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Marvel Universo Inferno Fear Itself 1: Fear Itself

Katia Rostov

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14/05/2012, 22:41
Director

 

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Federal'naya sluzhba bezopasnosti Rossiyskoy Federatsii

Federal Security Service of the Russian Federation (FSB)


 


 


 

Att: Capt. Maria Hill

Stark Mansion

890 Fifth Avenue, Manhattan, NA


 

Señora:

Como pidió le adjunto los datos que me solicitó acerca de nuestra mejor baza para ser enviada como agente temporal a los Estados Unidos, en el marco de nuestra colaboración.

Cualquier cosa que necesite hágamelo saber.

Atentamente,


 

Col.Gen. Sergei Buravlev

Director Adjunto Servicio Federal de Seguredad de Rusia

Deputy Director, Federal Security Service of the Russian Federation.


 


 

Nombre: Ekaterina (Katia) Fiodorovna Rostov

Fecha nacimiento: 4 de junio de 1975

Altura: 1,73 metros

Peso: 58 kilos

Ojos: Azules

Cabello: Castaño

Nacionalidad: rusa

Ascendencia: ¾ Rusa, ¼ Francesa

Lugar de nacimiento: Moscú, Rusia

Lugar de Residencia Actual: Moscú, Rusia

Educación Universitaria: Foreign Languages and Area Studies (Moscow State University), Economics and Management (International College of Economics and Finance, Moscow; and London School of Economics, London).

Empleo Actual en el FSB: Adjunta a la 9ª Division: Current Information and International Links.

Situación civil: soltera.

Descendencia: ninguna.

----- Notas de Seguridad -----

Dependencia en el FSB: Lubyanka Square, Casa 4. Moscow, 101000

Posición: Agente de Campo (Senior) adjunta a la división 9

Posición anterior en el FSB (si alguna): Agente de Campo Junior adjunta a la división 3 (Economics)

Nombre en Clave: Svetlana

Alineación política: Indefinida. Sus simpatías abarcan los partidos de Yábloko (socialliberal) y Rusia Unida (centrista y actual partido en el gobierno).

Religión: ortodoxa no practicante.


 


 


 

  1. Biografia:


 

Ekaterina Fiodorovna Rostov, Katia, nació en Moscú el 4 de junio de 1975. Segunda hija del arquitecto Fiodor Rostov y de la cantante de ópera Marina Ardant. El hijo mayor de éstos se llama Andrei, diez años mayor que Ekaterina. Su vida acomodada les permitió pagar los estudios a sus dos hijos: Andrei estudió Bellas Artes y se marchó a París, cambiándose el apellido por el de Ardant mientras Ekaterina proseguía sus estudios de Secundaria con unas excelentes calificaciones. Al regreso de Andrei ambos ingresaron en la Moscow State University y se matricularon en Lenguas Extranjeras, donde se especializaron en lenguas orientales: japonés, chino, etc. Ambos conocen a la perfección el inglés y el francés.

Al finalizar la carrera en 1996 se integra en la empresa de su hermano Andrei, el Club Ammassait. Rápidamente se pone de moda entre actores, cantantes y otros famosos. A continuación crean un restaurante y una discoteca, Soho.

Simultanea este trabajo con los estudios en la International College of Economics and Finance, donde cursó el programa de Economics and Management, pasando una temporada en la London School of Economics and Political Science de Londres, en 1997. Andrei cierra el Ammassait y el Soho e invierte en otros negocios. En 1998 Ekaterina regresa a Moscú y crea el Maison Ardant Group, junto con Andrei, como vicepresidenta. Ambos integran en este grupo los diversos restaurantes que habían ido inaugurando: el Botchka (cocina tradicional rusa), el Shinok (inspirada en las típicas granjas rusas), el Manon (alta cocina francesa en un ambiente medieval). Y también cafés: el primer Pushkin fue inaugurado en 1999 en el Boulevard Tverskoiy una de las avenidas más caras y lujosas de Moscú, siendo seguido por dos cafés más en Tokio y en París. Además de distribuidoras exclusivas de joyerías y cosmética, anticuarios, varios restaurantes y cafés, discotecas, una empresa de catering, otra de eventos y recientemente un cuarto café Pushkin en Nueva Amsterdam: 41 West 57th Street, NA, 10019.

El símbolo del grupo es el restaurante “Turandot”, un lujoso restaurante en el Boulevard Tverskoiy de 65.000 m2 decorado como un palacio barroco y “chinoisant”que también se alquila para conferencias, comidas de negocios, etc. Costó alrededor de 50 millones de dólares. Acostumbra a ser frecuentado por miembros de la clase política rusa y moscovita, grandes personalidades de los negocios.


 

Sus dos empresas de eventos y catéring han estado presentes en casi todos los actos políticos celebrados en Moscú desde su creación en 2005 y sus clientes son: el Kremlin, el ayuntamiento de Moscú, la Presidencia de Rusia, governadores, etc. Otros clientes son: Credit Suisse, Pirelli, VTB, entre otros.

En 2005 recibe el segundo premio en los Awards for Business Excellence. Establece entonces contacto con la administración estadounidense a fin de ampliar su red de negocios, empezando por el mencionado Café Pushkin.



 


 


 

  1. Informe del Servicio de Reclutamiento del Federal Security Service.


 

Andrei Rostov había llamado la atención ya en su niñez a causa de sus habilidades mentales. Estas habilidades consistían en conocer el pensamiento de otras personas y controlar la mente de otros dando órdenes o imbuyéndoles pensamientos ajenos como si fueran propios.

El padre, Konstantin Rostov, se puso en contacto con diversos médicos y psicólogos para establecer las causas de ese comportamiento que él atribuía a una enfermedad mental. Uno de los doctores se puso en contacto con el FSB al intuir que quizá esas habilidades podrían ser de origen mutante.

Al nacer Katia se le practicaron varias pruebas y analíticas pero parecía ser normal. Andrei pasó por varias pruebas y escáneres pero sus supuestas habilidades iban perdiendo cada vez más fuerza a la vez que protegía ferozmente a su hermana.

Katia empezó a manifestar los mismos síntomas que su hermano pero ya entonces los Rostov se negaron a hacerle más pruebas. Hemos de precisar que los métodos utilizados por los servicios médicos en esa época eran bastante agresivos (se llegó a insinuar la posibilidad de una operación para dejar el cerebro al descubierto) y la reacción de los Rostov fue bastante comprensible.

Se les siguió la pista durante varios años. En París Andrei tuvo un accidente bastante grave que le dejó algunas secuelas, entre ellas la pérdida de sus habilidades mentales. En cambio Katia no experimentó ningún cambio y parecía que sus habilidades habían aumentado.

Los dos hermanos se aliaron para llevar a cabo varios negocios y Katia utilizó sus poderes para llenar los locales, sacar información y usarla para aumentar su patrimonio. En estos años, entre 1996 y 1999, se relaciona con gente de negocios, actores, políticos y con varias organizaciones pertenecientes a la Bratva. Su tren de vida es muy alto: varias casas, vacaciones lujosas, coches de marca, joyas, cuadros, alta costura, etc. También hemos de decir que no sólo su patrimonio aumentó sino que contribuyó en gran medida a que su hermano Andrei sea dueño de una fortuna y que sus padres disfruten de unas espléndidas jubilaciones.

Es entonces cuando se procede a su posible reclutamiento para el FSB, entrevistándola sobre un posible trabajo para el Federal Security Service. En un primer momento es mostró algo reacia, puesto que recordaba las pruebas que le hicieron de pequeña y no deseaba volver a pasar por ello. Se le aseguró que sería entrenamiento mental para poder desarrollar esas habilidades y poder utilizarlas no sólo en su propio beneficio y el de su familia, sino también en el de su país.

Se le hizo una segunda entrevista en la sede central del FSB, en la plaza Lubyanka, donde se le mostraron algunas dependencias y se le explicó el cometido de la posición que teníamos pensado para ella. También se le presentaron a los encargados de su entrenamiento mental, algunos de los cuales habían sido formados en la célebre Mansión para Jóvenes Talentos de Charles Xavier.



 


 

Katia Rostov pasó gran parte de los años 1999 y 2000 simultaneando su trabajo como vicepresidente del Armand Group y formándose en el centro de entrenamiento para nuevos agentes. Destacó en todos los cursos estandares y en los especiales para este tipo de empleados.

A mediados del 2000 empezó su debut como agente y su actuación fue brillante, pues permitió descubrir el fraude de 13 millones de dólares a un gobierno regional por parte de Boris Berezovski. Éste pasó a la oposición y abandonó apresuradamente el país. Eran unos momentos muy delicados a casusa de las elecciones presidenciales y la guerra con Chechenia, y la actuación de Katia Rostov permitió un alivio de las pesadas cargas que confluían sobre el Kremlin, además de permitirnos descubrir a un indeseable que habría sido un cáncer en nuestro país.

En todos estos años Katia ha sido una brillante agente cuyas actuaciones nos permiten conocer con bastante exactitud cuáles son los pormenores políticos y económicos de diversos grupos, empreseas, corporaciones, holdings, etc. Y actuar en consecuencia si amenazan la seguridad de Rusia.

Katia Rostov vendrá como vicepresidenta del Armand Group para supervisar el acondicionamiento y la pueta en marcha del nuevo Café-Brasserie Pushkin sito en 41 West 57th Street, NA, 10019.

A raíz del reciente acuerdo de colaboración entre nuestros países en materia de inteligencia las actuaciones de los agentes Katia y John en USA y Rusia respectivamente nos beneficiarán mutuamente.


 

Perfil Psicológico.

Katia es una agente nata. Responsable, profesional y dedicada a su trabajo. Aún sin sus habilidades mentales estamos convencidos que sus conocimientos sobre economía y dirección de empresas habrían bastado para ser reclutada como miembro del FSB. Sus relaciones con miembros de la Bratva y de la política rusa la hacen muy valiosa. Es una patriota convencida y seguidora fiel del liberalismo y capitalismo económico.

Aunque en un principio muchas organizaciones de la bratva intentaron reclutarla para sí, Katia demostró en más de una ocasión su lealtad hacia el FSB y Rusia, actuando como agente doble y proporcionando información valiosa.

A causa de su status social no se deja ver por la sede central y nuestros contactos son siempre en otros sitios. Tiene un buen sentido del humor, no fuma y bebe de vez en cuando. La ópera es una de sus grandes aficiones.


 

Núcleo familiar.

Está soltera. Sus padres viven en Moscú. Está muy unida a su hermano Andrei. Ninguno de ellos sabe que es un miembro del FSB. Se hicieron las oportunas averiguaciones para confirmarlo.


 

 

 

 

 

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21/05/2012, 18:20
Director
Sólo para el director

 

DIRECCIONES DE INTERÉS

1.-Att: Capt. Maria Hill

Stark Mansion

890 Fifth Avenue, Manhattan, NA

 

2.- Col.Gen. Sergei Buravlev

Director Adjunto Servicio Federal de Seguredad de Rusia

Deputy Director, Federal Security Service of the Russian Federation.

 

-       Trabaja para el FSB:
Posición: Agente de Campo (Senior) adjunta a la división 9.
Nombre en Clave: Svetlana
Nombre Real: Ekaterina Fiodorovna Rostov, Katia
 

FAMILIA

-       Padres: Segunda hija del arquitecto Fiodor Rostov y de la cantante de ópera Marina Ardant. El hijo mayor de éstos se llama Andrei, diez años mayor que Ekaterina.
Hermano: Estudió bellas artes

-       Cuando era pequeño su hermano mostro tener la capacidad para leer el pensamiento e imbuir pensamientos en otros, a medida que fue creciendo fue perdiendo los poderes, actualmente no tiene poderes
 

ESTUDIOS Y PREMIOS

-       Tanto el como su hermano ingresaron en la Moscow State University y se matricularon en Lenguas Extranjeras, donde se especializaron en lenguas orientales: japonés, chino, etc. Ambos conocen a la perfección el inglés y el francés.

-       En 1996 emprendió los estudios en la International College of Economics and Finance, donde cursó el programa de Economics and Management,  pasando una temporada en la London School of Economics and Political Science de Londres, en 1997temporada en la London School of Economics and Political Science de Londres, en 1997

-       En 2005 recibe el segundo premio en los Awards for Business Excellence

 

NEGOCIOS

-       en 1996 se integra en la empresa de su hermano Andrei, el Club Ammassait. Rápidamente se pone de moda entre actores, cantantes y otros famosos. A continuación crean un restaurante y una discoteca, Soho.

-        Andrei cierra el Ammassait y el Soho e invierte en otros negocios. En 1998 Ekaterina regresa a Moscú y crea el Maison Ardant Group, junto con Andrei, como vicepresidenta.

-        En 1998 Ekaterina regresa a Moscú y crea el Maison Ardant Group, junto con Andrei, como vicepresidenta. Ambos integran en este grupo los diversos restaurantes que habían ido inaugurando

-       Katia utilizó sus poderes para llenar los locales, sacar información y usarla para aumentar su patrimonio.

RECLUTADA POR EL FSB

-       La reclutan para el FSB. Se le presentan los encargados de su entrenamiento mental, algunos de los cuales habían sido formados en la célebre Mansión para Jóvenes Talentos de Charles Xavier.

ALGUNAS MISIONES

-       En el 2000 descubrió el fraude de 13 millones de dólares a un gobierno regional por parte de Boris     Berezovski

COLABORACIÓN ENTRE AGENCIAS

-       A raíz del reciente acuerdo de colaboración entre nuestros países en materia de inteligencia las actuaciones de los agentes Katia y John en USA y Rusia respectivamente nos beneficiarán mutuamente.

-        

 

LOCALES QUE POSEEN

el Botchka (cocina tradicional rusa)
el Shinok (inspirada en las típicas granjas rusas)
el Manon (alta cocina francesa en un ambiente medieval)
“Turandot”, un lujoso restaurante en el Boulevard Tverskoiy de 65.000 m2 
 

Y TAMBIEN CAFÉS:

 el primer Pushkin fue inaugurado en 1999 en el Boulevard Tverskoiy una de las avenidas más caras y lujosas de Moscú, siendo seguido por dos cafés más en Tokio y en París.
Además de distribuidoras exclusivas de joyerías y cosmética, anticuarios, varios restaurantes y cafés, discotecas, una empresa de catering, otra de eventos y recientemente un cuarto café Pushkin en Nueva Amsterdam: 41 West 57th Street, NA, 10019.
 

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24/05/2012, 00:45
Katia Rostov

El despertador sonó a las 6:45h, despertando a Katia. Ésta se desperezó y fue directa a la ducha. Cuando salió se puso la ropa y bajó a la cocina a desayunar. Puso la televisión mientras tomaba un café bien cargado. En realidad eran dos espressos en una sola taza, acompañados de un par de tostadas. Mientras escuchaba la CNN comprobaba su agenda. Como siempre, estaba bastante apretada, pero ese día se había reservado una salida para la ópera con Andrei, su hermano.

A las 7:30h salía de su casa en Lily Pond Av., en el East Hampton. Fuera la esperaba su chófer. Una hora después entraba en las oficinas del café Pushkin. Su secretaria ya estaba allí desde hacía media hora y le pasó los mensajes, los correos urgentes y los dossieres que tenía que consultar. A las diez tenia una reunión con el departamento de finanzas y a las doce otro con el de recursos humanos y marketing. También tenía una carpeta con los resúmenes de las otras empresas. Les echó un vistazo: todo parecía ir bien en Moscú. En París la crisis se hacía notar pero también marchaba bien, sin pérdidas, sólo un descenso de los beneficios. En Tokio la cosa se mantenía. Abrió su correo y se encontró con que algún becario idiota le había enviado el informe preliminar sobre la internacionalización de los cafés Pushkin a ella misma, en lugar de a su secretaria. Y al ser tan pesado recibía los correos muy lentamente. Cualquiera que le enviara una línea lo recibiría mañana. Y encima le había reenviado el mismo correo donde Virgina, su secretaria, le decía claramente que se lo enviara a ella. Katia pensó en cuánta razón tenía Einstein sobre la estupidez humana. Llamó a Virginia. -Virginia, traéme un café. Por cierto, ¿sabes el informe sobre la internacionalización que tenías que haber recibido ayer? La consultoría me lo ha enviado al mío. Sí, ya sé que le dijiste claramente que no lo hiciera. De hecho tengo tu correo reenviado con un adjunto de varios megas. Estoy de acuerdo, no saben leer. Lo elimino y diles que lo vuelvan a enviar al correo especificado. - Hasta las 9:55h estuvo leyendo y subrayando el informe que le había enviado el departamento financero. Los precios de los locales habían subido bastante y los pisos que daban a Central Park estaban por las nubes. Tendrían que hacer algunas maniobras financeras para conseguir más cash y poder hacer frente a los pagos sin que la calidad se resintiera. Al fin y al cabo había contratado al mejor chef y al mejor somelier de N.A. y eso costaba dinero. Tuvieron su autorización.

Katia se acarició la ceja derecha, como cuando se concentraba en leer la mente, pensando en el mensaje que le había enviado un matón de Kingpin sobre la seguridad en el West End y el hecho que un local tan llamativo estuviera expuesto a posibles robos. Ayer se había puesto en contacto con Mikhail Kravchenko, un capo de la bratva, para confirmar si el territorio de Kingpin abarcaba tanto. La respuesta fue positiva. De hecho, el tal Kingpin, que nadie había visto, era casi el Capone de Nueva Amsterdam. Estaba creando un imperio, y también muchos enemigos, pero hasta el momento quien le había hecho frente no sobrevivía para contarlo.

Eran casi las doce y aún tenía la reunión con los de marketing y recursos humanos. Ya se había leído el orden del día y los diversos curriculums, pero los repasó mientras iba a la reunión. En total tenían diez candidatos para Communication Manager. Al cabo de media hora escogieron a una chica joven, americana de ascendencia rusa, que tenía muy buenas referencias.

A las doce y media estava de vuelta en su despacho, cogió su abrigo y el bolso. - Virginia, salgo a almorzar. No estoy para nadie en la próxima hora y media. - Bajó al restaurante, que empezaba a llenarse, y se sentó en su sitio de siempre. Pidió su comida habitual y esperó, mientras miraba satisfactoriamente el local y los clientes que llegaban. Reconoció a un broker de Wall Street y se saludaron con la cabeza. El broker se sentó con otro hombre, también trajeado. Katia hojeó el periódico y se acarició la ceja derecha. Este gesto la ayudaba a concentrarse en sus habilidades, aunque no le era necesario. Sin embargo, la fatigaba más no hacerlo. Sonrió para sus adentros. Esta noticia le va encantar a Abramovich...

Al cabo de cinco minutos sonó su móvil. Su otro móvil, el que llevaba para comunicarse con la FSB y ahora con shield. - Svetlana. De acuerdo. Estaré allí. - Katia terminó de comer mientras hojeaba el periódico, se levantó, saludó al personal, y se fue a dar un agradable paseo al lado de Central Park. En un banco al lado de una entrada al parque estava un hombre leyendo el Daily Bugle. Katia se dirigió a la las puertas de hierro mientras el hombre se dirigía a un puesto cercano y compró un café para llevar. Luego cruzó las mismas puertas. Ambos se encontraron en el camino.

  • Hola Svetlana. ¿Alguna novedad?

  • Sólo que Kingpin ya está intentado meter mano en mi negocio, Alistair. Según mis fuentes una gran parte de Nueva Amsterdam ya es suya y está expandiéndose. Muchas bandas y familias que se creen que operan de por libre al final están a sus órdenes. Y la bratva no es una excepción.

  • ¿Algún nombre? ¿Alguna pista para saber quién és?

  • Nada en absoluto. Ese tipo no sale de su agujero. Podría ser perfectamente el que te ha vendido el café como el presidente de la CNN.

  • ¿Y esas fuentes tuyas no pueden charlar más, Svetlana?

  • Son mis fuentes, recuérdalo, Alistair.

  • ¿Qué vas a hacer respecto al pago?

  • En efectivo, a través de un intermediario que entregará una bolsa a alguien. Si quiero continuar con el negocio tengo que seguir el juego. Le será entregado a través de un intermediario que lo entregará a otro.

  • ¿Billetes marcados?

  • ¿Estás de coña? ¿En el primer pago? No. Si seguimos el rastro del dinero ahora le pondremos sobre aviso y al día siguiente el Puhskin habrá tenido un accidente con el gas.

  • ¿Y ese intermediario sabe algo?

  • Lo dará a un segundo intermediario y así ad infitum. Pero no te preocupes. Le desenmascaremos.

  • Eso espero, Svetlana. Kingpin ha pasado de ser un dolor de cabeza a un tumor y no podemos permitir que se extienda.

  • No lo hará. Debo regresar.

  • ¿Quién es el intermediario?

  • Uno de mi confianza.

  • Me refiero al intermediario que recogerá el dinero.

  • Alguien que quizás ni sepa que trabaja en última instancia para Kingpin.

  • ¿Y quién és el de la penúltima instancia?

  • Forma parte de mis fuentes, Alistair. Si hablo el pájaro volará y os encontraréis que Kingpin hará pública su identidad cuando sea elegido Presidente.

  • Podríamos hacer un trato.

  • Le va demasiado bien. No hay trato que podamos ofrecerle que sea mejor que lo que ya tiene. Debemos estar seguros. Y eso tardará tiempo. No seáis tan impacientes. Aquí nos separamos. Hasta la próxima, Alistair.

  • Hasta la próxima, Svetlana.

 

Katia volvió a su despacho. Virginia la había dejado sobre la mesa un grueso volumen encuadernado. Era el famoso informe sobre internacionalización de la consultoría. Virgina seguramente les habría abroncado y éstos habían enviado por FedEx una copia impresa además de la virtual. Comprobó el correo. Por fin le llegaron los mensajes. Después de contestarlos se sentó en las butacas de la zona reservada a las visitas. Había cuatro butacas y una pequeña mesa al centro. Al lado de las estanterías repletas de libros sobre economía, gestión de empresas, un par de atlas, enciclopedias, libros blancos de restauración, etc. Se descalzó y se dedicó a leer atentamente el informe, lápiz en mano. De vez en cuando subrayaba alguna frase o escribía algún comentario al margen. Al cabo de dos horas se tomó un descanso.

Decidió que Boris Abramovich, un antiguo conocido suyo de la bratva moscovita que ahora se había instalado en Londres, era la persona adecuada para enterarse de cierto cotilleo proveniente de un broker de Wall Street. De un maletín sacó una tablet. Su hermano le había instalado un programa que hacía casi imposible rastrear la ip hacia su lugar de origen. Si alguien lo intentaba le saldría que el mensaje que iba a enviar había sido escrito en Dubai, en Australia, en Alemania o en Argentina. Se necesitaría ser un genio como Andrei para descifrarlo. Y funcionaba.

"Para Boris, de Iván. En Wall Street se comenta que cierta cuenta a nombre de ciertos miembros de la realeza inglesa se ha visto disminuida notablemente".

Katia sonrió abiertamente. En sus relaciones con los diversos miembros de la bratva siempre firmaba como Iván. Sólo al principio, hace bastantes años, daba la información que obtenía en persona. Después se volvió más cuidadosa. Y desde que fichó para la FSB, jamás. Para los actuales miembros de la bratva era una rusa multimillonaria más, con sus negocios. Quizás en virtud de los viejos tiempos, si Katia había hecho negocios con ellos, se permitía el esfuerzo de intentar contactar con Iván. Pero a veces el propio Iván se ponia en contacto con ellos, sin que ella interviniese. Y esos mismos miembros, cuando tenían información suculenta, se la daban. Había tenido varios alias: algunos de hombre, otros de mujer, franceses, ingleses, rusos, españoles, etc. Iván era perfecto: indetectable, fiable al 100% y nadie sospechaba que ella estuviera detrás. La FSB creía que ella utilizaba sus antiguos contactos para sacar información y proporcionársela a la madre Rusia. Y era verdad, sólo que a veces también sacaba otro tipo de información que la podía beneficiar. O sabía de alguien que pagaría muy bien para usarla. Y Rusia no salía perjudicada en ello.

Apagó la tablet y decidió que ya estaba bien de trabajar por hoy. Mañana continuaría con el dichoso informe. Recogió sus cosas y subió al piso de arriba, hacia el despacho de su hermano.

  • Hola Andrei. ¿Te acuerdas que tenemos entradas para La Traviata?

  • Si, Katia. ¿Ya te han contado los de finanzas los malabarismos que tendremos que hacer?

  • Con todo lujo de detalles. He pasado casi dos horas escuchando números.

  • Mikha te ha informado sobre...

  • En efecto. Pero no hablemos ahora de eso. Quiero salir y divertirme.

  • ¡Genial! Hace por lo menos un año que no escucho El Hollandés Herrante. Virginia ha pasado por aquí y te ha dejado el vestido y las joyas. Yo ya tengo el traje italiano, ¿que té parece?

  • Eres un adicto al traje italiano.

  • Lo sé, pero me queda muy bien. Es elegante y te da el toque de clase y distinción que uno quiere. Todo el mundo irá con traje inglés o pero, americano. Excepto los del gallinero, que irán con sus camisetas de algún equipo de futbol o basquet. Pero esos no cuentan.

  • Al menos esos van a la ópera.

  • Querida hermanita, estás arrebatadora. Ya verás cómo tendré que sacarte un montón de moscones de encima!

  • Jajaja!

  • Por cierto, ¿sabes quién está en Nueva Amsterdam?

  • Sorpréndeme

  • Sokolov

  • ¿En serio?

  • Completamente

  • Lo admito, me has sorprendido. Le hacía todavía en Moscú.

  • Tú y casi todo el mundo. Quiere ser discreto. Quizás nos lo encontremos en el Metropolitan esta noche.

  • ¿Y cómo...?

  • Me lo encontré de casualidad. Se mostró muy amable y te recuerda de nuestros tiempos en Moscú.

  • Espero que sí, aunque fue hace unos cuantos años. Se ocupaba del Turandot, creo.

  • ¿Vamos? ¿Luego te quedarás en Nueva Amsterdam o vuelves a tu casa de la playa?

  • Vamos. No es una casa de la playa. Es una buena casa alejada del mundanal ruido y perfecta para mis necesidades. Además, le acabo de instalar un nuevo sistema de seguridad. Deberías venir a mejorarlo.

  • ¿Y tus jefes ya lo saben?

  • Andrei, ¿qué jefes?

  • Chica, no tienen micrófonos. Lo sé, lo he comprobado.

  • Saben que le he instalado un sistema de seguridad, aunque quizá sea un poco excesivo para una agente.

  • Tú no eres una simple agente. Eres una doble o triple agente.

  • Jajaja!

  • ¿Cómo te lo haces para llevar tres vidas? Yo bastante tengo con una...

  • Organización, querido. Además, tú sabes de mis... otras actividades. Por tanto también tienes tres vidas.

  • Al final me convertiré en un gato.

  • Eso serían siete vidas.

  • Dios...

  • Jajaja!

  • No tiene gracia

  • Sí que tiene

  • No, no la tiene.

  • Que si... jajaja.

 

Horas después, Katia regresa a su casa de los Hamptons y despide al chófer, saluda al vigilante de seguridad del barrio que patrulla por la zona y enciende la cámara de seguridad que está conectada con la del apartamento de su hermano. Pone la alarma, comprueba todas las puertas y ventanas y echa un vistazo a su habitación de "seguridad". Todo en orden. Se desviste, se quita el maquillaje y se pone un camisón. No tardó nada en dormirse.