Partida Rol por web

Memorias de Idhún

Impaciencia

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19/05/2014, 23:04
Aylandris

Aylandris había guardado silencio mientras el semiyan le hablaba a ella y le contestaba a Shivei acerca de la comida. Intentaba evaluar a aquel yan que conocia de vista de la noche anterior y lo miraba fijamente, atenta a todos sus gestos, sus palabras, como se movia... Cuando, el que se había presentado como Khaz, comenzó a remover aquellas cosas azules en aquel líquido aguachinado, no lo pudo evitar, y su atención se desvió hacia aquello. ¿Qué sería? ¿Estaría bueno? ¿Sería baboso? Tenía que ser baboso, las cosas azules lo eran...¿no? Miró sin ningún atisbo de vergüenza como Khaz dudaba al principio sobre si probar aquello o no, pero siguió pacientemente la cuchara del yan hasta su boca y estudió su expresión entonces. Esta y los gestos de él animándola a probar aquello la convencieron, el hambre podía más que otra cosa aquellas horas tan tempranas y, pensándolo bien, no sabía cuando volvería a probar bocado.

Se quitó tímidamente la parte de la tela que le tapaba la cara y agarró con energía una cuchara que metió en la sopa azul rápidamente, removiendo un poco como había hecho Khaz y se llevó una de aquellas cosas a la boca sin pensárselo demasiado. Después de unos segundos, la sorpresa hizo que una de sus cejas se levantara levemente y su mano volviera a meter la cuchara en el líquido a la caza y captura de otra de aquellas cosas que rápidamente desapareció de nuevo en su boca.

-Estabueno.Azulperobueno -dijo sin dejar de masticar y cazando otra de aquellas cosas con la cuchara antes de terminar con la segunda-Aylandris-dijo escuetamente antes de acabar con la tercera y comenzar a buscar la cuarta- Esunsitiomuyraro. Muchosseresraros. Eslaprimeravezquesalgodecasay... -¿le gustaba aquello? ¿sentía curiosidad? ¡Sí! ¡Mucha! Pero tambien miedo....- ...necesitoaunmago.

Lo miraba fijamente entre cuchara y cuchara, con el descaro de una joven yan con las ideas claras, intentando averiguar que podía esperar de él, si podía confiar en ese miembro de su especie. Y antes de que Khaz terminara con su plato, ella había terminado con el suyo. No había ni rastro de aquellas cosas azules en el plato, ni del líquido que las acompañaba. Lamió la cuchara antes de dejarla sobre la mesa y se tapó de nuevo la cara, dejando solo visibles sus ojos y sus pestañas oscuras y pobladas. Parpadeó mirando a Khaz y mirando su plato, aquel semiyan era lento, tenían muchas cosas que hacer para dedicar tanto tiempo a la comida.

-¿Buscamosatumago? -preguntó cruzándose de piernas sobre la silla y apoyando los codos en sus rodillas mientras miraba a Khaz comer- Elunicorniopuedeaparecerencualquiermomento, ydespuesalomejorsevadeaqui. Tumago, digo.

 

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20/05/2014, 23:51
Khazlian

Era demasiado raro sentirme observado de esa manera, mientras me decidía a probar la comida azul. Menos mal que la cosa cambió cuando le dije que comiera, que el peligro ya había pasado, que no me iba a morir ni sabía fatal. La conversación, por llamarla de alguna forma, continuó entre el ruido que hacíamos comiendo y el entrechocar de la cuchara con el tazón, además de algún gruñido y frases apresuradas entre bocados. Casi parecía que le iban a quitar el cuenco en cualquier momento o que no tendría como pagarlo y estaba esperando la oportunidad para irse corriendo.

Continuaba comiendo con algo de prisa, pero no tanta como para terminar tan rápido como Aylandris, o eso pude deducir. Ella ya había terminado y a mí me quedaba algo menos de la mitad. Por el momento la paciencia demostrada por la yan estaba siendo digna de alabanza, de ser otro yan o en otra situación, ya me habrían tirado del brazo dejándome sin terminar. 

-También es la primera vez que salgo del desierto -me llevo otra cucharada a la boca, ahora me sentía más raro, comiendo y hablándole mientras ella estaba ahí, parada, esperando a que terminase. Mirándome con esos ojos-. Supongo que no pude rechazar este viaje.

Mejor no seguir tentando a la suerte, así que tras verla en esa posición, aumento el ritmo y apuro el tazón. Cuando termino, apoyo la espalda en el respaldo de la silla y suelto un sonoro y placentero suspiro. Sólo de pensar que ahora me tendría que patear las calles... pero había toda una ciudad bulliciosa que descubrir.

-¿Buscas un mago o al unicornio? -digo tras poner las manos sobre la mesa para levantarme. Me cuelgo el arco al hombro y me quedo mirándola-. Mi mago me necesita para volver. Será muy buena en lo suyo, pero se perdería de aquí a la habitación -y sonrío, pero quito la sonrisa de golpe-. No le vayas a decir que he dicho eso.

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22/05/2014, 12:01
ZZ June

Aquel hombre hablaba de bárbaros, del norte y de animales, sin duda no era de aquella zona, y su indumentaria hacia denotar un largo viaje hasta aquella ciudad. Me acerqué a Ceya - oye Ceya, estos hombres no son tan maravillosos como las historias que escuchaba en mi aldea, es más... me dan algo de miedo - solté una sonrisa nerviosa. - pero bueno, supongo que no nos comerán - dije mientras aunaba fuerzas para acercarme a aquel hombre.

-Oiga senor -dije mientras reclamaba su atención tirando de sus ropajes - ¿de que zona del Norte es?

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22/05/2014, 23:35
Aylandris

-¿Nopudisterechazarelviaje? -preguntó curiosa mientras lo miraba rebañar el tazón de comida con cierto aburrimiento- ¿Porqué?Siempresepuededecirno, sidijistesiesporquequeriasvenirporalgunarazón -determinó sencillamente, sin llegar a entender porque un yan podía haber sido obligado a abandonar el desierto. Aquello le produjo curiosidad.

Este Khaz es raro. Come lento. Habla como la celeste ¡lento! Y... ¿por qué suspira? ¿No querrá seguir durmiendo? ¡¿verdad?!

Se levantó de un salto cuando Khaz se movió al fin y cogió sus cosas, dispuesto a salir a la calle. Aylandris estuvo a punto de suspirar ella entonces, Khaz no pensaba quedarse a dormir más. Saldrían ahora a la calle. Se metió la mano entre los pliegues de sus ropas y sacó unas cuantas monedas que dejó sobre la mesa, como pago por la comida. No sabía si sería mucho o poco por aquel plato azul, pero no le importaba si salían ya a la calle, a la luz de los soles.

-¿Alunicornio? No, no. Soloalmago, solonecesitounmago -dijo adelantándole y dirigiéndose hacia la puerta, pero se paró en seco al escuchar sus palabras- ¿Tumago?¿Estuyo? -preguntó sorprendida abriendo enormemente sus ojos que brillaron a la luz de las lamparas que iluminaban la sala. Khaz tenia un mago, ¡un mago! aquello era maravilloso. Ahora no tenía duda de que la ayudaría, él solo tenía que ordenárselo- ¿Perdersedeaquia...? -dirigió su mirada hacia las escaleras que conducian a la parte de arriba, a las habitaciones, y se preguntó como un mago podría perderse en un sitio tan pequeño. Pero descartó rápidamente la idea, eso no era importante si.... ¿la maga?... podía ayudarla- Eresraro, muyraro. Nosabíaquelosyanpodíantenerunmago, peroesinteresante. Nodirénada, ¿porquéibaadecirlealgo? Bueno,sí. Tengoalgoquedecirleperonorepetirétuspalabras -pestañeó y se volvió rapidamente hacia la puerta mientras seguía hablando- Yotendréunpequeñotorkacuandoseamayor. Locuidaréparaquenometengamiedoymelleveporeldesierto, pero... noquieroteneraunmago. Esonodebesermuydivertido.

Abrió de un empujón la puerta y la luz de los soles la bañó. Cerró los ojos por un instante, dejándose acariciar por aquella dulce tibieza. Cuando se volvió hacia él, la luz incidió en sus ojos y Khaz pudo ver perfectamente que los ojos de aquella pequeña yan eran diferentes. Antes, en la luz del interior de la taberna no lo había apreciado, pero ante los brillantes rayos de luz de la mañana, lo vio. Unas finas vetas color dorado recorrían sus iris, rodeando a la negra pupila con una red interminable de hijos dorados, un laberinto en miniatura. Y entonces asoció el nombre de la pequeña yan con aquella característica rara en aquella raza.

Aylandris significaba en lenguaje yan Pequeña Yan Laberinto de Ambar.

-¿Meexplicasporquenopudistenegarteavenirmientrasbuscamosalmago?-le preguntó antes de mirar a un lado y a otro de la calle- ¿Poraquí? -preguntó echando a andar hacia la derecha.

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24/05/2014, 10:45
Narrador

La ciudad estaba a rebosar. Apenas se podía caminar sin llegar a chocar con alguien. A esas horas, al menos el ambiente era totalmente festivo. Debido al gran número de actividades, la gente no parecía tener tiempo para enfadarse.

Caminasteis como caminan los yan con un objetivo fijo. Rápido y sin apenas deteneros. Pero eso no quitaba que escucharais las conversaciones según caminabais. Y una de ellas os llamó poderosamente la atención.

Quizá aquello habría pasado desapercibido ante vuestros oídos pero la sorpresa de que un yan estuviera hablando con un feérico os llamó poderosamente la atención. Así que no pudisteis evitar pegar el oído, y tal y como creíais no era nada relevante, pero si que era cierto que aquello había dejado una preocupación en vuestro interior.

Aquel yan había quedado con una amiga del feérico, parecía que su relación estaba prohibida. Los padres de ambas criaturas estaban en contra de la unión y ellos, como fieles amantes, habían decidido aprovechar la visita para ver al Unicornio y ya de paso unir sus lazos en una de las muchas capillas que había en la ciudad. El enlazamiento se daría la siguiente noche a la aparición. Y entonces, ambas familias sabrían que su amor era verdadero.

Todo eso no dejaba de ser una historia más de amor y de cuento, nada era destacable salvo la unión entre distintas razas, que aunque raro, habías conocido en algún momento. Pero lo que realmente os extrañó era el tono en que el yan lo contaba. Aquel chico parecía hablar siempre en pasado, como si la feérica le hubiera dado calabazas y le hubiera rechazado sin dar más señales de vida. Tan solo un pañuelo a las afueras de la ciudad, colgado del árbol dónde aquellos días habían acostumbrado a verse. Lejos de los ojos indiscretos de todos los recién llegados de la ciudad y de las familias que no aprobaban su relación.

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24/05/2014, 10:51
Bárbaro del Norte

Los bárbaros se volvieron recelosos al principio cuando Jon-Asgeir les empezó a hablar. Pero sus facciones dejaron atrás la rudeza y se volvieron más amigables, aunque la preocupación era demasiado profunda en sus rostros para conseguir que se fueran.

Ser del clan Erkali saludaron a su manera tradicional, golpeándose con el puño cerrado en el hombro contrario. Eran un clan que apenas se relacionaba con otras razas, por eso su vocabulario era tan restringido cuando intentaban conversar en el idioma común. Tierras de los clanes estar en paz, no guerras, todo comercio. De tu clan no saber nada, pero todo bien. Si no, nosotros saber.

Escuchó las palabras de Jon y, aunque parecía que le costaba procesarlas, asentía lentamente con entendimiento. Nosotros agradecer tu. Nuestras mujeres estar enfadadas mucho, poder degollar a un gigante con sus manos aseguró con un deje de temor en su voz.

Fue el momento en el que Ceya y June hicieron acto de presencia. El rostro tosco de los bárbaros se hizo presente, pero la forma en que June tiraba de sus ropas para atraer su atención les hizo gracia.

Tu ser curiosa como pequeño bárbaro apoyó una mano sobre la cabeza de la joven, y la dejó allí. ¿Conocer tu las tierras bárbaras? Nuestro poblado cerca del Río Adir

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24/05/2014, 11:05
Feérica

Pero tus intenciones fueron interrumpidas. De un bosquecillo cercano a la fuente en la que estabas apareció corriendo una feérica. Se acercó a varios celestes, todos llevándose la mano al pecho. Su debilidad parecía que la molestaba, y los iba rechazando uno a uno. Al verte, sus ojos se iluminaron y caminó hacia ti.

¿Eres sacerdotisa? Necesito tu ayuda. Mi hija, Elara ha desaparecido. Estaba a punto de entrar en la iglesia de las Tres Lunas, estaba despidiéndose de un hijo del desierto cuando desapareció. Seguro que ese hijo de Aldun la ha raptado para que no pueda comenzar con su vida en la iglesia. Seguro que se la ha llevado por la fuerza. ¡Necesito encontrarla! ¡Necesito volver a verla! Pero ahora, con tanta gente como hay en la ciudad, es como buscar una aguja en un pajar. ¡Necesitamos ayuda! ¿Podrás ofrecérnosla?

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24/05/2014, 11:30
ZZ Jon-Asgeir

Miro con algo de suspicacia a las dos recien llegadas. Pero parece que a mi interlocutor no le importa, así que...

se me había olvidado el saludo tradicional. Demasiado tiempo fuera de casa... Responder ahora a su saludo con otro igual no quedaría bien, ya les he dicho mi clan y demás. Miro a la pequeña Semiyan.

Asiento cuando el bárbaro dice su localización. Eso había escuchado. Nosotros, en cambio, estamos más cerca de la cabecera del río Estid, por eso nuestra relación está tan distante. Pero me alivia saber que no sucede nada raro en las tierras del norte. Una sonrisa aparece en mi cara.

Pensando en sus palabras, no puedo evitar que se me escape un ah... las mujeres bárbaras cuando recuerdo lo que dijo de sus mujeres. Son casi más peligrosas que nosotros. Las palabras apenas son susurradas, espero que nadie las haya escuchado.

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24/05/2014, 16:14
Entu
Sólo para el director

Entu afronta el nuevo día con bastante melancolía. Aún así, la curiosidad puede más en él, y logra vencer el agobio que le producen las concurridas calles y dedicar la mañana a vagabundear por la ciudad. A medida que se acerca el mediodía, se da cuenta de que tiene cada vez más hambre; sin embargo, no está seguro de dónde encontrar comida en la ciudad, ni de cuánto dinero le costará, así que sale de las murallas y se dirige al río, con la intención de encontrar algo comestible en su habitat natural.

Una vez saciado su apetito y relajado un poco sus ánimos nadando en el río, retorna a la ciudad con algo de mejor humor, aunque siempre fijándose por si se encuentra con Iora. La varu está dolida, y él no cree que sea buena idea repetir la escena del día anterior.

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24/05/2014, 16:04
Ceya

-¿Eh?- la muchacha tuerce la cabeza con gesto de fastidio, pero también de curiosidad. Todavía se le hacía extraño que su compañera conociera tanto que resultaba desconocido para ella. 

Cuando el hombre al que le tiraba de las ropas se gira hacia ellas y habla... de manera un tanto extraña. Entorna los ojos mirándolo con el ceño fruncido, mostrando cierta desconfianza, a él y al otro hombre, algo natural en ella, mientras se cruzaba los brazos mientras murmuraba unas palabras en voz alta mostrando sus pensamientos  -¿del mismo clan? Erk...Er... eso- hace un gesto con la mano restándole importancia al hecho de no acordarse del nombre del clan que había nombrado anteriormente el que hablaba de manera extraña. Quizás se trataban de compañeros y los estaban molestando...

Como no sabía bien lo que decir únicamente realizó una pregunta (dejando a un lado que antes expresara sus pensamientos/pregunta en voz alta) -¿también participáis en el tiro con arco?

 

 

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26/05/2014, 11:04
ZZ Jon-Asgeir

Miro a la mujer. qué recuerdos de las tierras de los féericos...

Asiento a su pregunta. Yo, al menos, sí participaré. También pensais participar? Si es así, os deseo toda la suerte del mundo. Quizá después de apuntarnos me podais llevar donde teneis el ganado para hacer un primer reconocimiento, si? añade Jon, mirando al bárbaro.

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27/05/2014, 17:52
ZZ Yu-Len
Sólo para el director

Al ver esas  pisadas las contemplo preocupado, podia ser peligroso para los habitantes de la ciudad, asi que decidí internarme de nuevo a la ciudad y buscar a unos guardias para informarles del descubrimiento

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27/05/2014, 19:36
Khazlian

Por fin nos habíamos puesto en marcha, con las energías renovadas tras el tazón de gachas azules. La incógnita de porqué había venido a este viaje parecía corroer la curiosidad de Aylandris, al menos me había salido gratis la comida gracias a la yan.

-Nopuderechazarelviajeporquesomosviejosamigosyhemosvividoalgunascosasjuntos -con toda la tranquilidad, como si lo hubiera estado haciendo desde el principio, utilizo el rápido lenguaje propio de los yan-. Nopodíadecirlequenoaguiarlahastaaquí, sinmísehabríaperdido, ademásyotambiénqueríaveralgomásalládeldesierto.

Al salir al exterior, vuelvo a tapar mi cara con la tela del turbante. Supongo que era por mera costumbre, andar con la cabeza cubierta para evitar la luz directa del sol y refrescar un poco. El ajetreo y el bullicio casi parecía que estuviéramos en algún tipo de cruce donde se juntaran varias caravanas y hubieran aprovechado para hacer algún intercambio. No estaba muy lejos de la realidad, ya que por todos sitios podían verse puestos donde se vendía.

Cuando me giré para volver a hablar con ella, pude notar un brillo diferente en sus ojos, matices dorados por la pupila. Costaba apartar la mirada y tardé un instante en conseguirlo para continuar con la conversación.

Esunaformadehablar, noqueríadecirqueellameperteneciera -no entiendo como con mis palabras pudo haber entendido eso, pero tendré que pensar lo que digo la próxima vez- noesmimascotaninadaparecido, sólounaamiga, unaviejaamiga. ¿Cuandoseasmayor? ¿cuántosañostienes? -ya me podía la curiosidad, que una niña se hubiese aventurado a un viaje así sola... esto es muy diferente a deambular por el desierto-.

-Notepuedesfiardelosfeéricos, yalodecíamiabueloquenotraíannadabuenosiempretramandoalgo -le comento a Aylandris tras escuchar el rumor que corría entre la gente-. Noentiendoquehapodidoverunyanenalgoasí -sentencio con acritud-.

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29/05/2014, 01:19
Ceya

Asiente con una orgullosa sonrisa -¡por supuesto! Y no necesito suerte... pero tú sí- le sonríe todavía más ampliamente mientras lo señala con un dedo -aun así gracias, se acepta- se cruza de brazos algo ceñuda al principio, aunque el ambiente del lugar era demasiado animado como para mostrarse enfadada -¿Ganado?- mira a uno y a otro hombre con ojos brillantes pensando en los distintos animales que podría conocer. 

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29/05/2014, 08:43
ZZ Jon-Asgeir

Mira al otro bárbaro, y luego a las mujeres. Bueno, eso es cosa de aquí, mi amigo digo, señalando con la cabeza al bárbaro con el que he hablado, y de él depende decidir si vosotras deberíais saber algo al respecto o no, cierto? 

Tras pronunciar esas palabras, Jon se queda mirando al bárbaro. Por un momento, había tenido la tentación de decir más, incluso de invitarlas a unírseles, pero... ¿y si son ellas quien roba el ganado? Quizá una semiyan es más raro, pero lo feéricos son muy dados a las "bromas" como esas... así que si quieren confiar, que sean ellos

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29/05/2014, 22:06
ZZ Geblu
Sólo para el director

Geblu se despertó realmente tarde aquel día. El sol ya estaba muy alto en el cielo y el agua de la fuente s notaba algo caliente por la incidencia de los rayos solares. Se puso en pie y se desperezó, el agua le llegaba algo más arriba de la cintura y cuando emergió parte de su cuerpo notó que el clima era agradable.

Observó a la gente, esperando señales de que hubiese aparecido el unicornio, pero no fue así. Geblu estaba algo preocupado, no sabía si había viajado durante tanto tiempo para nada. Agitó la cabeza para deshacerse de sus pensamientos, eso ya no importaba. Estaba allí y no iba a irse así como así.

Decidió buscar algo que hacer, no quería pasarse otra vez todo el día vagando por ahí como un alma en pena. Aunque Geblu era de naturaleza tímida y callada eso no debería estar enfrentado a relacionarse con alguien. Lo primero que se le vino a la cabeza fue el otro Varu que conoció la noche anterior. Pero fue muy poco agradable. Pensó para si mismo mientras salía de la fuente. Por un momento se planteo realizar la protección acuática, pero no hacía tanto calor y había muchas fuentes por la ciudad, no sería dificil refrescarse cuando lo necesitara. Así evitaré llamar más la atención.

Se puso en camino pensado que hacer. Tal vez la feérica y la yan estén por ahí aún pensó sin tener muy claro el porqué. Aquellas dos jóvenes le habían parecido graciosas y tan perdidas como él. Se encogió de hombros y se puso en marcha por las bellas calles de la ciudad, buscaba la posada donde se habían hospedado, aunque sin ninguna pretensión de encontrarlas.

Puedo pasear al fin y al cabo, no voy a pasarme el día en la fuente.

Caminó durante un rato, viendo la actividad de la gente y como se había montado unas plataformas sobre las que la gente hacía cosas y otra gente se reía. Aquello le sonaba a algo que le había dicho su padre, Creo que eso se llama "titro" o algo así. Siguió caminando y llegó hasta la entrada de la Gran biblioteca, se plateó entrar, pero no sabía leer y no quería que nadie le tomase por estúpido así que pasó de largo, buscando algo en lo que entretenerse.

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31/05/2014, 13:06
El Gato

Notas de juego

Podéis seguir roleando.

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31/05/2014, 13:08
Bárbaro del Norte

Nosotros participar, sí. Bárbaros ser hábiles con arco y flecha. Cazar también con las manos, pero arco mejor herramienta. Animales correr mucho dijo mientras se llevaba las manos a la cabeza simulando unos cuernos, como para aclarar de qué tipo de animales hablaba.

Tener problemas con ganado. Alguien robar, y cada vez más. Mujeres del clan hacer guardia. Son fieras guerreras, a veces más que hombres. Pero no consiguen encontrar ladrón. Es como si magia. Les explicó el otro bárbaro a las jóvenes compañeras de viaje.

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31/05/2014, 13:12
Narrador

Yendo a las afueras, escuchas una historia que te conmueve el corazón. Quizá aquello habría pasado desapercibido, pero la sorpresa de que un yan estuviera hablando con un feérico te llamó poderosamente la atención. Así que no pudiste evitar pegar el oído.

Aquel yan había quedado con una amiga del feérico, parecía que su relación estaba prohibida. Los padres de ambas criaturas estaban en contra de la unión y ellos, como fieles amantes, habían decidido aprovechar la visita para ver al Unicornio y ya de paso unir sus lazos en una de las muchas capillas que había en la ciudad. El enlazamiento se daría la siguiente noche a la aparición. Y entonces, ambas familias sabrían que su amor era verdadero.

Todo eso no dejaba de ser una historia más de amor y de cuento, nada era destacable salvo la unión entre distintas razas que, aunque raro, se había dado en algún momento. Pero lo que realmente te extrañó era el tono en que el yan lo contaba. Aquel chico parecía hablar siempre en pasado, como si la feérica le hubiera dado calabazas y le hubiera rechazado sin dar más señales de vida; tan solo un pañuelo a las afueras de la ciudad, colgado del árbol dónde aquellos días habían acostumbrado a verse; lejos de los ojos indiscretos de todos los recién llegados de la ciudad y de las familias que no aprobaban su relación.

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31/05/2014, 13:17
Narrador
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Los puestos de la ciudad eran realmente llamativos. A todos te acercabas para echar un ojo y todos los tenderos te atendían con grandes amabilidades, intentando que compraras y probaras diferentes productos, pero los rechazabas con un leve gesto de cabeza. Tu corazón buscaba a las dos jóvenes que habías conocido y dabas tumbos de un lado a otro esperando encontrarlas. 

Pero un puesto sí que consiguió tu atención, el que tenía forma de dragón. Y te acercaste a ver qué vendía.

Garamm el Destilador cruzó una mirada contigo cuando te acercaste al puesto. Aquel yan, aunque algo zafio, tosco y sobre todo caliente, parecía ser buena persona.

Cuando estabas a pocos centímetros de la encimera, había sacado sacó algunas bebidas y comenzó a combinarlas. Te miraba con una sonrisa de oreja a oreja y se movía como si estuviera haciendo una bella danza para ti y para captar la atención. Cuando terminó de agitar la conctelera te puso un vaso congelado y te sirvió un líquido entre azul y rosa que en función de la luz que le diera se tornaba en otros tonos.