Partida Rol por web

Los Caprichos de las Nornas

Capítulo 3: Esclavitud

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10/08/2016, 10:44
Uthred Svensson

   Exhalé un gruñido. Cierto era que Harald había ayudado a sujetar a uno de los guardias. Miré a Erik durante un segundo esperando que me perdonase. No le estaba infravalorando, y seguro que recuperaría más brazaletes. No dije nada, pero algo me decía que en el camino a los barcos se encontrarían con, al menos, un guardia más. Era una suposición. Entonces se me vino algo a la cabeza. Si moría, les habría estado ocultando a todos mi herencia, mi historia. Si lograba sobrevivir contaría mi historia.

   Asentí a Harald cuando se despidió de nosotros con una ligera sonrisa. Él también había captado el peligro de nuestra misión y el hecho de que tanto Arn como Torstein quieran ganarse el Valhalla con premura. Sonreí aún más cuando Torstein miró a Harald con un gesto cómico con el que se quitaba la culpa, como si dijera "¿yo? ¿Buscar el valhalla? ¡que va hombre!". Sin más, me di la vuelta para salir de allí.

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10/08/2016, 10:49
Uthred Svensson
Sólo para el director

   Con el corazón en el pecho salí de aquella caseta. No fue fácil. Primero me asomé por la puerta y cuando me cercioré de que nadie venía, hice un gesto a Arn y a Torstein y entonces, en silencio, salimos. Aquellos dos guerreros eran veteranos de centenares de lides y sabían como hacer las cosas. Caminabamos en silencio, encorbados para ocultarnos lo máximo posible, y caminando de sombra en sombra, evitando los haces de luz de las antorchas. 

Notas de juego

Y a partir de aquí, solo para el director XD

Mi idea es ir lo más ocultos posible. ¿Has visto Vikings? Ese capitulo en que Ragnar y sus hombres se enfrentan a un Rey en su propia aldea, que van ocultandose y aprovechando las sombras de los edificios y evitando luces. Pues así xD

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10/08/2016, 18:26
Guardia de la Puerta

Entre las sombras, lo mejor que podéis habida cuenta el gran grupo que sois, comenzáis a avanzar. La luna queda ligeramente oculta entre las nubes que oscuren el cielo para vuestra fortuna. Pero debéis ser cuidadosos. De vez en cuando, entre el manto grisáceo se abren espacios que dejan penetrar los rayos de Selene y esta ilumina la tierra.

La opción más segura os parece acercaros a la empalizada y aprovechar su sombra mientras os váis acercando a las puertas más cercanas a la playa. Erik, atabiado con su armadura de guardia, anda por la senda con paso torpe. No a mucho tardar, desde la elevación de la puerta, los dos guardias le llaman a gritos mientras se ríen de su estado. Pero es evidente que estando cerca, con la luz de la luna si es que esta aparece en el peor momento y la diferente voz de Erik, el peligro es real. Los guardias están fuera de alcance. Hay que atraerlos.

Notas de juego

La segunda opción, Haakon. ;)

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10/08/2016, 18:30
Arn Hrolfsson

Dejas al grupo atrás y te adentras en la oscuridad con tu abuelo y con Torstein. La negrura de la noche pronto os absorbe, pese a que la luna a veces aparece entre los huecos que las grises nubes del cielo dejan en ocasiones al moverse.

Tú con armadura de guardia vas por el camino sin preocuparte, mientras que Arn y "El Viejo" van ocultándose. Tal y como esperábais, no tardan en aparecer dos guardias haciendo la ronda. Pronto estarán cerca vuestro.

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10/08/2016, 23:48
Harald Erikssen

Mierda, era demasiado esperar que fuese todo tan fácil - pienso contrariado al comprobar que no se han relajado lo bastante como para que no esté vigilado el acceso a la playa.

Miro a mi alrededor y con un gesto imperioso les conmino a guardar silencio. Ahora mismo, con los guardias lejos no podemos hacer nada y esperemos que Erik interprete bien su papel y logre atraerlos hasta donde podamos reducirlos.

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11/08/2016, 13:11
Uthred Svensson
Sólo para el director

   La noche era silenciosa, tan silenciosa que a veces el viento traía los sonidos de la celebración que estaba teniendo lugar en el hall de Aitet. Solo desee que la celebración no pasara de comida ni bebida y que no envalentonara a los hombres. Avanzábamos con cautela, amparados en la noche. Yo iba armado con una espada y las ropas y armadura de cuero de uno de los guardias, ocultando mi rostro tras un casco y agradeciendo que la noche ayudara a ocultar mis rasgos. Torstein blandía un escudo y una lanza y mi abuelo llevaba las manos desnudas.

   - Id escondidos. Si hay que atacar, abuelo, inmovilizarás a un oponente y tú, Torstein le matarás. - Les susurré nada más salir de la casa. No quería un combate singular, lleno de bravatas ni de retos o insultos, sino muertes rápidas y lo más silenciosas posibles.

   Seguimos avanzando. Arn y Torstein avanzaban más ocultos que yo, pues yo hacía las veces de guardia. Y como no podía ser de otro modo, un par de guardias aparecieron por la misma dirección por la que íbamos nosotros. Nos cruzaríamos con ellos sí o sí. Traté de calmar mi espíritu para no hacer ninguna tontería ni romper el efecto de la sorpresa. Agaché levemente el rostro para que mis rasgos quedaran más ocultos y avancé sin querer llamar la atención. Yo era un guardia más, no tenían por qué sospechar. Si preguntaban... podría haber salido a echar una meada o incluso a dar rienda suelta a mis instintos con alguna de las mujeres que había presas. Supuestamente habría bebido, y la bebida incrementa el deseo de los hombres. Una vez que los guardias pasasen, si no me reconocen, les atacaré por la espalda al tiempo que Arn y Torstein aparecen de las sombras para atacar.

   Rezaba a Loki para que su sombra me ocultara y ocultara a mi abuelo y a mi viejo compañero y pudieran esconderse tras algún tipo de cobertura. En mi mano sentía el peso del arma, la espada corta que blandía. Entonces se me ocurrió una cosa. No hacía mucho que habíamos cenado, aún había algo en mi estómago que podría usar en el caso de que levante sospechas.

Notas de juego

Jefe, una cosa, "Tres Puños" es Torgeis. Torstein es "El viejo" XD

Actualizo la ficha con los atributos de la espada corta y la armadura de cuero.

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11/08/2016, 20:51
Erik Kodranssen

Levanto la cabeza levemente, para que los guardias percivan que reacciono a sus comentarios. Me muevo hacie ellos, los señalo con el dedo y lo agito en el aire como si quisiera decirles algo y me desplomo hacia atras como un tronco abatido por un rayo. Me quedo quieto, confio en atraerlos. Dejo un ojo abierto para controlar el panorama. Confio en que mis hermanos sepan apoyarse en mi y aprovechen la situacion para atacar.

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13/08/2016, 09:52
Haakon Rasmussen

Abrigados por el manto nocturno, centro mis esfuerzos en organizar a nuestros compañeros, mujeres y niños, para que permanezcan juntos y cerca, al amparo de la oscuridad. No pasó mucho tiempo hasta que nos encontramos con la empalizada, como era de esperar, custodiada por dos guardias.

Erik no perdió tiempo y puso en marcha su idea para atraer a los guardias adonde fueran vulnerables. El resto poco podíamos hacer salvo desear que todo ocurriera como estaba previsto, y confiar en que los guardias no se percatasen de nuestra presencia hasta que fuese demasiado tarde para ellos.

Mientras esperábamos, intenté tranquilizar los murmullos de inquietud de nuestros compañeros. No era la primera vez que pasabamos por una situación así y la ocasión anterior conseguimos salir bien parados; lo crucial era que los guardias no nos escucharan.

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13/08/2016, 13:10
Guardia de la Puerta

Los guardias hacen un gesto de preocupación, aunque no dejan sus armas, y comienzan a bajar desde su posición elevada. Parece que después de todo la treta de Erik para atraerlos está funcionando. Pero, ¿por cuánto tiempo? ¿Se darán cuenta de que Erik, pese a su ropa, no es más que uno de los esclavos? Todos tensáis los músculos, a la espera de lo que va a ocurrir. En el cielo, Erik ve como un claro comienza a abrirse desde su posición tumbada en el suelo. Pronto la luz de la luna le iluminará el rostro y dejará su subterfugio al descubierto. Debéis actuar con rapidez.

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13/08/2016, 13:14
Torstein "El Viejo" Fólkissen

Los dos guardias saludan a Uthred sin percatarse de que no es uno de ellos. La oscuridad de la noche y su rostro bajo esconde sus facciones lo suficiente como para hacerle irreconocible. Pero las antorchas que llevan iluminan su cara en el último momento y los guardias se percatan de quién es.

Pero no les da tiempo a reaccionar. De las sombras salen Arn y Torstein. El primero inmoviliza a uno de los guardias lo suficiente como para que el segundo le atraviese con la lanza. De la boca del muerto apenas sale un sonido ahogado mientras sus pulmones se llenan de sangre. Uhtred por su parte saca la espada con la velocidad de una víbora y desvía un peligroso espadazo del guardia, sólo para, dando un giro como si de un paso de baile se tratase, cortar el cuello del guardia que emite un gemido uniéndose a su compañero en el suelo. Arn pronto se hace con una de las espadas y un escudo. Tú coges la segunda de las espadas cortas, pero no os detenéis más. Sois conscientes del peligro y de que el tiempo corre. Cogéis una de las antorchas y comenzáis a correr hacia el hall que se eleva a unos pocos pasos de vosotros.

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13/08/2016, 15:31
Uthred Svensson
Sólo para el director

   Cuando los guardias me saludaron sentí un alivio momentáneo y afiancé mi mano en el pomo de la espada. Sabía que debían morir, pero albergaba esperanzas de poder sorprenderles por la espalda. La esperanza se rompió cuando uno de los guardias se quedó fijandose en mi, me miraba de manera penetrante y debió reconocerme pues enseguida echó mano de sus armas, lo que hizo que su compañero echara también mano de sus armas. Pero Arn y Torstein actuaron con rapidez y silenciaron a no de los guardias. El que me atacó se lanzó al ataque sin pensar en las consecuencias. Todo iba tan deprisa que quizá no sabía siquiera que su compañero había caído. Quizá ni siquiera hubiera visto aparecer a Arn y a Torstein y por eso decidió atacarme en vez de dar la voz de alarma.

   Me moví con rapidez e incluso yo mismo me sorprendí de la precisión. Después de tanto tiempo encerrado pensé que mis músculos iban a perder fuerza y que yo mismo iba a perder agilidad y técnica. Pero me sorprendió saber que no. Paré el golpe de su espada y describiendo un corte horizontal logré cortar el cuello del guardia. Parecía que el mismísimo Thor guiara mi brazo, o diera fuerza a mis golpes, pues sentí como si el cuello de aquel hombre fuera manteca de cerdo. Mi espada lo abrió sin resistencia.

   Antes de que el guardia cayera al suelo me lancé a recogerlo. Observé que Arn y Torstein hacían lo mismo y llevaban a los guardias a la oscuridad. Les señalé las armaduras y sus ropas, pero mi abuelo y Torstein decidieron ser rápidos y solo coger las armas. Yo hice lo propio, apoderándome de una segunda espada corta con su vaina. Me até la vaina dejando que la espada colgase del lado derecho de mi cadera, pues en el izquierdo estaba la vaina vacía de la espada que blandía. Con la mano libre decidí ser yo quien portara la antorcha. Vestía como un guardia y, aunque me reconocieran, ganaríamos unos segundos de sorpresa si me ven.

   De nuevo señalé a Torstein y a Arn para que volvieran a ocultarse en las sombras que pillaran y, con cautela, fui acercándome al Hall de Aitet. Mi corazón latía cada vez con más fuerza y a mi alrededor los sonidos eran más fuertes. Tanto que temí que nuestra lucha hubiera llamado la atención, pero al parecer solo se escuchaban los sonidos de la noche y algunos ruidos de la celebración.*

   - Vamos Siggy... sal de la maldita casa... - Murmuré para mis adentros sabiendo que el punto más peligroso sería el de recuperar a la mujer.

   Avanzábamos cautelosos, Arn y Torstein ocultos, acercándonos al Hall de Aitet. Yo, vestido con un guardia, portaba la antorcha y pretendía pasar desapercibido. Seguíamos la misma estrategia que habíamos llevado en nuestro anterior encuentro.

Notas de juego

Haciendo un pequeño guiño (aunque sin dados) a la proeza que adquirí "el brazo de thor" xDDD

* ¿Siguen de celebración o se han ido a dormir la mona?

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16/08/2016, 23:18
Haakon Rasmussen

A pesar de que los guardias estaban picando el anzuelo, a duras penas podía ocultar mi nerviosismo, si ahora ellos conseguían dar la alarma, tal vez todos nuestros esfuerzos hubieran sido en vano. Llevándome el dedo índice a los labios indiqué a todos que permanecieran en silencio, después señalé a Harald, Bernt, y unos pocos par más capaces de luchar, e hice un gesto para que me siguieran en silencio a rodear a los guardias antes de que descubrieran la treta de Erik.

En el trayecto, me las apañé para hacer que los gemelos Hrolf y Einar se movieran juntos y a su vez yo les vigilaba de cerca. Einar era todo instinto animal, y tenía tantas posibilidades de acechar a los guardias desde las sombras mejor que cualquiera de nosotros como de lanzarse al combate con un grito de batalla; no podíamos dejar atrás a ningún hombre en un momento tan crucial, por lo que confié en que su hermano le contagiase algo de su serenidad.

Poco a poco nos acercábamos a los guardias con las escasas armas que habíamos conseguido. Sintiendo que el corazón se me saldría del pecho agarré el clavo cubierto de sangre ya casi seca fuertemente con la mano derecha...

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17/08/2016, 18:06
Director

Notas de juego

Dejaremos a Erik y a Harald manifestarse. El viernes seguimos...

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17/08/2016, 18:07
Arn Hrolfsson

El hall está cerca y nadie a la vista. Al menos nadie lo suficientemente cerca como para veros o saliros al paso. El ruido de la fiesta en el interior es evidente. Pero sin ventanales como en las casas de los romanos se hace muy difícil saber dónde estará Siggy. Ni Arn ni Torstein pierden el tiempo y lanzan la otra antorcha al techo de paja que comienza a arder poco a poco. Ambos te miran, incrédulos al verte parado. Estático. Vamos, chico, nos esperan en la playa. En su mano una espada, a su lado, Torstein armado con escudo y lanza. Ambos vuelven a parecer lo que siempre han sido: dos guerreros.

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17/08/2016, 21:24
Erik Kodranssen

Para evitar que la luz sobre mi rostro les permita reconocerme, empiezo a incorporarme, que el pelo oculte mi rostro, aunque mirare a traves de la cortinilla de pelo. Fingire tener arcadas de esas que te dan vuelta por dentro. Con mucho ruido y aspaviento. Con suerte mis ruidos ocultaran los de mis hermanos.

Notas de juego

Hoy a sido un dia bastante malo, y ayer igual. Perdon, no me acorde que tocaba postear.

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17/08/2016, 22:04
Uthred Svensson
Sólo para el director

   Por fin llegamos donde el Hall de Aitet. Por fin llegamos a nuestro destino. Echamos una mirada hacia ambos lados para vigilar que no haya nadie. Todo está desierto y eso me inquieta. Por ningún lado veo a Siggy. En mi boca siento el sabor ferroso que me indica que algo no va como debería, cuando me pongo excesivamente nervioso o preocupado siento ese sabor que me dice que esté alerta porque no controlo la situación. Debo actuar rápido e improvisar.

   - ¿Qué es un hombre sin palabra ni agallas? - En mi mano diestra baila la espada, calibro el peso del acero. Mi zurda sostenía otra antorcha. - Iros, si esto se pone feo. Yo les contendré. Avisad al resto para que se echen al mar. - Temía que aquella noche los dioses fueran testigos de mi final. Pero, ¡oh dioses! sería un final glorioso. - Me has educado bien, abuelo. Torstein, Arn, acabe como acabe la noche, volveremos a vernos y a luchar juntos.- Dije a modo de despedida, por si acaso todo se torcía tanto que alguno de nosotros caía. Pero no perdí la esperanza en que Siggy apareciera y pudieramos irnos de allí. Mientras esperaba les susurré a mis dos veteranos compañeros. - Buscad algo con lo que atrancar la puerta. Cuando Siggy salga bloquearemos el paso a Aitet y sus hombres.

   Me acerqué a la puerta pero por un lateral para que nadie me viera pero, si alguien salía, poder recibirle con un golpe de mi espada. Esperé un par de minutos, o segundos, que se me hicieron eternos y, finalmente, lancé al techo de paja mi antorcha para que acompañara la que había lanzado Torstein.

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17/08/2016, 22:31
Harald Erikssen

Con el mayor sigilo posible, me aposté en la mejor posición posible para atacar a los guardias cuando se acercasen. Si podía esperar a que avanzasen unos paso para hacerlo por la espalda, mejor que mejor, pero si veía que Erik podía ser descubierto y dada la voz de alarma, no dudaría en atacar.

Notas de juego

Perdón, con la rotura del pie, me he pasado el día en el hospital.

Un saludo.

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19/08/2016, 18:12
Einar "El Loco" Magnussen

Con la cabeza baja, haciéndose el borracho, y con aspamientos exagerados, Erik consigue engatusar a los guardias lo suficiente como para que estos se acerquen, presa de la curiosidad. Y como dice el refrán, la curiosidad mató al gato. De entre las sombras, sin tiempo a que nadie reaccione, Einar, haciendo honor a su nombre de la forma más bestial posible, se abalanza sobre uno de los guardias. Éste sólo es capaz de abrir los ojos como platos, presa del pánico, incapaz de oponerse a la enorme mano del gigantón que, llevándole la cabeza hacia atrás descubriendo el cuello desnudo lo suficiente, le arranque un trozo de carne del cuello y la sangre comience a manar con fuerza.

El otro guardia pronto cae bajo los clavos que tenéis y las armas improvisadas. El grupo ha conseguido dos espadas cortas más, dos lanzas y dos escudos. Las armaduras, aunque útiles, se quedan atrás por no perder el tiempo. La puerta queda libre para vosotros.

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19/08/2016, 18:18
Siggy Helgasdatter

Cuando la antorcha de Uthred cae en el techo y se une a la otra en su objetivo de quemar todo, el joven noruego pierde la esperanza de encontrar a la muchacha a tiempo. Las llamas pronto aceleran la combustión. A no mucho tardar, dentro de la casa y en las inmediaciones se darán cuenta de la casa está ardiendo. Hay que bloquear la puerta, condenando a Siggy a la muerte, junto al resto.

Con el bloqueo en la mano, Uthred se dispone a cerrar de forma duradera la puerta del hall. En ese momento, la puerta se abre. Uthred intenta reaccionar, acabando con la vida del intruso. Pero sólo atina a dejar caer el madero que haría de bloqueo. Y de la puerta un rostro reconocible asoma. Siggy.

La mujer os mira asustada y apenas consigue reaccionar cuando Uthred le coge de la mano, tira de ella y la obliga a correr hacia la puerta que esperáis que vuestros compañeros hayan conseguido liberar. Es hora de huir a la playa.

Del hall salen gritos que gritan "¡Fuego!". Pronto, una marabunta intenta salir desesperada de la casa. Ni Torstein ni Arn son capaces de cerrar la puerta a tiempo. Y ocurre lo que siempre temiste. Arn y Torstein se miran y luego te miran a ti que apenas te has alejado unos pasos para pararte en seco. Desenvainan sus armas y comienzan a luchar, hombro contra hombro, matando a destajo a aquellos que intentan salir por la ahora estrecha salida en la que se ha convertido la puerta del hall. Tenéis que huir. Lo sabéis. No queréis. Pero lo hacéis. Corréis. Corréis por vuestras vidas. Hacia la playa. Hacia la salvación.

Miras atrás un segundo. Sólo para ver caer a Arn Hrolfsson, gran guerrero, gran mercader y mejor abuelo, con su arma en la mano, con una sonrisa en la cara (o eso quieres creer) para recibir a las valkirias. A su lado, Torstein ya le está llamando para unirse a él desde el Valhalla.

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20/08/2016, 23:37
Uthred Svensson
Sólo para el director

   Cuando Arn y Torstein fueron a bloquear la puerta, se lo impedí. Les miré y negué con la cabeza. "Aún no.... aún no...." quería decirles con la mirada. No teníamos tiempo, las llamas del techo ya habían prendido gran parte del tejado de paja y pronto serían evidentes, quizá dentro ya empezasen a ver el humo u oler a quemado. En ese momento la puerta se abrió. Solté el madero y aferré la espada para desjarretar un sablazo al enemigo, pero solo asomo el rostro de Siggy. Un rostro que se encontró con el acero alzado y preparado para cortarle en dos. Por suerte logré detener mi acero a tiempo, tomé la mano de Siggy y la ayudé a salir.

   Arn y Torstein se quedaron bloqueando la puerta y cuando estabamos suficientemente lejos, desenvainé mi segunda espada para entregarsela a Siggy. Seguro que el acero no le era desconocido. En ese momento comprendí qué había hecho. El tiempo que había perdido esperando a Siggy lo habían ganado Aitet y sus hombres que, aunque tosiendo y algunos mareados por el humo, salían a repeler el ataque. Arn y Torstein se prepararon para hacerles frente. Sabía que iban a lograr su objetivo: Darnos tiempo. Darnos tiempo a costa de sus vidas... unas vidas ejemplares que habían encontrado el final glorioso que tanto buscaban. No morirían entre toses y esputos de sangre una fría noche, esclavizados como perros. Morirían como auténticos guerreros y cuando yo hiciera lo mismo volveríamos a encontrarnos en el Valhalla.

   Una parte de mi quería que me quedara, que luchara contra ellos y, si es necesario, que muriera con ellos. Pero entonces su sacrificio no habría valido para nada. Nos estaban dando un tiempo precioso que no debiamos desaprovechar. Hice un gesto a Siggy con la cabeza.

   - Salgamos de aquí. - Empecé a correr hacia la playa, mirando de vez en cuando hacia atrás para cerciorarme que Siggy me seguía, y para vislumbrar cómo le iba a mi abuelo y a Torstein. Vi a dos gigantes hacer frente a una miriada de enemigos. Cómo esos dos hombres desjarretaban a todo aquel que se les pusiera por delante. No hacía falta imaginar qué pasaría por el corazón y la cabeza de los hombres de Aitet. Seguro que más de uno tenía miedo. Las lanzas y espadas herían y golpeaban a mi abuelo y a Torstein, pero éstos seguían luchando con una furia solo digna de un dios. Pero eran hombres. Y finalmente cayeron ante las estocadas enemigas. "Volveremos a vernos, abuelo. Torstein. Vuestros nombres serán recordados".

   No había tiempo de quedarse a mirar. El destino estaba escrito y el nuestro era huir. Por eso me dirigí a la playa sin perder más tiempo.