Partida Rol por web

Al llegar a la montaña miro hacia arriba.

Echo mano a la Pokeball y saco a Pidove.

- Pidove, mira a ver si se puede subir fácilmente hasta la cueva.

Mientras este sube me oculto ligeramente de la vista del camino pero sin perder visión sobre Pidove.

 - Pidove - 

El Pokemon sale de su Pokeball y rapidamente sobrevuela la zona buscando una ruta de acceso, ves como da 3 o 4 vueltas por el lugar hasta despues descender para colocarse sobre tus hombros y negar con la cabeza, no parece haber una ruta facil para subir tendras que hacer por las malas tratando de escalar y teniendo mucha suerte.

- Está bien. - digo. En ese caso habrá que escalar. Menos mal que me traje mi equipo de escalada. - añado sacando la cuerda y los mosquetones.

Tras dejar bien escondida la bicicleta me dispongo a empezar a escalar.

Buscas un poco el mejor punto para escalar y comienzas hacerlo poco a poco, te cuesta mucho mas de lo esperado, pero por suerte eres fuerte y logras subir lentamente hasta que despues de lo que te parece una eternidad llegas hasta la cueva, aunque tienes los brazos y las piernas temblando y no te quieres ni poner a pensar en lo que supondra bajar una vez mas, pero ya estas arriba y frente a ti esta la cueva.

La cueva es amplia podrian entrar 6 personas juntas sin problema alguno pero la visivilidad es nula dentro, solo la parte por donde entra el sol es visible en cuanto te alejas un poco pasa a estar completamente a oscuras, tambien escuchas sonidos de chirridos que no tienes muy claros de donde bienen.

- Bien. Ya estoy aquí. - digo para mi una vez llego a la entrada de la cueva.

- Pidove, pósate en mi hombro. - le digo palmeando el hombro derecho. Vamos a entrar.

Poco a poco vamos avanzando y a medida que nos internamos en la cueva la oscuridad se va cerniendo sobre nosotros hasta el punto de no ver nada.

- Debería encender una luz. - pienso. Pero eso atraería a todos los Pokemon de la cueva y desde luego es lo último que quiero.

- Seguiré a oscuras tanteando el camino con el pié y la pared con la mano.

Mi paso será lento pero seguro y no atraeré muchas miradas.

De repente un chirrido hace que mi sangre se hiele.

- ¿De donde viene eso? - pienso. Que más dá Samy, ¿acaso tienes miedo? Avanza despacio pero con paso firme. - me digo a mi misma.

Sigues tu camino, lentamente avanzando con cuidado aunque completamente a oscuras, el gran problema es que estar a oscuras te impide tener muy claro donde puede haber un Pokemon peligroso.

Los sonidos de los chirridos se hacen mas fuertes y puedes escuchar el batir de algunas alas cerca de ti, aunque por ahora nada llega a tocarte, solo un poco de viento.

Sabiendo que la oscuridad puede ser mi peor enemigo pero también mi mejor aliado al no delatar mi presencia decido seguir avanzando hacia el interior de la cueva.

A medida que avanzo los chirrios se hacen más intensos y escalofriantes.

¿De donde vendrán? Creo que dentro de poco lo averiguaré.

Continuas caminando en la oscuridad hasta que sin poder evitarlo tropiezas con algo que te hace caer al suelo, al darte la vuelta escuchas un sonido de enfado, un gruñido extraño de un Pokemon al que claramente has pisado y con el que te has tropezado, el Pokemon es duro asique tiene que ser de tipo roca seguro.

Cuando el Pokemon se acerca a ti enfadado puedes verlo aunque no sin didifucltad y bastante borroso

Pero no es el unico sonido que escuchas, mientras el POkemon roca se te acercas sientes aleteos sobre tu cabeza y nuevos chirridos, te basta una simple mirada de unos segundos para tener claro que son.

El golpe que me doy contra algo me hace caer al suelo.

- ¿Contra que me he golpeado? - pienso rascándome la cabeza.

Rápidamente hallo respuesta a mi pregunta. ¡Un Geodude! y parece enfadado.

Antes de poder reaccionar oigo un revoloteo de alas sobre mi.

- ¿Un zubat? - pienso. Sin duda serían dos Grandes Pokemon para tener conmigo pero ahora mismo mi prioridad es el tipo Fuego.

Mientras mis pensamientos deambulan de aquí para allá intento ocultarme de la visión de ambos pokemon. Permanezco todo lo quieta que me permite el miedo que tengo a que el Geodude me golpee.

El Geodude se acerca cada vez mas a ti, pero no llega a golpearte solo parece enojado y de vez en  cuando lanza golpes al aire para alejar de el a los Zubats que parecen no caerle demasiado bien, es el momento para alejarte de alli mientras se pelean entre ellos, pero tal vez usar una luz te salvaria de volver a verte en lios asi.

Rápidamente me escabullo entre medias de la pelea que mantienen el Geodude y los Zubats.

Una vez me he alejado lo suficiente paro un instante.

- Menos mal. - pienso. Si no llegan a aparecer esos Zubats el Geodude me habría hecho picadillo.

- Definitivamente ese Geodude tiene que ser mío. - prosigo. Ahora vamos a por mi pokemon de Fuego.

Aunque la luz me permitiría no volver a chocar con ningún pokemon por ahora descarto la idea de encender la linterna para evitar delatar mi posición.

Sigues avanzando, pero no tardas en darte cuenta de que el suelo esta completamente desnibelado y te propiezas a cada paso, no puedes ver por donde pisas y apenas si puedes evitar caerte, en mas de una ocasión acabas completamente en el suelo, aunque por suerte no sufres ningun daño grave y no te vuelve atacar un Pokemon.

Sigo avanzando a trompicones.

- Seguro que ahora mismo tengo un aspecto horrible. - pienso malhumorada. ¿Cuanto faltará para llegar hasta los pokemon de fuego?

En eso estaba cuando nuevamente vuelvo a caer al suelo impactándo con la rabadilla en el rocoso suelo.

- Ouch. Eso duele. - pienso levantándome y frotando la zona. Venga Samy, sigue. No puede faltar mucho.

El camino continua y cada vez es mas abructo y mas complicado de seguir, por mucho que avanzas una y otra vez solo consigues terminar en el suelo, vuelves a escuchar ruidos pero nuevamente no ves nada y no puedes evitar sentir algo de miedo, si en esa cueva hay pokemon mas grandes que ese Geodude y te cruzas con ellos no podras hacerles frente con tus Pokemon, pero eso te lleva hasta otra reflexión, cuanta fuerza tendran los Pokemon de fuego de la cueva y cuales seran.

Hasta ahora no te lo has plateado solo has mirado que fueran Pokemon de fuego, pero nada te asegura que puedas derrotarlos y si ellos te vencen a ti estarias en un buen lio, en esa cueva no puedes salir corriendo no sin ver al menos.

Pero entonces algo te saca de tus pensamientos un fuerte chillido y un destello que se produce mas alante.

Mis temores empiezan a atenazarme cuando escucho un chillido.

Al ver un destello delante mía me lanzo hacia delante a la carrera.

- ¿Qué ha sido eso? - me pregunto mientras voy corriendo hacia a la zona del destello.

Avanzas a la carrera hasta que chocas con algo que no esta exactamente duro como la piedra, si no mas bien como si fuera algo endurecido, puedes notar que esta caliente, muy caliente, aunque al contacto no te quemas si te quedas mucho tiempo caliente no tienes mas remedio que apartarte.

EL objeto contra el que chocas se mueve al recibir tu golpe y entonces puedes verlo, hechando una pequeña llamarada en forma de lengua desde su boca un Pokemon que mide al menos 2 metros y medio.

- La madre que me ... - susurro tras chocar contra algo. ¿Qué es esto?

Mi pregunta obtiene una rápida respuesta cuando el pokemon se vuelve. Es enorme.

- ¿Qué Pokemon es? - me pregunto entre estupefacta y aterrada.

Con manos temblorosas acierto a coger la pokedex y enfocarla hacia el enorme pokemon de fuego.

El Pokemon sigue lanzando lenguas de fuego mientras te mira con curiosidad y al mismo tiempo tu Pokedex se activa.

- Heatmor el Pokemon Oso Hormiguero, Hetamor vive en las profundidades de las montañas y se alimento principalmente de Durant aunque si tiene hambre puede llegar alimentarse de cualquier animal que pueda chamurcar con su lengua de fuego.

La Armadura que recubre el cuerpo de Heatmor esta creada por su propio calor, es extremadamente resistente -