Partida Rol por web

Los Caprichos de las Nornas

Capítulo 4: Un Nuevo Amanecer

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30/11/2017, 23:29
Haakon Rasmussen

El resto del día una vez terminada la batalla quedó grabado en la mente de Haakon como una de aquellas ensoñaciones de la duermevela. No tuvo la menor duda ni remordimiento en destruir los amuletos de Olafsson que rezumaban maldad; tal vez con ello al menos hiciera algún bien, los actos de Olafsson ya habían sido suficientemente crueles en vida para que la sombra de su derrota emponzoñase también su último campo de batalla.

Por primera vez en mucho tiempo tuvo un dormir apacible y sosegado. Ni sueños, ni visiones, simplemente un absoluto y largo reposo. Aunque se levantó poco después de las primeras luces sentía su cuerpo totalmente recuperado, sin embargo la impresión que le habían causado los acontecimientos de la batalla aún tardaría en desvanecerse. En algún momento se acordó de su antiguo jarl Hjalti y que había participado en el bando de Olafsson. No conocía el destino que había tenido, pero a pesar de todo lo que Haakon había sufrido por su causa no le deseaba ningún mal; no creía que el propio Hjialti fuera malvado, solo un hombre con el corazón lleno de ira que se había dejado cegar por ella. Estuviese vivo o muerto, Haakon solo esperaba que hubiese encontrado paz en su alma.

Aún había mucho que organizar, debía hablar con familias y amigos de los caídos para calmar su angustia en la medida de lo posible, pero aquello aún podía esperar un poco. No hubo sorpresa cuando se anunció que Siggy sería la nueva jarl del pueblo, y ahora que les acababa de hacer llamar debía responder y mostrarle su respeto como merecía, por ella y por su madre Helga.

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11/12/2017, 17:54
Director

Algunos días han tenido que pasar para que la normalidad se haya instalado en la aldea de nuevo, pues grande ha sido la destrucción y la pérdida acontecidas. Las muertes son mucho más devastadoras por sus efectos en las pequeñas comunidades y la vuestra había sufrido un gran mazado. Pero habéis salido victoriosos frente a un poderoso enemigo. Hace dos días, un heraldo de la aldea de Olaf se presenta ante vosotros jurando la lealtad de los suyos hacia Siggy, la nueva jarl. La mayoría de sus hombres han muerto en la batalla y los pocos que han sobrevivido no tienen la menor intención de seguir por la oscura senda por las que Olafsson les había llevado.

Esa noche celebraréis la reunificación y brindaréis por la victoria y los caídos que ahora descansan en el Valhalla. Una gran pira se ha preparado para todos los caídos, incluida la jarl Helga, elevada en una pira de mayor altura como merece su rango. Los cuerpos han sido preparados con mimo y la generosidad de la gente se ha visto reflejada en la gran cantidad de ofrendas que se han realizado para entregar al fuego. Quizás necesitéis esas provisiones, pero la entrega de los caídos bien merece el sacrificio.

Todos estáis más o menos recuperados de vuestras heridas y, aunque os quedarán cicatrices, profundas en algunos casos, la sonrisa ha vuelto a vuestro rostro. Sois felices y la nueva tierra os promete una vida próspera y en calma. Los sajones se muestran sumisos a la autoridad de los hombres del Norte y se pliegan al Danelaw y los que no lo hacen, en Wessex sobre todo, son pocos y cobardes. Las tierras son fértiles aquí, capaces de albergar un buen número de cabezas de ganado y producir grandes cantidades de cereal y vegetales. Los dioses os sonríen por fin, pese a toda la sangre que habéis derramado. Las Nornas han sido caprichosas, pero parece, que pese a todo, vuestros hilos no se cortarán todavía.