Partida Rol por web

Nada mas poner el plástico bajo la silla viste el cerco de orina que Paterson soltó, cayendo por sus piernas hasta el suelo. Le costo parar de sollozar, estaba aterrado y al borde de una crisis nerviosa.
- Yo no he hecho nada.... de verdad.- murmuro intentando contenerse.
- Hacia películas para adultos... eso no es un delito, las chicas se mataban por hacer casting para mi....les pagaba mas que ningún otro promotor... las trataba bien... cuidaba de mis actores.... muchos eran adictos y necesitaban sustancias para los rodajes.- explico colocándose en un papel de bueno que despues de lo visto en su mansión, nada tenia de real.

- Conocí a un tipo que había trabajado para WRG, yo no sabia que lo que me vendía no era suyo pero a las chicas les gustaba y las películas que hacían se vendían como rosquillas... todos ganábamos dinero, nadie salia herido. ¡Era buen negocio para todos!

Lloriqueo un poco más mientras su piel palidecía.- Entonces llegaron ellos, los tíos de WRG, se enfadaron mucho. ¡Creí que iban a matarme!...Se...se llevaron a una de mis chicas y me metieron esa mierda.

Sabia que no ibas a conformarte con eso.- Oía a gente hablar de Shepard... el tipo se llevo algún espécimen de sus instalaciones, al parecer era alguien al que temían y les estaba tocando mucho las narices... despues oí que había muerto y William Miler se puso al frente de muchos proyectos de WRG... como ya te he dicho era familia del anterior jefazo y no se que mas puedo decirte pero por favor, por favor, no me hagas daño. Estoy muy débil, no lo resistiría.

-Donald...- Murmuró con desagrado al ver como se meaba encima. Chasqueó la lengua y se sentó muy cerca de él escuchando lo que le contaba. De nuevo lo mismo una y otra vez.

-Eso ya lo has contado. ¿Solo eso? Un nombre... Vamos Donald... Seguro que puedes hacerlo mejor. Quiero nombres, descripciones de todo lo que sepas de las WRG y sus negocios. Como te pasan la droga y las pastillas que dabas en la fiesta. Piensa Donnie... Piensa en ello como si te estuvieras jugando la vida... Porque lo estás haciendo muchacho...

Paterson sentía el aliento de un gran depredador demasiado cerca de su piel. Gimoteo un poco mas mientras buscaba en su cabeza, consumida por tantas sustancias, algún dato que pudiera interesarte.
-Una vez... alguien hablo de un medico que se les escapo... West... doctor no sé que West... Por lo que creo era un hombre muy inteligente, desarrollo muchas de las mierdas para WRG pero descubrió que las probaban con niños.... Quisieron matarlo, sabia mucho para dejarle ir pero se les escapo... Yo lo encontré. Lo encontré pero no les dije nada, quería que trabajara para mi, ¡Que me curara! ¡Pero el muy bastardo tomo mi dinero y se largo!.- grito perdiendo el control por el mono que comenzaba a sentir.
- Él sabe un montón de cosas de WRG, de los experimentos, de toda la mierda donde tienen metidas las manos... Es un hombre de unos 60 años, delgado, con los ojos claros... No recuerdo mucho mas de él.

Te miro esperando que aquel dato te sirviera de algo.-Un tipo viene a mi casa todos los viernes, no se su nombre, solo le dicen Señor. Es alto y no parece humano. Lleva gafas de sol aunque sea invierno. Él me da las pastillas y me dice si quieren algo de mi. Si les ayudo en algo me dan más, si no les ayudo me dan menos dosis. ¿Entiendes? No puedo negarme o moriría.
Ellos me piden que haga las fiestas, que invite a esas personas. ¿Piensas que me gusta tener la casa llena de degenerados? ¡No! Tengo una bella mujer y puedo contratar a todas las demás que quiera...- Se tomo un respiro y comenzó a moverse de delante a tras.
- Sara... la amiga de la china... sabían que iría a la casa y que era periodista. Me pidieron que la durmiera y dejara que un par de tipos se la llevaran. ¡Juro que no se nada mas sobre ella! Ellos me obligan a hacer muchas cosas horribles.

Niego con la cabeza pero me llevo una mano al mentón, fingiendo estar pensativo.

Entretener a Verónica no es algo que se nos dé del todo mal... Pero preferiría mil veces estar en otro sitio haciendo algo más útil... como interrogar a los prisioneros bien con mi poder.

- Newman es imposible saber dónde estará. - Admito. - El condenado tiene experiencia en adelantarse y desaparecer. - Explico.

- Frost y Cindy estarán por ahí... Conociendo a Frost intentarán salir del país pero no es muy sutil... Acabarán pillándole y no se dejará atrapar vivo. - Procuro hablar con cierto tono amargo en mi voz.

- John en cambio intentará curar a Edgard. Si éste está herido... buscará la forma de curarlo... Lo lógico sería que no le lleve a un hospital porque ahí es donde WRG tendrá más ojos y les están buscando. - Explico. - Así que es el último sitio donde esperarían verle. Si tuviera que apostar, John estará llevando a Edgard en estos momentos a al hospital de Georgetown... Se colará a escondidas. No sé cómo pero lo hará. - Digo mirando a Verónica. 

Tengo que hacer que crea mis palabras... así lograremos tener a la WRG pendiente de otras cosas al menos temporalmente. Y luego tendremos que buscar a un médico privado para traerlo a que venga a ver a Edgard.

- Y estamos nosotros. - Añado al final mirando a Simon y luego señalándome a mí. - Necesito tiempo y necesito pensar. No vamos a entregarnos pero no tengo ni idea de qué hacer. - 

Apoyo una mano en el hombro de Verónica, como si quisiera transmitirle confianza, o a la inversa, que me de confianza ella.

- Verónica. - Le digo con el semblante muy serio. - ¿Tú estás bien? Si averiguan que has estado en contacto con nosotros te meterás en problemas... Quizá deberías marcharte y dejar de hablarnos una temporada. - Le sugiero para ver si flaquea su concentración otra vez.

Aquel gordo cabrón se repetía, estaba tan interesado en salvar su propio pellejo que vomitaba información útil, migajas apenas, para tratar algo que no iba a conservar. Su puto pellejo. Pensó en que a la chinita no le iban a gustar las noticias de su amiga. Probablemente estaría muerta o dentro de una puta jaula donde los cabrones de bata blanca le harían… Bueno, mejor que estuviera muerta se dijo.

Frost se levantó al ver que no parecía que hubiese mucho más que el gordo pudiera contarle. Así que había llegado el momento de jugar a lo personal.

Se levantó, cogió la silla y con ella se acercó tanto que pudiera notar la respiración acojonada de la mierda que tenía delante. Sonrió de aquel modo que solía hacer antes de apretar el gatillo. Tomó aire pensando en cada una de las palabras que iba a decir.

-Muy bien Donnie… Lo estás haciendo muy bien… Solo me queda una pregunta… Tengo una cinta… un VHS arriba… Hace años… En Europa… ¿Recuerdas a una chica joven… Una actriz a la que le metiste esa mierda de pastillas azules? Luego la metiste a follar con un pastor alemán. ¿Recuerdas esa chica? ¿Cómo se llamaba?

Paterson temblaba. Los sintomas que delataban su dependencia eran evidentes.
Te miro y negó despacio, trago saliva, quería recordar pero no podía.
- No, no me acuerdo... hubo muchas chicas... muchas trabajaron en mis películas...- murmuro sabiendo que no seria suficiente. Hasta en ese estado supo que tu pregunta no era azarosa.- Recuerdo esas películas... el mercado europeo las demandaba.... las chicas cobraban el doble por algunas escenas, nadie las obligaba.- dijo haciéndose el inocente.

- Había chicas con muchas adicciones.... yo les daba lo que querían...lo que necesitaban...

Se forzó a recordar detalles. Su instinto de supervivencia le decía que solo respiraba mientras te fuera útil.
- WRG se llevo a una de ellas....despues del rodaje... cuando se enteraron de todo. Ellos buscaron a las chicas, me obligaron a darles una lista... de todos los que hubieran tomado esas pastillas... dijeron que tenían algo toxico, que era por su salud.... se llevaron a mis actrices... les hicieron pruebas.

Intentaba recordar, era algo muy lejano en su memoria.- Se quedaron con una de ellas, no recuerdo su nombre. Me interese por ella, les pregunte... me dijeron que se había.... muerto
Paterson creyó de pronto que había alguna conexión entre esa mujer y tu.- ¡Lo siento! ¡Nunca quise que le pasara nada! ¡La culpa de todo es de WRG! ¿Lo sabes, cierto? ¡Yo no la obligue a nada, no le hice daño!.- lloriqueo

Verónica se mostró triste y cansada.
- No os preocupéis por mi, puedo arreglarmelas y nadie sabe que os estoy ayudando. Shepard me pidió que os cuidara y no le fallare en eso.- aseguro.
- [B]Puede que tengáis razón. Os buscare un vuelo seguro para salir del país, tal vez a Canada, conforme encuentre al resto los meteré en otros vuelos y los sacare del país. No creo que nadie piense en buscaros fuera de nuestras fronteras.[/B]

Se recoloco el bolso en el hombro.- Quedaros aquí, os buscare pasajes libres y pasaportes falsos. Volveré al final de la tarde y os informare de lo que logre conseguiros. Solo os pido que os quedeis aquí y no salgáis, que si alguno de vuestros compañeros vuelve le pidáis que se quede en la casa para hablar conmigo antes de hacer ninguna locura.

La mujer medito un segundo.- ¡Dios! ¿Frost se a llevado a esa chica?¡Apenas era una niña! ¿Que se le pasa por la cabeza a ese loco Además esta enferma, la esta exponiendo a que empeore!

Movió la cabeza a los lados, en su mente se acumulaban problemas igual que nubes negras antes de una tormenta. Camino en dirección a la puerta.- En las bolsas tenéis comida y bebidas, por favor, no os metáis en líos.

La sonrisa de Frost se congeló, enseñó los dientes como un animal a punto de saltar sobre un animal indefenso. Se levanto irguiéndose como un gigante por encima de aquel excremento de ser humano. Flexionó las manos habriéndolas y cerrándolas varias veces poniendo las manos sobre los hombros de Paterson.

Sus siguientes palabras no fueron más que un hilillo de voz. Como el del viento silvando entre las rocas. -¿Quien les dio a esas chicas las pastillitas azules amigo mío? ¿Quien se las dio?- Preguntó apretando cada vez con más fuerza.

— ¿Por qué vas a morir pronto? ¿Tan pocas opciones te das? Interesante.

Continuó con el cuchillo en su mano, jugueteando con él y dejándolo siempre a la vista. Puede que ella no tuviera miedo a la muerte, pero a nadie le alegraba el dolor y recordarla que podía sufrirlo nunca estaba de más.

— Dame nombres y todo lo que supieras de esos seis desconocidos entre los que no estamos nosotros. No te cortes en detalles o podría tener que cortarte yo.

James negó despacio y la miró con algo de desprecio, eso era mostrar mucho sentimiento para lo frío e inanimado que solía ser el antiguo vigilante enmascarado.

— Seguís a un enfermo para ir a por otros enfermos, no sois mejores que ellos. No te creas mejor que ellos y no creas demasiado en ese Payaso.

- Ten mucho cuidado tú también. - Advierto a Verónica. En el fondo me duele un poco que le pueda pasar algo. Sería faltar a la última voluntad de Sephard... pero ella se lo ha buscado, en parte.

Y debo mirar por nuestra supervivencia. No digo más y espero a que ella se vaya antes de lanzar una mirada a Simon.

Debemos volver cuanto antes con los demás y ver qué han averiguado de los interrogatorios. Y hay que elegir nuestro siguiente paso sin perder ni un sólo segundo.

Por si acaso me acerco primero a revisar concienzudamente las bolsas que ha dejado Verónica. Quizá sólo lleven alimentos pero quizá tengan algún tipo de droga para dejarnos grogui, o incluso algún dispositivo rastreador oculto o similar. Sea lo que sea lo que tienen, las dejaré apartadas y nadie se acercará a ellas.

- ¡Yo no sabia que eran.! ¡No exactamente! ¡Solo les daba lo que querían, nunca las obligue a tomar nada!.- dijo levantando la voz por los nervios de ver su cuello en peligro. Suplicar no le servía de nada pero dudabas que supiera hacer otra cosa. No era mas que una rata que se alimentaba de la inmundicia.
- ¡Me haces daño! ¡Oh Dios, no quiero morir!.- exclamo con el corazon tan acelerado que podías oírlo desde la otra punta de la estancia.

- ¡No me mates!¡Puedo ayudarte a encontrar a ese doctor! Si....Si.... puedo hacerlo pero no me mates, ¡Lo encontré una vez y lo necesitas! ¡Tú lo necesitas y tu novia creo que también va a necesitarlo! ¡Por favor!¡Podemos llegar a un acuerdo!

- Todas las drogas de primera generación que produjo la WRG son defectuosas, causan daños a los órganos internos. Mi padre estuvo mucho tiempo dandonos sus "gominolas especiales". No me queda mucho.- aseguro como si eso la hiciera feliz.

- El payaso no es ningun Ángel, no soy estúpida, pero si fue el único que me ofreció la única cosa que yo quería antes de dejar este mundo. Eso no me hace peor ni mejor que nadie, solo hago lo que quiero con el tiempo que me queda y lo que quiero es vengarme. Es así de simple, no tengo complejos de filantropía ocultos.

La mujer movió el cuello para desentumecerse los musculos mientras continuaba hablando.- No todos tienen nombre, por raro que te parezca, varios son solo números. Experimentos que escaparon de sus jaulas, por así decirlo, como el ser que estaba en la mansión de Paterson. Ese... ser... es un cruce de especies o algo parecido. Es similar a la chica que tenéis vosotros, solo que ella parece una versión defectuosa a su lado.- comento.
- Luego tiene mucho interés en un médico que pertenecía a WRG, el doctor West, actualmente vive en un contenedor de carga abandonado, cerca del viejo vertedero. También estaba interesado en la mujer de tu compañero, el que parece un orangután, creo que ya sabes el motivo ¿no?

El tipo estaba muerto, muerto desde que él había visto aquel video. Muerto desde que el viejo Shepard le contara el origen de Cindy. Apretó los dientes en una mueca dispuesto a arrancarle literalmente la cabeza. El miedo era alimento para Raptor lentamente colocó los pulgares en los ojos de Paterson dispuesto a hundirlos hasta que llegara a su cerebro.

Entonces en medio de aquella furia roja, del odio de Raptor que le convertía en algo menos que humano atravesaron aquel velo rojo. Estaba hablando de ella... De Cindy... ¿Como se atrevía a aquello? ¿A nombrarla? Pero aquellas palabras llevaban algo más. Frost volvió al control como si alguien acabara de despertar.

-Tienes diez segundos de vida- dijo a modo de promesa.

-Ahora dime... ¿Porqué? Ella... ¿Puede necesistarlo? Habla...

-Diez...

-Nueve...

-Ocho...

- ¡Oh, dios!.- suplico al oírte contar.- Los híbridos tienen muchos defectos genéticos... la mayoría se mueren a las pocas semanas de nacer, casi todos tienen taras...problemas de salud... cardiopatías... WRG solo se queda con los mejores, hace experimentos con el resto.
Tomo aliento y trago saliva de su boca reseca.
- Por como habla tu chica... no te ofendas, por favor...pero es evidente que no un espécimen perfecto, tarde o temprano va ha necesitar un especialista y si me matas no tienes garantías de poder encontrarlo.

— ¿Cómo haces para contactar con el payaso?

Si se iba a morir pronto era importante sacarla toda la información posible.

—Nosotros tenemos más opciones que el Payaso, dame toda la información que tengas y tu vida acabará pronto y sin dolor. Dime las capacidades especiales de esos sujetos ¿qué pueden hacer?

Cruzó sus brazos sobre su pecho, sin soltar su arma. Sus ojos se clavaron en la cara de la mujer.

—¿Quieres que paguen? Pagarán, pagarán para siempre. Pero necesito información para que eso ocurra, toda la información que tienes.

- Le he dado a tu amigo el numero del payaso, aunque suele ser él quien se pone en contacto conmigo. Si quieres puedo dártelo a ti también.- dijo para añadir una serie de números recordados de memoria, un teléfono marcado hasta la saciedad que mantenía vivo en el recuerdo.
- Lamento deciros que no tenéis mayores opciones, el payaso esta formando un ejercito, vosotros sois pocos y por lo visto, no demasiado unidos.- advirtió.- No obstante te diré cuanto se... a cambio de una cosa.- dijo y sonrió con picardía.
- Quiero un beso, un ultimo beso. Uno de verdad. Si me lo das ahora cantare como un pajarito y te daré detalles que nadie mas conoce. No es un mal trato ¿Verdad?

Le tenía en sus manos. Aquel pedazo de mierda estaba apunto de morir entre sus dedos, solo agarrarle la garganta y apretar... Poco a poco. Viendo como la cianosis le amorataba los labios, como se debatía inútil tratando de respirar. Sin duda le agarraría las muñecas para que le soltara.

Como deseaba que hiciera aquello...

Pero empezó a sentir miedo. ¿Y si lo que había dicho era cierto? Y si ella... Ella... ¿Estaba en peligro? Todos sus valores, su adiestramiento le indicaban que acabara con él. Era el objetivo, pero el miedo... El mido a perderla a quedarse solo... A ese momento en que pensaría que podría haber hecho algo por ella en el peor de los casos... Eso podía más que el adiestramiento.

Le soltó lentamente, como si sus manos se negaran a hacerlo, a renunciar a la fuerza de la costumbre. Cuando le soltó se levantó, dio un par de pasos hacia atrás.

-Por el momento has comprado tu vida -repuso, cortante.-Ahora dime como piensas encontrarle.

— Sí, quiero el teléfono del payaso. Él y yo vamos a hablar seriamente de algunos asuntos y desde luego que tengo más opciones que un tipo que se pinta con maquillaje de mujer. De todas formas no deberías preocuparte por eso, no soy esa clase de gente.

Escuchó lo del beso, pero su cara no cambió. Frío como un témpano y duro como el acero, el anteriormente conocido como Merodeador se mantuvo en silencio durante un par de instantes y luego dijo.

— No, no somos amigos, no lo vamos a ser y no voy a hacerte ningún favor. Además conozco tu afición por los narcóticos, dame la información que tienes y será rápido.

- ¿Y bien, Max? ¿Qué has podido averiguar?

Vio que se fijaba en las bolsas.

- Creo que deberíamos dejarlas aquí en la casa, por si acaso.

Verónica salio de la casa bastante preocupada, miro atrás un par de veces antes de subir de nuevo a su coche.
Simons y Maxwell quedaron solos de nuevo.
Notaron que alguien les observaba desde el umbral de la puerta. La chica no tenia buena cara.
-Cindy no se encuentra muy bien, Max.- dijo haciendo un gran esfuerzo y sin mas se desplomo en el suelo. Los problemas iban sumándose unos a otros y amenazaban con formar una montaña lo bastante grande como para sepultaros a todos.