Un poco sorprendido por la súbita parada del viento, Pieter, fue avanzando poco a poco con el rifle en alto en dirección a la puerta principal. Sus pasos eran lentos y cautelosos. Firmes ahora que el viento no le hacia moverse de un lado a otro obligandolo a mantener el equilibrio. Es cierto que podia tratarse de una cada abandonada pero en periodo de guerra y, siendo tan cerca donde se estaba realizando una batalla, allí podrian encontrarse tanto enemigos como amigos. - ¿HAY ALGUIEN AHÍ? - Empezo preguntando con un volumen lo suficientemente amplio para intentar ser escuchado mientras buscaba algun resguardo ante un posible francotirador enemigo - ¡SI HAY ALGUIEN, QUE SE IDENTIFIQUE INMEDIATAMENTE O ENTRAREMOS A BUSCARLO! - Sus palabras intentaban mostrar seguridad. Como si tuviera un pelotón detrás apoyandolo.
Poco a poco se acercaba a la puerta para comprobar si estaba abierta o, por un casual, atrancada. La mirilla de su rifle abarcaba todas los posibles lugares donde un ojo indiscreto le vigilara. Tras una primera comprobación y asegurar la posición volvería en pos de sus amigos lo más rapido posible para internarse dentro. Estaban en territorio enemigo y cualquier precaución era poca.
La idea es, como he relatado, tener algo mas de informacion. Cuando me escribas la respuesta te comento si me vuelvo o no. ¿Tengo que tirar yo tambien por el frio?
La voz del soldado se perdió en el desolado lugar. No hubo respuesta, ni de palabra ni de acción. El lugar parecía estar desierto.
Sus pasos cautelosos le llevaron hasta la verja, no estaba completamente cerrada, sólo entornada. Echó un vistazo rápido a la parte interior del recinto, nada. La nieve se mantenía virgen, sin huellas de ningún tipo, ni de vehículos, ni de animales, ni de personas. Ni siquiera los habituales cráteres dejados por la artillería y que eran tan habituales en el bosque estropeaban la perfección del manto blanco.
Y ahora que se daba cuenta, la casa tampoco parecía haber sido afectada por ningún proyectil. Estaba descuidada y abandonada, pero por lo demás parecía intacta.
Tirada: 1d8(+4)
Motivo: Pieter resitencia al frio
Dificultad: 5+
Resultado: 1(+4)=5 (Exito)
Sí, tienes que tirar también aunque en tu caso el éxito es automático, pero ya lo hago yo para que no me bailen las tiradas.
Tirada: 1d8(+4)
Motivo: Vigor
Dificultad: 6+
Resultado: 6(+4)=10 (Exito)
Hago la tirada pero no creo que pueda escribir nada, tengo que dar un repaso a más partidas hoy.
De momento me salvo ^^
Alexeva abrió de golpe los ojos.Se había quedado dormida.Cada vez tenía más frío y su cuerpo había comenzado a tiritar,a pesar de los intentos de ella por mantener el calor.La nieve que tenía debajo se había ido findiendo por estar sobre ella,mas poco a poco iba tornandose en hielo...
Una vez más,abrió los ojos. ¿Cuánto ha pasado esta vez? ¿Minutos?¿Horas? El soldado alemán aún no había regresado de su exploración,por lo que no debía ser demasiado tiempo.Sin embargo,la joven rusa sabía que si de nuevo se dormía,podría no volver a despertar.
Aún a riesgo de provocar un nuevo golpe por parte del alemán,Alexeva decidió moverse,aunque fuera escasamente.La joven encogió sus piernas contra el troncoy la deó el cuerpo para quedar situada de cara al oficial alemán,el que parecía dar las órdenes.
[Señor...fffrío...hielo...guías muerrtos inútiles...] gimió chapurreando el alemán de forma tosca y entrecortada.Sí,conocía bien ese maldito idioma pero no tenían porqué saberlo...
Tirada: 1d8(+2)
Motivo: Soportar el frío
Dificultad: 6+
Resultado: 1(+2)=3 (Fracaso)
-1 temporal a Vigor, Agilidad, Inteligencia y Porte
Le entraron ganas de escupir a la cara el alemán, pero se trago esa misma saliba para adentro. -Maldito cabrón. Ojalá mueras..- Aguantó el tirón de pelos y se hundió en el barro a causa del grotesco empujón del soldado.
Escupió tierra mientras la lluvia no dejaba de golpearle, tenía que aguantar, sólo tenía que dejarse llevar, aunque eso le costase insumerables torturas. Su ropa estaba adherida a su propio cuerpo y podí asentir como el agua se trasmitía por los poros de su piel. Podía resistir, pero ni siquiera el destino podía saber cuanto.
Arrastrándose se acercó hacia la campesina tras oír sus susurros. Alargó su brazo y la abarcó por encima de su hombro para sentir el calor corporal.
-Aguanta pequeña..- Le animó.
Tirada: 1d8
Motivo: Resistir al frío
Dificultad: 6+
Resultado: 7 (Exito)
- ¿Dónde estará ese soldado? Dije claramente que no corriera riesgos y que regresara lo antes posible. No podemos esperar por más tiempo aquí parados. -
Golpeándose los costados para alejar el frío se dirigió al sargento Karl.
- Sargento, no podemos permanecer más tiempo aquí parados o moriremos congelados. Nos ponemos en movimiento, seguiremos las huellas del soldado Pieter para asegurarnos de que le encontraremos. -
Hans observó que los demás se ponían en movimiento y como Karl le hacía señales para que se uniera a ellos. Se disponía a ir hacia allí cuando lo escuchó: pasos apresurados que se acercaban hacia ellos. Provenían de una dirección contraria a la que había tomado Pieter para explorar.
El sargento se puso en movimiento inmediatamente.
- Ya habéis oído. Octavius, haz que los prisioneros se levanten y asegúrate de que no nos delatan. Grüber, ayúdale. -
Hizo señales a Hans para que se acercara a ellos.
PERSONAJE PNJTIZADO: NO TENER EN CUENTA POR PARTE DEL JURADO
Tirada: 1d8(+4)
Motivo: Resistir el frio Karl
Dificultad: 6+
Resultado: 1(+4)=5 (Fracaso)
Tirada: 1d8(+3)
Motivo: Resistir el frio Hans
Dificultad: 6+
Resultado: 1(+3)=4 (Fracaso)
Tirada: 1d8(+4)
Motivo: Resistir el frio Grüber
Dificultad: 6+
Resultado: 7(+4)=11 (Exito)
Tirada: 1d8(+4)
Motivo: Resistir el frio Pieter
Dificultad: 6+
Resultado: 4(+4)=8 (Exito)
Hasta que no vea que hacéis no pido otra tirada de resistencia
Hans observó como le ordenaban por gestos que volviese con el grupo a la vez que escuchó las pisadas apresuradas a sus espaldas.
Así que le devolvió las señales a Karl, haciendole entender que se acercaba alguien por la retaguardia con pasos apresurados.
Hans tenía una posición de ventaja sobre quién se dirigiera a ellos, así que habiendo avisado al grupo de que alguién se acercaba y por donde, para que estubieran en guardia, hans se desplazó lentamente sobre varias ramas para poder observar quién se les estaba acercando y cuantos eran.
Cuando se movió fue como si todo el frio del que le había guardado el árbol le golpeara a la vez, pero esto no le impidió hacer su trabajo, al menos por ahora.
Alexeva agradeció el gesto de Grigori,aunque de poco les sirviera en semejante situación.El oficial alemán aparentaba no haber oído su súplica,si bien había dado la órden de ponerse en marcha.Al menos comenzarían a moverse pronto.
La joven rusa aguardó con impaciencia a que el maldito solado que la golpeó les hiciera levantar.No era momento para enfrentamientos,aún no...
No se si podré postear esta tarde en respuesta a lo que haga Octavius,así que por si acaso lo dejo así,si nos hacen levantar de la nieve más tarde las 17:00 no estaré así que pnejotízame si lo ves necesario.
Hans aguzó la vista queriendo traspasar la cortina de nieve hasta el punto de que los ojos empezaron a dolerle. Finalmente distinguió una única silueta en la tormenta. Avanzaba a toda prisa, casi sin rumbo y sin apenas tomar precauciones. Después de que la figura avanzara unos pasos pudo observar que quien quiera que fuera portaba un fusil. Apretó su arma con fuerza, presto a saltar. Finalmente consiguió distinguir el uniforme, se trataba de un soldado alemán que parecía estar tan perdido como ellos mismos. Avanzaba a trompicones, con el fusil colgado del hombro y la mirada perdida al frente.
Octavius asintió -A sus órdenes mi Sargento. Ya era hora de ponerse en marcha o se quedaría helado en aquel lugar. -Vamos rata, aparta de ahí si no quieres que te obligue a tragar lodo -dijo mientras empujaba con el pie el costado de Grigori echándolo a un lado haciéndolo rodar. -Escoria rusa, ¿quieres follártela o que? quita de encima, pedazo de mierda.
-Vamos, arriba -dijo mientras con el brazo libre levantaba uno de los brazos de la joven para que no hubiera duda en sus palabras y supiera qué era exactamente lo que quería que hiciese. Miró al campesino y con la cabeza hizo un gesto hacia arriba para que se levantara también. -Os lo diré una vez más y creedme, antes de que soltéis siquiera un grito una bala irá directa a vuestra cabeza hueca. No os juntéis, no os toquéis, no murmuréis, no corráis si no se os dice que corráis y no me toquéis los cojones o mi cara será lo último que veáis en vuestra puta vida. ¿Entendido? -Si, claro que estaba entendido. No cabía duda.
-Esto es como llevar a los niños de excursión. Al que se porte mal se le manda de vuelta al autobús para dar un ejemplo a los demás. -En este caso el autobús estaba bajo tierra y no tenía viaje de vuelta. -Así que portaos bien y no tendré que mancharme las manos de sangre otra vez. -La lluvia no cesaba y no veía la hora de salir de allí. Si ellos eran capaces de seguir los pasos de Pieter ¿qué impedía a los rusos seguir a su vez sus pasos en la nieve?
El soldado miró al Sargento y luego al Teniente -Listo.
Pieter cruzó la verja sin bajar su fusil y avanzo hasta la entrada de la casa. Pisaba la nieva de forma que hiciera el menor ruido posible aunque no parecia tener mucho existo. A la altura de la puerta principal se fijó en la puerta comprobando visualmente primero, con la punta del cañon segundo, si esta se encontraba abierta o no. Desconfiaba totalmente pero queria asegurarse para no meter a sus compañeros en una emboscada del enemigo.
En la escuela de medicina había visto muchas veces cuerpos mutilados incluso destrozados por bestias salvajes, incluso había tenido que practicar en ellos tantas veces que poco le importaban ya, sin embargo en aquella guerra había visto la realidad de la vida y la muerte, se había dado cuenta que aquellas interminables horas de practica estaban destinadas ha evitar que cometiera un error que costará la vida a alguien, sin embargo también habían apagado en él la humanidad de su alma, por mas que trataba de sentir pena por aquellos que morían en sus manos, el joven no era capaz de hacerlo, todo estaba preparado para hacer entes sin voluntad propia, entes al servicio del Estado y ahora en que el Estado y sus compañeros necesitaban de él, el medico apenas y era capas de frotar sus manos una y otra vez mientras caminaba en círculos, seguía las ordenes mecánicamente, sin interés, después de todo, el ni siquiera quería estar en aquel lugar.
¡A la orden sargento! Responde mecánicamente, como le habían enseñado, al tiempo que echa a andar detrás de todos.
No le tocó otra opción mas que comerse la mierda que soltaba por la boca ese pátetico soldado. Grigori no podía entender como soldados de esa calaña podían estar luchando por conquistar un país, o por cuidar el suyo propio.
Tuvo que aguantar el empujón del nazi, pero no cayo rodando al suelo, su fuerza de voluntada y de fortaleza aún podía hacer de él un hombre servible. Con barro, agua y sangre por todas las partes de su cuerpo, se levantó por su propio pie y pudo al fin mover sus congeladas piernas. -No vale la pena gastar fuerzas para esto. Tranquilo y todo sladrá bien- Pensó con sentimientos de ánimos.
Seperándose de la campensina -aunque no demasiado- esperó las indicaciones de los soldados para seguir por la senda. Una senda que probablemente conduciría a un camino no muy diferente a la muerte.
-Ponéos en marcha de una vez o moriremos todos congelados..-
No se si debemos de marcar a Pieter.
No, no le tenéis que marcar, se ha equivocado.
El sargento observó las señales de Hans y de inmediato hizo las correspondientes señas a los que estaban a su alrededor para comunicarles que alguien se acercaba. Luego se situó junto a un árbol desde el que tenía una buena visión del lugar que le había indicado Hans. Le hizo una señal a Octavius y a Grüber que dejaba bien claro que debían cortarle el cuello a los prisioneros si estos hacían el menor ruido. Luego se limitó a escrutar el páramo fusil en alto.
Personaje PNJTIZADO: NO TENER EN CUENTA POR EL JURADO
Diederick reacción tan pronto como la mirada de Karl delató que algo estaba fuera de lugar. Cuando el sargento estaba dirigiéndose hacia el tronco él ya estaba, pistola en mano, avanzando de árbol en árbol para darle apoyo a Hans en caso de que fuera necesario.