Partida Rol por web

Prometheus

2. Primeras impresiones

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27/04/2012, 17:02
Director

Atenee.

Un pequeño poblado, de no más de cien habitantes. No tenía muralla, ni siquiera una mera empalizada y a la vista parecía una pequeña concentración de casitas colocadas a los pies de una montaña. Reunidas al abrigo de la falda de esta, y juntas para mantener el calor.

El cielo se cansó de esperar, y comenzó a llorar sobre Gaïa. Hasta el firmamento estaba deprimido por lo sucedido con Gardien. Las gotas salpicaban en las pocas ventanas de la carreta y humedecían con la salpicadura el interior del trasporte. No era como estar fuera, pues en el exterior el agua parecía una verdadera cortina.

El carruaje se detuvo al lado de la posada. La Sección Áurea se llamaba el lugar. Bajaron del carruaje internándose en la lluvia y el cochero se dirigió a los establos para dejar el caballo y el carruaje. Cuando quisieran irse, él estaría también en la posada.

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27/04/2012, 17:14
Piere

Un hombre alto, con un poblado bigote y unos ojos penetrantes se acercó hacia ellos, llevando un pequeño paraguas. En él, a duras penas podrían caber los cuatro, y muchos menos los cinco pero al menos trataba de ser amable. Su cuerpo estaba cubierto con una manta de lana recia de color marrón, que le protegía a la par del frío y de la inclemencia de aquella noche.

Una vez les alcanzó, trató de taparles a ellos con el paraguas, quedando totalmente expuesto a las lagrimas del cielo.

-La familia de Gardien, supongo.

Dijo con una voz grave y penetrante.

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28/04/2012, 02:24
Philippe D'Aubigne

Philippe dio las gracias de que el viaje hubiera terminado por fin, no hubiera soportado ni un día más encerrado en aquel cubículo. Cuando dieron con el pie en tierra, puso una pequeña distancia con sus padres, más psicológica que real, pues no se había alejado más de un metro de su lado, y buscó la compañía de Inara. 

-Siento la tensión del viaje, te dije que no vinieras. Ahora no te queda más remedio que aguantarnos a los tres -dijo esbozando una sonrisa. Al menos la tenía a ella para alegrarle los días.

Antes de tener que plantearse siquiera a donde ir para resguardarse del viento y la lluvia un hombre se les acerco envuelto en una manta vieja. Pregunto por la familia de Gardien y eso sin duda se refería a ellos, pero jamas hubiera usado aquel termino para hablar de aquellos tres que compartían o lazos de sangre o una vida pasada. Tomando el papel de hijo, al que cada vez estaba menos acostumbrado, espero pacientemente a que alguno de los dos respondiera aunque, y no le cabía la menor duda, las caras que traían serían una respuesta más que suficiente.

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29/04/2012, 20:10
Inara

La tecnicísta había soportado bastante bien las tensiones familiares. Ya de por sí era de actitud reservada, de modo que no intervino mas que en escasas ocasiones y sólo se refirió a Philippe al hablar a no ser que se hubiesen dirigido a ella alguno de los dos padres.

-No te preocupes, no es para tanto. Sabía más o menos lo que me esperaba al acompañarte -repuso con confianza-. Y no te iba a dejar solo.

Cuando el hombre otro hombre se acercó a recibirles, Inara se quedó un paso por detrás, observando con detenimiento. No le importaba la lluvia, ya que solía ir con la cabeza cubierta.

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29/04/2012, 22:05
Roos Van Veenen

Roos se mantuvo silenciosa durante todo el viaje. Ansiosa, no dejaba de estrujar la tela de su camisa. Las manos callosas y endurecidas apenas sentían el roce, por lo que no era demasiado consciente de lo que hacía. Sencillamente, no quería pensar en nada. Pero lo hacía.

Al llegar y al ser recibidos por aquel hombre adusto, Roos tragó saliva.

-Yo soy su madre.

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29/04/2012, 22:09
Piere

Piere examinó a los tres con una mirada rápida y procedió a continuar con sus palabras. No hacía tiempo para quedarse mirando en la calle sin hacer nada.

-Tengo un encargo de tres habitaciones individuales para la familia del chico, aunque aquí me encuentro a cuatro personas. Mi nombre es Piere, soy el dueño de la posada. Creo que les gustaría acompañarme dentro, aquí no hace un tiempo demasiado clemente.

Y, mientras decía estas últimas palabras, ofreció el paraguas a la familia, cubriéndose con cuidado la cabeza con la manta.

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30/04/2012, 00:49
Zacharie D'Aubigne

La lluvia tan terrible rápidamente encarchó el suelo de tierra de aquel sitio, embarrando ligeramente el lugar donde el carro se había parado. Cuando Zacharie bajó del carro con la bota derecha de cuero por delante, se pudo escuchar el 'chof' de la tierra mojada bajo su peso. Algunas gotitas de barro mancharon su calzado, pero no era tiempo de preocuparse por cosas así. El subconsciente le traicionó y se encontró dándose la vuelta para ofrecerle su brazo a Ross y ayudarla a bajar, pero el brazo nunca llegó a moverse de su sitio. Simplemente se giró en dirección al interior del carro con la mirada perdida y miró de frente de nuevo.

Cuando el dueño de la posada se presentó, dió un paso al frente para darle la mano. Pensó que su mujer sería más fuerte en aquella situación, que haría muchas más preguntas de las que en realidad hizo, pero la vió de reojo: apenas se limitaba a retorcer su camisa como si con ello Gardien se fuera a materializar frente a ellos.

- Yo soy el padre de Gardien. Me llamo Zacharie, muchas gracias por recibirnos, señor. - no le dió la mano, pero se llevó la mano al pecho y se inclinó muy ligeramente en señal de saludo. Nunca le daba la mano a nadie que no tuviera una actitud abierta y claramente agradable. El austero saludo del dueño del lugar donde dormirían en los próximos días le advirtió que era mejor ser precavido en lo que a etiqueta se refería. Esto era un pueblo, no Chaville. - Sí, será mejor que entremos dentro, allí podremos hablar más tranquilamente y nos resguardaremos de este repentino chaparrón... -

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30/04/2012, 03:09
Philippe D'Aubigne

Pese a haber evitado el contacto con sus padres en todo momento huyendo del conflicto, Philippe no pudo no darse cuenta del dolor y los miedos de su madre. Los hijos siempre comprenden a sus madres, hasta los más pequeños gestos delatan sus sentimientos profundos y sensibles. Pero aquella vez ni siquiera eso hacía falta, la tensión de su madre era palpable, su padre en cambio parecía mucho más entero, o distraído, Philippe jamás conseguía estar seguro...

Cuando Zacharie terminó la cháchara con el posadero los cuatro se encaminaron hacia el interior. En un gesto que pareció fortuito Philippe paso el brazo por encima de los hombros de su madre, usando su abrigo para taparlos a ambos.

-No te vayas a resfriar, mama -La miró con la sonrisa más cálida que pudo esbozar, y en verdad el amor por su madre le ayudó en la ardua labor de sonreír cuando tenían tan cerca las noticias, que el hijo esperaba trágicas, de su hermano.

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30/04/2012, 11:38
Director

El pequeño grupo comenzó a caminar hasta la posada. No estaba lejos de allí, de hecho se podía contemplar desde su posición. Dos plantas, ventanas de madera, construida en ladrillo y teja, tenía muy buen aspecto. No parecía la típica posada de un pueblo de mala muerte.

Un cartel con el dibujo de un animal marino chirriaba mecido por el viento y golpeado por la lluvia. Colocado por encima de la puerta y decorado con colores vivos, tendría que ser muy llamativo durante el día, cuando los rayos del sol incidieran en su superficie, creando un espectáculo de colores vivos, que sin duda atraería miradas. En el centro de la espiral, una piedra que para los ojos inexpertos era un diamante, brillaba incluso de noche, reflectando poca luz de luna que se atrevía a asomar por entre las nubes.

Sobre él, estaba inscrito el nombre de la posada, en letras doradas, con una caligrafía perfecta.

La Sección Aúrea.

Un relámpago iluminó la noche impactando con violencia sobre el pararrayos situado en la torre de la pequeña iglesia del pueblo. Al parecer, también estaba allí cerca, pues se encontraban si no se confundían demasiado, en la plaza central del pueblo.

La iglesia era un edificio de planta de cruz latina, construida en piedra arenisca lo que le daba un color rojizo y con muy pocas ventanas. Aun así, un pequeño roseton salpicaba la frente de la edificación, mucho más pequeño que las enormes cristaleras de las catedrales de Chaville y otras ciudades, pero debido a eso, más humilde y sereno.

Exceptuando la posada, era el único lugar del pueblo donde a esa hora continuaba habiendo luz, de hecho, ese pequeño roseton estaba iluminado de un rojo vivo, debido a los tintes del cristal.

Notas de juego

Algo así, si estuviera en casa le daría un repaso en el Photoshop, para quitarle setos, cartel y cielo bonito... pero estoy en la facul ^^

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30/04/2012, 11:56
Piere

Abriendo la puerta de su posada, y quedándose fuera sonteniéndola, Piere miró a sus acompañantes e hizo un gesto con la otra mano invitándoles a entrar, mientras sacudía ligeramente el agua de su vieja capa.

-Si son tan amables...

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30/04/2012, 19:03
Inara

Inara apretó el paso para llegar cuanto antes a la posada. Agradeció el gesto de caballerosidad del hombre con una leve reverencia y entró, no sin antes retirar la capucha que cubría su cabeza para eliminar el agua del mismo modo que hacía el hombre con su capa. Quizá en otro momento habría resultado una joven hermosa, pero el aspecto deslucido de su piel salpicada de manchas, los pómulos hundidos y labios cuarteados daban la sensación de que se hallaba enferma. Era una lástima para su corta edad.

El calor reconfortó su cuerpo y le hizo esbozar una leve sonrisa a pesar de la situación. Había contemplado de reojo el gesto amable de Philippe para con su madre. Era enternecedor. Se notaba que, a pesar de las adversidades, seguían siendo madre e hijo, y eso no cambiaría nunca.

Notas de juego

Tengo una duda, Philippe. ¿Yo sé que tú haces magia?

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30/04/2012, 19:28
Philippe D'Aubigne

Notas de juego

Si, de sobra. Algunos de los libros que llegaban por correo eran antiguos y tu los ojeabas conmigo en la trastienda. Es más, sabes que mis poderes místicos tienen algo que ver con la luz.

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01/05/2012, 14:11
Roos Van Veenen

-Gracias, cariño -dijo Roos dejando que su hijo cuidase de ella. No iba a resfriarse; Roos tenía una constitución evidiable y el miedo a la humedad y al frío se le pasó rápido después del primer año con la Compañía Púrpura.

Una vez en el interior, miró a su hijo y a la mujer que lo acompañaba.

-Supongo que vosotros dos querréis dormir en la misma habitación. No tengo inconveniente.

En realidad todo le daba lo mismo. Necesitaba ir en busca de Gardien y ver cómo estaba. Abrazarlo y cuidarlo como cuando era un niño. Sí, sólo eso...

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01/05/2012, 14:18
Piere

Una vez todos entraron, Piere cerró la puerta y el viento que aún silbaba fuera se calló de pronto. Un fuego recogido en una esquina de la posada mantenía el interior caliente, por lo que todos los que entraron se sintieron bastante cómodos. 

El tabernero dejó la manta colgada en un perchero situado al lado de la puerta y se sacudió el pelo. 

-Bienvenidos a la Sección Áurea.

La taberna tenía un interior precioso. Las paredes, lisas y pintadas de blanco estaban decoradas con trazos dorados que recordaban a formas de las conchas de los moluscos y del techo, también impoluto colgaba una pequeña lámpara de araña, también del color del oro, que iluminaba la habitación gracias al Lampyridae.

Varias mesas cubrían la zona que se abría a su derecha, bajo la lámpara, mesas de madera y piedra con bancos corridos y pocas sillas sueltas. Delante de ellos, la barra, vacía en ese momento. Unas escaleras subían a su izquierda al piso superior donde estarían las habitaciones. Viendo la sutil extrañeza que demostraban sus invitados, explicó un poco la situación.

-El lugar fue subvencionado por el señor Plateau D'Atenee, propietario de estas tierras. Tiene una mansión muy cerca de aquí.

Piere se situó detrás de la barra, antes de preguntar de nuevo a la familia, con una sonrisa en los labios.

-Supongo que querréis cenar. Tenemos ciervo asado con patatas panaderas. ¿Queréis un plato cada uno?

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01/05/2012, 15:28
Zacharie D'Aubigne

- No se ofenda, pero creo que antes de plantearnos la posibilidad de comer algo nos gustaría tener más información... ¿qué ha ocurrido aquí? ¿Y Gardien? ¿Quién nos ha enviado la carta y dónde se encuentra ahora mismo? Comprenda que el nerviosismo que sufrimos en este momento es horrible... - pese a sus palabras él parecía igual de tranquilo que siempre, aunque la llama de la esperanza ardía siempre en interior, fruto de una imaginación optimisma, una parte de él estaba angustiada por no conocer el estado de su hijo. - ... por lo que nos gustaría tener algunas preguntas resueltas antes de nada. -

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01/05/2012, 15:35
Piere

Piere abrió mucho los ojos ante la avalancha de preguntas, y perdió inmediatamente su sonrisa. De todas formas, comprendía lo que había ocurrido, y trató de responder las que pudo.

-Gardién se encuentra ahora mismo en la iglesia, en el velatorio. La carta supongo que fue enviada por Marlene, o por François, pues ellos trajeron aquí a Gardien. Y, por lo que yo creo, son los responsables de lo sucedido. De hecho, tengo entendido que ellos mismos quieren hablar con vosotros mañana por la mañana, antes de la misa que se celebrará por la tarde en honor del chico.

 

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01/05/2012, 15:47
Roos Van Veenen

-Gardien... ¿está muerto?

Roos sintió un fuego frío inundándole las entrañas. Todo le dio vueltas. De pronto, flotaba. No sabía si las piernas la estaban sujetando. Estaba de pie, pero no sentía nada. Absolutamente nada. Para los demás, Roos se había ido del todo. Había desconectado. Tenía los ojos fijos en el hombre y el labio inferior le temblaba, pero no parecía responder a estímulos externos. Estaba completamente lejos.

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01/05/2012, 15:51
Piere

Piere también temblaba, no se esperaba esa reacción. Todo rastro de leve sonrisa había desaparecido de su faz, y tenía los ojos clavados en los de Roos, como si pudiera ver dentro de esas pequeñas pupilas.

-S... sí... Claro... esto... ¿han venido por eso no? Por su funeral...

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02/05/2012, 04:20
Philippe D'Aubigne

El esperado mazazo llegó a Philippe tan de golpe que aún siendo al opción más probable, y ya se había casi convencido de que así sería, dejó unos segundos sin respiración al muchacho. En cuanto tomó aire, se movió sigilosamente al lado de su madre por miedo a que se desplomara. Su padre parecía tan entero como siempre, casi parecía que le diese igual, pero apartó estos pensamientos pronto de su mente pues sabía que no eran verdad, que su padre quería a Gardien tanto como él. Pero Zac era así, no lo podía evitar. 

Se descubrió a si mismo buscando la mirada de Inara, el consuelo de su sonrisa que en aquel momento no pudo encontrar. Busco en sus ojos un atisbo de comprensión, de complicidad, pero todo era demasiado confuso y era incapaz de saber lo que veía. 

- Señor Pierre, estamos algo conmocionados por la noticia, si no le importa querríamos estar un rato a solas para poder... recordar a Gardien.

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02/05/2012, 11:15
Piere

Si quieren las llaves de las habitaciones...- dijo mientras las sacaba de un pequeño armario tras el mostrador.- Son las tres primeras. Yo... lo siento. Quizá la noticia no tenía que haberos llegado así... Yo... bueno, pensaba que...

Piere balbuceaba, como si no supiera muy bien que decir. No esperaba que no supieran lo que había pasado con Gardien. Al fin y al cabo, François había enviado las cartas... Si no lo sabían, ¿por qué estaban allí?

Me retiro, entonces.

Y, desapareciendo por una puerta contigua, que con seguridad llevaba a la habitación del dueño, Piere dejó a solas al grupo.