Partida Rol por web

Todavia teneis en mente la matanza de 15 presos la noche anterior, durante la guardia del capitán Robins. Todos los que se encontraban en el patio diez minutos despues del "toque de queda" murieron en el tiroteo, los que ahora estan vivos no se encontraban fuera esa noche. La versión oficial habla de una revuelta de presos, aunque solo el capitán Robins estaba allí para verlo en ese momento... los demás ya no pueden contradicir su versión, pues estan muertos. 

No ha tardado en llegar una citación urgente para los capitanes en la Zona A, deben reunirse con el director del complejo y por tanto quedaran temporalmente al mando los Tenientes. Ya ha amanecido y las celdas de los presos se habrán abierto de manera automatica como todas las mañanas, no tardarán en salir al patio (donde todavia se encuentran los cadaveres de los 15 presos).

La noche anterior hubo jaleo, los restos de éste quedaban aún en el patio, sin duda cuando los demás presos lo vean se llevarán una sorpresa. Sin duda ha sido excesivo, pero si servía para amilanar los espíritus de revelión y fuga, la masacre tendría algo de bueno. Como los capitanes se tienen que ir a una reunión nos toca a los tenientes ocuparnos de todo en su ausencia. No los decepcionaremos, cuando vuelvan se encontrarán todo esto como lo dejaron, en orden.

-Bien, hoy empezamos un nuevo día. Los presos se asustarán si ven los cuerpos de los que fueron sus compañeros, esto nos puede venir bien o mal. O se asustan hasta el punto de tener miedo de pestañear o se ponen nerviosos hasta el punto de cometer una estupidez por querer salir de aquí. Debemos evitar que intenten nada raro, y lo mejor será deshacernos de esos cuerpos, cuando el sol de en el patio empezará a oler, así que alguien tendrá que ocuparse de esta tarea.

Me quedo mirando a los capitanes por si tienen un último mandato y al otro teniente, por si tiene algo que añadir.

El teniente Sibley suspira aborrecido.

- Que los apilen los presos, y los incineraremos. Despues que limpien los restos, al fin y al cabo, son presos.

Se levanta de su silla.

- Es facil, contencion armada, deberiamos salir todos bien equipados. Quizas haya algun alboroto

- Ya hubo suficiente violencia ayer, espero que hoy no haya ninguna muerte más, asi que id armados, pero si tenéis que hacerlo inmovilizar, no matar. - dice mientras se levanta acercándose a la puerta. Bajo su dintel, sigue hablando:
- Sobre los cadáveres, si, haced que los presos los apilen y limpien los restos. Así aprenderán qué puede llegar a ocurrir si no siguen las órdenes.
Y mirando a Robins, añade:
- Debemos apresurarnos.

-No mataremos, capitana. Si no es preciso, claro. Si las cosas se calientan demasiado al final pasará lo que tenga que pasar. Aunque espero que no tengamos que llegar a eso.- despido a los capitanes y digo a los soldados- Y bien, vayamos a donde están los presos, que vean quien manda aquí.

Me pongo en marcha hacia el patio exterior con mi equipamiento adecuado, para ver la reacción de los presos a la masacre y actuar si tengo que hacerlo.

Sibley simplemente mira a los suyos, dejanco claro que tiene que hacer

- Vamos, preparaos.

Llego tarde a la sala común. La noche anterior fue algo confusa y alocada, pero aunque me gustaría contarles la verdad, no puedo hacerlo. Mejor que sigan creyendo que soy un cabrón asesino.

Si es lo que debo hacer para proteger a la compañía lo haré...sin dudar.

Entro en la sala común y saludo a los presentes con un gesto de cabeza, sin sonreír. Luego me sirvo una taza de café y les escucho hablar.

Lo mejor seria que ellos mismos limpien l os daños. Que vean lo que pasa cuando se saltan las normas y se organizan en un intento de fuga masivo. Yo los dejaría hasta la noche, si quieren salir al patio, que lo hagan entre los cadáveres. Hablo con voz perfectamente normal, como si hablase del partido de béisbol que me perdí la noche anterior. Entonces frunzo el ceño al darme cuenta de algo. Menuda mierda de café...es que nadie ha cambiado los filtros desde ayer o que?.

Tomo un bollo en una mano y el café en la otra y miro a la capitana un instante.

Habra que ir a ver que tripa se le ha roto al director...creo que es el que manda,no?.

Y salgo hacia el despacho de el director, caminando con calma, hasta llegar al furgón. Entonces tiro los restos de café y enciendo el motor, mirando hacia atrás sin estar muy dispuesto a esperar a la otra capitán.

Si no llega antes de que termine el bollo me marcho y que camine un poco.

- Si... por cierto, te toca conducir - dice mientras le pasa las llaves por el aire, mientras ambos andan por el pasillo que da al patio, siguiendo hacia la puerta exterior.

Arranco a bastante velocidad. No se porque dice que me toca conducir. Siempre conduzco yo si voy en un vehículo...no me fío de nadie mas.

Aguanto en silencio un par de minutos antes de comentar.

Cuando vas a dejar de comportarte con ellos como si fueras su madre y mas como la persona que los tendrá encerrados de por vida mientras experimentan con ellos?.

-Ciento noventa y ocho… ciento noventa y nueve… doscientos -pronuncia Julie con cada nueva flexión que realiza. Es parte de su rutina diaria de ejercicios, ya se hizo quinientos abdominales, número similar de sentadillas y está finalizando con las flexiones de brazos. Más tarde será el turno de correr, ya no hay tiempo, su turno está por comenzar.

Se ducha rápidamente, en menos de diez minutos está lista. Nada de maquillaje, el cabello recogido en una coleta y esta a su vez enrollada hasta formar un tomate. Así es como suele andar en el trabajo, de cabello recogido, hay que ser práctica en esta vida.

El capitán Robins no está, el director le ha mandado llamar, a él y demás capitanes. Por ahora los tenientes están al mando así que me toca obedecer las órdenes de Sibley.

-Que los apilen los presos, y los incineraremos. Después que limpien los restos, al fin y al cabo, son presos -no tardó en ordenar él-. Es fácil, contención armada, deberíamos salir todos bien equipados. Quizás haya algún alboroto.

Lo mira, no hay expresión en el rostro de Julie pero sí bastantes pensamientos, uno de ellos relacionado con que encuentra que Sibley no tiene pasta para este trabajo, pero esa es su opinión personal y se la reserva. El está al mando y ella acata órdenes, vengan éstas de dónde vengan.

Recibidas las órdenes, Julie se pone en marcha. La zona B les espera.

Darren salió de la habitación donde se encontraban las literas de los soldados, se asomó un momento a la puerta del cuartel para ver como estaban las cosas en el patió y acto seguido se tumbó en el sofá de la sala común y encendió la televisión, se decidió a continuar viendo la pelicula que dejó a medias la noche anterior. A falta de señal de televisión, os suministraban siempre que queriais un buen surtido de DVDs (que por supuesto, os descontaban del sueldo).

Sutton visto que todos estaban fuera, aprovechó para adentrarse en el almacén y hacer inventario del material, así como comprobar su estado. No era un hombre al que le gustara cruzarse de brazos, asi que se entretenia con pequeñas cosas cuando no estaba de guardia.

Vuelvo a la sala común del cuartel, cabreado por la descordinación anterior en nuestras ordenes y veo al americano viendo una película.

Eh, tú apaga eso, hoy no están los capitanes y puede haber jarana. Los presos están nerviosos por los muertos. Además, me gustaría saber si los científicos quieren a alguien especial para probar sus chismes. Ve a preguntarles y vuelve con lo que digan.

Se levanta despues de darle a la pausa

- Pero teniente... - arrastrando las palabras - ¿como voy a ir a la Zona A si los capitanes se han llevado el furgon?

Sibley entra en el cuartel, buscando con la mirada a Sutton

 - ¿Sutton?