Partida Rol por web

Lyndbrooke (fallida)

Diario de Anabelle

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01/09/2016, 17:11
Narrador

Cualquiera que pretenda ejercer una autoridad sobre las mentes de lo más pequeños debe ser, en el sentido más literal de la palabra, una persona superior. Una institrutiz no debe ser sólo versada en las materias que vaya a enseñar sino que debe ser un ejemplo para los niños que tenga a su cargo – en conducta, actitud y hábitos personales. Muchas de las cosas que aprendemos en los libros cuando somos niños apenas las recordamos de adultos, pero raramente olvidamos el ejemplo que nos han dejado nuestros mayores y nuestros maestros (…)

Sobre una Institutriz

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01/09/2016, 17:39
Director

Notas de juego

Bienvenido a la mansión señorial del Lynd.

Por favor, y antes de comenzar, llena el siguiente cuestionario:

Cuestionario:

1. ¿Qué es lo que más valora  tu personaje?

2. ¿cómo es a nivel social? 

3. ¿cuales son sus amigos (si tiene)?, ¿Tiene alguna relación afectiva seria?

4. ¿donde vive?, ¿con quien?

5. ¿tiene algún pasatiempo?, ¿algo que ame hacer?

6.  ¿Hay algo oculto que el personaje se avergüence de ello?

 

Pd: la historia esta bastante bien, me encanta. 

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01/09/2016, 20:32
Anabelle Hughes

Anabelle nació en el seno de una familia de la baja nobleza, su padre era Sir George Allanson Cayley, 8th Baronet de Cayley, en el condado de York. Era la segunda hija de la familia, y su padre continuo intentando buscar el heredero, sin éxito, hasta que su madre falleció en el parto de la que sería su 4ª hija. Creció educada por diversas institutrices y con una infancia tranquila y bastante consentida.

Cuando su hermana mayor cumplió 18 años, su padre la envió a Londres con una tía para su presentación en sociedad. Anabelle, sólo un año menor, rogó que se le permitiera acompañarla. Descubrió pronto que las fiestas y bailes en Londres eran mucho más entretenidos que en el campo, pero que las normas de etiqueta eran bastante más rígidas también. Enamorada de los bailes y eventos sociales, se dedicó a disfrutar, esperando encontrar un marido pronto para poder quedarse en Londres.

Su padre sin embargo, tenía otra opinión. Cansado de los elevados gastos de la temporada para las dos hijas, la hizo volver a casa, dejando a su hermana en Londres y le obligo a casarse con el vicario Amos Hughes, un hombre en la cincuentena y párroco de una iglesia cercana.

Amos era un hombre muy devoto, nada amigo de fiestas y diversiones. Anabelle aprendió pronto a reprimir su carácter alegre y a comportarse de forma seria y puritana como se esperaba de la esposa de un vicario, para poder agradar a su marido y hacer más llevadero el matrimonio, que no fue muy feliz para ella.

Resentida con su padre por no haberle dado la oportunidad siquiera de buscar un marido más de su gusto, mientras que a su hermana sí, su carácter se fue agriando con el tiempo. Envidiaba a su hermana, por haber logrado casarse con un noble y se dedicó a esparcir falsos rumores sobre ella para hacerle daño a su reputación, provocando una ruptura en su relación con todas sus hermanas.

Después de seis años de un matrimonio sin amor y una aburrida vida de obras de caridad y sermones diarios sobre la moral, su marido falleció al caerse del caballo. Sintiendo poca tristeza, Anabelle estaba dispuesta a aprovechar su condición de viuda y el dinero que le correspondiese en herencia para volver a Londres y participar de nuevo en la temporada. Grande fue su sorpresa cuando al leer el testamento, su marido dono todos sus bienes a la iglesia, dejándola sólo con lo puesto.

Con su padre fallecido un par de años antes y sin nadie a quien recurrir al haberse enemistado con sus hermanas, no le quedó otro remedio que buscar trabajo para sobrevivir. Por suerte, encontró pronto trabajo como institutriz de las hijas del duque de Rutland.

Su trabajo no le satisface mucho, por encima de los criados, pero viendo de cerca sin poder disfrutar la vida que tanto le gustaba en su juventud. Con bastante tiempo libre para darle vueltas a sus pensamientos y secretos, recordando, como quizás la muerte de su marido no fue tan accidental y todo para nada.

Notas de juego

Respuestas al cuestionario:

1. La libertad de elegir. Aunque seguía las normas sociales, mientras crecía podía hacer muchas cosas. Cuando la obligaron a casarse y con un marido tan estricto, estaba completamente obligada a hacer sólo lo que se esperaba de la esposa del vicario y no se le permitía elegir nada, así que lo valora mucho ahora que esta privada de ello.

2. No entiendo muy bien la pregunta, a que se refiere, a ¿como se comporta el personaje en sociedad? o a ¿cual es su estatus social?

3. Ahora mismo no cuenta con amigos, los que creía que eran sus amigos cuando crecía, desaparecieron cuando perdió su posición social por la boda y como institutriz no le es fácil relacionarse ni con el servicio, ni con los que se encuentran por encima de ella.

4. En su propia habitación en la residencia del duque de Rutland (Castillo de Belvoir,  Leicestershire), reside junto con la familia y el resto de personal de la casa.

5. Adora bailar y las reuniones sociales (tanto las fiestas y bailes como las reuniones para tomar el té), aunque ahora su profesión y antes su marido no se lo permitían.

6. Le estoy dando un par de vueltas a los secretos que guarda, mañana te respondo definitivamente

Copie aquí la historia completa, si entendí mal que tenia que ir aquí, dime y lo edito.

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01/09/2016, 22:50
Director

Notas de juego

*la pregunta se refiere a como se comporta con los demás.

Por lo demás todo perfecto :)

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02/09/2016, 22:13
Anabelle Hughes

Notas de juego

Las respuestas que faltaban:

2. Es una persona amargada. Debe comportarse con corrección en todo momento (muy seria y un poco moralista) para mantener su empleo y la apariencia de persona responsable que tenía mientras su marido estaba vivo, pero no es la manera en que le gustaría comportarse, así que juzga a los demás por la libertad que tienen y que ella no puede disfrutar. Al tener que mantenerse en un estado social intermedio, le cuesta hablar con la gente, ya que con los nobles debe ser servil, y con los criados, se considera por encima de ellos.

6. Aparte de que se arrepiente de los rumores esparcidos sobre sus hermanas (que no es muy secreto ya que ellas lo saben), se siente un poco culpable por la muerte de su marido, por haber podido evitarla y no haber dicho nada (y alegrarse porque por fin era libre cuando murió).

Oyó de pasada hablando a unos borrachos afuera de la taberna de sacar algo de dinero atracando a alguien en el camino del pueblo. Cansada, se fue para casa y no dijo nada a nadie, y su marido falleció al caerse del caballo cuando este se desboco al intentar atracarle esos mismos borrachos. Pudiendo identificarlos, tampoco dijo nada para no reconocer que ya lo sabía.

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10/09/2016, 04:45
Director

El sobre era elegante y estaba sellado, al observar de cerca el sello y hacer memoria te diste cuenta de que lo habías visto en el pasado, en algún lugar, una reunión... venía de parte del conde Kimberlein,  cuyo titulo había escuchado nombrarse activamente, era un mecenas de las artes bastante conocido, aunque extrañamente alejado de los escándalos... de hecho, si lo pensabas bien tus patrones lo habían nombrado un par de veces, con bastante admiración. 

La carta estaba escrita con elegancia, como si dejara claro que quién la había escrito era un noble, un hombre seguro y confiable, no había una sola mancha.

 

A Ms. Anabelle Hughes

Habiéndome visto en la posición de albacea oficial del marqués de Lyndbrooke, actualmente desaparecido y siguiendo sus indicaciones.

Os hago participe de una invitación al Lynd, la mansión señorial de los marqueses de Lyndbrooke, para conocer su última voluntad.

Esperamos con agrado, vuestra gentil presencia.

Atentamente.

Renee Kimberlein

Conde de Kimberlein

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11/09/2016, 14:42
Anabelle Hughes

Después de leer el mensaje, trate de hacer memoria, no recordaba haber coincidido nunca con el marques de Lyndbrooke, ni sabía porque figuraría en su testamento. Sin embargo, una oportunidad es una oportunidad. No sabía cual podría ser su herencia, pero cualquier cosa ayudaría para poder dejar de trabajar. Decidí enseñarle la carta a mis patrones (ya que a ellos parecía agradarles el conde Kimberlein) y solicitarle unos días libres para dirigirme a Lynd.

La verdad, tenía curiosidad por saber porqué había sido convocada, y era una buena posibilidad de volver a moverme dentro de la alta sociedad.

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01/10/2016, 23:45
Anabelle Hughes

El viaje al Lynd fue pesado, con algunas comodidades inesperadas como un reservado en el tren, pero aún así largo y cansado. Sin embargo fue una sorpresa conocer al señor O'hara en la posada la noche pasada, un caballero muy agradable, correcto y con una gran conversación.

El encuentro fue muy agradable hasta esta mañana, que en una carta de despedida, me planteo bastantes dudas sobre lo que me voy a encontrar en Lyndbrooke. No tengo claro lo que me espera allí, pero debo intentar no relacionarme con Lord Potter y Kimberlein y buscar apoyo en señor Jeckings. Una vez saciada mi curiosidad sobre el marques debería partir lo antes posible, no estoy segura de querer descubrir los secretos que el señor O'hara insinuo.