Partida Rol por web

Doce horas de marcha por bosques, colinas y ríos han sido agotadoras. Pero por fin se aclaran los árboles y llegáis a una inmensa extensión de prados arañados a la selva por laboriosos campesinos laosianos, que han ganado espacio para plantar las adormideras de donde se extrae el opio. Adormidera. La flor cuyas raíces nacen en el infierno. ¿Quién dijo eso? Quizá un predicador en la radio. Qué más da.

El hasta ahora hierático Lepus se anima; es el primero en dejar la mochila y sacar los binoculares. Quizá le excita la expectativa de sangre. Recorre rápidamente la plantación. Los labradores con sus bueyes son despreciados. Sigue hasta llegar a la empalizada de bambú al fondo del valle. Allí hay milicianos con rifles patrullando, aunque parecen más interesados en charlar y piropear a las mozas de la aldea. Incluso los tipos en las torres de madera del perímetro. Aficionados.

Su mirada sigue más allá. ¿Dónde está ese general? Es su presa. Pasa la aldea de cañas y barro. Hay unos setos que rodean una  pequeña elevación. Allí hay edificios con techo de chapa. Almacenes. ¿Dónde guardan el opio? Las ruinas de un antiguo templo. Y al lado lo que parece una mansión. Camiones. Hombres con rifles Ak-47 y mirada fría. 

Hay una mujer atendiendo unos niños en la terraza de la mansión. ¿La mujer del general? ¿sus hijos? Quizá debería matarla para atraer a su marido fuera de las gruesas paredes. Mejor herir grave a un niño. Como francotirador sabe que un herido gritando de dolor atrae a más gente. Vuélale las tripas al del medio y los demás vendrán a salvarle. A morir con él. 

Pero está demasiado lejos. Es demasiado arriesgado. Se reprime. Espera órdenes.

Finalmente lo que parecía que podía estarnos acechando pasa de largo y podemos seguir el camino. No puedo evitar tener la curiosidad de saber qué sería, pero por supuesto lo último que quiero es averiguar para descubrir que es algo que puede hacernos papilla y darnos de comer a sus bebés.

Así pues seguimos el camino sin demasiados incidentes reseñables hasta que llegamos al sitio. El hecho de tener las plantaciones rodeando la villa es inteligente pues impide que puedan acercarse demasiado para poder atentar contra el pez gordo.

Podría intentar conseguir alguna ropa de campesino y buscar algún sitio cercano desde el que podamos actuar digo en un susurro. Si me tapo bien la cabeza deberíamos poder hacerlo. Pero por otra parte para cumplir la misión que nos han encargado deberíamos entrar en la mansión. A menos que ahora resulte que el brujo también sale de la mansión. Y todavía tendríamos que intentar encontrar los libros que tuvieran.

-Sí, entrar allí es imperativo -les digo tras la propuesta de Merill-. Pero asumo que será jodidamente difícil si no "los sacamos" antes de allí.

Hago un gesto en abanico señalando todos los guardias armados.

-¿Y por allí? -pregunto señalando el antiguo templo-. Tal vez le dejaría tiempo al Cabo Lepus para un bang bang acertado cuando nosotros ya estemos en posición correcta para una incursión. ¿Qué opina el resto?

Veo al francotirador, que se vuelve muy activo, casi nervioso, y no me gusta, pues no suelen actuar de esa manera, los que había conocido eran sujetos tranquilos, metódicos, rozando lo mecánico, y este lo veo demasiado activo.

Echo un vistazo con los binoculares buscando zonas para realizar la incursión.
Si el francotirador atrae a los guardias, y estos no parecen muy expertos, puede ser algo rápido y sencillo.

Me vale respondo a la agente Dana

En silencio y mas tranquilo, pero sin dejar de mirar el suelo en busca de segundas oportunidades para demostrar a la fauna local que conmigo no se juega, me mantengo a la escucha de los demás, sin demasiadas ganas de participar en las conversaciones.

Solo cuando veo la actitud del francotirador, codeo ligeramente al Sargento Pete, para que como yo, se de cuenta que ese tipo no es adecuado para su trabajo, pero por su mirada parece que él lo tiene tan claro como yo.

Al poco el resto empiezan a plantear la misión real que nos obligo a viajar hasta aquí con semejante bomba de relojería y yo solo espero que el cabo no lo termine jodiendo y jodiéndonos en el camino.

-No se si es buena idea dejarle solo. Pero supongo que es mejor moverse cuando él cree el caos en otro punto totalmente alejado. Aunque podríamos antes dedicar un par de minutos en buscar al otro. -No quise decir la palabra brujo cerca de Lepsus, a pesar de que tenia claro que ni siquiera nos estaba escuchando. -Ese lugar esta plagado de ventanas, aunque seguramente haga vida en el templo o cercanias. Suelen ser animales de costumbres.

Asumís que el general vive en la mansión, en cuanto al brujo... Difícil de saber. Habrá que explorar un poco el terreno.

Comentáis con Lepus de dónde es más posible el tiro.

- Cuanto más cerca mejor. Podría darle desde el bosque si tengo un disparo claro. Tengo un silenciador de sonido, pero en cuanto mate al jefe esto será un hormiguero revuelto. Y no creo que pueda matar a los dos tipos al mismo tiempo.- le señaláis la colina.- Parece un buen sitio. Buen radio de tiro.

"Necesito un ojeador que me ayude a orientar el tiro y me diga cuando disparar.

Miráis el campo de amapolas. Está en época de cosecha: los capullos tienen buen tamaño y muchos tienen cortes de cuchillo, de cuando les extraen la sabia para hacer el opio. Hay sorprendentemente pocos guardias (por lo menos en el campo), aunque sí hay algunos espantapájaros de papel y tela.

Freeman echa una pastilla potabilizadora a su cantimplora, que ha rellenado con agua del río. Cierra el tapón y agita el envase.

El templo parece buen sitio. Pero deberíamos explorar un poco... Con la oscuridad estaremos más cubiertos. 

Quizá uno de nosotros podría quedarse con Lepus para indicar cuándo tiene que hacer su tiro y el resto podemos intentar llegar al templo para desde esa posición más cercana buscar al brujo. Y también quizá localizar al general.

El problema será entrar en la casa después de que el general muera. Eso sí que puede ser toda una odisea. Por lo tanto vosotros diréis si tenéis alguna ocurrencia.

Aunque debo coincidir en actuar de noche. Creo sinceramente que deberíamos dormir algo.

Las horas de camino y el cansancio por el esfuerzo hace que me sienta agotado, no al punto de no poder mas, pero noto el cansancio en mi cuerpo.

Quizá se pueda aprovechar la noche para crear algún tipo de revuelo. No me gusta mucho la idea de descansar en una plantación, pero si que necesitamos descansar algo, la noche va a ser muy larga.

Quizá podamos esperar a la noche y causar un par de problemas, esas chozas suelen arder bastante bien, si intentamos crear un incendio en alguna de ellas, el revuelo los hará salir, si nos colocamos bien y el cabo nos da protección, podemos terminar con esto de forma rápida.

Pero es importante descansar algo primero

Con dos dedos, "disparo" al sargento Bluestone y le doy la razón. También saco el encendedor Zippo del bolsillo y lo enciendo.

-Fuego. Un buen queso para esos ratones -digo, mirando la inscripción del mechero: un símbolo arcano sin completar bajo el rótulo de "v i e t n a m".

Yo también estoy agotada, y la idea de un enfrentamiento directo no me alegra. Pero por nada del mundo me pierdo la oportunidad de ver lo que el brujo tiene allí: seguramente un conjuro grabado en cada puto grano de arroz.

-Freeman, ¿te quedas tú con Lepus en el vestuario? -y sonrio-. Sed buenos, ¿eh? 

Acordáis que lo mejor es descansar unas seis horas, porque estáis molidos de la caminata. Son ahora las ocho de la tarde. Freeman dice que cuando se levanté hará un recorrido del perímetro para localizar los barracones de la tropa, entradas y salidas y cosas similares.

Después de un buen rato descansando, algo que no es precisamente lo normal entre las misiones que solemos hacer, toca el momento de entrar en acción.

Voy a acercarme un momento a ver si consigo alguna ropa de campesino digo en un susurro tras despertarme.

Lentamente me voy acercando a los campos vigilando por todas partes intentando llegar a un sitio donde hay la ropa de campesino "abandonada". Creo que es la mejor oportunidad que voy a tener.

Finalmente consigo cogerla sin que me pillen y volver donde están los demás. Completando la ropa con manchas de barro por la cara que tapen los rasgos más destacables de mi persona y caminando un poco encorvado para parecer más pequeño creo que de lejos no se me reconocería mucho. Quizá podrá venir bien luego para poder espiar y avisar de problemas.

Tras disparar un primer carrete de fotografías a los campos -ya habrá tiempo de más en los almacenes- sigo con los prismáticos la "aventura" de Merill. Va a ser divertido verle correr disfrazado cuando todos estos tarados se pongan a disparar como locos nerviosos y dopados.

-¿Cómo has pensado que la liemos, sarg? -le preguntó a Bluestone-. Espero órdenes, pero... me muero por bajar. Mato por bajar.

Después del mas que merecido descanso, nos poneos en marcha. Jay se acerca a la aldea para "robar" unas cuantas prendas y camuflarse como aldeano
En la oscuridad de la noche todos los gatos son pardos, pienso para mi, ese disfraz no creo que le sirva de mucho en la oscuridad, y cuando comience a disparar, no le va a servir tampoco, pero bueno, me quedo con Dana observando su incursión. Sirve para intentar descubrir zonas de paso.

Dana, se muestra con bastantes ganas y llena de acción, esperemos que esto salga bien.

No tengo pensado nada muy elaborado, iniciar un incendio en un par de casas, esperar que salgan, colocarnos nosotros 3 a unos cien metros de la aldea, dejando que Lepus tenga tiro directo y apostándonos para crear una posición defensiva fuerte en un flanco de la aldea. Y entre el revuelo y la noche, disparar sobre todos, y si podemos poner un par de explosivos en la aldea, para evitar que nos rodeen y protegernos y otro para tener al tirador cubierto, creo que debería bastar. Se va hacer una carnicería, pero debería ser algo rápido y efectivo.
Tendríamos la luz del fuego que nos ayudaría a verlos, pero nosotros quedaríamos ocultos totalmente por la oscuridad de la noche.
O podemos intentar algo con sigilo pero acuchillar a un general en plena noche, mientras duerme no es algo sencillo y si hay que revisar esos almacenes creo que lo mejor es limpiar la zona.
Espero su respuesta y su posible sugerencia.

Amartille el arma y verifique que estuviera limpia y preparada. -¿No seria mejor hacer todo aquello, una vez que el primer disparo de Lepsus vuele la cabeza del objetivo? Tal vez tras el incendio se esconda y no salga. -Era cierto que no tenia tanta experiencia como el Sargento, pero mi duda no era simple curiosidad.
Si íbamos a hacer algo así, mejor tenerlo muy claro.

- Voy a dar una vuelta al complejo para hacernos una idea de cómo es. 

Freeman da un rodeo a la plantación usando la vegetación como cobertura, y pese al acoso de los insectos y al obstáculo de los espinosos matojos, consigue volver con un mapa aproximado del lugar.

Lepus, saliendo de su típica apatía, se va con él.

- Puedo disparar desde la selva, pero necesito saber dónde está mi blanco. Y no creo que puede darles a los dos a la vez a menos que vayan cogidos de la manita. No tendré ángulo. Esa roca al lado de la aldea parece buen lugar. Pero lo mejor sería una de esas torres de vigilancia. Si podéis cargaros a los amarillos que la vigilan.

Por su tono de voz, no parece consideraros capaces de esa hazaña.

Pero el problema es que no solo tenemos que abatir al general, ni siquiera eso y conseguir pruebas de las actividades criminales, tenemos que encontrar y acabar con el brujo y encontrar los libros y documentos que tenga. Eso implica que acabar con el general ahora sería contraproducente pues haría que todo el campamento estuviera en alerta y no podríamos realizar nuestra misión.

Por otra parte no estoy seguro de que un enfrentamiento cara a cara sea lo mejor. La diferencia numérica es muy clara de parte de ellos e incluso con explosivos no estoy seguro de que pudiéramos hacerlo. Yo soy más partidario de infiltrarnos, conseguir las pruebas de lo del opio, acabar con el brujo, reunir los documentos que tuviera y solo entonces acabar con el general y huir.

El plan de Meril, resultaba muy tentador, en la teoría, pero esos planes de sigilo requerían mucha preparación y vigilancia, cosa que no habíamos echo, pero claro que era mejor que montar una carnicería como la que yo sugería.

Había echo esta clase de misiones y requerían horas de vigilancia, saber el numero de enemigos, horas del cambio de guardias, localización y uso de las instalaciones, era un trabajo de tiempo, y eso no lo teníamos.

Tienes razón Merill, intentemos infiltrarnos no lo tenia nada claro, pero con el esquema que nos ofrece Logan intento buscar los puntos y rutas que nos favorezcan.