Partida Rol por web

One Police Plaza, el hogar de las oficinas centrales de la Policía de Midway. Uno de los sitios más seguros en una ciudad consumida por la lujuria y el caos.

En un extremo de la plaza están Caroline acompañada de un afroamericano de buen aspecto que sonríe como un colegial. En el otro extremo está Mikey acompañado de Magnus. A simple vista parece que todos han cumplido y vienen solos...

Caroline y el demonio empiezan a caminar hacia el centro de la plaza, sus pasos no son rápidos pero sí continuados. No parece tener ningún miedo. 

- Camina tranquila...en unos minutos estarás de nuevo con tu hermano y podréis hacer lo que os venga en gana... - mira a su alrededor - ...creo que esta ciudad la dejaré para el final. Así que sé buena y no hagas ninguna tontería, no voy a hacerle daño a él ni tampoco a ti...aunque dudes de mi palabra verás que hasta el momento no os he hecho daño a ninguno de vosotros, ni siquiera al vampiro que tengo atrapado...

- Caminemos hacia ellos, prefiero acompañarte por si las tornas cambian. Frank está en el coche y ha traído a algún que otro amigo suyo...por lo que tendremos refuerzos para poneros a salvo a Caroline y a ti... - Magnus te mira y te pregunta - ...¿estás seguro de poder hacer esto?

Una vez en el punto de encuentro me quedo mirando con fijeza en dirección a mi hermana y ese aparente "buen tipo" que seguramente fue el que escuché por teléfono así que no estoy seguro de si es el demonio en si o una especie de representante pero ahora mismo ese detalle me da igual. Admito que me pongo un poco más tenso al ver a Carol allí, a sólo metros de distancia, pero es más fácil controlarse cuando tu cuerpo está muerto.

-Puedo... y puedes. Tienes que asegurarte de sacar a Carol de ahí incluso aunque resulte herida, si no lo haces tendré que cambiar de planes, ¿entiendes?- quiero que sea consciente de que para mí mi hermana es prioritaria así que más le vale esforzarse al máximo -Si es necesario la convertiré- añado para que baraje esa posibilidad en su mente más experimentada y sabia. Yo básicamente me dejo llevar por el instinto, que no es mucho.

El mago no te contesta a lo de convertir a tu hermana pero en este caso lo que decidas será lo correcto. Al fin y al cabo es la vida de tu hermana.

Os acercáis al medio de la plaza, Caroline parece estar en perfectas condiciones. No veis ni rastro de Gabriel, es posible que haya perecido en manos de los esbirros del demonio.

- Veo que has venido con Magnus... - mira al mago y lo saludo - ...Viejo Magnus cuánto tiempo, siempre es un placer ver a viejos aliados... - deja caer el demonio. - perdona mi mala educación, me puedes llamar Azazel. - se presenta mientras te tiende la mano.

El mago lo observa fijamente como el demonio te ofrece su mano. Azazel está tranquilo y sonríe abiertamente. 

Los cuatro nos acercamos unos a otros aunque personalmente apenas tengo ojos para otra cosa que no sea mi hermana. Aún así parece estar en perfectas condiciones, de momento, así que intento concentrarme en la fuente de conflicto principal. Resulta llamativo que alguien tan aparentemente tranquilo y normal pueda llegar a albergar un demonio en su interior, pone los pelos de punta.

Miro de reojo a Magnus en cuanto el demonio admite que se conocen de antes pero no es un detalle que me sorprenda del todo. A fin de cuentas el mago es poderoso y debe tener muchos más años de los que aparenta. Sólo espero que no me la juegue porque no estoy muy seguro de poder con esto yo solo pero aún así lo intentaría con todas mis fuerzas.

-Supongo que sabes de sobra quién soy... Mikey- me presento escuetamente aunque tampoco me considero muy importante pero aún así soy el portador de la espada y eso a la fuerza debe de interesarle. Miro la mano que me tiende educadamente pero decido ignorarla. Hipocresía la justa para llevar a cabo el intercambio -Te he traído lo que querías pero tienes que soltar a mi hermana- le dejo entrever la katana envainada pero tampoco demasiado, alguno de los dos tendrá que ceder primero.

Todos estabamos allí, pero mis ojos sólo se podían centrar en Mikey.Había rogado a los cielos que no llegara este momento, pero había llegado de todos y, para mi sorpresa, egoistamente,no me arrepentí de volver a verle.
Mis ojos siguieron el contorno de su cara y algunas lágrimas inconscientes calleron rodando por mis mejillas. Vi el relucir de la katana y suspiré.
Tanto esfuerzo para nadapensé agachando la mirada.

- Dale la espada a ella... - dice Azazel sonriendo - ...así ella tendrá todo el poder. Y podrá defenderse en caso de que las cosas se tuerzan querido Vampiro.

Suela a Caroline y podéis ver que aunque aún está a una distancia de poder agarrarla parece cumplir con lo pactado. No conoces las aptitudes físicas o mágicas de Azazel pero si Magnus le tiene miedo es preferible no contradecirlo.

Husmea el aire y sonríe.

- Veo que no eres el único vampiro que hay cerca, huelo la sangre de tu padre...y de algunos otros. No huelo la de Bastian, mejor...mi querido primo sería un incordio siempre tiene la manía de alterar la paz y tranquilidad...

Me suelta y dice algo de defenderme. ¿De quien más voy a querer defenderme a parte de el? No se que debo hacer, si acercarme para que me den la espada o esperar para que sea Mikey el que me la acerque. Le miro a sus hermoso ojos preguntándole con la mirada que debo hacer.

-¿Por qué iban a torcerse las cosas?- el hecho de que me pida que le ceda la espada a mi hermana me resulta sumamente extraño pero sé de sobra que no puedo fiarme de él y por tanto no creo sus palabras, no son más que burdas estratagemas e incluso aunque fuera cierto, ¿qué le hace suponer que Carol sabría manejarse con una katana? Probablemente antes se haría daño a si misma, no sería muy productivo.

Me quedo un poco aturdido cuando menciona a Bastian como su primo pero prefiero no darle mayor importancia y me acerco a mi hermana procurando hacerlo despacio a pesar de querer correr hacia ella, cediéndole la espada debidamente envainada como se me ha indicado y mirándola de forma significativa a ella y a la espada varias veces pero aún así no puedo decir nada en voz alta así que tengo que morderme la lengua -Saldremos de esta, aunque sea difícil- es lo único que me atrevo a pronunciar antes de asentir.

- Porque tu sire y unos cuantos se preparan para un ataque que Magnus ha preparado sin que tú sepas nada... - dice tranquilamente Azazel. - La espada no sólo sirve para atacar Mikey...Magnus debería haberte contado más cosas sobre el objeto...pero no lo ha hecho por lo que veo...

Te mira fijamente mientras entregas la espada, casi sientes que te atraviesa e intenta leer tus pensamientos (cosa que es posible que esté haciendo).

- Querida Carol cuando tengas la espada desenvainala y córtate en el brazo...un ligero corte nada más. Hazlo y nadie resultará herido, salvo tu pequeño corte.

Magnus permanece muy callado pero se mantiene atento a todo movimiento, parece saber donde están Frank y el resto de vampiros situados. Su plan estaba en marcha y ni siquiera sabías en qué consistía ¿por qué haría eso de ser cierto? 

Por fin se decide a hablar:

- En cuanto Caroline realiza el corte debes permitirles marchar. No necesitas más de ella y de él. ¿De acuerdo?

Sonríe aunque el resultado es una mueca.

- Si todo sale bien podrán irse. Ya dije que me gustaba su pecado... - cambia el tono de voz y se vuelve muy serio - ...pero si no sale como yo quiero arrasaré la ciudad en un abrir y cerrar de ojos y lo primero que haré será torturar sus almas durante mil años y conocerán el verdadero significado del dolor.

Según el demonio habla me siento más y más confuso, observando a Magnus y a mi alrededor un momento antes de volver a centrarme en el tal Azazel. Hay que admitir que consigue hacerme dudar con esas amenazas que conseguirían poner los pelos de punta, ¿pero qué credibilidad puede tener algo como él? Escasa, si no nula. Probablemente aunque hiciéramos todo lo que él quiere arrasaría con todo a su paso, más aún con esa espada, así que frunzo el ceño y aunque se trata de la decisión más difícil que he tenido que tomar nunca deja que Carol lleva a cabo ese pequeño corte, manteniéndome muy alerta y expectante para poder moverme con rapidez después de eso. Muy probablemente entonces empezará "la fiesta" de verdad y tengo que ser rápido en mis movimientos.

Estoy temblando como una hoja al coger la katana de manos de mi hermano. Cruzo mis ojos con los cuyos buscando una fortaleza que hace siglos que siento perdida.
Giro instintivamente mi cara hacia el endemoniado Azazel al escucharle decirme lo del corte y luego enfoco la katana sobre mis manos.
La desenvainco lentamente mientras veo salir la hoja brillando según sale.
Miro de nuevo a Mikey, sé que nunca me perdonará esto, pero tengo que hacerlo. Acerco con cuidado la katana a mi antebrazo derecho y hago un fino corte sobre éste con decisión. Duele y comienza a sangrar al instante, pero no importa. Lo soporto.

Hace aparecer un vaso de vidrio como si de un juego de manos se tratara y recoge la sangre de Caroline. Luego con otro juego de manos lo hace desaparecer.

- Mis seguidores están haciendo comprobaciones ahora mismo...si la espada es auténtica y la sangre reacciona adecuadamente podréis iros tranquilamente...si no... - sonríe mirándoos - ...esperemos que no pase eso...así que aún estás a tiempo de decirme la verdad Mikey...me fiaré de tu palabra, ya que la de un mago no es conveniente tratar muy en serio...

Notáis como algunos de los pelos de los cabellos se os erizan, como si la electricidad estática del ambiente empezara a crecer apresuradamente...parece que Azazel está empezando a preparar algo...

-Si tanto quieres la verdad lo justo es que yo reciba lo mismo, ¿no crees? Explícanos qué pretendes hacer exactamente con el artefacto y la sangre de mi hermana, entonces quizá pueda plantearme la opción de que seamos "amigos"- evidentemente sólo es una forma de hablar pero si vamos a morir acceda o no a sus indicaciones es obvio que vale más la pena correr el riesgo de intentar hacer algo al respecto. Por arriesgado que sea digamos que no pierdes nada por intentarlo si el final va a ser el mismo de todas formas...

El corte escuece mucho en mi brazo. Y estoy tan asustada que hasta algunas lágrimas luchan por salir de ellos, pero no las dejo, no dejaré que Mikey vea que estoy asustada, aunque supongo que ya lo sabe. Le miro, si todos morimos su cara quiero que sea la última imagen que guarde en mis ojos. Intento cruzar mis ojos con los suyos pasando de Azazel y de la sensación de electricidad que se empieza a notar en el ambiente. Sólo quiero que todo termine, de una manera u otra, pero que acabe ya.