Partida Rol por web

Esos bichos vuelan a mi alrededor poniéndome nerviosa. Agarro el palo con fuerza y noto como mis manos comienzan a sudar alrededor del palo.

Siento algunas gotas de sudor resbalar por mi frente y mi respiración anda entrecortada a causa de la carrera.

Sin pensarlo trato de golpear al que tengo más cerca.

Asiento a la explicación de Frank ya que, como viene siendo habitual, desconocía ese tipo de detalles entorno a nuestra propia naturaleza. Después Bastian saca a relucir su lado más "amable" y yo no puedo evitar mostrarme bastante sorprendido. Supongo que sabe de sobra que ninguno de los dos podría descifrar el libro correctamente, ¿pero qué pasa con Magnus? Apuesto a que él podría hacer grandes y espantosas cosas con esto en sus manos así que por el momento, y si puedo evitarlo, no se lo cederé. Me cayó bastante bien pero de ahí a fiarme hay un largo paso.

-Está bien, gracias por todo. Espero que volvamos a vernos... sobretodo porque eso significará que sigo entero- ladeo una sonrisa algo sarcástica y finalmente volvemos al apestoso alcantarillado aunque esta vez podemos salir al exterior algo más rápido que la primera, cosa que se agradece.

-Supongo que nuestro destino está claro pero estamos dando muchas más vueltas de lo que deberíamos, ¿no crees?- resoplo con frustración, levantando la mirada al cielo gris antes de volver a observar a mi sire -Tal vez podríamos dejarlo para luego y comprobar primero como se encuentra Carol- lo sé, soy un poco paranoico y obsesivo pero no puedo evitarlo, menos aún después de todo lo que nos han ido contando.

Logras darle en la cara a uno de los imps y lo envías contra una pared. Se queda pegado un par de segundos en ella para luego resbalar hasta el suelo. El resto se aleja al ver que blandes una mortífera arma: el palo de escoba.

En ese momento Magnus te coge de la mano y te arrastra mientras corre por las calles de Midway hacia tu piso. Te parece mentira que un viejo de su edad pueda correr como un veinteañero, te cuesta seguirlo pero él te obliga a seguir corriendo. Notas que nadie se cruza en vuestro camino como si se apartaran justo en el momento que pasáis por su lado.

Son quince minutos de auténtico infarto, crees que tu corazón se va a salir del pecho pero la caja torácica cumple su función y no lo deja escapar. Tras esa interminable carrera llegáis hasta el portal de tu edificio. Magnus parece estar descansado y casi no suda. Tú en cambio has sudado de lo lindo para llegar aquí. Te suelta y se aleja un metro de ti para dejarte respirar un poco.

- ¿Estás bien?... - te revisa de arriba a abajo y añade - ...no tienes ninguna herida visible...¿sabes si te han hecho sangrar? Aunque sea una herida pequeña del todo...es importante...

- Me parece razonable. Además si Bastian no puede ir a coger ese libro es por algo...parece débil pero realmente es de los seres más peligrosos de Midway...y eso que nadie sabe a ciencia cierta qué es...

Deja caer lo de qué es a propósito. Hasta ahora te pareció un vampiro aunque no notaste la Mancha del Depredador (aunque no es raro si controlas la senda de la Ofuscación).

- Además quisiera que Magnus revisara ese códice...no me fío de un vendedor de información...

Eso también parece razonable aunque lo deja caer como ofensa. 

- Si quieres vamos directos a casa de tu hermana...luego visitaremos de nuevo a Magnus...si estás de buen humor será mejor...

Tardo unos segundos en ser consciente de todo. No logro centrarme del todo después de asestarle un golpe a una de esas criaturas. Cuando logro centrarme Magnus está zarandeándome y hablándome. Al principio no entiendo nada de lo que dice, pero centro mis ojos y logro comprender sus frases.

-Es... estoy bien-logro decirle por fin mirándole a los ojos.

No dejo de ser demasiado jovenpara algunas viviencias y tengo la sensación de que esta es una de ellas.

-Trastrabillé, pero no caí..estoy bien...no tengo nada...

-Ya hace tiempo que dejé de guiarme por las apariencias...- aclaro por si quedaba alguna duda al respecto, mirando el libro de reojo en cuanto menciona a Magnus -¿Crees que es sensato cedérselo? Quizá deberíamos dejarle sólo las páginas en cuestión, por precaución- sé que fue su maestro y todo eso pero tampoco parecen mantener una relación demasiado estrecha y visto lo visto, ¿quién puede fiarse de alguno de estos demonios? Sus poderes y características pueden ser distintas pero en el fondo todos somos monstruos de una u otra forma, dispuestos a arrancarnos la piel a tiras unos a otros al menor descuido.

-¡Perfecto!- espeto de repente sin poder ocultar mi buen humor y mi entusiasmo ante la idea de dirigirnos finalmente hasta casa. Lo malo es que ahí es precisamente donde se habrán dirigido los que pudieran estar buscándola y no estoy seguro de que lo que encontremos allí vaya a ser agradable o positivo pero al menos será "algo" ya que ahora la incomunicación es total y eso me crea un fuerte e incómodo desasosiego.

Así pues empezamos a caminar a paso rápido en esa dirección, mirando alrededor a menudo y optando por el transporte público en caso de necesitarlo ya que ahora mismo el bullicio parece la mejor opción contra posibles cazadores.

Tu sire sonríe con cierta malicia y te dice:

- Si te dio el libro es porque podrías conseguirlo fácilmente...seguramente en la tienda de Scott o en el Mercado Negro...el libro seguramente sea común...pero de lo que no me fío es de si tiene algún hechizo o alguna trampa para el lector...

La idea de que el libro tenga algún hechizo o trampa no te hace gracia pero más te fastidia que sea un libro que se encuentre fácil. Realmente Bastian es un cabrón sin escrúpulos pero de momento no obró de muy mala fe aunque sí que pudo haberte engañado...y Frank lo sabía.

Nota como te alegras tras saber que vas a ir ver a tu hermana y comenta:

- Me alegra verte sonreír...sé que piensas que soy un mal nacido hijo de la gran puta y seguramente me odies por convertirte...lo primero es normal y lo segundo con el tiempo me lo agradecerás... - hace una pausa y comenta - ...será mejor que cojamos un taxi o un bus...el coche está cerca de esos cazadores...

Salís a la superficie y buscáis un taxi o parada de bus. Por suerte pasa un urbano, Frank lo detiene y os montáis. Os dejará a un par de calles del piso de tu hermana. La verás en unos minutos.

Os sentáis al final tras pagar Frank los billetes y tu sire te comenta:

- A partir de ahora tendrás que cuidar de tu hermana y sobre todo tranquilizarla, si hace alguna locura durante el día no podremos hacer nada ¿entendido?...si cae en malas manos no sé que podría pasar y no quiero comprobarlo...

El viejo sonríe al ver que estás de una pieza y en perfectas condiciones.

- Me alegra saber que no tienes ni un rasguño, una suerte para nosotros. Ahora si eres tan amable ¿podrías invitarme a un té en tu piso? Dentro de poco tendremos visita creo yo, y una visita que te gustará...

Sonríe de nuevo tras finalizar la frase, realmente hay momentos en que parece el abuelo de Heidi afable y bonachón pero parece ser capaz de convertir en polvo al que ose cabrearle.

Te hace un gesto para que guíes tú a partir de ahora mientras echa un vistazo hacia atrás...

No digo nada, todo aquello me parece realmente extraño y, aunque no confío en él porque soy de naturaleza desconfiada, hace referencia a un alguien que me encantará y esa no puede ser otra persona que mi adorado Mikey. Así que con algo más de ánimo y aún algo trastocada por la visión de esos seres comienzo a guiarle hasta mi casa.

Mis pasos son ansiosos, deseosos de llegar y mi corazón late más fuerte a medida que nos acercamos al umbral de mi portal.

"Mikey" pienso casi con deseo.

-Te encanta que haga el ridículo, ¿verdad?- comento con resignación tras la información acerca del libro que parece ser que sólo se trataba de una baratija. La verdad es que eso me importa poco, lo que me resulta irritante es que no dijera nada cuando a cambio vamos a tener que llevar a cabo una misión que probablemente resulte de todo menos fácil. A veces creo que realmente Frank puede llegar a ser de lo más masoquista, quizá es que adora tanto el riesgo que se tira de cabeza a él cada vez que tiene oportunidad, quién sabe.

Su siguiente comentario consigue que le mire con evidente escepticismo al respecto pero opto por callarme y finalmente subimos al autobús, dejándome caer en el asiento junto a la ventana con un resoplido mezcla de impaciencia y nerviosismo. No resulta muy agradable tener que moverse en constante tensión y peligro pero lo peor es que probablemente tenga que acabar acostumbrándome a ello me guste o no.

-Yo soy el primer interesado en que no le pase nada así que por una vez no tendrás que preocuparte por eso. Haré todo lo que pueda por cuidarla, ya deberías saberlo- y de hecho probablemente ya lo sabía pero supongo que quería dejarlo claro como una responsabilidad más que me va a tocar asumir. Al menos por esta vez no me importa y la acepto de buena gana -¿Estará el alumno de Magnus con ella?- recuerdo entonces vagamente que nos comentó algo al respecto.

- No me gusta que hagas el ridículo...en cierta medida me deja mal a mí como tu sire y mentor...pero prefiero que aprendas ahora que aún estoy cerca cómo es este mundo...no le llamamos Mundo de Tinieblas por llamar...cada sombra que encuentras en el camino es un posible enemigo. - hace una pausa y cambia de tema - ...Es posible que esté con ella pero no lo sé. Magnus dijo que se encargaría personalmente y puede que sea él en persona quién la cuide...

El autobús se acerca a la parada más cercana al piso de tu hermana, va prácticamente vacío y eso hace que no haya paradas innecesarias.

- En cuanto bajemos tú guías...

El autobús aminora y se detiene en la parada. El piso de tu hermana está a sólo dos calles.

Magnus te acompaña hasta el portal de tu piso pero en ningún momento parece querer tomar la iniciativa y entrar, cuando abres la puerta espera pacientemente a que lo invites a subir. Parece que posee cierta educación o que sabe que te encuentras nerviosa y que no confías en él. Podría ser una estratagema para ganar tu confianza pero por alguna extraña razón no te parece mala persona.

Niego suavemente con la cabeza después de su justificación que no sé si acabarme de creer. Entiendo que sea necesario que al principio aprenda por mí mismo como es este mundo y como debo moverme en él pero sigue teniendo ciertas actitudes y comentarios que no se sostienen por ningún lado, por mucho que diga. Tampoco me extrañaría demasiado que con el tiempo que debe de llevar rondando por el mundo haya terminado como regadera, quizá ni él mismo se entiende.

-Mientras alguien de fiar la proteja supongo que me conformo- me limito a admitir tras su inciso, emitiendo un suspiro de cierta impaciencia en cuanto el autobús se detiene en nuestra parada y bajamos de él. Una de las pocas ventajas de estar muerto es que las variaciones de temperatura apenas nos afectan así que no puedo evitar observar con curiosidad a un hombre que se encoge y se abriga mejor marchándose por la calle opuesta a la nuestra.

-Está muy cerca, como a cinco minutos...- le aclaro mientras acelero el paso movido inconscientemente por las ganas de asegurarme de que Caroline está en perfecto estado. Entonces recuerdo lo que pasó la última vez que nos vimos y no puedo evitar una punzada en el estómago de culpabilidad. Al menos ya estará relativamente preparada para asumir lo que está pasando...

Miro al hombre con cierta curiosidad. Todo ha ocurrido muy deprisa y nunca he sido amiga de subir a desconocidos a casa, pero si conoce a Mikey....

-¿Quiere pasar?-le pregunto casi con miedo aunque sé la respuesta.

Aun puedo sentir a mi corazón latir rápido y mi respiración entrecortada. Sólo quiero refugiarme en las frías paredes de mi casa vacía. Vacía, como está desde que no está Mikey.

Camináis hasta el portal, nada raro os encontráis en la zona. El tiempo no parece acompañar de nuevo a la noche y mucha gente parece recogerse y marchar para sus casas. Se presenta una noche tranquila y eso es lo mejor para vosotros. En menos que canta un gallo os plantáis en el portal del piso de Mikey donde ya habíais estado durante la noche de ayer aunque de esta vez de mutuo acuerdo.

Solo queda que llames al piso para que te reencuentres con tu hermana de nuevo.

- Aceptaré de buen grado, aunque no me quedaré mucho tiempo. Creo que en breve llamarán a tu puerta y será una visita más deseada que mi humilde compañía - te dice el viejo mago.

Entra en el piso y cierras la puerta detrás de él. 

- Parece una vivienda agradable, ¿vives tú sola aquí? Mi querido aprendiz dijo que tenías la compañía de un gato bastante espabilado pero no habló de nadie más...

Miré a ese hombre algo extrañada.

"¿Por qué tanto interés?" pienso, pero al instante le quito importancia porque pienso en que Mikey vendrá, en breve estará de nuevo conmigo.

-Sí, vivo sola... con mi gato. Él me hace compañía desde que me arrebataron a Mikey-le explico algo más dura de lo que me gustaría sonar.

Me quedo allí mirándolo en silencio, deseando que llegue el momento en que cruzaré de nuevo mi mirada con mi hermano.

-Demasiado tranquilo, ¿no?- llegados a este punto me cuesta dar crédito a cualquier cosa que implique calma y sosiego a pesar de que resulte conveniente y agradable, por eso no puedo evitar algún que otro escalofrío en el cogote mientras nos movemos hasta mi antiguo bloque de pisos y la puerta de mi casa, llamando al timbre con cierta insistencia hasta formar una especie de tonadilla que ya usaba anteriormente para que supiera que se trata de mí.

Algo me dice que no será tan fácil.

¡RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINGGGGGGGGG!

El sonido del timbre resuena en todo el piso. ¿Quién será a estas horas? Puede que lo que te haya dicho el mago sea cierto y cierta persona venga a verte...Tras ese sonido fuerte vienen varios más, con una musiquilla conocida por ti. Es el tono que usaba Mikey para que supieras que era él...tu hermano está abajo esperando subir.