Partida Rol por web

Anton y Amy, Cambridge (Reino Unido)

Ya habían pasado unas semanas. Amy y tú os habéis hecho muy buenos amigos. Ella es tan... alegre, graciosa... Y parece que pueda transmitirte sus emociones. Pues cuando ella rie por algo no puedes evitar reirte con ella. Y cuando necesitas tranquilizarte parece que ella lo haga por ti. Es la compañía perfecta. Siempre sabe que hacer, y su sonrisa te acompaña cada día.

Ahora mismo te encuentras en un bar. El primero en el que quedasteis. Una profunda nostalgia te hace retroceder a aquel momento. Parece que todo se centre en ella. Como si de alguna manera te hubiera hechizado, o algo por el estilo. Habéis quedado para tomar algo. Es un poco tarde, pero ella siempre suele tardar unos cuantos minutos. El Sol comienza a ponerse, tintando el cielo de escarlata. Observas la puesta de sol desde la terraza del bar, admirándola.

De pronto a lo lejos escuchas una voz conocida, es ella. Va esquivando las mesas y a los camareros. Y finalmente llega y se sienta a tu lado. Su contagiosa alegría te embriaga por unos instantes...

Hola Amy! Ya pensaba que no llegabas! – Sonríe ampliamente, con cariño que le adquirió a la chica ya – Y eso que te retrasaste hoy?
Le ayuda a sentarse y pregunta- Que quieres tomar? – Era muy amable con ella, al igual que ella con el, su pequeño secreto quedaba a salvo. O al menos eso lo creía Anton.

-¡Anton!- Le llamo desde lejos, acercándome a él lo más rápido que puedo. -Siento la tardanza, de veras.- Cojo aire después de mi carrera y me siento a su lado.

Aún costosamente me disculpo. -Lo siento... He tenido un imprevisto y he salido un poco tarde.- Me apoyo en el respaldo de la silla. -Sólo quiero agua, gracias.- Sigo resporando hondo, recobrando el aliento.

-Bueno, ¿qué tal estás, Anton?- Le pregunto, sonriendo.

Buenas, tampoco tardaste tanto, si no es secreto que es lo que te retraso esta vez? – frunce el ceño de una forma graciosa, haciendo parecerse enfadado.
Estaba repasando mientras los apuntes que tenia por aquí – Señala el tocho de biología marina.
Por lo demás bien, aburrido sin ti. Y tu que tal? – te preguntaba con una sonrisa en los labios y un brillo en los ojos.

Río durante unos instantes. -No, no es ningún secreto.- Sonrío. -He estado estudiando y se me ha pasado el tiempo volando, solo es eso.- Le digo mientras miro su montón de apuntes.

-Yo estoy bastante bien.- En ese momento el camarero me tare un botellín de agua, le pego un trago. -He estado pensando... ¿Qué te parece si después de tomar algo nos vamos a pasear? Hay muchos jardines de lo más bonitos por aquí.- Esbozo otra alegre sonrisa, infundiéndole confianza mediante mi empatía.

Me apetecía pasear y que mejor lugar que los jardines.
Desde luego me encantaría. – Le sonreí, esta chica hacia algo extraño conmigo, cambiaba mi animo. Y eso me gustaba
No sabia que habían jardines cerca, tu has estado ahí alguna vez ya?
- Arque la ceja al decirlo.

-Oh, sí que he estado. A veces voy a pasear por allí, cuando quiero relajarme...- Le doy otro trago al botellín de agua. -Hay jardines muy bien cuidados por aquí. Conozco un parque cercano... ¿Qué te parece si pagamos la cuenta y nos vamos?- Sonrío otra vez. De momento todo está saliendo según lo planeado.

-Camarero.- Levanto la mano para que el chico me vea. -La cuenta, por favor.- Le dirijo una agradable sonrisa, cargada de dulzura. Luego vuelvo a girarme, mirando a Anton. Podríamos recorrer todo el parque y quedarnos un rato apreciando las flores, ¿no te parece?

El camarero no tarda en traerme la cuenta, le pago y me levanto. -Vamos, Anton.- Le tiendo la mano, mirándolo a los ojos.

Asiento alegremente y me levanto. Dejo el dinero para pagar la cuenta y la sigo.

Si lo dices así supongo que los jardines serán maravillosos. Así que veámoslos. – Lo dice con una sonrisa en la cara pasando entre la gente. No se preocupaba de nada pues confiaba mucho en Amy a estas alturas.

Amy y tú paseáis por las calles de Cambridge. En dirección a los supuestos jardines. El cielo está algo oscurecido, pero las farolas iluminan la ciudad. Camináis durante unos minutos, Amy comienza a parecer algo nerviosa. Quizá algo no esté saliendo como debería...

No puedes evitar extrañarte un poco, su actitud difiere de la habitual. Y finalmente, se para en seco. Te coje del brazo para que te detengas. Es como si hubiera visto un fantasma o algo parecido. Está atónita, y algo bloqueada. La miras a los ojos, y luego sigues su mirada... Al final de la calle, una figura permanece en pie. La farola que tiene cerca solo lo ilumina de una forma algo macabra, resaltando un poco sus rasgos. Es un joven, con el cabello algo alborotado. Y mira fijamente a Amy.

-No puede ser...- murmura Amy. Desde lejos, el joven alza un poco la voz. Su timbre es calmado, como si estuvira constantemente relajado. -Hola de nuevo, Sophie.

Me quedo quieto mirando. Luego miro alrededor para ver a quien se dirige el joven.

Perdona creo que te equivocas de persona y estas asustando a Amy – Lo miro directamente sin pensármelo demasiado e intento calmar a Amy poniéndole la mano en el hombro, haciéndola entender que se equivoca.

Vamos, sigamos se estará equivocando – Le dije yo muy bajo.

Me echo unos cuantos pasos hacia atrás, arrastrando a Anton conmigo. -No puede ser... Es él... ¿Pero cómo...?- Las palabras casi no me salen de la boca. Me pensaba que ya nos habíamos deshecho de él. Siempre había sido muy problemático. No tuvimos otra opción después de...

Frunzo el ceño y empujo a Anton para atrás. -¡Vete, Adam! No me obligues a hacerte daño, por favor...- Acompaño mis palabras con mi empatía, intentando convencerle.

No puedo evitar reírme después de escucharla. -Vaya, Sophie. Parece que aún sigues usando tu viejo truco. Lamento comunicarte que esta vez tu empatía no funcionará conmigo. Ya nadie me puede engañar...- Me quedo callado, reflexionando sobre la gran verdad que acabo de decir. Sin la posibilidad de ser engañado, condenado a ver la realidad venir...

-Estoy aquí para detener vuestras actividades. No permitiré que a otros como nosotros les pase lo mismo que a mí.- Doy un paso hacia delante. -Voy a salvar a ese chico de tus garras. Actriz.

Me mantengo serio mientras mis palabras resuenan en el ambiente, no dejaré que ese chico sea usado en experimentos. He visto su poder, y no creo que vayan a hacerle nada bueno...

No entiendo nada de lo que pasa, parece que se conocen y el chico parece hablar de mi, no entiendo nada – Pero que pasa? De que esta hablando el? Como que trabajas con alguien? – Luego me giro al chico y le miro – Pero que pasa, me podéis explicarlo?

Estaba perdido.

-Esa chica con la que estas no es quien tú crees.- Le digo al chico, sin despegar mi mirada de Sophie. -No es una estudiante de la Universidad. Ni siquiera es tan joven como aparenta. Es una agente de una organización. Y ha venido a por ti, a por tu poder.

Doy un paso más hacia delante. -¿Verdad, Sophie?- Logro intimidarla, noto como sus músculos se estremecen... Ella me hace una pregunta que ya me esperaba: -"¿Qué ha sido de los demás agentes?"

Me mantengo serio. -No van a poder ayudarte, Sophie. Estás sola. Deja al chico y vuelve a casa con las manos vacías.

Cada momento mas confuso, no entendía lo que pasaba, de que hablaban.

Pero alguien puede explicarme lo que pasa aquí, de que habláis los dos? Amy, lo conoces entonces? Por que dice no se que de una organización? Quien es en si el chico este, es tu novio?

Miraba de lado a lado perdido.

No hay tiempo que perder. No me puedo creer que haya conseguido deshacerse de todos los agentes que me acompañaban... Me giro, mirando a Anton. -¡Corre Anton! ¡Este tipo es muy peligroso! ¡Es un asesino, corre!

Vuelvo a girarme, sacando rápidamente mi pistola de mi bolsa de mano. Apunto a Adam, a la cabeza, y sin pararme a pensar aprieto el gatillo. La bala sigue su trayectoria, recta, pero Adam aparta la cabeza antes de que le de. -¡Mierda!- Cojo la pistola con las dos manos y vuelvo a disparar. Adam vuelve a esquivar la bala. -Si sabe por donde irá la bala voy a tener que tomar medidas drásticas...- Digo mientras comienzo a correr hacia él, canalizando mi empatía sobre su mente. -¡¡Enfádate!!

Intento despistar la percepción de Adam, acercándome lo máximo que pueda para que no consiga esquivarme.

Mientras te quedas atónito, observando la escena, Amy se abalanza sobre el chico. Éste parece llevarse la mano a la frente, turbado. Parece que la estratagema de Amy ha funcionado. En pocos segundos consigue tirarlo al suelo y apuntarle a la cabeza. Entonces saca su teléfono móvil y hace una llamada. Ni siquiera baja el tono de voz cuando habla. -Aquí Soph. Necesito refuerzos en Cambridge, tengo a Adam.

Entonces, mientras sigue apuntando al chico, que al parecer se llama Adam, lo fulmina con la mirada. -Debería matarte aquí y ahora, Adam. Después de lo que le hiciste a Eric, no hay perdón para ti.

Adam no se muestra intimidado, simplemente le contesta con su habitual tono calmado. -Lo de Eric fue un accidente, yo no quería hacerlo. Solo pasó.

-También podría ser un accidente que apretara el gatillo...- Dice Amy, en tono provocador.

-Pero fallarás. Tú sabes muy bien que no miento respecto al futuro...

Amy, sin dudar, apreta el gatillo. Pero justo antes de que se ejecute el disparo, ves como su brazo se contrae, acompañado de un grito de dolor de la chica. Adam recibe el balazo en el hombro, pero sigue sin inmutarse. Entonces se levanta, y Amy cae de rodillas, jadeando. -No deberías jugar con pistolas, Sophie...- Dice mientras la mira. -Anton, me temo que tendrás que acompañarme...

No puedes salir del asombro. ¿Qué acaba de suceder? ¿Ese tipo quiere que te vayas con él?

Me quedo mirando a Amy o Sophie no se cómo llamarla. No se que le paso y no se que le hizo Adam. No entendía lo que pasaba. Estaba perdido y atónito, acababa de ver el poder de Amy y Adam sabia lo que pasaba unos momentos por delante, creo que se llamaba precognición. No sabia que hacer. Mi poder solo servía para una cosa, y eso iba a hacerlo, aunque me haya engañado no quería que muriese. La oí llamar a sus compañeros…

Adam no se que pasa ahora mismo, pero creo que si ire contigo pero que sepas, que yo no soy Amy y si me intentas hacer algo, si morirás.

Decía mientras le seguía rápidamente, estaba metiendo un farol, pero igual colaba. Luego puse la mano en su hombro y trate de curarle.

-Ahora no.- Le digo a Anton, apartando su mano. Cuando lo toco siento un extraño flujo. "Tal y como me temía." -Ahora tenemos que irnos. ¡Ahora!

Me encamino hacia mi apartamento, procurando que Anton me siga. Sophie se queda tirada en el suelo, justo a tiempo para que su poder se desactive. Su apariencia cambia, convirtiéndose de nuevo en la joven rubia que conocí una vez.

Ni siquiera le doy tiempo a Anton para detenerse a mirar, si nos quedamos aquí nos atraparán. "Llegarán en 2 minutos..." -Ah, y no me trago lo de que moriré si te intento hacer algo. No puedes engañarme. Nadie puede.- le digo mientras me lo llevo por un estrecho callejón. No tardo mucho en divisar al final una puerta, que nos llevará directos a mi apartamento.