Partida Rol por web

Eras el que estaba más cerca de Liam y el que tenía una visión directa de él y su cuerpo. A pesar de la sangre no te pasó desapercibido el vacío que había en la parte final de su extremidad derecha. No había ninguna mano.

Estoy bien, estoy bien. Dolorido, pero bien.  Me obligué a levantarme, ignorando el dolor por un momento. No había acabado, tenía que ver como estaban mis amigos. Tenía que saber si Ian había llegado a tiempo. Por las palabras de Lucas parecía que no...

Voy para allí, no te preocupes por mí, cuida de los que estén peor. Me desaparecí a tiempo para pedir ayuda. Me dieron, creo que con un depulso... Pero estoy bien. Nos vemos ahora.

Dicho esto me desparecí y me centré en el hospital. Tenía que ver como estaban todos. Estaba todo siendo muy caótico y la herido no paraba de darme pinchazos de dolor, además de la espalda. Espero que no sea nada... Y espero que estén todos bien. Arianna, Isaac... Aguantad.

Cerraste los ojos esperando que ocurriese lo inevitable, pero el momento no llegó. El ruido y el ambiente del callejón seguía estando a tu alrededor. Poco a poco levantaste los párpados para mirar a tu alrededor. En frente de ti seguía estando Moses, mirándote de forma altiva con una sonrisa sarcástica en el rostro. A su lado permanecían de pie los dos encapuchados, mirando hacia ti.

Entre vosotros seguía el cuerpo de June, tapado por la tela que le habíais puesto en un momento que parecía demasiado lejano. Y a tu lado, Liam. Podáis notar su mano sujetando la tuya, con algo menos de fuerza de lo esperado. Te giraste hacia él, buscando su mirada. Sabías que estaría mal al comprobar que su hechizo no había funcionado. Entonces, te diste cuenta de la verdad. A tu lado no había nadie. Solo un vacío.

La reaparición no fue algo precisamente agradable. Había hecho un sobresfuerzo terrible al aparecerme allí cargando con Arianna e Isaac, dejando a Liam la obligación de traer a Vinny con él. Nada más aparecer, caí al suelo, soltando a la pareja que traía conmigo y amortiguar la caída con las rodillas y las manos.

Durante unos segundos no pude moverme, mirando el suelo mientras escuchaba los quejidos de Isaac. Aun estaba apretando los dientes, sin poder comprender como se habían torcido tanto las cosas. Sentía el sabor metálico en la boca, propio de la sangre y acabé por soltar un salivazo al suelo, comprobando que el sabor metálico era de sangre, a pesar de no verme herido. Quizás la simple presión de los dientes me había pasado factura.

Aun estaba haciendo acopio de fuerzas cuando las voces de las enfermeras me dejaron claro que estábamos a salvo. Un suspiro aliviado, agachando la cabeza hasta que la frente tocó el suelo. - Gracias a Merlín... - Solté, antes de levantar la mirada. Miré a Isaac, sin aflojar la presión de los dientes, siguiéndolo con la mirada. - Deben salvarlo. - Aquellas dos palabras parecieron estar a un paso entre lo imperativo y la petición más humilde. Miré a Kate y Lucas unos metros más allá. No me había dado cuenta que estaban allí.

Pero no me importó, había algo más importante y trascendental para mí. Miré a Arianna, junto a mí, y la empujé para colocarla boca arriba. - ¡Arianna! - Rugí con fuerza, con cierta desesperación. Di un par de palmadas en su rostro, intentando despertarla. - ¡Arianna! ¡Mierda! ¡Despierta! - Repetí, mirándola y colocándole los dedos en el cuello, buscándole el pulso. Por desgracia, los medimagos no tardaron en apartarme y encargarse de ella. - ¿Cómo está? - Pregunté, mientras se la llevaban.

Nervioso, preocupado y claramente atacado por lo que acababa de pasar. Todo se había roto, nada tenía sentido para él. Cruzó su mirada con la enfermera, reconociéndola. - No. - Contestó inmediatamente. Ahora no podía sentarme, con todo el mundo allí, herido. No podía sentarme sin hacer nada.

Mierda. Céntrate, Ryan.

Me repetí, clavando los ojos en la enfermera, intentando recuperar la compostura. Fruncí el ceño, mientras serenaba la expresión de la cara y tomaba aire, repitiéndome mentalmente la pregunta que acababa de hacerme.

- Sí. - Dejé unos segundos para pensar, ordenar mis ideas y repetir los nombres de forma mental de cuantos había visto en aquel día. Aquí esta Kate, Lucas, Arianna, Isaac, Janeth. Falta.. Mat. - Mathew Trial. Un chaval de diecisiete años. Lo alcanzaron con un conjuro y desapareció. June... June estaba muerta. - Fruncí el ceño, agachando la mirada mientras seguía haciendo memoria. - ¿Dónde...? - Me giré, buscando a alguien con la mirada.

¿Dónde? 

Había cerrado los ojos dispuesta a pasar por la desaparición conjunta a regañadientes, a pesar de que todas las moléculas de su cuerpo insistían en permanecer ahí, en averiguar la verdad, en cobrarse su venganza. No obstante nada pareció cambiar a su alrededor, no olía el ambiente esterilizado clásico de los hospitales ni escuchaba el ajetreo que debería tener San Mungo ante todo lo que había sucedido en Hogsmeade. Seguía sintiendo la gelidez del invierno sobre sus brazos.

Muy lentamente abrió los ojos para encontrarse mirando nuevamente el rostro deshumanizado de Moses, sonriente e impasible. La desaparición no había funcionado, June seguía ahí, Liam seguía ahí, ella seguía ahí. Se giró para dirigirle una mirada de confusión a Liam pero tan sólo encontró el aire vacío a su alrededor. Su rostro se fue volviendo lentamente inexpresivo mientras sus ojos recorrían la distancia que separaba el lugar en el que debería haber estado la cara de Liam al sitio en el que sentía la mano del exgryffindor. El amargo sabor de la bilis inundó su garganta al hallarse observando la mano ensangrentada del chico sujetando su muñeca de forma laxa.

- Joder...

Parpadeó numerosas veces, intentando aclarar la visión, diciéndose que no debía permitir mostrarse débil ante el enemigo. Con un gesto controlado que le costó más mantener de lo que nunca le había costado, desenganchó los dedos de Liam de su muñeca y soltó la mano, con demasiada rapidez, cayendo esta en su propia chaqueta, sobre June, manchando la ropa de sangre.

Fue entonces cuando advirtió la varita que tantas veces había visto en manos de su amiga, justo al lado de su pie. Tenía que cogerla, dejar de estar desarmada. Y sólo había un modo de hacerlo sin que fuera demasiado evidente.

- Oh, joder...

Haciéndose la frágil, a pesar de que no quisiera. Se llevó una mano con debilidad al rostro, ocultando sus ojos del público a la par que iba descendiendo hasta el suelo como si el mareo estuviera mellando sus fuerzas. Y entonces, demasiado rápido como para que pudieran verlo venir, su mano sujetó la varita de June y la mano se retiró de sus ojos mostrando una fría determinación.

- ¡Confringo!

Pero en lugar de lanzar un hechizo individual su brazo apuntó hacia unos metros por encima de sus cabezas, provocando una explosión que arrojó una lluvia de polvo y escombros sobre las cabezas de los dos encapuchados y Moses.

¿Dónde?

- Faltan Liam Nathiel y Berenice Blair. Deberían haber llegado conmigo. - Estaba preocupado, pero no quería demostrarlo, a pesar de que mi lenguaje corporal decía todo lo contrario. Le daba vueltas a la varita, nervioso entre mis dedos, mientras miraba a mi alrededor, afinando el oido por si veía algo, o escuchaba algo.

Y mi búsqueda se vio recompensada segundos más tarde, cuando apareció Liam relativamente cerca. Mi vista se desvió, agarrandole por las axilas cuando cayó y reparé en su brazo. Miré a Liam a los ojos, para acto seguido buscar a alguien más con la mirada. - Ayúdeme. - Le pidió a la medimaga, dejandole que agarrara a Liam.

Allí faltaba alguien. Vinny. No podía dejarla allí, sola. - Te pondrás bien. Lo siento, pero tengo que ir a por ella. - Me despedí de Liam. Era posible que fuera un viaje de solo ida, pero no me perdonaría que le pasara algo a Vinny.

Y sin decir más, me concentré para ir en busca de Vinny.

Pam.

De repente, el callejón habia desaparecido. No habia ni rastro de los encapuchados, ni de las varitas, ni de todos aquellos rayos que iban de un lado a otro buscando impactar en alguien.

Noté como mi cabeza golpeaba contra el suelo, haciendo que, de inmediato, escuchara todas aquellas voces a mi alrededor, amortiguadas, acolchadas. Pude reconocer la voz de Ryan, y muchas más, y noté cómo me agarraba, cómo se apresuraba a recogerme. E inmediatamente supe que algo no iba bien.

No, no fue el gesto de Ryan solamente lo que hizo darme cuenta de que sucedia algo. Era aquel dolor, un dolor insoportable que hizo que, nada más golpear el suelo, me hiciera emitir como una respuesta a la mirada de Ryan un alarido de puro y agonico dolor. Algo habia fallado. No sabia el que, pero si sabia sus consecuencias. Notaba aquel dolor palpitante recorrer todo mi cuerpo, sencillamente insoportable. Notaba aquellos calambres en mi mano derecha, que sacudian mi cuerpo, haciendo que me retorciera en el suelo, entre aquellos brazos que me sujetaban- Vinny.... Vinny... - a pesar de todo, no podia dejar de repetir su nombre.

Habia intentado llevarla hasta alli, pero ella se habia negado. Ella se habia opuesto...y algo habia pasado justo entonces. Ryan pudo ver el terror en mi mirada, mientras de nuevo aquel dolor me sacudia. E intente incorporarme mirando a mi alrededor, intentando localizar a la otra persona que me preocupaba en aquellos momentos: Arianna. No podia verla, no la encontraba. Baje mi mirada entonces, mirandolo a él... Y a la fuente de todo aquel dolor: mi brazo derecho, intentando descubrir qué estaba pasando- Ve. - me limite a asentir, justo antes de dejar escapar un nuevo alarido de dolor, justo en el momento en el que mi mirada se poso en mi propio brazo, justo en el momento en el que un nuevo espasmo me recorrio, haciendo que apretara los dientes, intentando contenerlo.

Sabia que Ryan volveria. Sabia que si alguien podia traerla de vuelta era el. Era nuestra ultima esperanza.

- Mathew Trial - repitió la medimaga, mientras grababa en su mente las palabras de Ryan. - Muy bien, mandaremos a alguien pa.... - algo hizo que dejara su frase a mitad. - ¿Muerta? ¿Quién está muerta?

Por supuesto, no obtuvo respuesta. Justo en ese momento se apareció Liam, y junto a Ryan se las apañó para tirar de él hacia una de las camillas. La mujer no esperaba que el Slytherin fuera a soltar a su amigo, lo que hizo que casi cayeran ambos al suelo. - ¡¡Eh!! ¡¡Espera!! - antes de que pudiera completar su queja, algo extraño pasó.

La imagen se desvaneció de manera intermitente durante apenas un segundo. Era como si algo estuviese bloqueandole e impidiéndole que pudiese desaparecerse a cualquier lugar. Cuando Ryan cayó en el suelo, los gritos de Isaac y Liam pasaron a un segundo plano. Tendido en el suelo estaba Ryan. O las partes que había de él. La mayor parte de él había conseguido mantenerse intacta. Pero a nadie le pasó desapercibida las partes de su cuerpo que habían quedado esparcidas por el suelo. Su pie derecho, su mano izquierda, y el brazo derecho habían quedado a unos centímetros de su cuerpo. Lo mismo había ocurrido con una de sus orejas. Y a apenas unos centímetros de ella, una masa de carne que parecía ser un riñón. El espectáculo era dantesco. Por suerte, y sin saber cómo, Ryan seguía respirando aunque estaba inconsciente.

Justo en ese momento Matthew Trial se apareció a apenas unos metros del Slytherin.

Lo habías conseguido. Habías llegado al hospital San Mungo. Si no fuera porque lo que te encontraste era lo que menos esperabas ver, te hubieras sentido orgulloso. No había que olvidar que era la segunda vez que te desaparecías en apenas unos minutos en las condiciones en las que te había dejado el ataque.

El dolor era cada vez más fuerte, pero el panorama que se presentaba ante ti hizo que lo olvidaras al instante. La mayor parte de la sala eran compañeros tuyos de Hogwarts. En la camilla más alejada de ti estaba Janeth, inconsciente. A su lado Kate, sentada y con una venda en la espalda, acompañada por Lucas a escasos metros. Le seguía Arianna, también inconsciente, e Isaac, con una horrorosa herida en el estómago. El dolor que sentía quedaba reflejado en su rostro y sus gemidos. De pie sujetado por una medimaga estaba Liam. El cúmulo de sangre que goteaba de su extremidad derecha hizo que te dieras cuenta de que algo había pasado con su mano. Cuando creías que no podías ver nada peor, lo viste a él.

Tendido en el suelo estaba Ryan. O las partes que había de él. La mayor parte de él había conseguido mantenerse intacta. Pero a nadie le pasó desapercibida las partes de su cuerpo que habían quedado esparcidas por el suelo. Su pie derecho, su mano izquierda, y el brazo derecho habían quedado a unos centímetros de su cuerpo. Lo mismo había ocurrido con una de sus orejas. Y a apenas unos centímetros de ella, una masa de carne que parecía ser un riñón. El espectáculo era dantesco.

Tu plan salió con éxito, aunque fue algo lento. No hubo forma de que evitaras el depulso que te lanzó Moses. El impacto te dio en el pecho y te lanzó varios metros hacia atrás. Cuando caiste en el suelo estabas plenamente consciente. El hechizo había sido mucho más flojo de lo que esperabas. ¿Quizá tu jugada le había pasado por sorpresa?

Fuese como fuese, delante de ti había un montón de escombros que te impedían ver si allí se encontraban los cuerpos de tus enemigos. Intentaste levantarte pero un fuerte pinchazo recorrió tu columna. Al parecer la caída había sido algo más dura de lo que habías pensado en un inicio.

- ¡Rápido! ¡Rastrear el terreno! - la voz llegó desde la entrada del callejón. - ¡Eh! ¿¿Estás bien?? - Unas manos fuertes se apoyaron en tu espalda. En apenas un segundo la montaña de escombros quedó oculta tras el cuerpo de un chico joven. Te recordaba a alguien aunque no acababas de saber a quién. - Soy Ian Muller. Estamos aquí con un grupo de aurores. ¿Estás bien? ¿Hay alguien más contigo? - Fue entonces cuando vio el bulto donde estaba el cuerpo de June. Por algún motivo, no hizo ninguna mención sobre ello.

Junto a los escombros había al menos dos personas. Una de ellas pudiste reconocerle. Era Miller Grey, hermano de Samantha.

Estaba demasiado ocupada controlando la explosión para que no le afectara también a ella de modo que cuando se puso en pie fue para recibir de lleno el depulso de Moses, hechizo que aún le producía una burbujeante explosión de pánico en la boca del estómago. Salió impulsada hacia atrás, cayendo como una muñeca desmadejada, con los ojos abiertos fijos en el polvo que aún se aposentaba en el callejón.

Tosió con fuerza, notando que no parecía malherida, sin embargo al intentar incorporarse el dolor que le recorrió la espalda desmintió su suposición inicial, llevándola a apretar los dientes con disgusto. Si aquello no había sido suficiente ahora estaba en clara desventaja por un simple y estúpido "Depulso".

Pero antes de que tuviera tiempo de pensar en cómo afrontar aquella situación una nueva voz llegó al callejón, apareciendo ante ella en forma de chico joven que la ayudó a incorporarse.

- Estoy bien - afirmó con una brusquedad que no pretendía, inclinándose hacia un lado por si conseguía ver a alguien entre los escombros -. June Flatter ha sido asesinada y cerca tiene que estar la mano de Liam Nathiel, ha sufrido una despartición y tendrían que llevársela a San Mungo... - había sacado su faceta de Premio Anual que hacía tiempo que estaba oculta en los recovecos de su pena y autocompasión -. También hay un amigo mío entre esos escombros, Moses Weather.

Se levantó como pudo, apoyándose en el auror, justo a tiempo para ver llegar al hermano de Grey. Todo eso estaba muy bien, habían llegado los aurores pero, ¿qué pasaría con Moses? Si estaba ahí se lo llevarían y ella se quedaría sin saber la verdad. Frunció un poco el ceño antes de concentrarse en no supo bien el qué, pero por lo visto fue lo suficientemente alegre como para crear un patronus en forma de águila que salió volando del lugar. Tal vez no hubiera sido un pensamiento feliz sino la necesidad de una venganza lo que le había dado la fuerza para convocar el patronus.

Mi rostro se descompuso, cuando mi mirada se posó al final de mi brazo, dando con la fuente de tan enorme dolor- ¡JODER, MI MANO! ¡ME FALTA LA MANO! ¡MIERDA, JODER! -exclame, durante el par de segundos en el que mi sorpresa amortiguo aquel increible dolor, suprimiendolo durante aquel tiempo.

Me incorporé de golpe, al borde del colapso, temblando de pies a cabeza. Estaba perdiendo mucha sangre por aquella mano, y habia palidecido, com era de esperar. Y, cuando una nueva queja, alentada por una nueva oleada de dolor, estaba a punto de invadirme, vi a Ryan, mientras intentaba desaparecerse. Sin embargo, algo fallo. Era como si, de repente, no pudiera salir de alli, como si... - ¡JODER! ¡RYAN! ¡NO! ¡NO! ¡RYAN! - exclamé, al ver con ojos desorbitados aquella espantosa imagen, que hizo que todo diera vuelta a mi alrededor.

De repente, no solo Ryan no habia conseguido desaparecerse sino que, además, estaba dividido en trozos, despues de una desparticion mas horrible que la mia. Ni siquiera sabia si estaba vivo o muerto. Ni siquiera tenia claro que alguien pudiera sobrevivir a algo asi.

-No, no...joder, no... -dije, arrastrandome todo lo que pude hasta aquellos trozos, intentando ver si habia alguna señal de que Ryan seguia con vida- ¡AYUDADLE, POR FAVOR! ¡AYUDA! - grite, en medio de aquel lugar, sin ser consciente siquiera de la aparicion de Matt, ni de quien habia a mi alrededor. Ni siquiera de que Kate estaba alli o de que Ari estaba inconsciente.- Ayuda.. -acabe por decir, con un ultimo susurro ahogado, incapaz de soportar aquello durante mas tiempo.

Y me deje caer, junto a Jackson, o al menos junto a la mitad de el, cerrando los ojos, con una mueca de dolor, mientras las lagrimas atenazaban mi garganta, lágrimas de puro dolor, de pura desesperacion por lo que estaba sucediendo. ¿Qué mas podia pasar?

Me mareé un poco por el esfuerzo. El estado en el que estaba y aparecerme en aquel sitio habían conseguido que perdiese el equilibrio a causa del mareo. La visión se me nubló y tuve que esperar unos segundos hasta ver algo. Al ver la escena mis ojos se se abrieron de par en par, horrorizados y desencajados por todo el horror del que eran testigos. 

Abrí la boca, pero la volví a cerrar. No sabía a donde mirar. Kate herida. Arianna inconsciente, Isaac malherido, Ryan... Lo que quedaba de Ryan esparcido por el suelo y Liam sin mano. Sangre, era todo lo que veía. No hice ningún movimiento. No podía. Mis heridas parecían meros rasguños comparado con todo el horror que albergaba aquella habitación.

Los gritos de Liam me sacaron de mi ensimismamiento. Dudé un momento. levanté un brazo hacia Liam, pero lo bajé, dudando. No sabía lo que hacer, no podía hacer nada. Al final me decidí. No podía dejar a mis amigos así. No sabía lo que alguien como yo podía hacer, pero tenía que hacer algo. Corrí hacia Liam a duras penas. 

Liam! Liam, no te muevas! me agaché junto a él, olvidando lo que le había hecho. Mi amigo necesitaba ayuda. Levantñe la cabeza. Lágrimas recorrían mis mejillas. Les había abandonado y habían acabado así. Las manos me temblaban, pero la voz no. Qué alguien les ayude! Grité con todas mis fuerzas. Se están muriendo, joder! Dejad lo que estéis haciendo! Mi tono era de puro pánico y desesperación. Vinny. faltaba Vinny,

¿Dónde está Vinny? ¿Liam? ¿Qué le ha pasado a Vinny? ¿Qué os ha pasado a todos?

Todo había pasado tan súmamente rápido... tan pronto estaba tumbada en una camilla, dejando que la curaran con bastante más facilidad de la que se había imaginado al principio pero con la mente en otra parte. June estaba muerta. Otra compañera más había caído en las redes del enemigo. No. En las redes no. Más bien en un profundo pozo.

Isaac se largó corriendo casi sin dejar que le preguntara por más cosas, dejándola a cargo de Janeth. Kate miró a Lucas, preocupada. ¿Qué estaría sucediendo en Hogsmead? Una vez curada, con apósitos en la espalda pero claramente mejor, miró a Lucas. Le iba a agradecer que la acompañara, pero estaba tan absorta en los recuerdos de June que no salió palabra alguna. Fue entonces cuando empezó el caos. Lucas la cogió con manos temblorosas. ¿Qué debería de estar escuchando?

- Lucas... Cuéntame que está pasando...

La respuesta llegó antes de que el propio Lucas pudiera volver a abrir la boca. Ryan apareció con Arianna. ¡Estaban heridos!

- ¡Arianna!- se bajó rápidamente de la camilla para acercarse a ella. Por suerte estaba inconsciente, que no muerta. El corazón de Kate latía con muchísima fuerza conforme escuchaba las palabras de Ryan saliendo atropelladamente de su boca. ¡Estaban todos en peligro! Entonces llegó Liam y el corazón de la chica dio un gran vuelco. El chico estaba ensangrentado, gritando con muchísima intensidad. Según Ryan tenía que traer a Vinny pero debía de haber fallado algo. ¡Estaba sin mano!- ¡LIAM! ¡LIAM!- se intentó acercar a él pero los magos le impedían el paso intentando controlar la situación- ¡LIAM! ¡TODO SALDRÁ BIEN! ¡ESCÚCHAME! ¡SOY YO! ¡TODO SALDRÁ BIEN!

¡Maldita herida! ¡Maldita herida al proteger a Lucas que la había traído la primera a San Mungo! ¡Los demás estaban en peligro y no había podido hacer nada de nuevo! Finalmente apareció Matt y Kate corrió hacia él abriéndose paso.

- ¡MATT! ¡MATT! ¡Estás aquí!- le abrazó con fuerza dejando que las lágrimas se agolpasen en sus ojos. Matthew estaba vivo. Gritaba desesperado pero estaba vivo.- ¡Estoy aquí Matt, y a Liam le van a atender ahora! Pero dime, ¡dime donde está Vinny e iré a buscarla! ¡Date prisa! ¡No hay tiempo que perder!

A ella ya la habían curado. Se podía mover sin problemas a excepción de unos pocos tirones por el apósito y la herida. Era la más adecuada para ir a buscar a Vinny.

- ¡Dímelo Matt! ¡Y Lucas y yo iremos a buscarles! ¡Pero tiene que ser ya!

Alguien gritaba detrás de mí. Me giré y clavé los ojos en Kate. Aquello era de lo más extraño, era casi como irreal. Su voz me entraba como embotada, como si hubiese algo que taponase mis oídos. Volví a mirar alrededor, todavía intentando comprender. No podía permitir que Kate y Lucas fuesen a aquel lugar. No podía perderlos a ellos también.

No... Ya he enviado a mi primo hacia allí. Los aurores se harán cargo de la situación... Me costaba hablar. Los pinchazos me seguían recorriendo la espalda y no podía pensar con claridad. Es... Es demasiado peligroso. Eran muy fuertes. 

Esperaba que Vinny estuviera bien, pero no iba a poner a Kate y a Lucas en peligro. No sabía lo que había pasado. Si hubiesen querido a Vinny muerta ya la habrían matado. O tal vez ella se había desaparecido en algún otro lugar.

Parecía como si a Mathew le costara enfocar la vista y escuchar sus palabras a pesar de que le estaba hablando muy alto. Y aún así se comportó como siempre: no dando la información que llevaría tanto a Kate como a Lucas a un peligro inminente.

La chica arrugó el rostro, molesta. Los aurores estaban de camino, muy bien. ¿Y qué pretendía? ¿Que Kate se quedara quieta allí, esperando a ver cómo conseguían parar la sangre manando del muñón de Liam? ¿Que esperase cómo Janeth y Arianna se despertasen? ¿Qué mirase qué tal le iban curando las heridas a Matt?

¡No podía hacer eso! ¡Simplemente no podía quedarse esperando!

- ¡Si tan peligroso era por qué fuísteis! ¿¡Por qué no me avisaste antes de tiempo?! ¡Para eso tenías el pinganillo!

Estaba molesta. Había estado allí, en una planta a salvo mientras ellos se jugaban la vida. ¡Podía haberle avisado! ¡Podía Isaac haberla llevado con ella!

Tenía que haberme traído a Matt con Lucas y conmigo. De esa manera no habría estado expuesto a tanto peligro.

Aún así, prefirió no continuar con el reproche. No era momento para ello. Agarró con fuerza- de manera que fuera imposible notar cómo su pulso temblaba- la mano de Mathew y miró a Lucas para que se acercara a ellos estirando la mano libre en su dirección. Mathew necesitaba el apoyo de los dos.

- Todo saldrá bien.

Estaba a punto de darme por vencido, de rendirme al dolor, cuando de repente escuche la voz de Kate, gritando mi nombre. Noté como el corazón me daba un vuelco, como todo aquel dolor parecía rendirse a su presencia. Ella estaba allí. Estaba allí y estaba sana y salva.

-¡KATE! ¡KATE! –grite su nombre, entre nuevos calambres- ¡NO VAYAS! No te vayas, Kate… por favor…

Aquellas últimas dos palabras surgieron como un susurro, justo en el mismo instante en el que vi a Mathew a mi lado, con los ojos cubiertos de lágrimas- Matt… no dejes que se vaya… Haz que se quede. –dije, incorporándome, intentando llegar a ella a rastras.

Había perdido mucha sangre. Me sentía débil, y mareado. Y tenia tantos frentes que atender que era difícil, prácticamente imposible, poder estar en todas partes. Miré a Matt, a los ojos, con el rostro desencajado por el dolor y la desesperación. Era mi amigo. Mi amigo, a pesar de todo, a pesar de lo sucedido, a pesar de lo que había pasado entre nosotros- Matt, cuida de ella… por favor. No volváis ahí… Es una trampa mortal… - la sola idea de pronunciar aquellas palabras, de saber que Vinny seguía allí, hicieron que yo mismo estuviera a punto de desaparecerme, con la varita que Ryan me había lanzado en la mano aun. Una varita que ni siquiera había soltado en todo aquel tiempo, de manera inconsciente.

Me giré hacia él, hacia mi enemigo mortal, últimamente mi aliado, y sentí la angustia atenazarme. La imagen era desgarradora, terrible y desoladora- Ayudadle, por favor… ¡AYUDADLE!¡SE MUERE! –grité de nuevo, a la desesperada, intentando que alguien en medio de aquel caos hiciera algo por el, mientras veía como finalmente Matt se unía a Kate y a Lucas, a quien no había visto hasta entonces.

Los vi allí, a los tres. Los causantes de tanto dolor durante meses, un dolor que ahora parecía lejano y en un segundo plano cuando la vida de todos estaba en peligro. –No pude traerla… Lo intenté pero no pude… A ninguna de las dos. – dije entonces, mirándolos, notando las lagrimas y la angustia atenazando mi garganta, mientras notaba aquel liquido salado inundar mis mejillas. No había podido traer a Vinny de vuelta, ni tampoco había podido traer a June y la culpabilidad me asfixiaba.

Y entonces tragué saliva, cerrando de nuevo los ojos, mientras cogía aire, buscando a Kate con la mirada, intentando asegurarme de que estaba bien. Y es que por mucho que quisiera, por mucho que lo hubiera intentado durante aquellos dos meses ahora allí, frente a ella, y a pesar de todo solo había una verdad: no la había olvidado.

De no ser por el nivel de estrés en el que os encontrábais, la tranquilidad y eficiencia con el que se movían los enfermeros y médicos del hospital os hubiese resultado de lo más impactante. ¿Cómo podían mantener la sangre fría en una situación como esa? ¿A qué tipo de entrenamiento eran sometidos ese tipo de profesionales?

En un abrir y cerrar de ojos el caos que había reinado la sala fue descongestionándose. Empezó con el traslado de Arianna, Janeth e Isaac a lo que parecía una zona de habitaciones individuales, proceso que pronto fue repetido con Ryan. Mientras un par de enfermeras recolectaban las diferentes partes del Slytherin, otra sorprendía a Liam por detrás inyectándole un somnífero que le permitiera huir del dolor y de todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor.

Tanto silencio os resultaba incómodo. En un abrir y cerrar de ojos el caos había sustituido con la mayor de las calmas. No podíais evitar pensar que era de esas que vaticinaban una gran tormenta. En la sala en la que antes había habido un overbooking de gente solo quedábais tres personas, además de el paso esporádico de alguna enfermera que iba y venía cogiendo y dejando materiales. Vosotros continuabais estando uno cerca del otro, mientras que Lucas permanecía apoyado en una de las camillas con la mirada fija en el suelo. Era la primera vez que veíais al chico tan pálido.