Partida Rol por web

El enano miro al humano dedicandole una sonrisa llena de dientes negros y huecos que una vez fueron dientes.

"Mi nombre es Lapidus Rocabrecha. Siempre es un placer acabar con estas alimañas".

Lapidus escupió una fea flema sobre al cadaver aun sangrante del goblin mientras enfundaba su daga y se agachaba a recoger su ballesta.

"Parece que estas mierdas con ojos tenian monedero" - mientras señalaba la bolsa en el cinto del trasgo.

"Supongo que podemos pagarnos unas cuantas jarras gracias a su muerte". Acto seguido estallo en carcajadas.

Este tal Kaddok no parece un mal tipo. No huele mucho mejor que yo y sabe como matar trasgos.

Se limpio la mano en el pantalon y se la tendió al druida.

Camlo se agachó y le quitó la bolsa al pestilente ser con expresión de disgusto por su fuerte hedor

Perdonar que os interrumpa amigos... este goblin está aún con vida-chilló Camlo con un tono casi cantarín al resto de presentes en la plaza -quizás pueda decirnos que les ha hecho venir a rendirnos una visita en nuestro querido festival.

Le dió una fuerte patada al pequeño ser que recobró el sentido casi de inmediato.

A ver chiquitín ...¿que demonios os a traído a Sandpoint ?...no me mientas o sufrirás el mismo destino que tus hermanos-le chilló al goblin mientras le amenazaba con su maza

- Hrum... - masculló Galstak por lo bajini. Tanto jaleo por tres goblins que habían liquidado los ¿guardias? en menos de lo que canta un gallo varisio. Estos de ciudad eran unos verdaderos cobardicas.

Se acodó en el mostrador del puestecillo, esperando a que volviera la gente mientras miraba lo que hacían los guardias. Por cierto, ahora que estaban entretenidos y que no había nadie... nah, descartó el pensamiento con un meneo de la cabeza. Él no era ningún ladrón.

 "¿Así que uno de esos bastardos sigue vivo? Eso no seguirá sin solución estando Lapidus cerca...."

El enano se echó la ballesta al hombro y fue desenfundando la daga mientras se acercaba. A cada paso lanzaba blasfemias en la lengua de los enanos e insultos en la lengua de los trasgos.

El Varissio se acerco hacia donde estaba Camlo, el tipo al que habia intentado ayudar. Paso delante suya saludandole con una sonrisa, y recupero la saeta que habia clavado en el marco de la puerta solo para ver que estaba inservible. Parecia que el intentar recuperar la saeta era mas por hacerse notar que por confiar en que recuperase el proyectil.

- Por ahi parece que hay mas - dijo al resto del grupo mientras cargaba otra saeta en su ballesta. - si permanecemos juntos tendremos mas posibilidades de sobrevivir - su mano señalaba hacia las calles por donde se escuchaban los gritos de la gente - ¿dejamos las presentaciones y el reparto para luego? - preguntaba mientras veia como sus nuevos compañeros recogian cosas de los goblins....

Hay cinco grandes tribus goblin en la región. Los más cercanos a Sandpoint son los Mascapájaros, que viven en las cuevas a lo largo del borde oeste de la Bandeja del Diablo, tradicionalmente la menos agresiva de las cinco. Hacia el sur están los Lamesapos del Pantano Brinestump, una plaga de excelentes nadadores. Hacia el este los Sietedientes del bosque de Shank, unos goblin que han asegurado su supervivencia rapiñando del vertedero de Sandpoint y convirtiendo la chatarra que encuentran en armas y armaduras. Más hacia el este se encuentran los globlins de Musgobosque, la tribu más grande pero también la más desorganizada debido a las disputas entre sus principales familias. Y por último, están los goblins de Cimadelcardo, que viven en la costa de Bosqueortiga en la cima de un pequeño islote que algunos dicen se parece a una cabeza decapitada.

Has oído decir que los goblins odian los caballos y los perros, y les gusta el fuego. Mucho.

Grygory quedo mirando a los Goblins un instante, como buscando algo.

- Pueden ser de los Musgobosque... o quizas de los Sietedientes... ¿habeis oido algo? - el extrambotico Varissio se referia a las tribus de goblins que se las suponia cerca de Sandpoint - no creo que ninguna de las otras tres tribus se atrevan a hacer algo asi.- a continuacion hablo con Kaddok directamente-  "Amigo"  tenga cuidado con su perro... estos bichos los odian....

 - Creo que mi perro sabe defenderse sólo. Además yo también odio a estos bichos, después de ver como se comportan. Si es cierto que hay más de estos atacando la ciudad, deberíamos ayudar a defenderla, no se vosotros pero yo voy a ir por donde indica este hombre. - dijo al grupo de personas que se estaba reuniendo alrededor del goblin dormido. - ¿Te unes Lapidus?- Le dijo al enano al que acababa de conocer.

Hay goblins corretenado por todas partes, se escuchan gritos, caos, el sonido de cristales rotos y empiezan a verse columnas de humo surgiendo de varios tejados del pueblo. La confusión es abrumadora.

Los goblins caídos no resultan ser especialmente adinerados, dos de las bolsas contienen dos míseras piezas de cobre, mientras la tercera tiene tres. Todos llevan armadura de cuero, broquel y esos cuchillos fabricados con chatarra tan peculiares. El prisionero se quiebra ante la presencia de tantos pataslargas amenazadores, farfullando algo en un idioma que sólo Lapidus es capaz de entender.

Entonces, con toda vuestra atención centrada en aquella asquerosa criaturilla, un brillo anaranjado cubre toda la plaza y, al daros la vuelta, podéis ver carro en el que se encontraba el combustible para la pira ardiendo y rodeado de goblins con antorchas que no paran de reír mientras acercan las llamas a todo lo que encuentran por delante. Junto a ellos, otro goblin algo más grande con un látigo (casi podríais jurar que se trata de una hembra) no para de cantar esa irritante cancioncilla que se escucha por todo el pueblo y que parece excitar a sus compañeros.

Y esto es lo que dice el goblin ante las amenazas de Camlo: "¡Quemar la casa grande! ¡Quemar la casa grade!"

Nada más ver a aquella extraña cantarina vuestro prisionero se escurre entre vosotros y corre hacia ella sin que seais capaces de hacer nada por impedirlo. Sus compañeros hacen todo lo contrario y se cruzan con él en medio de la plaza abalanzándose como posesos conta aquellos extraños que todavía permanecían allí. En lugar de atacarles con sus cuchillos, esgrimieron las diminutas antorchas, obteniendo unos resultados bastante pobres y, aún así, parecían gozar bastante.

Grygory da un paso atras y dispara su ballesta contra el Goblin que tenia mas cerca.... la saeta salio desviada hacia el final de la calle sin lograr alcanzar a nada mas que a una pared de piedra...

"!Parece que estas escorias han venido a quemar el templo!", gritó el enano cuando el escurridizo trasgo comenzo a parlotear en su lengua.

Al ver que mas trasgos se acercaban preparo un nuevo virote y trato de buscar un lugar apartado desde donde asaetarles.

Eh! Que hablar es accion libre :P

malditos enanos pirómanos- dijo Camlo visiblemente contrariado-ahora veréis...

Retrocedió un paso y comenzó a gesticular y hablar con unas palabras ininteligibles que sorprendentemente sonaban algo familiares...