Partida Rol por web

Guideon escucha como el pescador le dice a un muchacho, que es Harlock, por casualidad:

-Pues mire joven, es que en esta zona, hay algunos reyes marinos que molestan a los pescadores mucho, son mucho mas pequeños que los monstruos del Grand Line, pero aún así, para nosotros, simples pescadores, nos parecen muy imponentes y acaban con nuestas embarcaciones fácilmente.

A Harlock le llama la atención el tema, ya que él a tenido la suerte de no encontrarse con ninguno cuando llegó a la isla.

-Lo siento joven, me he entretenido bastante, ese muchacho que está aqui escuchando nuestra interesante chachara quizá quiera comprar algo.

El pescador, un hombre anciano y que le pesa la voz, mira a Guideon.

 Volteo a ver al "joven".

Mucho gusto

¿Me buscaba?

-yo? ja, no se fijen en mi, solo estaba viendo los pescados, por mi no se preocupen ya me voy- bajo mi sombrero, me doy media vuelta y sigo mi camino si no puedo robarle a los marinos, buscare algun raterillo que me provoque, voy a una taverna de mala muerte

 ¿Donde estoy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué me dirijo hacia donde me dirijo? ¿Quién soy? ¿Como conseguí estas habilidades?

Todas ellas son un ejemplo de la cantidad de preguntas que asolan la mente de Ainoa, y no es para menos. Esta pobre chica de 18 años no recuerda nada de su pasado, ni de el pasado del mundo, desconoce la historia, desconoce las motivaciones que le han llevado hacia esa isla, y desconoce quién le puede ayudar a realizar su único recuerdo, o... más bien... deseo. Quiere llegar al Grand Line. ¿Por qué? Ni siquiera ella lo sabe. ¿Donde esta? Mucho menos. Sus únicos datos son esa solitaria voz en su cabeza:

-Llega hasta el Grand Line. Hazlo rápido, mucha gente se dirige hacia allí.

Ese eterno susurro que hace que, aunque desmemoriada, no haya perdido todos sus objetivos en la vida. Puede que allí recupere sus recuerdos, puede que una vez allí descubra qué es lo que le borró la memoria. Incluso puede que al llegar allí no pasen ninguna de esas dos cosas, lo que cree más probable. Pero lo que es seguro es que no se puede vivir sin ilusiones ni objetivos, y sin duda ese es el suyo.

¿Quién sabe? Quizá su vida anterior había estado repleta de opulencia y riqueza, o quizá la tristeza y la amargura inundaban su corazón. Pero todo eso ya no importa. Ha vuelto a nacer y lo único interesante es lo que hay a partir de ahora, las vivencias que tiene por delante, y, si hay suerte lo que haya en ese lugar.

A pesar de haber perdido sus recuerdos, parece que sus habilidades están intactas. ¿Intactas digo? Realmente no lo sabe. Al fin y al cabo la posibilidad de que antes de su "cambio" sus habilidades fueran las mismas, que hayan disminuido, o que hayan aumentado, o incluso que hayan cambiado completamente, estaban completamente definidas. Y, curiosamente, no era un concepto matemático el que las definía. En una palabra: Irrelevante. ¿Qué más da el antes? Importa el ahora. Carpe Díem, dirían algunos, Colige Virgo Rosas, dirían otros. Ainoa prefiere:

-Vive el momento, no te preocupes del ayer ni del mañana. Se libre de tomar decisiones, que nada te coarte, lo de ayer ya no importa y el mañana aún no ha llegado. ¿Agua pasada no mueve molino? Pues agua futura tampoco lo mueve. Puede que mañana lo mueva, pero entonces ya veremos lo que pasa.

Y con estas cosas en mente, Ainoa acaba de bajar de un barco. Su capa y su sombrero ocultan su bella figura ante la muchedumbre.

¿Qué hacer? Voy a intentar sacar in poco de información.  Al fin y al cabo, la información es poder y es de lo que carezco totalmente.

Mirando entre la multitud que tiene que poblar el puerto, intento encontrar a algún hombre no demasiado agraciado. No recuerda nada, pero hay cosas que el instinto no olvida. Unos ojos como los suyos no son fáciles de olvidar, si calan en el corazón de un hombre. Y un hombre embelesado, puede tener la lengua muy suelta, y puede que derroche información que de otro modo nunca diría.

Cuando encuentro a ese buen hombre, víctima de la caza de un ave de presa que lo que busca son respuestas, empieza el espectáculo. Con el tono más dulce e inocente que es capaz de mantener pregunta:

-Perdone buen hombre. ¿Podría dec...

Hago una pequeña pausa, durante la cual retiro de mi cabeza el sombrero que me oculta y dejo caer mi larga melena sobre mi capa, manteniendo unos ojos vidriosos que están fijos en mi interlocutor.

¿Podría decirme donde estoy? Lo siento, me molestaba el sombrero. Soy nueva aquí, y ando un poco perdida. Supongo que una vida alocada es lo que tiene.

Sonrío al hombre mientras continuo clavando mi mirada en sus ojos, la sonrisa es la más amplia infantil, juguetona y falsa que mis músculos pueden mostrar.

-Algún día esto me va a costar la cabeza. ¿Y algún lugar de interés? No preguntes a que me refiero con esto, realmente no lo sé. Río entre dientes, manteniendo la linda sonrisa.

Al pescador.

A mi parecer, para estar "tan" interesado en los pescados, no ha hecho ni una sola oferta.

...Me pregunto que querría en verdad...

¿Por casualidad, podría describirme a los "reyes del mar". Cuando he llegado con mi barco no he visto a ninguno.

Zarkov suelta una carcajada a la vez que aparta la cara de la mirada del hombre.

-Jajaj. Sí, no se que hago, pero siempre me sacan parecidos allá donde voy. ¿Puedes ponerme algo de comida con la cerveza? No sabes el hambre que tengo.

Zarkov se pone en pie y mientras el tabernero se pone con la cerveza y la comida, se dirige al papel del que le ha hablado.

Mierda, si hay aquí un comandante de la marina no puedo permitir que nadie sepa quién soy. Ese hombre ha estado a punto de reconocerme...

El pescador coge suspira un poco, antes de comenzar a hablar:

-Pues verá señor, un rey marino es una criatura marina gigantesca, capaz de tragarse barcos enteros, sus pieles son tan duras que un cañonazo a duras penas le daña. He oído que hay muchos tipos, son muy extraños y muy diferentes entre una raza y otra.

El pescador coge algo de aire y sigue hablando:

-Son criaturas a las que debe evitar mi señor, ha de viajar a primeras horas de la mañana que es cuando no están activas y nunca por la noche.

Después de esta historia, el pescador le dice:

-Ahora déjeme continuar con mi trabajo señor, me ha entretenido demasiado.

y el pescador se pone a hablar con un joven que pasaba por allí.

Guideon, un hombre feo, llega a una taberna y se encuentra con que hay un tabernero preparando algo, en una mesa tres borrachos, en otra un hombre obeso solo y finalmente, un hombre bastante guapo está leyendo una nota que hay en una parez y que pone:

Se solicita tripulación.

Los interesados hablar con el capitán "X" en el muelle 11.

En ese momento el tabernero dice:

-Señor, aquí tiene su comida.

El hombre al que se ha acercado Ainoa, es poco agraciado, y se sorprende que una chica tan bella le hable.

-Es...Está en fishtown, un pu...pueblo pescador cuya isla tiene el mis...mismo nombre que el pueblo debido a que es muy pe...pequeño. Pu...Pues la verdad señora, un si..sitio de interés seria la taberna del pu...pueblo, siempre esta a re...rebosar, pero desde que hay un co...comandante de la marina en este pu...pueblo, poca gente va allí, aun a...así, todavía hay unos cu...cuantos viajeros que sin sa...saberlo van allí.

El hombre parece ser tartamudo o que le cuesta mucho hablar delante de una señorita, a si que, avergonzado por como acaba de hablar, sale corriendo de la señorita, la gente de alrededor mira unos instantes sorprendidos por la carrera inesperada del hombre, pero segundos después cada uno sigue a lo suyo...

Zarkov vuelve a la barra y se sienta a comerse lo que le ha preparado el tabernero. Justo cuando se sienta, las tripas le sueltan un fuerte rugido recordándole que no come desde hace bastante. Como una bestia habrienta se avalanza sobre el plato y da buena cuenta de todo, alternando enormes bocados con tragos de cerveza para no ahogarse. Cuando termina el contenido del plato (no el de la boca) le dice al tabernero:

-Pues sí que tienes razón con lo del cartel. Alguien debería quitárselo antes de que la marina lo lea.

(Versión traducida, eliminando los trozos de comida a medio masticar que saltan de la boca y las interferencias sonoras producidas por hablar mientras engulle). No sin esfuerzo, Zarkov traga todo lo que tiene en la boca.

-¡Uaahh! ¡Que rico! Por cierto, ¿no sabrás de algún barco que se dirija a Grand Line, verdad? Necesito llegar allí lo antes posible.

 Es cierto, esa es otra reacción posible. El terror, el miedo a lo desconocido, e incluso el miedo al fracaso puede espantar al más valiente. Pero, al fin y al cabo, tengo información. Y un destino en este lugar. No ha salido tan mal como pensaba.

Ainoa, una vez observa como se va corriendo el hombre, pone cara de desilusión y de tristeza mirando al gentío.

-¿Por qué se va?¿Acaso he dicho algo malo? Solo quería que me dijera donde estaba. Estoy perdida.

La cara de tristeza no puede ser más falsa. En su corazón sabe que ha conseguido lo que quería, aunque aún falta algo... comienza de nuevo el teatro. Dirigiéndose hacia nadie en concreto pero asegurándose que su voz se escucha entre la multitud, dice entre sollozos:

Además, se ha ido sin decirme... sin decirme...

Ainoa comienza a hacer pucheros, quiere hacerse pasar por una niña ignorada, reclamando un poco de ayuda por estar desvalida. Con cuidado de no lastimarse, cae de culo sobre el frío y húmedo suelo.

...sin decirme cómo se va hasta la taberna. ¿Ninguno de ustedes, nobles señores, podría acompañarme? Soy nueva, necesito ayuda, y no tengo ni siquiera dónde dormir. Por favooor.

Observo el mar azul pensando en esos "peces".

Si no escucho nada interesante regreso a mi barco.

Harlock regresa a su barco, parece que todavía nadie ha ido hacia allí, eso si, hay muchos marinos por el puerto, mas que cuando había llegado, y están hablando y buscando los pilotos de cada embarcación por lo que se puede oír de sus conversaciones.

Al parecer, parecen estar buscando posibles barcos pirata y dentro de poco llegarán al barco de Harlock. Aunque quizá tenga suerte de que el suyo lo salten ya que Harlock se ha fijado que hay algunos barcos que ignoran en su camino.

Un marine se hacerla a la señorita y le ayuda a incorporarse.

-Oh, bella muchacha, no se preocupe, yo le ayudaré.

El marine va acompañado por otros 3 marines, y comienzan a andar todos en la misma dirección.

-Si lo que busca es una taberna, venga por aquí, hay una a la que nos dirigimos por orden del comandante, no es muy bonita la verdad, pero no se come mal.

Los marines comienzan a moverse para ir a la taberna y le preguntan:

Y bueno señorita, no la hemos visto nunca por aquí, ¿que le trae a esta ciudad? En este lugar no hay nada por lo que alguien vendría de visita, solo se viene por trabajo y no parece ni una mercader ni una pescadora, ¿Acaso está de paso señora?

-Puede sonar extraño, caballero, pero le soy sincera si le digo que no lo se

Ainoa, baja la cabeza, y mientras anda, juguetea con su pelo. El aspecto de niña pequeña e inocente le es muy útil, casi en cualquier situación.

-Gracias, por cierto, que no se lo he dicho. Ante todo hay que ser educada. Y ustedes me están ayudando, así que seré una niña buena y no molestaré demasiado durante el trayecto. ¿Está muy lejos?.

Ainoa mira al suelo, bajando la cabeza como signo de sumisión. Mientras tanto observa a sus interlocutores: armas, joyas... Hay que saber siempre con quién te jutas, o puedes acabar muy mal. Una cosa es que no te acuerdes de nada, y que te guste vivir la vida, y otra muy distinta es que te busques la muerte.

¿Creen que podré dormir allí? Todavía no tengo un sitio donde pasar la noche, y en la calle no es un buen lugar para estar, sobre todo una vez a anochecido.

La voz de Ainoa sigue siendo dulce e ingenua. Parte porque no sabe realmente donde está, ni lo que tiene que hacer, y parte porque realmente sabe que así se consiguen más resultados que mediante la extorsión o la prepotencia.

Caminan durante un rato, y durante la el camino, el Marine que le habló en principio le va contestando:

-Curioso el que no sepa para que ha venido, pero bueno, mientras no hagas nada malo no hay problemas.

El marine va caminando delante, parece mas experimentado que los otros tres.

-Es mi trabajo, no tiene que agradecer nada, y no, estamos muy cerca, este pueblo es muy pequeño.

Poco después se paran y el marine le responde su última pregunta:

-Creo que si podrá dormir allí, no se preocupe, mire, es ese local de ahí. Vaya entrando, nosotros tenemos que esperar a unos compañeros aqui y quiero hablar unos temas importantes con estos tres compañeros mios.

Los Marines se acercan a ti, te hacen un par de preguntas para ver si eres pirata pero pasan muy rápido y solo miran por encima tu barco, y te aconsejan que busques un sitio para dormir ya que ya es mediodía y los Reyes marinos han despertado y hasta la mañana siguiente no se podrá zarpar.

Antes de irse, uno de ellos te dice una ultima cosa:

-Señor, le aconsejo que se interne un poco mas en la ciudad, los Reyes marinos a veces atacan a marineros que hay en el puerto, es poco probable, pero puede pasar.

Con esto último, el marine se va y siguen haciendo su guardia.

Una guapa señorita entra en la taberna, en ella hay:

Un tabernero que está sirviendo comida a hombre muy guapo(zarkov), tres borrachos en una mesa, un gordo solo en otra y un hombre feo que al parecer ha entrado hace poco.

El tabernero se rie, su risa resuena por la taberna ya que su boz es grave y alta, entonces contesta a Zarkov:

-¡Un barco al Grand Line dices! Pues como no vaya el hombre misterioso que dejó el papel en ese tablón,no se de ninguno señor. Ademas, habria que estar lóco para querer ir allí.

El tabernero se rie a carcajadas, los tres borrachos, que al iguál que todo el mundo han escuchado todo lo que ha dicho el tabernero, también comienza a reirse, mientras que el hombre obeso solitario simplemente continua a lo suyo, quizá se quedó dormido.