Partida Rol por web

Musitando un "gracias" por lo bajini, Galstak se da la vuelta y cruza la plaza en dirección al Ciervo Blanco, tratando de no chocar con demasiada gente y pidiendo perdón a todos los transeúntes a los que, inevitablemente, empuja con su corpachón y con todos los bártulos que lleva a la espalda.

Tanto espacio en el mundo y toda esta gente apiñada aquí...

Un par de ciervos de madera de tamaño natural, esculpidos con un meticuloso cuidado de un abedul blanco, permanecen a horcajadas de la entrada en esta taberna y posada de gran tamaño. El Ciervo Blanco dispone de una impresionante vista del Golfo Varisio al norte. El edificio es nuevo, recientemente reconstruido tras el incendio que destruyó la anterior posada que se alzaba aquí hace cinco años, al mismo tiempo que el fuego destruyó la capilla de Sandpoint. El nuevo edificio es realmente grande, con tres pisos de altura, un primero de piedra y los superiores de madera con una docena de grandes habitaciones que pueden acomodar a dos o tres huéspedes cada una.

Un sombrío y tranquilo shoanti llamado Garridan Viskalai es el propietario del Ciervo Blanco y lo dirige con ayuda de su familia y unas pocas chicas locales. Sus rasgos faciales te recuerdan poderosamente a los del Sherif Hemlock. -Bienvenido a El Ciervo Blanco. La habitación son cinco platas la noche.-Te informa.- La chica te llevará agua caliente para que puedas lavarte un poco. Y eso es todo lo que hace la chica.- Te advierte viendo el mango del arma que asoma desde tu espalda y tu aspecto de rudo aventurero.

Una vez presentados tus respetos a Gozreh paseas hacia la inmensa estructura que llaman El Viejo Faro, asaltando al que parece un vecino de Sandpoint para preguntarle por alojamiento. Parece ser que hay dos posadas en la ciudad: El Ciervo Blanco, al norte, junto a las puertas de la ciudad y muy cerca de la catedral (el 3 en el mapa), y la Taberna del Dragón Oxidado (37 en el mapa) al sur, junto al río Turandarok y el puente que da acceso el Camino de la Costa Perdida. Y puestos adormir a la intemperie siempre tienes la playa al oeste, o los bosques al norte y al este.

- Mmmmm... - rezongo entre dientes - No irás a meterme en la habitación común, posadero. Vengo con dinero para gastar - hago una pausa que desluce todo el efecto dramático mientras me registro las ropas, hasta que por fin saco la bolsa del oro, toda sudada, y la exhibo triunfante haciéndola sonar -. Así que dame tu mejor habitación, que me voy a quedar unos días.

Reparo en su mirada al mango del hacha. - No te preocupes, vengo a divertirme, no a crear problemas... y menos en casa de un pariente shoanti. - me acerco a él, mirando a ambos lados con aire confidencial y diciendo en voz baja - Entonces ¿no está bien visto llevar esto por la calle?

-En la calle haz lo que quieras.- Rezonga Garridan.- Pero prefiero que no vayas meneándola por aquí dentro. Por un oro la noche te doy habitación individual y tres comidas al día. Como las de tu quah, te lo garantizo.- Intenta decir en un tono conciliador que... bueno, podría haberle salido peor.

- Mmmm.... trato hecho - Cuento cuidadosamente cinco piezas de oro, repasándolas bien para no equivocarme, y las pongo sobre el mostrador - Hala, ahí tienes, para cinco días - sonrío triunfante por la hazaña mientras me vuelvo a meter la bolsa del oro dentro de las pieles. - Y ahora ¿por dónde es? Y dile a tu chica que suba agua suficiente, que pienso bañarme entero, no sólo mojarme los sobacos.

Conforme Lapidus se abria paso entre la muchedumbre se dio cuenta de que estos pueblerinos no eran la presa facil que él pensaba. A los primeros empujones la gente ya le estaba mirando, y la figura amenazante del Sheriff Hemlock rondaba por los alrededores.

Maldiciendo, decidió que sería mejor esperar a una oportunidad mejor. Comenzó a andurrear por las calles quedandose con las tabernas del lugar, probablemente por la noche hubiera algun borracho presa facil, o durante la liberación de mariposas o la hoguera. El teatro también era una buena opción, si se trataba de una corrala quizas por unos pocos cobres podría conseguir desplumar a unos cuantos.

Si no, siempre le quedaria la cerveza barata.

Te lleva un buen rato darte ese paseo por Sandpoint, en parte porque no es tan pequeño como pensabas y en parte porque hay una muchedumbre en las calles que impide circular con un mínimo de velocidad. Parece ser que el pueblo tiene bastantes tabernas, hay una llamada Casa Risa, (13 en el mapa) más frecuentada por los lugareños que por los forasteros, por lo que supones que la comida debe ser bastante buena. Hay otra, la Taberna del Diente Roto (18 en el mapa) situada justo frente al teatro, donde acude el público y los actores después de las funciones. El Teatro de Sandpoint (23 en el mapa) te llama mucho la atención, enorme, desproporcionado, magífico, sofisticado y para nada un teatro propio de un pueblo como Sandpoint. Las funciones son a las ocho de la tarde y hay precios de todo tipo para todo tipo de localidades. Ya en el sur de Sandpoint, junto a los muelles se encuentra El Mixino (33 en el mapa) Una de las tabernas más populares del pueblo, en particular entre los pescadores y los jugadores, El Mixino es también la mejor apuesta para paladear un buen plato de pescado a la antigua usanza. Por último, justo antes de cruzar el puente para salir de Sandpoint al sur por la carretera de la Costa Perdida se encuentra el Dragón Oxidado (38 en el mapa). Este edificio es la posada más antigua de Sandpoint, y es notable por el impresionante (y un tanto oxidado) dragón de hierro que se alza en el tejado del edificio, que funciona tanto de decoración como de pararrayos.

Tras este paseazo, te encaminas de vuelta a la Catedral para asistir a la famosa liberación de mariposas cola de golondrina.

 Tras patearse el publo, Lapidus volvió hacia la Catedral para asistir a la liberación de las mariposas. Para ello empleo los callejones mas oscuros y sinuosos en lugar de las avenidas principales. Con un poco de suerte se toparía con alguien durmiendo la borrachera al que poder robarle la bolsa.

Mientras volvía se quedo con el camino de vuelta al Mixino, unos cuantos dados podrían ser divertidos una vez que tuviese algo que gastar.

Los borrachos tienen una cosa buena y una mala: la buena es que son presas fáciles, la mala es que ya se han gastado el dinero en alcohol. Consigues sisar 1 moneda de plata y 2 de cobre de camino a la Catedral.

21 de Rova de 4.070 AR. Tarde.

Llega el medio día. En un rincón de la plaza de la Catedral, un Varisio entretiene a su audiencia: niños y mayores le rodean, mientras todos escuchan con atención su historia y se asombran con sus trucos de magia.

En ese mismo instante, el padre Zantus y sus acólitos empujan un carromato cubierto con una lona hasta el centro de la plaza. Entonces, con una voz profunda, narra la parábola de cómo Desa cayó a la tierra y fue atendida hasta recuperarse de sus heridas por un niño ciego al que transformó en una mariposa inmortal como recompensa por sus cuidados.

Los acólitos retiran la lona que cubre el carromato liberando a los miles de hijos de Desna, una tormenta furiosa de mariposas cola de golondrina que invaden el aire en una espiral de caos multicolor para regocijo de los presentes. Durante el resto del día, los niños perseguirán futilmente a las mariposas, incapaces de atraparlas.

Es la alcaldesa Deverim la que consigue la ovación más fuerte al anunciar que ese día se come a cuenta del ayuntamiento. Los visitantes al festival podrán probar de forma totalmente gratuita los manjares de Sandpoint que se sirvan en cualquiera de sus tabernas. Y aprovecha para emplazarles a todos nuevamente en la plaza a la caída del sol, cuando encenderán la enorme pira con la que concluye el festival.

Camlo asistió con gozo a las celebraciones del mediodía y se internó entre las gentes como uno más. Recordaba con añoranza las anteriores visitas junto a su maestro y disfrutaba de encontrarse de nuevo allí.

Tras la liberación de las mariposas decidió aprovechar la invitación de la alcaldesa en la taberna más cercana donde sació su apetito sin lamentarlo en su ligera bolsa. Dentro de poco debería pensar en ganarse unas monedas y solucionar ese problema.

Le intrigaba el padre Zantus y decidió averiguar más cosas sobre el preguntando a los lugareños.

Después  decidió sestear durante lo que quedaba de  tarde bajo un árbol y acercarse luego a la hoguera nocturna. Ya tendría tiempo mañana de preocuparse por su futuro.

 - Hum, ¿comida gratis?, saco de pulgas, nos acaban de solucionar el día.- El estomago de Kaddok empezó a hacer ruidos- Parece que se alegran hasta mis tripas... ¡JA, JA!. - Kaddok y su perro se dirigen a la taberna más cercana, siguiendo a la gente que parezca que también se dirija a disfrutar de la generosidad del Ayuntamiento de Sandpoint.

El nuevo Alto Sacerdote de Sandpoint es un hombre amable llamado Abstalar Zantus, el estudiante más aventajado del difunto padre Tobyn. A pesar de tratarse de un adorador de Desna, Abstalar posee una mente muy abierta en lo que a asuntos de fe se refiere, y ha ocupado el papel de consejero para los adoradores del resto de dioses de Sandpoint con gran facilidad. La gente sólo tiene buenas palabras hacia Zantus, aunque está muy claro que echan mucho de menos al anterior Alto Sacerdote.

La taberna más cercana resulta ser Casa Rissa, a la sombra del risco sobre el que se asienta la nueva catedral (13 en el mapa). Rissa Magravi dirigió esta taberna durante los primeros 30 años de Sandpoint, e incluso ahora que esta casi ciega por la edad y ha dejado la mayor parte de sus asuntos diarios a sus tres hijos, Besk, Lanalee y Vodger, la misteriosa hechicera varisia sigue siendo un elemento fijo de la taberna. Conocida tanto por las antiguas leyendas y mitos que cuenta Rissa como por sus tomates especiados y su sidra, esta taberna es la favorita de los lugareños, sobretodo porque su apartada localización asegura que los forasteros raramente acudan a ella.

En un día como este la taberna está a reventar, con lo que parecen cientos de clientes aprovechando la oferta de comida gratuita hecha por la alcaldesa. A empellones consigues acercarte a la barra y pedir algo de sidra y tomates especiados, lo único que van a servir durante todo el día. La vieja Rissa se mantiene en una esquina, agazapada y dormitando a pesar del barullo.

La taberna más cercana resulta ser Casa Rissa, a la sombra del risco sobre el que se asienta la nueva catedral (13 en el mapa). Rissa Magravi dirigió esta taberna durante los primeros 30 años de Sandpoint, e incluso ahora que esta casi ciega por la edad y ha dejado la mayor parte de sus asuntos diarios a sus tres hijos, Besk, Lanalee y Vodger, la misteriosa hechicera varisia sigue siendo un elemento fijo de la taberna. Conocida tanto por las antiguas leyendas y mitos que cuenta Rissa como por sus tomates especiados y su sidra, esta taberna es la favorita de los lugareños, sobretodo porque su apartada localización asegura que los forasteros raramente acudan a ella.

En un día como este la taberna está a reventar, con lo que parecen cientos de clientes aprovechando la oferta de comida gratuita hecha por la alcaldesa. A empellones consigues acercarte a la barra y pedir algo de sidra y tomates especiados, lo único que van a servir durante todo el día. La vieja Rissa se mantiene en una esquina, agazapada y dormitando a pesar del barullo.

Le doy uno de los tomates especiados a Saco, y después me pongo a comer. La sidra la levanto y tomo una gran cantidad seguida de un gran suspiro- Aaaah, estaba sediento- y después comienzo a tomarme los tomates. Cuando termino, me acerco como puedo a la anciana y hablo alto pero sin gritar- ¡Vamos señora Rissa!, sonria un poco, no todos los días hay un festival y una celebración tan importante en su pueblo. ¿No se alegra usted de esta conmemoración?- digo con una sonrisa de oreja a oreja.