre que porque realmente pretenda evitar que otros me oigan.

Extraño, debo haber vagado demasiado tiempo por tierras lejanas, nada sé de ese gremio de magos. Lo último que supe de Dandaleus, mi maestro, fueron raros rumores sobre su muerte. Hay que fastidiarse, después de tanto tiempo recorriendo estas tierras, aún a día de hoy extraño el consejo del anciano sabio, él más que nadie sabría que hacer con la incertidumbre que hoy me embarga. Por otra parte, no es momento de reflexión, confiaré en el curso natural de las cosas y me pertrecharé debidamente. Parece que a Shawak ha hecho uso de la clásica agudeza de los ladrones y se ha dirigido al más veterano de nosotros, me pregunto cual habrá sido su consulta. Este ruido es insoportable en esta indigna sobriedad.

• ¡Camarero, una pinta por favor!

¿Podrías decirme que esperamos encontrar mas allá del camino? Me gustaría darle unas indicaciones al grupo y supongo que por el largo recorrido que tiene mi personaje sabrá o tendrá una idea que nos encontraremos mas allá de la aldea.

Sentado en la mesa, cabizbajo bajo la capucha de mi desgastada túnica, pienso en lo que está ocurriendo. Los magos vuelven a prepararse. Buscan soldados con los que fortalecer su ejercito para invadir y saquear las villas de los reinos vecinos. No puedo quedarme de brazos cruzados como he hecho en los últimos años y pensar que nada ha ocurrido, esta vez no. Si algo he aprendido de la naturaleza y del ciclo vital es que siempre tiene que haber algo que frene el crecimiento exuberante de otro ser, y ese algo soy yo...bueno nosotros *Grim mira de soslayo a sus acompañantes*...aunque algunos sean de dudosa honestidad *centrando su mirada en Shawak al percibir sus hábiles juegos de manos* otros estarán ahí velando por mantener el equilibrio de las cosas *posando su vista en Samen*. Además creo que ese Klonerdart puede darnos mas indicaciones de lo que pensamos, huele a magia de lejos.

• Grim, tu debes conocer bien estos parajes, ¿qué es lo que podemos encontrarnos más allá de esta aldea?- Dice Shawak.
• Grim, levantando la vista y mirando a Shawak contesta - Lo primero que debemos saber es ¿Qué queremos encontrar? Los rumores que hay sobre los magos son cada vez mas extendidos y frecuentes. Si lo que queréis encontrar es la gloría y la fama al hacer frente a los magos este es buen camino. Por desgracia ese camino suele también ir acompañado de muerte y sufrimiento. Si ese es vuestro objetivo, iremos en buen rumbo. 

Mientras que acabo de llenar mi mochila, miro a mi alrededor, inspeccionando otra vez los clientes y escuchando si no sale al último momento algún detalle en las conversaciones que dé cuenta sobre el paradero del gremio de los magos.

A esto ya me he dedicado en los días pasados de nuestra estancia en la posada, sin tener más éxito que colectar teorías bastante diversas y contradictorias, pero me inquieta aún que saldré con mis compañeros a la búsqueda del gremio y de los magos que lo constituyen sin tener ningún rumbo fijo, ningún indice cierto sobre hacia dónde dirigirnos.  

En estas tierras del oeste del reino de Thalabinor lo único que hay son muchas aldeas dispersas. Es practicamente una zona rural montañosa con algunos lagos y ríos. Pero predomina eso: montañas y pueblecillos.

¿Podrías decirme si Grim tiene una pista de por donde seguir el camino o donde investigar? Creo que, al ser mas veterano que el resto y tener conocimientos de lo que hay hacia el oeste, puedo comunicarle al grupo por donde deberíamos empezar a investigar para pillar a los magos.

No, de momento el paradero de los magos es indeterminado. Y sus caballeros sueln estar por todo el reino en mayor o menor numero.

Ninguna pista de momento puedes darles (hace tiempo que dejaste de recorrer la senda del mal dd los magos y su ejército )

Poco más llegásteis a oir en aquella taberna. Todo lo que se había contado ya no eran sino rumores, que seguramente tuvieran todos ellos parte de leyenda y parte de verdad. No obstante, ninguno de ellos era especialmente esperanzador: esos magos parecían querer absorber el reino de Thalabinor bajo su manto de magia a través de la fuerza de su ejércitos. Tras pertrecharos lo suficiente pagásteis las últimas monedas que debíais el posadero y partísteis dirección noreste, pues parte de vuestro caminos individual confluía en común en aquella dirección.

Las zonas del oeste del reino (en las que os encontrábais) no eran sino ásperas. Montañas era el ingrediente principal de aquella cazuela de terreno: árboles, aves, animales terrestres, ríos y lagos estaban estrechamente relacionados entre sí... por montañas. Una indeterminada cadena montañosa, sin límites fijos, invadía aquella zona de Thalabinor. Subísteis precipicios, colinas y lomas, y bajásteis por las estribaciones de muchas alturas hacia un par de valles... Durante cuatro días vuestro ritmo de viaje no era sino bastante bueno, y no habíais tenido encuentros de los que preocuparse por el día ni por la noche (las acampadas nocturnas fueron tranquilas). También os habíais encontrado con algunas aldeas de campesinos bastante pequeñas.

En breves podríais salir de aquella jungla de picos elevados y montes en cadena para marchar individualmente ha vuestros respectivos destinos.

No obstante, antes de que ésto pasara, os topástes con la villa que decíase de Xermalud, un lugar bastante más grande que cualesquier población en una decena de millas alrededor. Era un lugar de casas bien construidas y plano irregular, y sus habitantes iban y venían, así como viajeros recorrían sus calles y comerciantes se hacían notar en las calles y sus negocios. Quizá era el momento de tomarse un buen descanso y dormir por primera vez en cuatro días bajo techo cubierto y cama de paja y pluma.

Por supuesto, durante su viaje a través de la cadena de montañas no habían tenido ninguna oportunidad para indagar más sobre el gremio de los magos. Pero aquí, en Xermalud, las oportunidades parecían, en comparación con la nulidad de oportunidades anterior, infinitas. En fin de cuentas, era la mayor población en una decena de millas alrededor y en ella pululaban los viajeros y comerciantes, cargados con información de todas partes del reino.

Había que meterse en una taberna, no solamente para al fin descansar del viaje, sino también porque no había lugar más acertado para ponerse al día sobre lo que ocurría en Thalabinor.

“¿Vamos a una taberna?” preguntó a sus compañeros.  

Al llegar a Xermalud contemplo la villa con expectación, parece tener muchas posibilidades y sobre todo nos servirá para reponer fuerzas.

Al fin un lugar civilizado, o casi porque la verdad es que al lado de Darghal parece un grupo de casuchas mal colocadas, pero al menos nos proporcionará más comodidad que el agreste camino que hemos seguido estos días.

• Te sigo encantada medioelfo, y a ser posible que la taberna tenga habitaciones para pasar la noche que después de estos días en las montañas echo de menos dormir en una cama .-respondo con una sonrisa a Samen.

Y de paso tal vez pueda hacer alguno de mis "negocios", que he visto algunos comerciantes que parece que no les van mal las cosas.

Llegar a Xermalud iba a ser un descanso para los doloridos pies de todo el grupo. Aun acostumbrados a esos trotes, la caminata había sido agotadora. El mago andaba, absorto en sus pensamientos por las calles de aquella aldea, siguiendo al grupo con cierta distancia y cavilando sobre aquel misterioso grupo de magos. Un nuevo gremio, imagino que llenos de secretos como cualquier mago que se precie. Si son tan poderosos como se comenta, sería una buena manera de probarme, de ver hasta donde soy capaz de llegar... Y además, quizás ocultan algún que otro objeto que me pueda ser de interés. Aunque he de ser precavido, quizás solo son rumores, vanos entretenimientos, historietas de estas gentes. El mago alzó la cabeza al escuchar la proposición que venia de lejos, apresuro el paso hasta estar cerca de sus compañeros y dijo.

• Es la mejor idea que he escuchado hoy, Samen. Unas copas y unas preguntas, agilizaran el proceso, más que la reflexión. 

4 días de jornada a la intemperie no han sido un problema para Grim el ermitaño, acostumbrado a las inclemencias de la vida salvaje, ha sido mas un cambio de aires y una forma de conocer mejor a sus acompañantes que un castigo para sus pies. 

Al fin hemos llegado. Tras tanto tiempo evitándolo, vuelvo a estar en un hervidero de mentiras. Bueno... creo que es la mejor forma para seguir el rastro de esos indeseables.

"Estoy de acuerdo. Vayamos a la taberna. Quizás puedan darnos alguna información allí"

Grim se aproxima al aldeano mas cercano y le preguntar por la posada. Tras recibir una respuesta no de muy buena gana, se da cuenta que debería conseguir una indumentaria mas acorde si quiere agradar a los aldeanos pues sus raídas ropas le dan un aspecto de mendigo antes que de venerable sabio... 

Tendré que conseguir algo de ropa nueva...bienvenido a la "gran ciudad" Grim

• Cariño, vas a tener que adecentarte un poco si quieres evitar que esta gente huya de tí como si fueras Zhukmûl el Execrable .-le digo a Grim burlonamente.- Al menos espero que antes de mojarse los pantalones te haya dicho donde encontrar una buena posada.

„Lo mismo espero“, recalca Samen seriamente. „Dinos, ¿qué te ha contado el aldeano? ¿Es posible encontrar con lo que soñamos, una posada ofreciendo a la vez camas cómodas y la chismografía de mucha gente indecente platicando desenfadadamente sobre los acontecimientos mayores y menores en Thalabinor?“

Bonita taberna, mejor que la anterior, y por lo que veo no esta desprovista ni de aguardientes ni de chismorreos. Estoy seguro de que si olvidamos el hecho de que Grim ha sido nuestra carta de presentación y subsanamos este hecho con alguna falsa adulación estas gentes nos podrían dar alguna información valiosa. 

​Se acerco a Shawak y le susurro al oído. 

• Shawak, que te parecería usar tus dotes de ladrona y tu encanto femenino con estos pánfilos? Si les sacamos algo más que unos gruñidos ya nos podemos dar por satisfechos. Dijo sarcásticamente. 

No me gustan los magos, siempre te miran con ese insoportable aire de superioridad, parece como si para ellos no fueras más que el ingrediente de una de sus pócimas. En fin, se que me conviene llevarme bien con este, al menos mientras nuestros caminos coincidan y quien sabe, tal vez sea distinto al resto de magos que he tenido la desgracia de conocer. Intentaré sujetar mi lengua, aunque sea un poco.

Suspiro, entorno ligeramente los ojos y poniendome de puntillas para alcanzar a duras penas su oreja susurro.

• Primero vayamos a la posada y echemos un vistazo para evaluar la mejor opción .-y añado sin poder reprimirme.- Quien sabe a lo mejor llegamos a la conclusión que podemos obtener más información si les impresionas sacando un camello de tu capucha o utilizando cualquier otro de tus trucos.

Finalmente fuísteis a la posada más cercana. Ciertamente era la más grande que habíais visto en la calle principal, donde se dibujaba el mercado y sus puestos, y las gentes y clientes iban de acá para allá. Nada más entrar vuestro olfato os sugirió un olor muy agradable a menú diario, y la boca se os comenzó a hacer agua. A estas alturas un buen plato de cordero o pollo con guisos y bebida fría era lo de esperar. El lugar estaba a rebosar, y parecía una tasca algo sucia pero muy apetecible de visitar. Tras encontrar sitio en una pequeña mesa pedísteis un menú normal, acompañado de varias piezas de carne y algunas verduras. Había cerveza y vino siendo servida a parte, a partir de un gran barril visible tras la barra. Un tabernero se encargaba de servir, y dos mozos de llevar platos a diestro y siniestro a cada mesa y a cada boca.