-Perdona, la costumbre.-dije tranquilizando al soldado- ¿Y como coño sabremos hoy a quien quieren los batas blancas?-pregunté mas para mi mismo que para el soldado. Luego relajé la expresión y continué hablando- Ya nos enteraremos después. Entonces te dejo ver la tele, pero antes dile al "cocinero" que de la mitad de la ración habitual a los presos. Si no trabajan todos, no van a comer lo mismo que siempre. Que la chica débil aprenda la lección, y si no, que se la enseñen sus compañeros.
- ¿Mi teniente?
Asomandose con mirada interrogante desde el almacen con una caja de munición abierta en las manos.
- Termine con eso y traiga algo de combustible, vamos a ocuparnos de incinerar los cadaveres.
- Eso esta hecho, me ocupo en cuanto llegue el chino - hablando despectivamente del hombre de mantenimiento - si quiere me ocupo de que la mujer no salga de que su celda... - se ofrece cruel
Se acerca a Sibley
- Aquí solo tenemos la garrafa de cinco litros por si hay problemas con el furgón ¿quiere que usemos esto o esperamos a que los capitanes regresen y voy a la Zona A a por un bidon?
- Espere, preguntare al capitan si traen ellos combustible
Saca el walkie
- ¿Capitan?
Utilizando su frecuencia
Sonrío ante el comentario de mi soldado.
-No hace falta, quiero que todos sepan porqué comen menos y que la estén mirando mientras lo hacen. Además, que ella reciba lo mismo que los demás, ni un gramo menos. Que vean que son un grupo, serán castigados en cosecuencia.
- Si señor...
Vuelve al sofá y le da al play.
Mi Teniente, señor, comenta Vladimir dirigiendose al teniente Sibley me disculpo si le parecí inoportuno antes en el patio, solo queria enseñar algo de disciplina a nuestros "invitados"....
Vladimir se cuadra inmediatamente despues de haber hablado.
- No tienes por que disculparte, no perteneces a mi escuadron, de todos modos, gracias por el interes, lo valorare.
Mientras espera respuesta al walkie. Se acomoda el arma dejandola colgar de la cinta
- Recordad que estamos aqui para mantenerles en sus celdas, no para hacerles la vida imposible. Las torturas solo se tienen que llevar a cabo cuando es necesario, y ahora no es el caso.
Esto ultimo lo dice un poco mas en alto, para que le escuchen bien en el cuartel, en especial, el otro teniente.
Me acerco a Vladimir y le digo:
-Anda, ve a echar un vistazo por las celdas de vez en cuando. Que sepan que les estamos vigilando, así no hacen nada raro. Si ves algo fuera de lo común dame un toque.
Oyendo como mi compañero realiza una pequeña indirecta, comento:
-Desde luego odio la tortura innecesaria. Pero los presos son un grupo, si unos no actúan, se creerán que pueden salirse con la suya. La mejor forma de controlarlos es hacer que vean en ellos mismos los enemigos mas que a nosotros. A mi me asquea como a ti hacerle esto a gente, pero si no hay confianza entre ellos no hay intento de fuga en equipo. Dandoles todo lo que quieren no ganamos nada, y menos con gente como el viejo.
Descarto a los capitanes porque no están aquí.
Escucho la voz del teniente por el walkie y respondo mientras aun estoy en camino de la reunión.
Informe Teniente...
- ¿Esa chica crees que no trabajaba por gusto?
Dejando el walkie un poco de lado.
- Respetalos, y ellos te trataran con respeto, al fin y al cabo, que somos nosotros. ¿Presos con armas?. Esto no es alcatraz, no son asesinos, no son violadores, no son ladrones.
Suspira, realmente se le ve cansado con la situacion en la que esta, como siempre.
- Con cargar los cadaveres de sus compañeros ya han tenido suficiente, creeme, ¿o es que no recuerdas haber visto morir a un compañero?
Un poco despistado vuelve su oreja al walkie
- Aqui Sibley, todo en orden, estamos incinerando los cadaveres en el patio. Queria preguntarle, señor, si es posible que traigan combustible.
Saludo al teniente y salgo de la sala comun para ir a vigilar por las celdas...
Incinerando los cadáveres teniente?...recuerdo haber entrado en la sala y haber dicho que los dejaran en el patio hasta la puesta del sol. Aun no sabemos si los forenses querrán estudiar ciertos efectos en los cuerpos. Si no los quieren para el anochecer, los pueden quemar entonces. Seguro que los presos agradecen una fogata alrededor de la que reunirse. Si se ponen tontos, tienen permiso para usar castigos físicos sin llegar a incapacitar. Corto.
- Bien... los dejare en su sitio entonces... corto
Cuelga desesperanzado
- Sera gilipollas...
Murmura.
-Ver un compañero morir es duro. Pero comportarse débilmente no ayuda a nadie. Además, si no los preparamos con un poco de mano dura, aunque seamos unos benditos santurrones, todos sabemos que al final irán donde los batas blancas y estos les harán seguramente cosas que ni imaginamos, ¿o es que crees que los científicos les están dando caramelos para la tos?
- Eso no nos da derecho a tratarles como basura.
-Perdona, no quiero discutir contigo, no tengo nada en tu contra, cuado te hemos necesitado has estado ahí. Mira, hagamos una tregua, lo de rebajarles la comida un poco hoy es una medida que yo creo que necesitan para no crecerse. Saben que nuestros capitanes no están de momento y pueden pensar que nosotros no sabemos llevar este sitio. Por desgracia, la forma de hacerlo no es agradable. Pero prefiero la disciplina que los subleve un poco contra ellos mismo, y no la matanza que hizo el capitán Robins ayer. Creo que lo hizo por gusto y eso si que es despreciable.
Por otro lado te prometo que no volveré a excederme del cargo una vez hayan comido, si se portan bien se les tratará como personas en vez de criminales o perros. Pero sigo creyendo que darle un pequeño escarmiento por no cargar con los cadáveres fortalecerá a la chica y minar un poco la confianza entre ellos nos puede venir bien.