Partida Rol por web

Llamáis un par de veces y sólo lográis escuchar desde el interior un débil "pase" que ni siquiera sabríais decir si es de hombre o de mujer. La puerta no está cerrada con llave, es más, no tiene ni cerradura, así que sólo tenéis que girar el pomo para ver qué hay al otro lado.

Os saluda un pasillo estrecho que debe cruzar la casa entera. Oscuro, frío. Tiene dos puertas de madera a ambos lados y una más al fondo. La primera a vuestra derecha está entornada y de ella sale un hilo de calor, aunque no luz. No hay luz en toda la casa, parece.

Hay alguien ? pregunto mientras pongo la mano en la pared para orientarme.

-Esto no me gusta nada. No parece una casa habitada.

Susurra Sanne, casi para sí misma, mientras avanza hacia la puerta entornada. Stephany pregunta en voz alta si hay alguien ahí dentro, y ella se detiene con la mano en el pomo, si hay alguien al otro lado de la puerta es hora de que salga. Pues no sabe exactamente por qué pero teme que van a tener una desagradable sorpresa cuando la abra del todo...

Del otro lado de la puerta entornada un susurro responde a la pregunta de Stephany. -Estoy aquí. No puedo moverme.- la voz suena temblorosa, débil y llena de miedo, como si procurase no despertar a un gigante dormido.

No hay opción. Sanne empuja la puerta que está asiendo por el pomo. Está muy asustada, para qué negarlo, sobre todo después del dantesco panorama que ha visto en la gasolinera. Pero, quizá también por eso mismo, está decidida a seguir hasta el final.

Con aprensión, lentamente, abre y se aparta ligeramente al mismo tiempo.

-¿Será...?

Frank entro con miedo, la verdad esque no sabía lo que se encontrarían en ese lugar. Chi-chicas tengan cuidado, ya no me fio de nada!

Sugirio Frank. A continuación se puso detras Sanne para protegerla de alguna posible agresión.

La puerta da paso a un salón casi vacío de muebles. Un par de sillones, una mesita y una estufa de metal forjado en medio de la habitación. Hay cuadros en las paredes y cortinas en las ventanas, pero por lo demás parece una casa a medio mudar.

En uno de los sillones hay una mujer. Su palidez es extrema, su dolor infinito a juzgar por los ojos que apuntan al suelo, como si temiera miraros. Una mujer que tiembla y padece algo en su interior. Una mujer a la que reconocéis por una foto que visteis en la pensión. Eva.

-¿Eva...? Dioses, ¿qué le ocurre...?

Sanne se acerca a la mujer, ajena a cualquier pensamiento de peligro por parte de ésta. Es enfermera, y su profesión prevalece por encima de cualquier otra consideración. Aunque, es cierto, la alarma sigue alterando sus sentidos, y manteniendo un tono de inquietud en su cerebro, en alguna parte de él.

Lo mas rápidamente que puedo me uno a Sanne, ya que aunque nunca he tenido ni que tocar un enfermo sigo bien las ordenes .Estoy tras de ti -la digo mientras la sigo.

Frank paralizado dijo:

Chicas tener cuidado!  Frank se acerco a la puerta y volvio a mirar en el pasillo por si viniera alguien de repente.

Esto no me gusta nada y estas dos se acercan a la loca esta... No no me gusta nada...

La mujer os lanza una mirada de angustia y parece afectarle y temer el contacto de Sanne cuando esta se acerca a ella.

-Ellos... ¿han salido? ¿O están todavía en casa? Dios mío, espero que no... ¿Quién... quiénes sois?-

-¿Ellos...? ¿Quiénes son ellos...? La casa es pequeña, pero sólo hemos entrado hasta aquí... nadie más que usted ha respondido a nuestras voces...

Sanne tomó el pulso a la mujer, mientras observaba sus pupilas, mecánicamente, automáticamente.

Es miedo... puro miedo...

-¿Qué ocurre aquí? Usted es Eva... ¿no es así...?

Con miradas nerviosas a mi alrededor- Si tiene que venir alguien saquemos la de aquí, lo antes que podamos -y sin mas la cojo del brazo libre e intento que nos siga apoyándose en nosotras-no parece estar en muy buenas condiciones .

Frank hecho una mirada al pasillo mientras las chicas sacaban a Eva. Esto no me gusta pero quizas encontremos alguna pista sobre lo que esta pasando.

Armado de valor Frank continuo el pasillo en direccion a la puerta opuesta donde estaba Eva girando el pomo para ver si veia algo.

Sacare las cerillas por si acaso no veo.

Tensa, firme, de repente muy asustada, cuesta mover a Eva, quien tiene la mirada perdida y os mira sin miraros, atravesándoos. -Ellos. Rose y Jack. Nunca pensé... ¿Por qué han venido? Antes o después terminará todo. Descansaré. Han salido a enterrar el cuerpo. No es culpa suya, no son mala gente. Pero necesitan defenderse. No puede volverles a pasar lo mismo.-

Al abrir la puerta recibe a Frank un desagradable olor ácido a papel húmedo. En efecto, la sala está llena de papel. Cuadernos y cuadernos, cientos de ellos, acumulados en pilas mugrientas sobre el frío suelo, algunos tan acartonados que denotan los años que hace que empezaron a escribirse. No hay ningún mueble más allí, sólo una solitaria vela apagada que debía servir al escritor o escritora para rebuscar o leer o escribir.

-¿Qué... cuerpo...? Eva, no sabemos lo que está ocurriendo aquí. Hemos venido buscando a Rose... ¿qué la ha llevado hasta ustedes...? ¿a quién están enterrando, qué les ha pasado, de qué se defienden...?

Las preguntas se acumulan tanto en la boca como en la mente de Sanne. No entiende nada de lo que la mujer dice, no lo que significa. Pero algo no le gusta. No le gusta nada. Tiene demasiado presente lo que ha visto en la gasolinera, demasiado reciente.

Y, para acabar de completar la escena, Frank acaba de abrir la puerta a la habitación más perturbadora que podía haberse imaginado. El hedor, los cuadernos...

-¿Qué... es eso...?

Anonadada por la hilera de preguntas, Eva responde primero a la última. -Son los cuadernos de Jack. Su proyecto. Rose siempre ha sabido que yo estaba aquí. Le escribía. Pero no le dije lo de Jack. Ni lo de la criatura, la que se ha llevado el cuerpo de Tomah.-

-Vámonos.

Sanne coge a Eva y pretende sacarla de la casita, aunque no sabe muy bien a dónde ir. Pero está claro que quedarse es peligroso. Una criatura... el cuerpo de Tomah...

¿Cómo demonios sabe Eva del cuerpo de Tomah...? ¿El cuerpo de Tomah es lo que han ido a enterrar Jack y Rose...? Entonces, el proyecto de Jack.... es algo relacionado con la criatura de la que habla...? Y esa criatura... ¿es lo que ha matado a Tomah?

Mientras camina con ella asida, intentando alejarse de la habitación y ponerse a salvo de lo que sea, vuelve a preguntarle. Esta vez, no se precipita. Y la pregunta es sólo una.

-¿Qué criatura...?

Frank atento a los comentarios de Eva, aunque con mirada a la habitación de los escritos. Se acerca hacia dentro y mira por encima algún que otro escrito interesandose sobre lo que pone. De que locuras hablaran estos apuntes? Criatura=niño?

Sanne se referira, quizás, a un niño que nos hemos pasado?  Dijo desde dentro de la habitación