Partida Rol por web

Es precisamente lo que digo, que hemos descubierto una nueva civilización -dice mientras entráis en el interior de la pirámide y ascendéis al segundo nivel de la misma.

La pirámide apenas tiene nada de interés, en el segundo piso hay cuatro gárgolas en las cuatro esquinas y deambuláis durante un rato hasta encontrar en el lado este, la representación del medallón al revés y una abertura

- Hay que meter el medallón ahí dentro. Déjenmelo un momento...

—Yo lo haré —dijo el viejo acercándose poco a poco al lugar donde tenía que encajar el medallón—. Manténganse alejados y usted más que todos, señor Morgan. Señor Strange, por favor, vigile a Morgan, que no mueva un músculo.

Roger seguía sin fiarse de Jeramy Morgan y ahora, después de lo que significa el descubrimiento, una vez que habían prestado el servicio, mucho menos. Por la cabeza del viejo pasaba la traición de Morgan, no sabía dónde, ni cuando pero sabía que Jeremy Morgan, al final, trataría de acabar con sus vidas para tener todo ese conocimiento para él. El viejo también haría lo mismo si no les necesitara para salir.

Finalmente introdujo el medallón en su lugar y espero atento a cualquier movimiento.

Morgan hizo una mueca y se hizo a un lado. Roger ajeno a todo, introdujo el medallón en el hueco, al principio nada ocurrió pero tras esperar medio minuto, la roca que había justo por debajo del hueco se derrumbó hacia afuera dejando una abertura por la que fácilmente cabía una persona, la abertura deja al descubierto una rampa ascendente, como un tobogán a la inversa o el extremo final de un tobogán convencional.

De repente, Morgan en un rápido movimiento, atrapa por el cuello a Jack, que era el que le estaba vigilando. Al atraparle por el cuello y colocarle delante suyo, lanza una carcajada que hace que se os hielen los huesos.

- Estupendo caballeros... bien, bien, bien. Me han servido bien jajajaja ahora suelten las armas.

-¿Eh? -Fue todo lo que el periodista pudo articular -¿Por qué?

- ¡¿Se ha vuelto usted loco?! Suélteme inmediatamente.

Miro con preocupación a los colegas de Morgan esperando encontrar algo de sentido común y sigo llamando a la cordura a Jeremy.

- Esto es el final de su carrera. ¡Avisaré al rector!

- ¡PERO QUÉ DEMONIOS HACE! -apunta con su arma a Morgan -Suéltale o te juro que te pego un tiro, se te ha ido la cabeza...

La velocidad de la situación hizo que Vincent volviera a su época como policía. Con una velocidad increíble agarró su arma y apuntó a Morgan casi como acto reflejo, mientras lo hacía una gota fría corría por su espalda, Vicent sabía muy bien lo que era una situación de rehenes y lo que podía pasar.

¡Morgan estamos todos cansados, no es necesario que un hombre de ciencias como usted cometa alguna estupidez!

- ¿Perp donde creen que estamos? ¿En el salvaje oeste?

El sudor recorría mi frente al verme en medio de tantas armas.

- Señores, háganme caso y tiren las armas. Si no lo hacen le romperé el cuello a su amigo-parece mentira que sea el mismo hombre con el que hayáis compartido tantos días de viaje... lo único atípico que notáis en él es un extraño brillo rojizo en sus ojos que os parece antinatural pero a la vez muy atrayente.

Morgan tiene agarrado por el cuello a Jack, su intención es romperle el cuello a la mínima de cambio, Vincent y Stuart apuntan con sus armas al profesor, mientras que Roger y Matt permanecen quietos.

- Es la última vez que se lo digo, tiren las armas.

Mira a los ojos a Morgan sin parpadear y se queda quieto por un momento, luego mira a Strange sin saber qué hacer, como esperando a que el investigador le dé la orden de disparar o de soltar las armas...

Vincent no afloja con el duelo de miradas, se queda apuntando duro como una piedra a Morgan pero luego una voz resuena en su cabeza.

...tu misión es mantener a la expedición con vida....

El hombre empieza a dudar pero no da señales físicas de esto, pero al cabo de unos minutos hace girar el gatillo de la pistola por su dedo y la empieza a bajar lentamente, sin sacarle un ojo de arriba a Morgan mira a Stuart como diciéndole que haga lo mismo.

Vamos a bajar las armas si no le hacés daño a Jack, de todas formas no te va a servir de nada abandonarnos o asesinarnos, sin el grupo que tenemos no hubiéramos podido llegar hasta aquí y dudo mucho que uno solo no va a poder llegar muy lejos en este laberinto, pero si tu idea a morir perdido en un laberinto de piedra sos libre de hacerlo, solo deja que la expedición pueda irse en paz.

Vincent intenta confundir a Morgan intentando que cambie de parecer, pero el policía teme que el hombre pueda complicarlos de otra forma. Una vez que deja de hablar el arma ya está en el suelo y el hombre alejado de ella.

En vista de los hechos, hace exactamente lo mismo que Strange y baja despacio su arma hasta el suelo depositando la pistola con cuidado y alejándose un par de pasos.

- Ya tienes lo que querías, ahora suéltale...

- Me alegro que tengamos el sentido común de rechazar este comportamiento animal.

Digo respirando aliviado al ver que se reducen los cañones que apuntan hacia mí.

- Ahora Sr. Morgan, ¿Que le parece si me suelta y nos olvidamos de este incidente? Todos hemos estado bajo mucha tensión en los últimos días pero es mejor evitar comportamientos extremos.

-Esos ojos... Antes no los tenía rojos- Murmuró el periodista en un susurro audible relatando lo que ya era obvio a ojos de todos. Las armas, la situación le ponía nervioso, no se lo explicaba, ¿porqué rebelarse ahora?, estando tan cerca de lo que anhelaba sin apenas deserciones.

—¡Y me llamaban loco! —fueron las primeras palabras de Roger tras la reacción de Morgan—. No hacía falta ser un visionario para adivinar esto.

Durante mucho tiempo Roger valoró la situación. El primer impulso era abalanzarse sobre Morgan pero su limitada movilidad haría que el lunático acabara con dos rehenes en lugar de uno. En seguida calló en la cuenta de lo que tenía en las manos.: ¡una llave!

—Esto no tiene ningún sentido, señor Morgan. Tarde o temprano tendrá un despiste y... bueno, no hace falta que le explique lo que ocurrirá —la mirada del viejo Bucks se dirigió hacia Strange y nuevamente volvió hacia Morgan—. Por no hablar de que yo tengo la llave y que "accidentalmente" puedo perderla si el profesor Patterson sufre algún daño. Le llamaría al razonamiento pero, ¡diablos!, es lo que vengo haciendo con todos durante toda la expedición. Primero su marioneta, el señor Lockly, y ahora esto. Usted decide, el medallón por el señor Patterson.

- ¡ESTÚPIDOS! YA NO NECESITO LA LLAVE PARA NADA, EL SEÑOR MORGAN VIENE A MÍ Y USTEDES EN SEGUIDA VAN A DEJARME DE SER ÚTILES, TAN SÓLO EL PROFESOR ME BASTA PARA QUE VENGA A ABRIRME-mientras habla los ojos no dejan de brillar e incluso emiten brillos periódicos, pero entonces, dejan de brillar. -Vayan subiendo por la rampa de uno en uno, vamos.

-Va a ser que no, si sigo tus órdenes acabarás con más rehenes de los que ya tienes. -Resolvió el periodista firmemente, el canalla no poseía ningún arma de fuego, sólo había una vida en juego y no pensaba poner más en la balanza.

- Sr. Ford, me alegro que tenga aprecio a su vida pero tampoco hay necesidad despreciar la mía. No hagamos ninguna tontería y sigamos las instrucciones de... Morgan. Seguro que entra en razón.

La luz y la voz que emergían de Jeremy me confundían. Puede que nunca haya sido alguien normal pero parecía que desde que entró en la pirámide se había transformado y quien sabe lo que sería capaz de hacer. Lo que tenía muy claro es que no estaba dispuesto a que me partiese el cuello por la bravuconería de los integrantes de la expedición.

La situación era delicada, y  como bien decía Matt en caso de subir a la plataforma Morgan tendría todo el control, y no podrían hacer mucho para llevar la situación a su favor. Si bien el ex policía había tomado la precaución de guardar un arma sin mostrarla en toda la expedición, de nada iba a servirle si el cueyo de Patterson seguía entre las manos de Morgan, había que hacer algo y rápido...

¿No sería mejor llevar la llave por tu cuenta? Es lógico que usted está más informado de este lugar que cualquiera de nosotros, por lo que es muy probable que el profesor no sepa que hacer, ahorrese tiempo y déjelo ir no hay porque hacer algo estúpido.

Es en este momento que Vincent se da cuenta de los ojos rojos, estaba demasiado ocupado viendo las manos del hombre atento a cualquier movimiento como para fijarse en los rojos ojos del hombre.