Partida Rol por web

Jolene observa a la mujer, extrañada, mientras acuna a su recién nacida Selene...

- ¿Una oferta? - no se sorprende de que alguien sepa su nombre - Dígame... Pero... - frunce un poco el ceño - No pienso meterme en líos... Eso seguro, se lo advierto desde ya...

- Pero... - mira desconcertada a ambos, luego mira a su hija - ¿No ven lo que tengo en mis brazos? Soy madre, ¿cómo voy a ir al colegio? Tengo que cuidar de mi hija, acaba de nacer...

Mira al bebé, preocupada, abrazándolo aún más...

No... Que no nos separen, Selene... No voy a dejar que nos alejen...

Jolene empieza a temblar un poco...

- ¿En serio? - Jolene sonríe, francamente contenta, pero rápidamente reacciona de forma realista - Eso es... Fantástico... ¿A cambio de qué? Lo que sea... Pero... Se enterarán mis padres, claro... Igual les mandan ellos...

Al oir la voz en su mente, parpadea un par de veces...

Gracias... Pero... No me han dicho sus nombres...

- ¿Ya está? - pregunta, asombrada - No me lo puedo creer... Pues... ¡Claro! ¡Muchas gracias...! Supongo que es un internado... ¿Podrá alguien cuidar de ella - mira brevemente a Selene, luego de nuevo a Adrianne - mientras yo estoy en clase?

- Pues... - no puede evitar una risilla de alegría, mira a su bebé - ¿Has oído, coleguita...? ¡Nos vamos las dos al cole...! - le dice, maternalmente, a pesar de que la propia Jolene es una niña. Mira de nuevo a ambos adultos - ¿Dónde hay que firmar? ¡Por mí, vamos ya mismo...! - sonríe, encantadora...

¡Voilá: Mi hija ha nacido con estrella! - la coge y frota la nariz en su tripita, haciendo cosquillas a la pequeña, que ríe.

Tras hablar Adrianne, asiente a todo con la cabeza y dice:
- Yo puedo salir ya, me encuentro bien... Me vestiré, pasaré por la casa en la que vivo a por mis cosas y salgo inmediatamente... - deja a la niña torpemente en la cuna, ni siquiera sabe bien cómo cogerla, ya que es la pequeña de su familia y no ha tenido tratos con bebés. Coge sus cosas y se mete en el baño, cambiada, con el sobre en el bolso. Después, rebusca una mochilita portabebés de pecho (no tiene carricoche) e introduce en ella a la niña de forma intuitiva - Nos vamos, Sel, espero que te portes bien en el viaje... - en éste punto, Jolene se muerde los labios... La niña está perfectamente sana según los análisis, pero quizás no sea bueno sacarla siendo tan pequeña...

Bueno... Sólo un viaje... No puede hacerle mal...

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Jolene se ríe con cierta amargura...

- Bueno, si llego a criarla sóla... Entonces seguro que la malcrío, a la pobre... No lo he hecho muy bien con mi vida... - suspira. Pero a partir de ahora lo haré bien... Por las dos...

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Abre mucho los ojos, y la mira sorprendida...

- ¡¿John?! ¿Le conoce? ¿Conoce a Rew...? Que me diga que conoce a Don me vale... ¿Pero a Rew...?

Abriga a la pequeña según le dicen y la lleva, acompañando a Adrianne y Thomas abajo, cargando como puede con los regalos que le han hecho, cogiendo de las flores, únicamente la mejor de ellas.

- ¿Ha dicho que es usted médico? Genial... Porque... ¿Cuando volveré a estar delgada? ¿En qué tiempo se puede volver a hacer deporte después de dar a luz...? - pregunta, demostrando una absoluta ignorancia sobre el tema.

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- ¿En serio? ¿Peligro? ¿Y eso porqué? Se debió quedar hecho polvo al perder a una chica tan guapa como tú... - le sonríe - Además... Me caes bien, me gustas de cuñada - ríe, con simpatía.

Ante las respuestas de Adrianne, Jolene asiente con la cabeza y planta un beso en la cabecita de Selene, caminando por los pasillos del hospital, atrayendo miradas enternecidas, rumbo a la salida...

- ¡Claro que aceptará! Ya lo verás... - piensa un momento, le cuesta centrarse, por el brutal cambio hormonal que ha sufrido tras el parto - Oye... ¿Peligroso? Pues... Yo soy mutante, creo, porque no es normal toda ésta atracción que atraigo, y me puse así de... "guapa" en una semanita, en la que "mudé de piel", podríamos decir... ¿No estaremos mi hija y yo en peligro también allá donde vayamos...? ¿Acaso es un correccional...?

Sonríe casi de forma traviesa, con complicidad, cuando la llama "cuñada".

Entra en el coche, comprobando de Sel se ha dormido en su pecho, quedándose rígida, sin saber si cambiando de postura, el bebé se despertará...
Al rato toma un poco de confianza y la saca del portabebés, llevándola en brazos, vigilando en todo momento a la criatura, cada reacción de ésta...

Un ratito después, ya emprendida la marcha, Jolene le susurra a Adrianne:

- ¿Cómo habeis dado conmigo? ¿Por Rew? ¿Scotland Yard...?

Acuna a la pequeña, traga saliva.

- ¿Ocultarle mi nombre...? ¿Quién? - pregunta, extrañada... Pero luego baja la cabeza, para encontrarse con la carita de su hija - Bueno... - suspira, al recordar al padre de la criatura, a quien no amaba especialmente pero le tenía muchísimo cariño - No he sido trigo limpio... ¿Sabes...? - le confiesa a Adrianne.

- Menos mal... Gracias... - suspira, mirando todo el rato a la niña, estudiando sus facciones.

Es igualita que yo, pero tiene los ojos azules, como Allen...

- A ver cómo les explico a mis padres y hermanos lo que he hecho durante mi "secuestro" y quién es ésta niñita... Y con quince años... Bufff... - abre los ojos, suspirando otra vez, con la mente llena de dudas - Me van a matar.

Claro que Allen pudo haberse cortado un poco... ¡Tenía catorce años y él treinta, joder...!

- ¿Lo rompes todo cuando tienes pesadillas? - Jolene abre los ojos con sorpresa - Qué fuerte... No me lo esperaba. Yo alguna vez he tenido que salir corriendo porque algún baboso me perseguía... Habitualmente, ese baboso se llevaba su merecido...

Ay, Faye, Faye... En el fondo hasta te echaré de menos... Un día, o quizá dos.

- "Él". Faye es un tío, Renan Faye - sonríe, divertida - ... Una malísima persona, pero se ha ocupado de mí como si fuese un hermano mayor o incluso un padre... Mientras que mis hermanos de verdad me dejaban sóla. John... Bueno, no sé si volveremos a vernos... Mi hermano se desentendió de mí hace media vida mía, y no le he vuelto a ver... Aunque ésto que digo no es justo con Don, él siempre fué muy cumplido conmigo... Y al menos venía a las reuniones familiares... A Rew lo recuerdo, con suerte, por las fotos...

Jolene no parece afectada al hablar de la distancia que hay con su hermano Rewell, digamos que para ella no es otra cosa que un tío lejano, un desconocido.
La pequeña Sel duerme plácidamente, es buena, por lo visto se parece a Jolene en tanto en cuanto duerme como un verdadero tronco, aunque truene al rededor.

- En realidad... Aunque le suene frío: Rew me da un poco igual. No lo conozco. Si lo viera ahora, seguro que tardaría en reconocerle... - sonríe - Pero tengo ganas de ver a Donie, ¿crees que le puedo presentar a Selene...? - su rostro se vuelve serio - ¿...O sería mejor ocultársela...?

Jolene se ríe, acunando al bebé torpemente.

- ¿Cuánto falta para llegar...? ¿Cómo es que Don va a estar ahí?

Jolene ríe el comentario de Thomas.

- ¿A que es una monada...? - mira al bebé - Tiene los ojitos azules como su padre y el pelo rubio como mi hermano y mi madre... Pero la cara y la boca son míaaaas - frota su nariz con la del bebé, caprichosamente, como si fuese una muñeca, ante lo cual, la niña se despierta y empieza a llorar un poco. Jolene, apurada, empieza a acunarla diciendo - ¡Nonononono! ¡No quería despertarte! ¡Shhhh, shhhh! Uy... ¡Si antes no llorabas! ¿Porqué ahora sí? ¡Qué mal despertar...!

Aaaaayyyy... No tenía que haberle hecho eso en la nariz, mierda...

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- Tengo bastantes ganas de v... - se queda a medias, mirando a la niña - ¡Shhhh...! ¡Venga tía...! ¡Si antes no llorabas...!

Jolene hace caso de lo que le dice Adrianne, y entre eso y el nuevo factor musical, tras unos gimoteos más, Sel se duerme y su jovencísima madre respira tranquila.

- Ufff... Gracias. ¿No conservan ese color de ojos y pelo? Pues... Qué pena, aunque es igual, seguro que es guapa de todos modos - sonríe, todavía un poco nerviosa por la primera llantera del bebé.

- Así que es una alarma, ¿eh...? Muy bien... Habrá que estar atentos... Me han enseñado en el hospital a ponerle el pañal... Darle de comer es fácil... Lo difícil es que se duerma, ¿no? - susurra en todo momento, pero se ríe un poco en voz bajita - Seguro que erais monísimos de pequeños... Pero sí, cuesta imaginarlo... Jeje...

- ¿Rompe...? ¡Oh! ¡No! - niega Jolene, entre divertida y escandalizada, meneando la cabeza - ¡Yo no soy una rompecorazones...! Sólo he besado a un tío una vez en toda mi vida y fué cuando la hicimos a ella - señala al bebé con la cabeza, colorada - Pero nunca más volvimos a repetirlo, y yo no hice nada antes... No sé qué idea se habrán hecho, no es que sea una virgencita, pero no soy una... Bueno... - se ríe.

Cita:

- ¿Cosas...? ¿Qué cosas...?

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- Vaya, gracias... Es... Son ustedes magníficos, han logrado calmarme el día, pensé que iba a ser un día terrible cuando rompí aguas en ese supermercado... - sonríe, sincera.