Partida Rol por web

Uno de los participantes parece adelantarse en la clasificación. Pero la fase final no ha hecho más que comenzar y esto puede dar aún muchas vueltas.

Dan y Laura os hacen señas mientras retroceden de espaldas cual camión marcha atrás ¿Oigo un pitido acústico o es mi imaginación?

- Vamos chavales y no tan chavales. No importa la edad, no importa el sexo, ni la raza, ni el color del pelo ¿Qué es lo que importa? ¡Vuestra billetera! Eso es lo realmente importante ¡Soltad la mosca, apoquinad, dadme la guita, gastaros las perras, a ver esas pelas, apostad vuestros pavos, gana el que más pasta lleva, soltando esos cuartos, showme the money...! - Dan se quedó sin aire, se queda resoplando como un descosido mientras se sujeta el costado como si le hubiese entrado flato.

Laura se cachondea de él con su risilla estridente - Vamos cari, no te emociones tanto que te va a dar algo y luego no me rindes - Le guiña un ojo.

Luego se dirige a vosotros - Lo que Dan quiere decir es... ¡¿Estáis preparados?! Wiiiiii

En esta ocasión ocurre algo inaudito, el operario acude con una llave y abre el trastero con ella.

Una llave... - pienso entre mí - esto puede ser peligroso.

Me acerco al trastero a toda velocidad sin preocuparme por mi ingra... inter... integridad física y me rozo un poco con Laura, ya que he interpretado a la perfección el guiño que me ha lanzado. Si no consigo llevarme los lotes que debería, al menos me llevaré a la moza para darnos un buen revolcón.
Me limpio un poco las babillas que tienden a caer por la cosi... comir... comisura de mi boca y me dispongo, hendicho de orguyo a inspeccionar el guardamuebles.

- ¡ABRID PASO!

¡Maldito chino con toda su amarilla parentela! Así les diera un brote de ictericia maligna sin que se dieran cuenta por chinos amarillos. Estaba claro que los mejores trasteros eran los que se habían quedado para el final. ¡Pues entonces a por todas! Empujando como si estuviera en las terceras rebajas de verano, Brittany se posicionó en primera fila para examinar el nuevo trastero.

 -¡Fuera de mi camino, caris! ¡Este es sólo para mí!

Una vez más, Huan Cho se posiciona para ver el trastero, por si algo llama su atención. Pone en marcha su nuevo juguete, un dron grabador de imágenes con perro incorporado, que pasa por encima de sus contrincantes y sin embargo amigos. Ganarles por goleada no impide que le caigan bien y todo.

Laura da un pequeño grito al ver, lo que le parece un bicho gigante volador - ¡Seguridad, hay que echar insecticida, hay una libélula gigante por aquí! - Se agarra al brazo de Dan en busca de protección

El operario sigue como si nada, y tras los típicos empujones y toma de posiciones, por fin de abre la puerta. En ella se puede ver que… Oh no, más papeles. Archivadores de cartón, archivadores de plástico, archivadores de metal... Pero hay más cosas, mesas y sillas de oficina. Cajas misteriosas de cartón... como siempre, un misterio, puede que haya algo o puede que nada.

Dan que es el único que mantiene el tipo, se encarga de la tradición - ¡¿Quién ofrece los primeros cincuenta?!

El chino se puso en medio de todos, haciéndose paso para que lo viesen, y levantó su mano de un salto:

-Lo sé, si yo no empesal, nadie empesal.. Venga, ¡sincuenta dólales pol aquí!

 -Acéptalo, te dejamos empezar para ver la cara que pones cuando te quitamos la puja. ¡Cien para mí caris!

Porque ese primer puesto tenía que recuperarlo a toda costa. No pensaba dejar que Huan Cho le quitara su más que merecida victoria. Que no es que quisiera quitarle al chino sus beneficios bien ganados, pero que fueran menores que los suyos, caramba.

El chino aprovechó el tiempo para arreglarse la barba con su sobrino barbero, que se estaba especializando en estilo hipster, y en cuanto hubo terminado, alzó su mano, y con su flamante nueva barba vitaminada y con ondas gritó:

-¡Sientosincuenta dólales pala mí!

En esta ocasión los apostantes se lo tomaron con calma. Con tanta que apenas se pujaron tres veces y la oferta final fue de tan solo ¡Ciento cincuenta!

Ante el mosqueo inicial de los organizadores finalmente se levantaron de hombros. Dan dio la voz final – No se si nos va a dar para un café, pero adjudicado a Huan Cho que parece que se quiere montar un “El corte chino” por… Ciento cincuenta. Puede disfrutar de sus adquisiciones.

Allí dentro hay... archivadores de cartón con papeles, a la basura, archivadores de plástico 10 pavos, los de metal 100. Sillas buenas de oficina, 400 y un par de mesas buenas 600. Al fondo hay algo ¡Oh!

... ¡Oh! Un par de portátiles en buen estado, 500 por los dos. Y algo que parece una rara caja de ordenador, pero que pesa mucho más que un ordenador ¿Qué demonios es? Como ya has usado el comodín del amigo, solo puedes tirarlo a la chatarrería

El chino no se creía la suerte que tuvo.

-¡Balato, balato! ¡Y ensima oldenadoles! Los voy a mandar a China, pala que copien allí y volvel a vendel modelo.. ¡Ole yo! 

_{existe, y hasta con copia del logo XD}