Partida Rol por web

Los Caprichos de las Nornas

Capítulo 3: Esclavitud

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30/05/2016, 21:54
Erik Kodranssen

-Me gustaria no tener que correr riesgos Uthred, toda mi familia esta aqui al fin y al cabo. Pero Se que la sangre sera vertida antes de que nos vayamos de aqui. Me gustaria que nos preparasemos para tal eventualidad. Aunque convengo contigo en que una solución menos arriesgada nos convendria mas. De hecho, mi plan no contempla un ataque abierto contra nuestros "amos", es mas sutil... aunque mortal, para ellos claro.

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31/05/2016, 00:09
Uthred Svensson

   Avanzando a pasos cortos junto a mis compañeros vuelvo a los barcos. Las palabras de Erik me llegan lejanas, arrulladas por el sonido que hacen las olas al llegar a la orilla y romper sobre los mascarones de los barcos encallados que estamos reparando. Al alzar la vista me parece vislumbrar un par de cuervos, y más allá el sol brillante gris a través de densas nubes. Me parece escuchar el graznido de las aves junto con el piar de las aves marinas. El viento arrecia. Aúlla. Me sujeto la capa que a veces hace de manta, resguardándome y evitando que salga el poco calor que queda en mi cuerpo. A cada paso que doy el aullido del viento me acompaña y una determinación surge en mi interior.

   - No pienso morir siendo esclavo... Mirad... - Me levanto la capa y la ropa en la zona de la herida. Estaba encostrada con suciedad y sangre reseca, y solo los dioses saben por qué no se ha infectado. Eso es que me están brindando una oportunidad. - Podemos utilizar esto. No ahora, ni mañana... cuando estemos preparados para asestar un golpe atraeremos a los perros hacia nosotros a través de mi. Yo me desmayaré, simularé que desfallezco, y vosotros podréis utilizar esa distracción. ¿Alguien se ha fijado si algún guardia tiene las llaves de las cadenas o si las guarda el mismo Aitet? - Susurro. Estaba claro, como dije antes, que no podíamos confiar en la fuerza bruta. Ni la fuerza ni los números nos acompañaban. Había que andar con astucia y cautela.

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01/06/2016, 01:23
Haakon Rasmussen

El trabajo estaba dando sus frutos, pero no obtenía ninguna satisfacción realizándolo; con cada frote de la madera solo pensaba en una nueva e inalcanzable forma de venganza hacia nuestros esclavistas. La humedad y el frío hicieron que en poco tiempo apenas sintiera los brazos. Los demás no tardaron mucho en volver al que era nuestro único tema de conversación; la huida.

- Todo sería más fácil si pudieramos reducir su número, aunque fuera poco a poco, pero pocas veces se distraen, y menos aún nos quitan los ojos de encima. - Uther demostró ingenio al pretender usar su herida en nuestro beneficio. Aún no teníamos claro cuando o como, pero ya se presentaría la oportunidad - Podremos hacer algo... cuando este viejo cascarón vuelva a estar a flote... - continué bajando aún más la voz - No se encuentra demasiado lejos de donde dormimos. Ya sabemos donde están las mujeres, los niños, y los ancianos; si descubrimos donde tienen armas y comida, y nos coordinamos bien; tal vez, y solo tal vez, seamos capaces de abrirnos paso entre los guardias en la oscuridad de la noche, incluso con las cadenas, y escapar a mar abierto. Odio no encontrar lugar para la venganza en este plan - añadí rápidamente, genuinamente dolido - pero lo demás es más importante. Con suerte, alguien le arrancará la cabeza a Aitet en esta misma playa. -

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01/06/2016, 09:19
Bernt Karlssen

-Haakon habla con prudencia. Sigamos meditando ideas, intentemos obtener información. Pero esperemos a que uno de los barcos esté listo y en el mar para poner en marcha el plan.

La salitre del aire cuartea mis labios, y el duro trabajo junto con el sonido del viento hacen cansado hablar. Continúo trabajando con brío, manteniendo la conversación a intervalos, sin dejar de trabajar para no atraer la atención o la ira de los guardias. A mí también me encantaría poder vengarme de Aitet, pero la supervivencia debe ser lo único importante ahora.

-Tened los ojos atentos, tal vez alguien se dejase un arma o algo útil en alguno de los barcos.

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01/06/2016, 11:31
Harald Erikssen

Yo no tenía mucho más que añadir a los planes de mis compañeros. La cabeza me daba vueltas y no lograba hilar pensamientos coherentes, salvo la idea de salir de allí cuanto antes.

Notas de juego

Lo dicho, no doy mucho más de mí en estos momentos....

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01/06/2016, 15:46
Ishild Bjornsdatter
Sólo para el director

Yo también lamento las circunstancias .- comento obviando que en efecto, ser esclavas no es la mejor de las cirunstancias.- Seguro que en otras circunstancias nos habríamos llevado mejor.. pero no lamentemos el presente, amiga .- le digo con clara intención de tejer cierta complicidad

.- Apoyémonos unas en otras y tratemos que nuestros hijos se vean lo menos perjudicados posibles por esta situación.- la miro .- Perdona, no sé si tienes hijos por aquí, tal vez sea un atrevimiento... - medito unos instantes.- Yo tengo dos hijos que han perdido al padre recientemente.- Aguanto la mirada y trato de no mostrar mi emoción pues al recordar todo lo vivido un torrente de sentimientos empieza a agolparse en mi interior.-

Debemos ser fuertes y estar unidas, nuestro destino no es este, lo tengo claro.- bajo un poco la mirada y suspiro.- ¿Cómo has llegado aquí si no es muy atrevido por mi parte?

Notas de juego

 

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01/06/2016, 19:29
Director

Seguís rascando el mascarón de la nave. Ya ha avanzado bastante el día cuando Erik aparta unas algas que se habían pegado a la madera y descubre un agujero en la madera. Un golpe con algo duro, pues la madera se ha astillado. De entre las astillas, hay una que destaca por su tamaño. Más parecida a una daga que a una astilla, el trozo de madera parece tener un brillo propio.

El aire sigue soplando constante, molesto y gélido. Pronto, las nevadas comenzarán a ser comunes. Algunas aves marinas rezagadas recortan el horizonte, sobre el agua del mar, en dirección al sur, a costas más cálidas. Si tuviéseis alas...

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Quién es el afortunado?

Tirada: 1d10

Resultado: 4

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01/06/2016, 19:34
Siggy Helgasdatter

Aún soy joven para tener hijos. Dice Siggy, aunque sus pechos y sus caderas te hacen pensar que ya está más que preparada para alumbrar fuertes niños y hermosas niñas. Fui capturada por el hijo de puta de Olaf Olafsson que me vendió a estos cabrones. Pero un día volveré a la tierra de los anglos y los sajones, donde mi madre es jarl, y acabaré con él... En ese momento calla, como si hubiese hablado demasiado y, aprovechando que vuelven las mujeres frisias, se escabuye hacia otra parte de la casa. Notas que durante el resto del día te evita y cuando vuestros ojos se encuentran, por casualidad, rehuye la mirada, como avergonzada y temerosa.

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02/06/2016, 10:29
Uthred Svensson

   Los pasos pesados me acercaron hacia el barco que debíamos poner a punto para después del invierno. Como si fuera un muerto, mis piernas funcionaban de manera autónoma y mi mente, por su lado, cavilaba en nuestras posibilidades. El viento arreciaba y el agua del mar golpeaba nuestros pies y piernas, congelada, clavándose como si fueran dagas de hielo. En ese momento recordé unas palabras que me dijera mu abuelo, Arn, cuando aún era un crío incapaz de soportar el peso de una espada. "Esos hombres están locos, tocados por odín, dicen. Pero la verdadera fuerza no se encuentra en el hombre individual. Somos humanos, Uthred, nos cansamos y sangramos perdemos nuestras fuerzas. Solos somos débiles como una ramita. Pero unidos somos imbatibles."

   - Claro... - Uthred miró por encima de su hombro y comenzó a golpear la quilla del barco, como hacía para quitar las impurezas y los crustáceos, pero con más fuerza para hacer más ruido y que sus palabras no llegaran a sus vigilantes. - Esta es la situación. Estamos desarmados, en inferioridad numérica y heridos. Como ha dicho Bernt tenemos que meditar el plan y Haakon ha tenido buena idea. Si esperamos a que el barco vuelva a estar a flote, eso será como poco cuando pasé la estación o cuando el barco esté arreglado. Eso nos da el tiempo que necesitemos, y si necesitamos más, podemos retrasarnos en los arreglos. Por otro lado... Hemos llegado a la conclusión de que son más que nosotros; están armados y nosotros no; y además aún retienen a nuestras familias. Hace unos días Erik habló de esperar una fiesta en que se emborrachen para escapar. Me parece bien, pero no para escapar. Escuchadme... también se habló de buscar algunas hierbas. ¿Y si mezclamos ambos planes? Teniendo hierbas, aprovechamos el festejo para envenenarles y provocarles alguna indisposición duradera. Que estén varios días en cama cagandose encima cada vez que se muevan y sientan sus entrañas arder. - Hice una pausa, recopilando en mi mente todo lo que se había hablado durante todo este tiempo, para hacer con ello una buena amalgama. 

   - ¿Cómo encontrar hierbas? pensaréis... en ese caso yo le daré a Haakon la excusa. Estoy herido, la herida se infecta y me pongo enfermo. Aitet se enfurecerá y seguramente querrá matarme o abandonarme, en ese momento Haakon -o incluso Ishild si logramos explicarle el plan- apelará a sus conocimientos sobre hierbas curativas y emplastos y a la necesidad de curarme para que siga trabajando como el esclavo fuerte que soy. La perdida de un esclavo le dolerá a Aitet, si lo manejamos bien negociaré por mi vida y haré que deje a Haakon, o Ishild, buscar las plantas. Seguramente mandará a algunos guardias a seguir a Haakon, le vigilarán. Pero no queremos que hagas nada extraño, solo que busques lo necesario para dejarles indispuestos. Y seguramente los hombres de Aitet no sepan distinguir entre un hongo comestible y un hongo venenoso. - Hablaba en voz baja y sin mirar demasiado a mis compañeros para no dar la imagen de estar manteniendo una conversación. Raspaba la madera, golpeaba y volvía a raspar para limpiarla y prepararla para el siguiente paso del mantenimiento.

   - También necesitamos información. Durante todo el tiempo que estemos pergeñando el plan y llevándolo a cabo, reuniremos toda la información que podamos sobre Aitet y sus hombres. Será difícil, porque no nos dejan ni a sol ni a sombra. Pero estando atentos, y si juntamos la información que cada uno haya logrado sacar, podremos formar algo... interesante. 

   - En resumen... Aprovechemos el tiempo, no nos durmamos en los laureles. Pensemos una posibilidad de quitarle a Aitet hombres: Venenos, indisposiciones, ahora que llega el invierno una indisposición junto con frío y fiebres puede ser mortal. Cuanto más indispuestos estén más oportunidades tendremos de armarnos, de seguir avanzando. Reunamos información y vayamos pensando en los próximos pasos. Nuestro límite es el momento en que terminemos de arreglar este barco. Nuestras prioridades son reducir el número de hombres de Aitet, reunir información, armarnos y prepararnos.

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02/06/2016, 22:55
Haakon Rasmussen

La advertencia de Bernt me hizo callar de inmediato y vigilar más de una vez a mis espaldas pensando que podía haber sido escuchado. No podía ocultar completamente mi temor, pensando en las consecuencias que tendría ser atrapado planificando y conspirando contra nuestros esclavistas.

Pero más allá del miedo que pudiera tener, comenzaba a formarse algo que podríamos llamar un plan. Contábamos con una forma de escapar y trabajábamos en los medios para llevarlo a cabo; solo faltaba disponer de la oportunidad propicia... y no dejar cabos sueltos que pudieran echarlo todo a perder

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03/06/2016, 20:12
Erik Kodranssen

-Utilizar las hierbas en la noche de festejos, era mi plan desde el principio Uthred. Y lo que vendra despues...

No creo que me baste con escapar de aqui, creo que querré más, mucho más, llegado el momento.

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03/06/2016, 21:11
Bernt Karlssen

-Si Haakon cree viable encontrar hierbas u hongos con todas las características que queremos, me parece buen plan.- Soy algo reacio a creer que sea tan fácil encontrar el material, pero por lo demás no es un plan descabellado.

Me fijo mientras limpio en el barco, cualquier cosa que pueda ser útil, clavos algo sueltos que pueda arrancar y guardar, objetos que hayan dejado olvidados, incluso fragmentos de madera que pueda utilizar como estaca, cualquier cosa es mejor que nada.

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04/06/2016, 12:02
Siggy Helgasdatter

La mañana avanza entre arrascada y arrascada; entre insulto e insulto de los guardias o sus burlas; entre ráfaga y ráfaga de viento que os hace salpicar el agua de la marea o arrastra la arena de la blanca playa. El sol lo intuís en lo alto del firmamento, observándoos, pese a que no se ve, pues el cielo está nublado, grís, feo.

Hace frío. Tenéis los pies mojados y apenas los notáis. Las manos se salvan por la actividad que realizan que las mantiene algo calientes, pero notáis como los dientes del frío se clavan en ellas.

Los guardias sólo intervienen una vez. Poco después de que Erik vea la gran astilla y que estos pronto se encargan de retirarla. Una sensación de malestar os invade a todos cuando la véis arrancada. Aunque tosca, ese porción de dura madera os podría haber servido de daga improvisada. Tendréis que mirar más detenidamente en el futuro.

Cuando las tripas comienzan a rugir, de entre las dunas aparece la mujer rubia que se llevó a Ishild el primer día. En un lateral lleva una cesta. No tenéis demasiadas dudas sobre su contenido, pues lo podéis oler. Huele delicioso.

Primero los guardias que aprovechan el momento para soltar alguna groseria que la mujer elude con gracia, después vosotros; todos sois alimentados con un pan duro, redondo, algo más grande que un puño, relleno de sopa con verduras y algo de carne. Al beber el caliente líquido notáis cómo vuestros cuerpos se reconfortan. Cuando el líquido se termina, comenzáis a devorar el pan humedecido y lleno de sabor. Recuperar fuerzas.

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05/06/2016, 16:27
Uthred Svensson

   Si tuviera fuerzas me habría lanzado a por el guardia que retiró la astilla y clavársela en el ojo. ¿Cómo habíamos podido pasarla por alto? Aquello era un fallo que no podíamos volvernos a permitir. Aprenderíamos del error. El frío era una constante, así como las burlas de los guardias que, en lo que a mi respecta, me resbalaban más que un pez recién pescado. Igual que el frío y el agua, ya que había llegado el momento en que nos habíamos hecho uno con las inclemencias del tiempo y, por mi parte, poco sentía.

   Pero el calor llegó pronto. Llegó en forma de mujer. Y aquello más que un alivio me pareció una tortura. Aitet nos torturaba con la visión de algo que estaba fuera de nuestro alcance, y no nos dejaba acostumbrarnos al frío, pues las sopas calientes nos reconfortaban y hacían más duros cada soplo de aire helado. Pero también nos daban fuerzas.

   - Gracias... - Susurré a la mujer que nos dio la sopa. Era la esclava que se había llevado a Ishild y las demás. Una esclava de Aitet. - ¿Llevas mucho tiempo aquí? ¿Cómo están las mujeres y los niños? - Pregunté en voz baja mientras cogía el trozo de pan con sopa. Aquel momento con la mujer esclava de Aitet era un pequeño regalo de los dioses que debíamos aprovechar.

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06/06/2016, 02:06
Haakon Rasmussen

Para cuando los guardias intervinieron y nos dimos cuenta de porqué, fue demasiado tarde. El cansancio, y aquella tarea tan repetitiva en tan míseras condiciones nos debía de estar agotando y embotando la mente más de lo que habíamos previsto. En más de una ocasión me encontré con que llevaba varios minutos refrotando con fuerza una parte del casco ya limpia, perdido como estaba en mis propios pensamientos.

La rutina del día solo fue interrumpida por un detalle, la esclava de Gunnar que ya se encontraba allí antes de nuestra llegada. Si bien no había dudas al respecto de que se trataba de una esclava, en realidad no sabíamos nada de ella. Tantas eran las preguntas que acudían a mi cabeza sobre ella, que no sabía por cual comenzar.

- Que los dioses te guarden... - respondí de forma casi automática al recibir aquel cuenco lleno de sopa caliente - ¿Puedo preguntar quien sóis? ¿Cómo ocurrió que estos bárbaros te capturaron? -

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06/06/2016, 13:09
Bernt Karlssen

-¿Está bien Ishild?- Añado la pregunta a las de mis compañeros, confiando en que la esclava haya hablado con ella y el nombre sirva para que confíe algo más en nosotros.

Recojo la comida y me pongo a devorar el mendrugo como si fuera un auténtico manjar.

No creo que la muchacha pueda quedarse demasiado tiempo a conversar con nosotros, pero es una oportunidad más para intentar obtener información.

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06/06/2016, 18:17
Siggy Helgasdatter

Siggy sonríe a Uhtred cuando éste le agradece la comida, como también lo hace con todo aquel que le agradece la comida o le sonríe cuando la mujer le entrega la comida. Sólo habéis visto negarle su hermosa sonrisa a los guardias. Sin duda no les tiene mucho aprecio. O es una excelente actriz.

Es evidente para todos que su tiempo entre vosotros va a ser escaso, pero en ese poco tiempo, la muchacha se las arregla para contestaros de forma discreta.

Demasiado. Dice lacónica y con cierto tono airado, pese a no levantar la voz. Sin embargo, pronto se calma y contesta con mejor humor. Las mujeres y los niños están bien. Al menos por el momento. A ninguno se os escapa el escalofrío que os recorre a todos cuando apostilla su frase.

Los dioses parecen habernos abandonado aquí. Contesta con tono cansino al thulr del grupo. Aún con todo, es evidente que es una seguidora de los Æsir como todos vosotros pues porta con orgullo un pequeño martillo de Thor de fina plata. Siggy. Dice. Sin embargo, no parece estar muy dispuesta a hablar sobre su razón para estar allí y pasa directamente a contestar a Bernt. Ishild está bien. Es una mujer fuerte.

Poco después, los guardias comienzan a mirar en vuestra dirección y la muchacha se vuelve hacia la casa de la colina.

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07/06/2016, 18:56
Uthred Svensson

   - Siggy... - Murmuré su nombre cuando se lo dijo a Bernt. Quizá para guardarlo para mi, o para llamar su atención. - Qué nos puedes... - En ese momento los hombres de Aitet parecieron tomar en cuenta la tardanza de la muchacha y miraron hacia aquí. Como si supiera el desenlace, Siggy se marchó antes de que la amonestaran. Aquello me hizo enfurecer. ¿Que no le habrían hecho a aquella mujer? La belleza de Siggy no pasaría desapercibida para Aitet y sus hombres.

   Eso me hizo recalar en otro pensamiento. Llevaba mucho tiempo aquí... ¿hasta que punto es esclava de Aitet? Nosotros mismos, o algún conocido nuestro, en algún momento de sus vidas ha tomado un esclavo. Y no es raro que el esclavo se convierta en un miembro más de la familia, pues el poseedor debe mantenerle, alimentarle y protegerle como protegería a algún miembro de su familia. Además está el hecho del terror, el miedo que puede sentir Siggy si la descubren ayudándonos. Había muchas incógnitas para que pudieramos confiar en ella. No obstante, era algo que podríamos usar en nuestro beneficio.

   Cuando Siggy se marchó llamé la atención de mis compañeros.

   - ¿Qué os parece?

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08/06/2016, 01:33
Haakon Rasmussen

El calmado reniego de los dioses por parte de la mujer me sentó como si me arrojaran un balde de agua fría, sin embargo ¿quién podía culparla? todos habíamos dudado al pasar por lo mismo que ella. Hubiera deseado poder hablar con ella y convencerla de que los dioses aún tenían planes, y un objetivo para nosotros si estaba dispuesta a confiar de nuevo, pero sus obligaciones la hicieron marchar demasiado pronto.

Fue Uther el primero interesado en intercambiar opiniones sobre ella. - ¿Que qué creo? Creo que desea escapar tanto como nosotros, de eso no me cabe ninguna duda. Solo me pregunto si es posible que su miedo sea más fuerte que su deseo. - 

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08/06/2016, 13:59
Uthred Svensson

   - ¿Y si es una argucia de Aitet? No sabemos hasta que punto ha hundido sus garras en Siggy y si su deseo de libertad va a ser más fuerte que su miedo a Aitet. No obstante... incluso en el caso de que Siggy sea, de alguna manera, leal a Aitet... también podemos usarlo en nuestro beneficio. Si Siggy va a decirle algo a Aitet, podremos manipularlo a nuestro antojo...

   Seguía hablando en voz baja y buscando opciones. Siggy era una dificultad y a la misma vez era un regalo. No podíamos saber, de momento, hasta que punto era leal a Aitet o hasta que punto le temía. No obstante, había que buscar alternativas a todas las posibles opciones que se nos vayan presentando.