Una vez arriba me encamino hacia la puerta. Más vale vigilar.
- ¿Sabes quienes eran? - le pregunto a la chica desde mi posición.
Tras encontrar a la niña humana, Ysella trataba de calmarla y sacarle toda la información que pudiera mientras Vehirön trata de mantenerse atento a sus palabras. Sin ninguna duda, a esa herbolaria le a pasado algo malo y las palabras de la joven niña es la única pista que podemos conseguir para dar con ella.
Vladimir espero a ver que respondía la joven a las preguntas de sus compañeros. Era una situación bastante extraña al respecto, pues la amiga de Ysella parecía haber sido secuestrada, pero porque motivo, aun lo ignoraban.
De todas formas, el sacerdote miraba a su alrededor mientras evaluaba las opciones que tenían ellos, presumiblemente, la enana no querría dejar a su amiga con ese contratiempo y ellos estaban dispuestos a ayudarla. Al menos por su parte.