Partida Rol por web

Los Caprichos de las Nornas

Capítulo 3: Esclavitud

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13/05/2016, 22:25
Uthred Svensson

   - Tendrá que esperar... pero es una buena idea Haakon. Además, podemos conseguir información sobre Aitet y sus hombres que pueden sernos de utilidad. Lo haré cuando volvamos a estar fuera... Se ha ido con Ishild... Ella también podría hablar con la chica e intentar sacarle algo.

   Asentí a Haakon, dándole un par de golpecitos en el antebrazo en un mudo agradecimiento por su interés. Entonces se volvió al resto del grupo y habló un poco más alto para atraer la atención de todos los presentes salvo de oídos indiscretos.

   - Aprovecharemos un descuido, si tienen algún festejo cercano nos será de más ayuda. Pero antes intentad comunicaros con vuestras mujeres. La esclava que ha llevado a Ishild y las demás al otro edificio puede que conozca a Aitet. Si podemos comunicarnos con Ishild y las demás mujeres podrían intentar sacar información de la otra esclava. - Hice una pausa, mirando a cada uno. - La pelea con Gunnar no fue del todo mal, pero fallamos en muchas cosas, hermanos. A partir de aquí debemos tener claras nuestras ideas, trazar un plan sólido y tener claros nuestros cometidos. ¿Sí?

Notas de juego

Creo que estamos ahora encerrados y la chica se ha ido con Ishild y las demás.

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16/05/2016, 14:36
Ishild Bjornsdatter

Capto algo de la conversación que parece están teniendo los chicos. En realidad es mi  nombre el que hace que me ponga en guardia. Abrazo a los niños contra mi y les doy un beso. Me dirijo a la pared de la que provienen los susurros y trato de comunicarme con ellos. No he captado toda la conversación pero parece que es bastante evidente de lo que hablan.

- He buscado eso.. - les digo también para que vean que a pesar de estar encerrada en la cocina mi mente sigue tejiendo algún plan.. - Es casi imposible, lo tienen muy bien medido todo. Debemos buscar algún plan... o algo, tal vez dejar pasar el tiempo en busca de la oportunidad. Debemos estar preparados... ya sabéis lo que solía decir Ivarr, la oportunidad llega cuando la suerte y la preparación se unen. Estemos preparados y seguro llegará el momento... la razón y los dioses están de nuestro lado, de eso estoy completamente segura. ¿Qué tal vuestro día?

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16/05/2016, 15:33
Harald Erikssen

¡Ishild! - exclamo, aunque rápidamente trato de contener mi voz - Que alegría, ¿estáis bien? ¿Como os tratan?

Por un momento se me borra de la cabeza todo lo que no sea el bienestar de las familias, pero rápidamente lo recupero - estábamos pensando en buscar alguna hierba que les provoque un malestar de tripas, nada grave, pero sí para dejarlos incapacitados momentaneamente. ¿Alguna hierba que se te ocurra para ver si la encontramos ahí afuera?

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17/05/2016, 13:52
Uthred Svensson

   Escuchar a Ishild alienta las esperanzas dentro de mi y sonrío esperanzado. Mientras Harald pregunta por las hierbas, yo me acerco a la pared de la que ha surgido la voz de Ishild y, cuando Harald termina de hablar, hablo.

   - Ishild... ¿estáis todas bien? He visto que vais con una mujer que parece esclava... ¿podrías sacar información de esa mujer? Cualquier cosa que diga sobre Aitet y sus hombres. - Estaba nervioso. Miraba a mi alrededor continuamente pues no sabía cómo hablar, no sabía si al susurrar Ishild escucharía algo o si por el contrario, al alzar la voz para que Ishild me oyera, iban a oirme también los guardias.

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18/05/2016, 01:19
Haakon Rasmussen

Poder escuchar a Ishild, aunque fuera a través de una pared, era como un soplo de aire freso. Tras habernos separado, solo saber de ella era la mejor noticia que habíamos tenido en todo el día.

- Es un alivio escucharte, Ishild - dije intentando mantener la voz calmada, después de que hablasen los demás. - ¿Qué hay de los niños y los ancianos? ¿Están contigo? ¿Están a salvo? -

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19/05/2016, 10:31
Harald Erikssen

Me doy cuenta que estamos agobiando a Ishild con preguntas y estamos tan ansiosos por su respuesta que ni siquiera le hemos contestado: Nosotros bien, Ishild. Trabajo duro y constantemente vigilados. Nos han obligado a limpiar las quillas de sus barcos y Haakon ha intentado quedarse con moluscos de los que estaban pegados, pero están tan pendientes de nosotros que lo han visto. Espero que si parecemos dóciles, la guardia se relaje un poco y tengamos más margen de acción.

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19/05/2016, 19:13
Erik Kodranssen

-Ishild. ¿Crees que podrias conseguir algo para encender fuego? Mi plan aun esta muy verde, no quiero daros esperanzas y que despues se trunquen nuestros planes por se incapaces de llevarlos a cabo. Lo que si tengo claro es que necesitamos armas, de cualquier clase y tamaño. Una cadena puede usarse como refuerzo para los puños, pero necesitamos algo con filo o punta. Se me ha ocurrido que quizas sea posible desclavar algun clavo aqui en la cabaña, usando las propias cadenas para horadar la madera y aflojar los clavos. Si conseguimos algunos, podriamos utilizar trozos de madera como empuñaduras, o incluso trozos de nuestras ropas podrian servirnos como ayuda para sostener los cuchillos improvisados. Para afilarlos, restregaremos los clavos contra los cierres de las cadenas, algo conseguiremos, seguro.

Habria que ir probando a ver si conseguimos soltarnos las cadenas, pero por si acaso, primero haria lo de las armas. Se me ocurre que para disimularlo mejor, deberiamos ir por clavos que queden a ras de suelo y podamos ocultar los agujeros que dejen.

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20/05/2016, 02:03
Haakon Rasmussen

- Relájate, Erik. - Sin duda, Erik se estaba esforzando en concentrarse para idear todo lo posible que sirvira para sacarnos de aquél atolladero, pero llevaba tanto tiempo elucubrando planes futuros y nuevas formas de intentar un posible escape o conseguir armas que por un breve instante me preocupó que se obsesionara demasiado y fuera incapaz de dormir o descansar. Necesitábamos a todos en el mejor estado posible, físico y mental.

- Cuando se presente la oportunidad, la aprovecharemos. Los dioses proveerán. Por el momento que todos estén atentos y aprovechen las horas de sueño; recuperar fuerzas también es importante. -

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20/05/2016, 14:09
Bernt Karlssen

-Estoy con Haakon. No es mala idea idear planes, pero no creo que algo que necesite tantos materiales vaya a funcionar en nuestra situación. Debemos esperar y buscar una buena ocasión. Ganarnos su confianza y permitir que empiecen a despistarse.

Medito unos momentos sobre la idea de las hierbas venenosas.

-Aunque tu idea me trae otra a la cabeza. ¿Y si fingimos debilidad? No creo que podamos conseguir hierbas venenosas con todas esas características, pero Haakon podría conseguir cualquier hierba no muy común. Uthred tiene labia, podría fingir ante Aitet que delata nuestro plan de aprovechar el solsticio para envenenarles. Nos llevaríamos un buen castigo, claro, pero él podría ganar el favor de los frisios y conseguir armas o información gracias a ello.

He hablado más de lo que suelo, me callo bruscamente y espero las reacciones de mi plan. Sé que es arriesgado, pero creo firmemente que es nuestra mejor baza.

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20/05/2016, 14:48
Ishild Bjornsdatter

- Estamos todo lo bien que se puede estar en estas circunstancias .- digo y no puedo evitar esbozar una sonrisa al escucharles preocuparse... y sobretodo al escucharles, parece que están bien y enteros. - Creo que deberíamos calmarnos. Actuar puede ser perjudicial. Pensad en todos las mujeres y en los niños que nos acompañan.. el castigo que podemos sufrir creo que podría ser terrible si piensan que estamos tramando.. 

No es que a mi me preocupe especialmente lo que me pueda pasar. Pero los niños.. y todas estas chicas.. trago saliva intentando no imaginar lo que podría llegar a suceder.

Intentar recoger hierbas.. puede ser una solución. Si piensan que no somos una amenaza puede que bajen la guardia. Intentaré acercarme a la mujer que me custodia.. parece una mujer con caracter aunque no sé si podríamos fiarnos de ella. Habrá que esperar. Paciencia, creo que esta vez la solución no nos la dará el acero..

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20/05/2016, 18:22
Director

Pronto quedáis dormidos en vuestro lugar. El día ha sido duro y vuestros cuerpos necesitan de sueño reparador. Unos en la playa y otros de sirvientes, todos habéis tenido vuestra buena carga de trabajo.

Cuando amanece, la rutina se repite. Con patadas os despiertan y os devuelven a vuestro puesto de trabajo.

Para los hombres la playa y los cascos de los tres barcos varados en la arena que pertenecen a la banda de frisios. Aún quedan mejillones y suciedad que rascar. Para las mujeres las cocinas, la limpieza de la casa y el servir la comida. Los frisios comienzan a tomarse confianzas y las chanzas subidas de todo empiezan, pero sus manos, al menos por el momento, se mantienen calmadas.

La mujer que responde al nombre de Siggy sale a recibir a Ishild a la puerta de la casa antes de que ella y el grupo de mujeres y niños empiecen su jornada. A ninguno se os escapa el moratón que tiene en el ojo. Con pies pesados os encamináis a vuestro puesto, sea en la playa o sea en la casa grande.

Os fijáis en que el asentamiento consiste en una gran casa alargada, un granero, un pequeño establo destapado donde pastan algunos caballos y la chavola donde os encierran, todo ello encerrado en una empalizada no demasiado alta con dos puertas en dos lados atravesadas por un sendero. El sendero es el que se interna en el bosque y que termina en la playa, donde los barcos. Alrededor de todo, un bosque de pinos, excepto en la zona del mar donde las dunas con espigas marinas dan paso a una zona arenosa y, al fondo, el mar del Norte.

Notas de juego

Ahora los hombres postead con destinatario a todos excepto a Ishild. Ishild estás sola.

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22/05/2016, 20:06
Uthred Svensson

   Escuchar a Ishild había sido n soplo de aire fresco y de esperanza para todos nosotros. Y eso había encendido las ansias de escapar. Como siempre, Haakon era la persona que apaciguaba nuestros ánimos y, de no ser por Haakon, nuestros airados ánimos nos habrían llevado a más de un funesto final.

   Mi herida seguía sin remitir, aunque poco a poco me hacía a su presencia y cada vez me molestaba menos. O acaso me molestaba igual pero había empezado a no hacer caso de esas molestias. De nuevo otro día en el que nos mantenían rascando la quilla de un barco, empapados y ateridos de frío. Nos daban poca comida y nos hacían trabajar como si fueramos animales. Pensar en mi destino me hacía enfurecer y en más de una ocasión he tenido que reprimir el impulso de lanzarme contra un guardia en un momento de distracción. Pero algo me apaciguaba, calmaba al lobo que llevaba en mi interior, haciendo que la bestia simplemente quedara espectante para cuando se diera un momento mejor.

   - Apenas hay edificios... Deberíamos averiguar cuántos hombres se quedan de guardia cuando anochece. El plan de Erik me gusta, puede proveernos de armas improvisadas. Pero hay que meditarlo mucho más, hermanos. - Me fije, al volver a la zona en la que trabajábamos, en lo cochambrosa que era la chabola donde nos retenían. Miré entonces mis cadenas. - Erik, tú eres herrero ¿hay alguna posibilidad de debilitar las cadenas que nos retienen?

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22/05/2016, 20:40
Erik Kodranssen

-En ello estoy, hermano. Puedes ayudarme, de hecho, todos podeis. Cuando se forja una cadena, se hacen piezas de tamaño similar, con forma de ramita podriamos decir, se calientan, se doblan en caliente hasta dar forma a cada eslabon, se unen los eslabones y se cierra cada eslabon calentando sus extremos y martilleandolo para que ambos extremos se unan. Con mi cadena podre evaluar la destreza del herrero que los creo, seguramente las fabrico todas el mismo, si no era muy bueno, puede que encontremos grietas en alguna soldadura y haciendo la fuerza adecuada con las herramientas adecuadas, quizas podriamos deformar los eslabones... Pero con sinceridad, el hierro frio es mejor cortarlo, mas facil que doblarlo o romperlo. Ojala tubieramos un hacha, pero como no la tenemos, pues nos apañaremos asi.

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23/05/2016, 01:10
Haakon Rasmussen

Había llegado un nuevo día, y con él los trabajos forzados de nuevo. De camino a la playa, no pude evitar fijarme en que la aldea de nuestros captores, si es que se la podía llamar así, era muy pequeña. Pensé que tal vez los hombres solieran pasar más tiempo en expediciones que en el pueblo, o hubiera más núcleos de cabañas no muy lejos de allí, aunque ninguna de esas explicaciones me covencía por completo.

Finalmente llegamos a la playa y comenzamos de nuevo la tarea de limpiar el caso de los barcos frisios. Conteniendo una mueca de desagrado, agarré el cepillo destinado a aquella tarea y continué la labor del día anterior. A falta de algo mejor, aprovechaba cada ocasión para mirar alrededor en busca de algo que me indicase qué hacían nuestros vigilantes mientras nosotros trabajábamos.

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23/05/2016, 11:03
Harald Erikssen

Un nuevo día de esclavitud, tan solo el segundo, pero dudo que aunque pasen años logre acostumbrarme. Aprovecho el paseo hasta la playa para tratar de captar los máximos detalles posibles de nuestros captores. La aldea parece pequeña, aunque no sabemos que hay más allá de las dunas que nos rodean. Parece que la mejor forma de escapar sería en barco.

Tomo las herramientas en mis manos y comienzo el trabajo. Procuro hacer lo justo para evitar el castigo, pero reservando fuerzas para lo que pueda venir. Además, cuanto más tiempo tardemos, más oportunidades se nos pueden aparecer para escapar, madurar los planes...

 

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23/05/2016, 13:03
Bernt Karlssen

Mi plan no parece haber calado en mis compañeros. Me encojo de hombros sin más, es un plan arriesgado, me doy cuenta, aunque sigue pareciéndome más sencillo que conseguir todo lo necesario para la idea de Erik.

Escucho a mis compañeros debatir sobre romper las cadenas... instintivamente doy un tirón brusco de las mías, en un intento desesperado por que se rompa sin más.

Un día más de esclavitud. Cada amanecer así es una nueva derrota, pero debemos ser pacientes. Me preparo mentalmente mientras camino para otra jornada de trabajo limpiando barcos. La liberación está cerca, seguro. Eso o morir intentándolo.

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24/05/2016, 13:42
Uthred Svensson

   - No siempre debemos usar nuestra fuerza, Erik. Estamos en una situación nefasta... - Utilizar la fuerza no servía, no en el lamentable estado en el que nos encontrabamos. Yo no estaba en condiciones de combatir, y el resto se enfrentarían con las manos desnudos y encadenados, a hombres armados y entrenados. - Bernt... antes diste una idea... si os traiciono... ¿y si Aitet os castiga y mata a alguno de nosotros? Quizá sí pueda hacer algo... Eso de la debilidad está bien, Bernt. Aitet es un perro codicioso y quizá no le convenga tenernos débiles. Los hombres débiles perderán días de trabajo y eso no le interesa. Si dejamos de trabajar, no será bueno para sus intereses ¿y a quien pondrá a trabajar? ¿A sus hombres? - Hablaba despacio, en susurros. - Rascar sin fuerza, intentad hacer pequeños agujeros en algún barco. Seguramente Aitet nos castigue... se enfurecerá. En ese momento intentaré negociar nuestra posición. - Miré a Bernt, después a Haakon y luego al resto para ver qué les parecía aquel plan.

   En un momento en el que no podíamos confiar en las armas, debíamos confiar en el ingenio.

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27/05/2016, 15:23
Ishild Bjornsdatter
Sólo para el director

No hago mucho ademán de nada, ni si quiera tuerzo el gesto cuando veo el moratón de la mujer. Trago saliva y aprieto la lengua.. Simplemente me pego a mis hijos y repito a las mujeres las órdenes de días antes. Que no vayan solas nunca.

Me acerco a la mujer, a Siggi y con cuidado y suma discreción toco su brazo para que note mi apoyo y hago mis labores como he hecho el día anterior. Sin intentar destacar en absoluto y sin perder de vista a mis hijos.

Pongo atención en los ingredientes que usamos y me mantengo discreta, no quiero llamar la atención de nadie. Si veo a Siggy en algún momento sola y considero que nuestras palabras van a quedar entre nosotras me acerco a ella con intención de hablar.

Notas de juego

** Lo de los hijos es lo más importante

*** si crees que tengo que tirar por el gesto de compañerismo discreto dime.

(He entendido que lo del bosque no era para mi)

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30/05/2016, 17:50
Director

Llegáis hasta los barcos. El camino se hace lento, pesado, monótono. No hay nada que haya cambiado, salvo que las huellas se han difuminado por el viento que mueve la arena y sepulta, lenta pero inexorablemente, cualquier huella que hubiéseis podido dejar sobre ella.

El viento sigue soplando gélido, desde el mar, con el regusto del salitre. Vuestra piel lo nota. Vuestras manos han empezado a cuartearse, dejando sólamente libres los callos que se han formado de tanto rascar.

El barco en el que trabajásteis ayer aún tiene mucho para rascar. Y después otros dos barcos. Primero limpiar. Después calafatear. Jornadas por delante de duro trabajo os esperan. Pero mientras os vigilan desde lejos, tenéis la oportunidad de hablar. Siempre que sea de forma discreta claro.

Viento y aves marinas, nada más destaca sobre el constante vaivén de las olas. Ni siquiera los guardias están con ganas de burlarse de vosotros como el día anterior.

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30/05/2016, 17:53
Siggy Helgasdatter

Las horas pasan entre mesa y mesa, entre olla y olla. Los ingredientes, pocos en cuanto a variedad pero abundantes en cuanto a cantidad, van siendo cortados y pelados para ser lanzados a una gran olla de cobre. En ella se va haciendo, poco a poco, el potaje que será servido a la hora de comer. En un espetón una pieza de caza que han traído a primera hora, justo cuando entrábais en la cocina.

Por fin, en un momento, las mujeres de los frisios se ausentan y os dejan un pequeño espacio de tiempo en el que Siggy y tú os quedáis a solas. No tenéis mucho tiempo, pero no lo desaprovecháis. La hermosa mujer es la primera en hablar.

Gracias por el gesto de antes. Ahora que habéis llegado me siento menos sola. Aunque lamento que las circunstancias de conocernos hayan sido estas. Dice discreta.