Partida Rol por web

Rito de Iniciación

Perdidos en la nieve

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30/09/2009, 22:48
Director

2 de febrero de 1998 - Algún momento entre las dos y las cinco de la madrugada

Los lobeznos se encontraron a sí mismos de pie en mitad del bosque cercano al Túmulo. La oscuridad devoraba todo aquello que no era rozado por los rayos lunares y el frío viento penetraba por las delgadas capas de ropa que llevaban encima. Podía olerse una tormenta a pesar de estar en forma Hominida, como si algo dentro de ellos les hiciese darse cuenta de lo que iba a pasar pronto.

Devon era el alfa, debía elegir. Podían ir al norte, al sur, al este o al oeste, pero el problema era que ni siquiera sabía dónde se encontraba el Clan. Sería fácil deducir por el clima y el frío que se trataba de algún emplazamiento norteño, pero no podían saberlo con certeza. Ahora estaban solos.

Completamente solos.

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30/09/2009, 22:54
Devon Garnett

Genial... vuelvo a ser el Llanero Solitario, aunque ahora sea acompañado... Brrr, qué frío que hace... ¡Despierta, Devon! No hay tiempo que perder.

- No me peguéis por esto pero... prefiero el frío extremo al calor extremo. - se permitió decir con una media sonrisa para romper el hielo. Jaja, el hielo, si es que en frío el chaval estaba de una inspiración que daba miedo. - De acuerdo, lo primero y más importante es dejar claras una serie de pautas que debemos seguir. Nuestra primera obligación es encontrar un refugio, una cueva, por pequeña que sea, pero donde podamos caber todos aunque sea apretados. Si encontramos una en la que no quepamos todos la dejaremos, pero recordaremos su posición por si alguien se encuentra en mal estado de salud más adelante y la necesitamos.

Ahora bien, sobre nosotros... por razones obvias, si necesitamos del sigilo será Voz de Ptah el que se encargará, su pelaje le será de gran ayuda para pasar desapercibido. Si hay que combatir tendremos que poner todos nuestro grano de arena, pero será Donny quien llevará el peso del combate, de modo que las órdenes las dará él en el transcurso de las batallas. -

- Bien... ¿empezamos a buscar? -

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30/09/2009, 23:58
Donny Garrett

Cuando Devon hizo aquel comentario, no pudo evitar echarle una mirada desagradable. Estaba congelándose, a pesar de las dos capas de ropa, y todavía sentía la Rabia apretada en un nudo en el estómago, por culpa del anormal de los escupitajos. Respiró hondo antes de dirigirse al Alfa, y se le llenaron los pulmones de aire helado.

-¿Y si no hay más cuevas? Podemos intentar construir un refugio nosotros. Les he birlado una manta, por cierto. Tenía que haber cogido más. ¿Y qué vamos a hacer después, Devon? Ni siquiera sabemos dónde estamos. Si logramos encontrar una ciudad podemos intentar llamar por teléfono a casa de Amy, a ver si pueden contactar con su tía y averiguamos qué cojones ha pasado.

Se cruzó de brazos para conservar el calor, y miró al Hijo de Gaia, ceñudo.

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01/10/2009, 00:13
Amy Barker

Amy ni si quiera se había enterado de lo ocurrido en la cueva. Se limitó a salir a fuera, donde el viento helado le erizó el vello. Se envolvió más en la manta y miró aquellas zapatillas tan raras que llevaba puestas, y en cuyo interior se le estaban helando los dedos de los pies hasta el punto de no sentirlos. Cuando escuchó su nombre la Galliard levantó la cabeza y clavó una mirada inexpresiva en Donny. ¿Llamar a casa? Si encontraban un sitio desde donde llamar en aquel sitio… y no morían helados antes, era una idea viable.

Agachó la cabeza y sacó una mano para limpiarse una lágrima que se resbalaba por su nariz. No se le ocurría nada que aportar a aquella conversación y eso le hacía sentirse más impotente todavía.

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01/10/2009, 00:35
Voz de Ptah

Voz de Ptah restregó el morro contra el suelo para limpiarse el salivazo recibido en la cueva que, helado y cristalino, brillaba hasta entonces sobre su hocico como si de una extraña Piedra de Desdén se tratase, en la que sólo estuviesen escritos pecados en los que él no hubiese participado directa o voluntariamente: la traición del Clan del Prado y el pecado que había supuesto su mera concepción; sin ir más lejos. La Rabia había bullido en su interior por la ofensa y el lobo que llevaba dentro había rugido su desacuerdo y su deseo de buscar la garganta del que le había ofendido... pero lo había controlado. Hacía mucho que sabía que su posición, tanto la de philodox como la de metis, le obligaban a disponer permanentemente de un talante calmado: en el primer caso porque su posición de juez exigía una mente tranquila, fría y lógica; en el segundo porque el menosprecio y los insultos constituían la tónica general de su vida y un carácter beligerante sólo contribuía a un empeoramiento de la situación o a acabar con sus tripas bastardas despanzurradas en cualquier esquina de un Túmulo. Eso, unido a una personalidad (extraña y ambigua como sólo podía serlo uno de su tribu) le daban esa ultraterrena serenidad que le caracterizaba... aunque eso no negaba su condición de hijo de Selene, bendito y maldito con su naturaleza dual y la marea de la Rabia en su interior, bullendo como las mareas a la Luz de la Distante Diosa.

Y ahora estaba enfadado. No furioso. Se podía más bien decir que "molesto" u "ofendido". Un rango de sentimiento mucho más bajo del que sentirían (y de hecho habían sentido aunque no hubiesen sido el foco objetivo) sus compañeros de Manada... pero para la balsa de aceite que solían constituir las emociones de Voz de Ptah representaba una verdadera marejada.

Durante todo el trayecto se mantuvo en silencio, los pasos largos con las articulaciones ligeramente rígidas, un cambio sutil y apenas perceptible, pero que había convertido sus andares flexibles y ligeros (similares a pasos de baile) en una suerte de marcha militar.

 

Al final, se detuvieron. Hacía un frío mortal, y el parco abrigo que le ofrecía su cortísimo pelaje y su enteco cuerpo no hacían nada por que se sintiese mejor al respecto. Sólo el calor de su enfado le impedía echarse a temblar como ya lo había hecho cuando llegaron a ese cruel paraje. Pronto, devon se posicionó como lider, planteando sus siguientes movimientos, con una fuerza que no había mostrado previamente, lo que lo sorprendió gratamente. Acogió su nombramiento de "explorador" con una sacudida de cabeza silenciosa: resultaba ligeramente irónico que la marca de su pecado constituyese su ventaja para esa posición (que quizá, en otros casos, fuese mejor desenpeñada por un ragabash, por otro lado) aunque por otro lado valoraba sus ligeros pies de Caminante y su sentido común; y siendo como era una criatura acostumbrada a ser despreciada valoraba en su justa medida el halago que se le estaba otorgando.

Cuando el otro Philodox terminó de hablar, escuchó con atención a Donny, aprobando parte de sus palabras.

- Ciertamente, Alfa, creo que cuanto más tiempo pasemos en las inmediaciones del Túmulo, más precaria se vuelve nuestra posición: este lugar tiene un clima demasiado hostil al que, en nuestra mayoría, no estamos acostumbrados y no sabemos si los miembros del Clan se replantearán su decisión de dejarnos marchar y tomaran venganza... o nos cacen por introducirnos en este bosque, que muy bien puede ser su territorio de caza, o el de su parentela lupina...- agregó sin ánimo de ofender la decisión de Devon, que consideraba correcta por ser, como mínimo, urgente. Sin embargo las difíciles circunstancias en que se habían visto envueltos y la inquietud vagabunda de los caminantes le dictaba a seguir adelante y alejarse cuanto pudiesen

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01/10/2009, 01:54
Javier Olarte

- Chicos, de momento, y como sugerencia, propongo pasar todos a Lupus. El pelaje mantendrá los copos alejados de la piel y la mantendrá seca y caliente. Podremos ignorar el frío, el viento y la nieve siempre y cuando no llueva o nos mojemos. Entonces estaremos jodidos. Creo que la idea de Donny de hacernos nuestro propio refugio es buena, pero como dice Voz, no sabemos si cambiaran de idea los dueños de este territorio. De todas formas, si comienza a llover lo tendremos peor que si nieva, así que propongo caminar siempre hacia arriba y ahora que estamos solos consultar al Tótem también puede ser buena idea.

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02/10/2009, 13:46
Lyuben Sokolov

-Decidamos lo que decidamos, mejor que sea pronto. Si nos quedamos parados más tiempo nos congelaremos, y en este momento somos un objetivo muy visible. Yo opino que lo mejor es que nos internemos más en el bosque, donde la arboleda sea más espesa, ya que nos resguardará del viento y de la lluvia. Con suerte quizá encontremos un refugio para descansar hasta el amanecer -dijo el Señor de la Sombra.

Lyuben bostezó irremediablemente y se arrebujó todo lo que pudo en sus ropas indias.

-Sea su territorio de caza o no, hasta dónde yo sé en los bosques podemos coexistir todos. Además, si quieren matarnos lo mismo les dará hacerlo fuera que dentro. Si van a ser solo unas horas.

El ragabash se encogió de hombros. Es cierto que solo había abierto la boca en esta ocasión para aportar ideas para solucionar el problema más inmediato, pero su cabeza seguía siendo recorrida por pensamientos de rabia y desamparo. Es probable que aunque encontrasen refugio, Lyuben no fuese a dormir nada bien.

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03/10/2009, 01:45
Devon Garnett

- No sabemos la extensión que tiene esto, así que sigo pensando que debemos buscar refugio. Y el bosque es un buen refugio contra la lluvia... al principio, pero si llueve mucho puede convertirse en un infierno. Debemos buscar las zonas más abruptas del bosque y encontrar un refugio. Donny, si lo encontramos no habrá más remedio que usar la manta para tapar la entrada. Dudo que cambien de opinión tan radicalmente, ningún puesto de poder vendrá a por nosotros, el único caso peligroso sería que algún lobezno furioso nos persiguiera... y somos seis. Bien, busquemos entonces un refugio y, cuando lo encontremos... estudiaremos el largarnos de aquí. Pasemos a Lupus, como dice Javier. Seremos más rápidos y nos resguardaremos del frío.- dice el Alfa, transformándose en Lupus.

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03/10/2009, 02:33
Amy Barker

 

Amy escuchó sin decir nada todo lo que sus compañeros habían dicho. Alejarse de allí cuanto antes era la opción más viable. Cuando Devon dijo que pasaran a forma de lupus se acercó a Donny para pedirle que le guardara la ropa y la manta. Hubiera preferido no tener que hacerlo. Hubiera preferido quedarse callada hasta que ocurriera un milagro, pero no podía. Cada vez que se transformaba sus ropas se rompían, y aunque se las quitara antes no podía llevar las zapatillas y la manta enganchadas entre las fauces.
- Donny, ¿puedes guardarme la ropa y la manta en la bolsa, por favor?- murmuró la Galliard en un tono apagado quitándose la manta de encima de los hombros y acercándosela.

Después se dio la vuelta dándole la espalda al Ragabash, se descalzó, y se quitó la ropa. Tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para ignorar el frío, pues nada más pisar la nieve con los pies descalzos sintió como si se le clavaran agujas en la piel. Y no digamos cuando tuvo que deshacerse de la camiseta y los pantalones. Amy recordó aquellas mañanas de invierno en las que ni si quiera ha salido todavía el sol y ya tienes que abandonar el calor de la cama para acudir a la escuela. Eso siempre había sido una tortura para ella, y muchas veces había llegado tarde a clase por remolonear en la cama más de la cuenta. Pero desde luego aquello lo superaba con creces. Era como lanzarse de cabeza a una piscina de cubitos de hielo. Aunque tirarse de cabeza a una piscina de cubitos de hielo no era para nada viable, por eso de que te puedes abrir la crisma. En cualquier caso, era horrible.

No tardó ni dos segundos en pasar a su forma de lupus, y agradeció aquel manto de pelo castaño moteado que la resguardaba mejor del frío que la manta. Estornudó y sacudió la cabeza. Después cogió entre los dientes las zapatillas y se las acercó a Donny agachando las enromes orejas que tenía, como pidiéndole perdón por tener que esperarla.

 

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03/10/2009, 16:21
Donny Garrett

Se estaba quitando la ropa que había cogido cuando escuchó a Amy a su lado. Tiró las prendas al suelo y asintió con la cabeza. No era buena idea que ninguno se quedase desnudo en la nieve. Dejo la bolsa en el suelo y miró al resto.

-Si queréis que os lleve algo en la bolsa, este es el momento -gruñó.

Realmente esperaba que alguno les persiguiera. De verdad. Quería cojer al de los pelos raros y darle de zarpazos hasta que no le quedara cara con la que sonreír. Metió la ropa en la bolsa sin ningún cuidado, y después empezó a meter la de Amy. Empezaba a andar un poco justo de espacio, pero no tenía intención de doblarla. Hacía frío y quería cambiar cuanto antes.

Esperó para poder meter en la bolsa lo que los demás quisieran, se la echó al hombro, cogió el klaive que había dejado clavado en la nieve y cambió a forma lupus. Si iban a ponerse a buscar un agujero en el que esconderse, mejor darse prisa.

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06/10/2009, 10:13
Director

Conforme los lobeznos se internaban en el bosque en busca de una cueva donde guarecerse, el alba rompió en formas carmesíes y rosadas a traves de los pinos y los abetos. A diferencia de lo que habría sido lógico, la llegada del día no trajo un descanso a las frías temperaturas, sino todo lo contrario. Con el pasar de las horas una terrible tormenta se desató sobre la manada, de cierzo, nieve y furia. Rabia era lo que inspiraba al viento para soplar y a la nieve para arremolinarse en el pelo de los jovenes lupus.

Pronto no fueron capaces de distinguir nada más alla de sus hocicos. El viento hacía casi imposible guiarse por el olor. Y el frío era increíble. Si continuaban alli a merced de los elementos no tardarían en sufrir un grave daño... o en morir congelados. Y a su alrededor no había nada remotamente parecido a una cueva o a un refugio. Si querían uno, tendrian que construirselo, tal y como Donny había dicho.

Notas de juego

Perdonad la ausencia de tildes y enyes, pero estoy con un teclado desconfigurado. Cuando llegue a casa lo corrijo.

El sistema para construir un refugio es el siguiente> Inteligencia + Supervivencia. Las materias primas las teneis a vuestro alrededor. El frio es terrible y sobrenatural, asi que haced una tirada de Resistencia dif 8 por cada post que pongais. Si no lo pasais, os comeis 2 de agravado que no puede absorberse.

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06/10/2009, 10:52
Amy Barker

La lobezna, incapaz de dar un paso más, gimoteo angustiada. No veía nada, le costaba mantener los ojos abiertos a causa del sueño y del viento, y sus patas flaqueaban por el cansancio. A demás, no estaba acostumbrada a caminar por la nieve, lo que dificultaba su avance. Se paró y al instante comenzó a temblar por el cese de movimiento. Entonces lanzó un aullido para reclamar la atención de todos.

- Devon, nos vamos a morir congelados si seguimos así. No hay ningún sitio donde podamos refugiarnos, y yo no puedo dar ni un paso más con este frío. Al final alguien se perderá con esta tormenta.- logró decir Amy haciéndose oír por encima del viento- Deberíamos dedicar las fuerzas que nos quedan para construir algo nosotros. Una empalizada, yo que se… Lo que sea…

La Galliard se sentó encogiéndose sobre si misma y levantó la pata derecha del suelo porque llevaba un buen rato doliéndole. Esperaba que solo fuera por que llevaban mucho tiempo caminando.

- Por favor…- suplicó.

Notas de juego

Después de la tirada debo decir que creo que Amy se queja por quejarse xD

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06/10/2009, 21:45
Devon Garnett

Devon estaba algo cansado, sobretodo mentalmente... no soportaba verse perdido de aquella manera. Cuando Amy les hizo parar se cercioró de que tenía razón: no iban a encontrar nada allí.

- Tienes razón... tenía la esperanza de encontrar algo pero aquí no hay nada. Qué asco... deacuerdo, busquemos algo que nos sirva. - el Alfa cambió a forma Glabro para tener libres sus extremidades y poder coger algunos materiales. Ramas y alguna hoja, aunque estuvieran mojadas... aquello no iba a ser fácil, no estaban acostumbrados a cosas como esa. Además, la nieve... era un clima muy agresivo. - Vamos, no hay tiempo que perder... nos moriremos congelados si nos quedamos parados mucho tiempo.

Notas de juego

Me he equivocado, la primera tirada es construcción de refugio, no resistencia xD

Dados trucados! Qué suerte xDDD

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06/10/2009, 22:34
Director

Ahora que no tienes pelaje el frío penetra en tu cuerpo como un cuchillo. Te será mucho más difícil soportar el frío en estas condiciones.

Notas de juego

2 de daño si no se supera la tirada.

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06/10/2009, 23:27
Voz de Ptah

El metis avanzaba en último lugar: sus patas delgadas y esbeltas le hundían en la nieve, al no ser lo suficientemente anchas como para sostenerle; su pecho, enteco y fino, el pecho de un corredor de sprint, no servía para abrir un camino en el helado elemento, por lo que se debía conformar con seguir las sendas que trazaban sus compañeros; su pelaje, cortísimo y fino, adaptado a los calores del desierto que había sido el hogar tradicional de su Tribu, no le protegía de los lacerantes ataques de la cellisca y la nieve; los ojos, rojos, descoloridos, sensibles al extremo como los de un animal de laboratorio, eran incapaces de soportar la claridad que reflejaba el hielo, por encima de él, a sus pies, entorno a él, de la cual era incapaz de escapar. Su rabia se había congelado en el hostil clima, y ahora sólo le quedaba sobrevivir.

Apretó las magras mandíbulas y siguió a sus compañeros con los ojos prácticamente cerrados, guiandose casi por tacto en exclusiva, ya que el olfato, el oído y la vista le estaban casi por completo vedados. Sentía el hocico y las almohadillas cortadas por los cristales de hielo, resecas, cortadas. Los músculos hacían un esfuerzo mucho mayor de lo normal en aquel y temblaban ostentiblemente bajo su piel, a medias por la temperatura y a medias por el sobre esfuerzo.

Y sin embargo, siguió adelante. En su interior, un instinto atávico, enterrado bajo siglos de mezclas selectivas en un clima igual de atroz, pero opuesto, comenzó a desplazarse lentamente hasta la superficie. Su instinto le hablaba de grandes manadas, vagando sin fin en una marea de hielo, lejos, apartados de los humanos, en una noche contínua de nieve y hielo. Y sobrevivieron. Y él lo haría, porque debajo de su esmirriado aspecto había uno de esos lobos ancestrales, duros y peligrosos, que alzaba los belfos al viento, retandolo. Porque debajo de sus enclenques flancos latía un corazón poderoso, hecho de fibras de antecesores duros, adaptables, que habían mirado a los ojos a cosas que habían enloquecido a otros garou y habían retornado, cuerdos y más sabios. Era el último eslabón (sin posibilidad de continuación) de una cadena de supervivientes y, ahora, cuando más lo necesitaba, esa preternatural resistencia parecía hacerse eco en él, ayudandole a continuar adelante, sin ceder, sostenido por los héroes anónimos que le habían precedido.

Al cabo de un tiempo indefinido, Amy se sentó, negandose a continuar. El philodox, aún en último lugar a pesar de las desconocidas fuerzas que había conseguido recoger de su interior, se detuvo justo a tiempo para no chocar. Sus ojos lagrimeaban constantemente debido al exceso de fulgor y esto, en lugar de calmar sus irritados ojos no hacía más que empeorar su dañada visión. Escuchó a la Galliard, negandose a errar en aquel rumbo absurdo que sólo conseguía agotarlos y mantenerlos en calor a costa de una energía que les era más valiosa mientras la conservasen. El alfa dió su beneplacito, argullendo la urgencia de sus circunstancias. Voz escuchó a su sangre. Y no dudó. Mucho más lobo que hombre en aquel momento, arrastrado pro una forma que llevaba vistiendo casi un día entero y por la dureza de las circunstancias sólo se permitió un destello de racionalidad antes de dejarse arrastrar por el lobo que llevaba dentro, una frase, escueta, gruñida con fuerza para sobreponerse al aullido del viento.

- La fuerza de uno es la fuerza de todos: La supervivencia de la manada depende de lo unidos que nos mantengamos.- ladró, dejando claro que no se trataba de una mera metáfora, era una cruda y literal realidad.

Lanzó una mirada alrededor: a la derecha de Amy, entreveía unos arbustos, bajos, espesos, magros, como sólo pueden serlos aquellos que se aferran a la vida en un clima adverso. Dirigió con esfuerzo hacia alli sus pasos y comenzó a escabar. No hizo falta hacerlo demasiado, su delgadez tenía ventajas. Pronto pudo arrastrarse bajo el arbusto. Allí poca nieve había llegado escasamente alli y el suelo presentaba aún las hojas marrones atrapadas el otoño anterior. El frío seguía siendo intenso y el lugar era bajo y estrecho: a penas suficiente para los seis lobos, pero casi era mejor así. Unos contra otros, adosados, unidos piel con piel, protegidos del feroz embate del aire por las ramas del arbusto, así como de la mayor parte de la nieve. Sobrevivirían. Si estaban juntos.

Voz de Ptah se dejó caer sobre su vientre y se enroscó hasta convertirse en la mínima expresión de sí mismo, agotodo hasta la extenuación. Si sus compañeros aportaban su calor y sus pelajes a su refugio, sobreviviría. Si no era así... el fría no tardaría en arrancarlo de los brazos de la conciencia y, despúes, sólo Selene sabría su destino...

Notas de juego

ole! yo que creia que el pelado se iba a morir de frio... está hecho un machote! la tirada de construir refugio, al no poner la dificultad, parto de la base de que es 8, que es la unica dificultad que has puesto ^^

 

 

Post dramático a saco! que estaba inspirada XDDDD

Pdt: parto de la base de que hay un arbusto espeso (que como son espesos, suelen estar secos por debajo) si no puede haber ninguno, avisame y edito ;)

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07/10/2009, 13:51
Javier Olarte

Javier, de pelaje espeso, negro y abundante, estaba absolutamente jodido de frío. No alcanzaba a explicarse cómo cojones podía hacer tanto frio en aquel lugar. Así que cuando pararon y vió a Voz excavar debajo del arbusto, no lo dudó. Se unió a él en su tarea y trató de construir un muro de nieve alrededor del arbusto. Para ello tuvo que cambiar a Glabro al darse cuenta de que los pulgares oponibles suelen ser útiles al construir cosas.

No hacía falta que fuera muy alto, con que frenara el viento minimizando la transpiración, y por lo tanto el enfriamiento de sus cuerpos nos valdría. Incluso podríamos haber hecho el refugio directamente de nieve. Probablemente hubieramos tardado menos, pero ya que Voz le echó dos cojones y se lo curró, hay que ayudarle.

En cuanto Javier hubo terminado, con las extremidades casi azules volvió al cuerpo de Lupus y se acurrucó junto a Ptah, muerto de frío.

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08/10/2009, 11:15
Director

Notas de juego

Por haber estado en Glabro, tienes 2 agravados por frío.

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08/10/2009, 11:15
Director

Notas de juego

Chicos, haced todas las tiradas. Por cierto, la dificultad era 6, así que por el momento teneis 13 éxitos. Donny y Lyuben, ¿qué haceis?

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08/10/2009, 13:06
Amy Barker

Notas de juego

la dejo tirada para luego

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08/10/2009, 15:05
Lyuben Sokolov

Lyuben se desnudó con rapidez y le tendió sus ropas a Donny para que las guardara. Nada más hacerlo pasó a la forma de lupus y emprendió la marcha. A cada paso que daba sentía como si sus patas fuesen atravesadas por mi agujas y el cortante viento proyectava con violencia los copos de nieve a sus ojos llorosos. El lobo negro intentaba vencer al clima ladeando la cabeza y caminando a ciegas, pero aquello no era suficiente y pronto empezó a sentirse realmete agotado; aquel tormento se estaba volviendo insoportable.

El Ragabash estaba tan concentrado en ignorar el frío que no abrió las fauces para decir nada, algo raro en él, y simplemente ayudó como pudo en la construcción del refugio. Lyuben se colocó entre Voz y Javier y escabó con sus patas de lobo, las cuales estaba empezando a dejar de sentir.

Notas de juego

Creo que a mi deberíais darme ventaja porque ya sabéis de sobra que lo de mi mala suerte es crónico.