Partida Rol por web

Te despiertas. Eres de las primeras en hacerlo. Aleixandre está a tu lado, pero sigue pareciendo dormido. Becka está tocando con un dedo la mejilla de John de forma repetitiva, intentando que se despierte ya. Miguel sigue dormido, y Nina está disipando las sombras que creó para protegeros durante el día.

Cuando acabas de observar al resto de vampiros, descubres que Aleixandre te está mirando.

-Buenas noches. Da gusto despertarse al lado de una chica tan guapa- dice acariciándote la mejilla.

Te despiertas bajo tierra, con Uileand a tu lado. En cuanto ve que has despertado, te coje de la mano para llevarte a la superficie.

-Bueno... habrá que ir al pazo para ver que ha quedado de él, y... quien está vivo. Hablaré con Edgar para que te lleve con él. Supongo que no tendrá problemas para hacerlo- te explica.

Husky os acompaña mientras caminais de vuelta al pazo.

Me paro un momento.- ¿Puedes ir tu solo? Yo... quiero despedirme de mi jefe y mis amigos... no tardare mucho ¿De acuerdo?

Despues de esto no volvere nunca mas aqui.- murmuro con tristeza.- Lo necesito.

Uileand te mira sorprendido.

-¿Es... es en serio? Pensaba que querrías.... amh, da igual. Ve a despedirte de ellos. ¿Donde quieres que te recoja Edgar? Supongo que querrá salir mañana por la noche sin falta, deberías estar lista a primera hora- dice con tono frío.

- Y quiero, quiero fingir mi muerte pero antes me gustaria verles una vez mas... una ultima vez. - Su tono frio me mata, es una forma de poner distancia, se porque lo hace pero no lo soporto.- Dile que ire donde quiera, que me llame al movil y acudire donde me diga...

Alei! - exclamo sorprendida y le abrazo fuerte. Tenía miedo de que no se despertase hoy y se quedase así durante mucho tiempo. Después le suelto y le doy un pequeño empujón elevando un poco la voz. - Joder! me tenías preocupada! Esto se avisa!

Dándome cuenta de la estupidez de mis palabras vuelvo a bajar mi tono de voz volviendo a abrazarlo.

Me alegro de que no te hayas ido... - le beso abrazándole fuerte, como si tuviera miedo de que pudiera aún pudiera desaparecer.

Tu sire asiente con la cabeza, impertérrito.

-Si claro, como no. Espero que tengas suerte y te vaya bien en Alemania- dice en tono calmado.

Sin más dilación, comienza a caminar hacia el pazo. Sigue desnudo, pero la sangre que cubría su piel ha desaparecido.

Aleixandre te mira ligeramente confundido.

-Vale, vale... la próxima vez que el enemigo intente urgar en mi cerebro para saber los secretos de mi manada, lo dejaré pasar sin problemas- murmura poniendo cara de pena.

Pero en seguida cambia su expresión por una sonrisa. -Claro que si, como no iba a volver, sólo necesitaba descansar un poco-

Vuestra paz se termina cuando Becka descubre que está despierto.

-Aleiiiiiiiiixandre- grita abalanzándose sobre él, dándole un enorme abrazo. Ves como John está ligeramente incómodo, un par de metros atrás.

Miguel se levanta por fin, y todos estais en pié. Nina os avisa de que las sombras han sido liberadas, es hora de subir. Aleixandre, para alivio de todos, toma las riendas.

-Bien, Nina, deslízate por las sombras y dime si está todo despejado- dice el líder de la manada.

Nina lo mira muy indignada. -Disculpa, que tú hayas dormido más de la cuenta, no quiere decir que los demás seamos iguales. Está todo despejado- dice saliendo por la puerta con aire indignado.

Cuando subís, efectivamente, todo está despejado. Aleixandre se acerca a la antigua sala de reuniones, que ahora está inhabitable. Coje el tapiz destrozado en el que antes se podían leer vuestras leyes.

-Después de esta noche, vais a tener mucho trabajo arreglando el pazo-

Empiezas a escuchar ruídos fuera. Al principio piensas que sólo son ruídos provocados por el viento, sonidos que se mezclan con lo conversación. Pero el tiempo va pasando y empiezas a distinguir pasos que se acercan. Primero escuchas a una persiona, después a otra, otra y otra más. Parece que los ataques no van a acabar nunca, que siempre estareis en peligro. Cuando estás a punto de entrar por la puerta, Otero, el líder de los hombres lobo entra por la puerta.

-Buenas noches. ¿Estais en obras?. No me gusta mucho eso que habeis hecho con la torre- dice refiriéndose a la torre que cayó en la batalla -Hemos hecho una reunión de urgencia y hemos decidido que todos salíamos ganando si uníamos nuestras fuerzas. ¿Cuál es el plan?¿Y Uileand?- pregunta con su voz cascada.

-El plan es llegar ana noche antes- susurra Becka indignada.

La manada permanece en silencio. Aleixandre se mantiene en silencio, en actitud meditativa.

Me gustaria correr acia el y abrazarle, decirle que le quiero, romper ese muro de hielo que levanta entre nosotros pero ahora el tiene que ser el lider de la manada y comportarse como tal. Yo tambien tengo que hacer lo que debo.

Me giro y corro lo mas rapido que soy capaz hasta alejarme bien de el, apartando la tentacion que es tenerle cerca sabiendo que no es para mi. Le amo pero se que no funcionara jamas, aunque pasen mil años, el no puede ser mi amor y lider a la vez como yo no puedo ser quien era ni quieren que sea... Realmente ya no se quien o que soy.

Me paro en un sitio tranquilo y mando un mensaje a mis amigos y mi hermano.

Hola, ultimamente he tenido algunos problemas personales y me he distanciado de vosotros, solo quiero que sepais que os quiero.

Suena a disculpa. No puedo ponerles mas, ¿como explicar nada mas? camino hacia el bar esperando encontrarme con mi jefe.

Das un paseo hasta el bar que te ayuda a tranquilizarte. Cuando entras, las cosas están tranquilas, Breogán está mirando el móvil con cierta desconfianza. Es entonces cuando recuerdas que no se lleva muy bien con la tecnología. Llamar, recibir llamadas y poco más.

En cuanto te ve, rodea la barra y corre a abrazarte.

-Berit pequeña, ¿donde estabas? Estábamos a punto de poner carteles por toda la ciudad. No estabas en los hospitales, pensábamos que habías empeorado de tu enfermedad. Estás muy pálida, y vas poco abrigada- dice preocupado.

Te ayuda a sentarte en una de las mesas y te trae un vaso de agua.

Observo en silencio como llega Otero y los demás, escuchándole mientras miro la expresión de Aleixandre.

Sonrio con tristeza, me siento tentada a contarle todo pero se que llamaria a un psiquiatra para mi en el mejor de los casos o le pasaria algo malo... aunque ahora no hay lei en la ciudad... la tentacion es grande pero no quiero causar mas problemas a Uileand.

- Si, se que he estado bastante desaparecida, lo siento, lamento mucho el haberos preocupado. Necesitaba tiempo para pensar y me pasaron demasiadas cosas... Me enamore de la persona equivocada, no es que sea malo.- Aclaro tratando de liberar algo de mi amargura.- pero se que el no es para mi...parece que estoy condenada a estar siempre sola.- dije mirando el vaso de agua entre mis manos.

- Al menos no he empeorado de mi enfermedad.- lo cual era cierto, seguia muerta.- Voy a volver a alemania, alli tienen un tratamiento que puede funcionar y ademas estare cerca de mi hermano...- susurro como excusa añadida.- Me voy esta noche, dentro de unas horas... no tengo fuerzas para despedirme de nadie.. Lo he intentado pero no me salen las palabras.. Creo que esta valkiria a gastado toda su reserva de valor...- Bromeo sin gracia mirando el mural que pinte para el.

Encuentro fallos e imperfecciones por todos lados, en cada trazo, me da verguenza que un trabajo tan mediogre se muestre ante la gente aunque en su momento me parecio bueno.

Aleixandre, que ya tiene bastante con lo suyo, empieza a hablar intentando ordenar las cosas.

-Ya nos han atacado, anoche. De ahí los desperfectos de pazo. Y está todo terminado. Hemos ganado a dos enemigos poderosos por lo que vuestra ayuda no es necesaria. Uileand está de camino. Gracias por venir hasta aqui- dice en tono neutro.

Becka está tan indignada que John la tiene que agarra para que no monte un escándalo. Otero se limita a una inclinación de cabeza y sale por la puerta. En cuanto lo hace, Becka se libera.

-Aleixandre, ¡qué morro tienen!. ¿De qué nos vale su estúpida alianza si no hacen nada por nosotros?. No estoy de acuerdo. Para nada. Esto es una...-

Se calla en cuanto Uileand entra por la puerta. Está desnudo, cubierto de sangre y viene solo.

-Berit está bien, ha ido a resolver temas personales. Bajo ahora- dice con gesto serio.

Al cabo de unos minutos llegan Henrique y Edgar. En cuanto baja Uileand, estais todos reunidos.

-Gracias a todos por venir. Como habíamos acordado, hoy nombraré a los próximos líderes de la ciudad. Recordad que somo miembros del Círculo Cartiano y que los títulos son casi simbólicos. Serán los encargados de organizar al resto para levantar la ciudad. Nombro a Uilieand, Becka y a Nora como líderes-

Empiezas a sentir la presión del silencio. Aleixandre ha escogido como líderes a un ser al que le cuesta controlar su caracter, a un adolescente friki de las armas con un chiquillo a su cargo, y a una recién creada.

Tras un incómodo silencio mirando a los demás, miro a Aleixandre sin poder callarme.

¿Te has vuelto loco? pero... pero... - no encuentro palabras para expresar lo que siento, volviendo a repetirme de nuevo - ¿te has vuelto loco? 

Mi mirada se fija en Aleixandre, a pesar de mi tono no estoy enfadada, sino más bien desconcertada, perpleja, sin entender el por qué de esa decisión. Está claro que no tengo ni idea de todo esto y aún me queda muchísimo por aprender, en qué estaría pensando para proponerme a mi? Todavía Uileand y Becka... al menos ellos saben de qué va todo esto, aunque solo sea por llevar más tiempo en la manada, pero ¿yo? Continúo mirándole esperando una respuesta, mientras trato de contener unas lágrima, pues con todo esto cada vez veo más claro que él no estará. Me lo había avisado, pero hasta este momento no lo vi tan claro.

Breogan te abraza.

-Te vamos a echar de menos. ¿Donde voy a encontrar yo a una camarera que espante y atraiga a los clientes a la vez?. Además justo este año que te iba tan bien en clase. Berit, prométeme que irás igual a la Universidad. Seguro que en Alemania teneis de eso. Si necesitas cualquier papel, yo te lo voy a buscar-

La preocupación de Breogán es tan enternecedora que empiezan a darte ganas de llorar. Justo en ese instante entran por la puerta Jorge y Nina, cogidos de la mano.

-¡Berit!. Por fin- grita Nina acercándose a ti - estábamos muy preocupados. Mi padre iba a empezar mañana a usar todas sus sinfluencias para encontrarte. ¿Qué te ha pasado?-

Jorge, que ya te ve bastante agobiada, se limita a saludarte con la mano.

Henrique, casi tan sorprendido como tú, es el primero en hablar.

-Aleixandre, ¿vas a dejar la ciudad a dos niñas y a un vampiro que no es capaz de controlar a su chiquilla?. Espero que sea una broma-

Notas como la tensión aflora en Uileand cuando se nombra a Berit.

Aleixandre, en un gesto tan pausado como estudiado, apoya los codos en la mesa y comienza a explicarse.

-Verás, elijo a Becka porque es, con el permiso de Nina, la mejor estratega que tenemos. Elijo a Nora porque es cabal, valiente y tiene algo que la mayoría de vosotros habeis perdido: humanidad. Y Uileand por su experiencia, sus lazos con los hombres lobo y porqeu se que va a traer el Círculo Cartiano a esta ciudad. Esta es mi decisión. Espero que a nadie se le ocurre despertarme de mi letargo por cuestionarla, porque me puedo enfadar y mucho- dice en  un tono que deja muy claro las consecuencias de contradecirlo.

Edgar se levanta de la mesa con aire impaciente.

-Me alegro de que resolvieseis vuestras pequeñas disputas. Ahora que está claro que mi progenie va a quedar bien situada, puedo partir. COmo prometí, me llevaré a Nora a Alemania- dice Edgar.

-Sea. Xisela ha sido expulsada de la ciudad para siempre- justicia Aleixandre.

-Edgar, necesito un pequeño favor. Berit se quiere ir a Alemania. Pasará la mayor parte del tiempo vagando, pero necesito que la presentes para que esté a salvo. ¿Te importa?- pide Uileand.

-Si, claro, chiquilla por chiquilla. Es justo- contesta el sire de tu sire.

Y así esta pequeña conversación te permite reflexionar. Aleixandre te ha puesto al frente de una ciudad rota y destruída esperando que tú puedas hacer algo para repararla. ¿Estarás a la altura?.

Miro a Edgar y a Uileand bastante molesta al ver cómo nos intercambian como si fuésemos cualquier cosa excepto personas. A pesar de todo no digo nada, no me parece  un buen momento dadas las circunstancias. Además, me alegro quieroe quedarme en Vigo, aquí es donde está lo poco que tengo, los chicos de la banda y Aleixandre. Otra vez vuelvo a pensar en su marcha, ¿cuánto tiempo será? no se si podré soportarlo.  Si él confía en mi para este trabajo, espero no decepcionarle, intentaré hacerlo lo mejor que pueda, por la manada, por él.

Aguardo en silencio esperando a que digan todo lo que tengan que decir.