Partida Rol por web

La calle de la Tormenta es una calle muy concurrida cerca del barrio comercial de Rissing. La casa donde habéis sido citados es una casa con muchos adornos, de alguien adinerado. A la entrada hay dos guardias que costodian la puerta de acceso.

Un Morgan feliz camina por el centro de la calle silbando una canción que por la zona no debe ser conocida. No le gusta la inactividad así que se ha adelantado para ir a hablar con el noble terrano. Alguno, sino todos, de los reunidos en la taberna le han seguido aunque aun no conoce sus nombres.

Para que me voy a aprender los nombres de esta banda de filibusteros si puede que no los vuelva a ver. Cuando nos den el trabajo ya nos presentaremos.

Al llegar a la casa descrita en el anuncio, se rasca los diente con el indice de la mano izquierda mientras intenta pensar la cantidad de DD que tiene que valer esa casa. Finalmente ve a dos guardias en la puerta, que al acercarse les grita.

Ei soldado! Hemos venido a hablar con vuestro noble ya que queremos preguntar sobre la misión de escolta que ha colgado en la taberna del Yunque Rojo pues estamos interesados.

Brezzriel se acerca hasta encontrarse con Grathan justo a tiempo para escuchar el berrido que le da a los guardias.

Espero que haya sido buena idea venir solo nosotros dos; podrian enfadarse los demas miembros del grupo.

Mientras se ensimisma en sus cavilaciones, espera junto al pirata (despues de un rato escuchando la jerga marinera que tanto les gusta a los lobos de mar, confirma que deber ser un pirata o, como mínimo, un curtido marinero), la respuesta de los centinelas.

Del yunque rojo salio la figura de Nhum Garr, al encontrarse en la calle miró de un lado a otro. Parecía buscar a alguien o a algo.

Eh! Vosotros dos. Esperad al resto Y empezó a caminar a grandes zancadas calle arriba siguiendo la estela de Brezzriel y Morgan

Kirsha había seguido a los dos hombres en la distancia, caminando sigilosamente por las sombras que daban las casas. Pero cuando vio que, supuestamente, habían llegado a la casa del noble, se unió al grupo a esperar respuesta de los guardias.

Se habia ido el dia anterior muy pronto, pero esa mañana, justo detrás de Nhum, que se habian presentado pronto en la Teberna, la sigue para encontrarse con los demás, que al perecer, ya casi habian llegado a la casa del noble...
Pero bueno..., que impacientes sois los hombres...
Suelta una dulce risa y se pone al lado del marinero y el soldado, escuchando atentamente lo que el responderia a continuación.

Los dos guardias miran al grupo:

- ¿Ya estáis todos?- Uno de ellos llama a la puerta con la mano cerrada y una rejilla se abre.- Son el grupo de aventureros que quiere escoltar al Señor...¿los hago pasar?
- Sí, que pasen...
- Ya habéis oído, pasad- y diciendo esto los guardias se echan a un lado.

Pasáis a una sala grande y circular muy bien amueblada, con todo de escudos y de espadas colgadas a la pared. Una vez dentro os recibe un terrano viejo ataviado con unas túnicas azules. El hombre va encorvado y lleva un monóculo a su derecho:

- Saludos aventureros, soy Hilian Traks, sirviente del noble señor de esta casa... si tenéis la bondad de acompañarme os presentaré a mi Señor.- y diciendo esto empieza a avanzar escaleras arriba hacia un pasillo con todo de puertas y entra en una de ellas: un despacho.

Hay una mesa y un sillón con un gran respaldo y más allá de este un gran ventanal, el sillón os da la espalda pero veis claramente que hay alguien sentado allí:

- ¿Así que sois los aventureros que quieren escoltarme? ¿Hay al menos un sanador esencialista?-dice con voz grave.- Me dirijo hacia el norte de Rising, es un camino largo y arduo...y más dificil aún para un viejo como yo...

La joven y bella terrana sigue a los soldados hasta llegar a una sala de esa gran mansión, en la que se encontraba el noble, al parecer, de avanzada edad...
Bueno, se veía venir, los jovenes no suelen reclamar escoltas...
Hace una educada reverencia ante el noble.

Exactamente, leímos su anuncio en el tablón, por lo cual nos interesó una misión de este tipo...
Con nosotros a su lado será imposible que el mas mínimo contratiempo nos sea problema.
Y respecto a su "requisito"..., si, tenemos a una curandera, pero actualmente no se encuentra aqui...
Solo hemos venido a que nos de la información necesaria sobre la misión.

Brezziel contempla la estancia detenidamente, asi como si hay muestras de que viva alguien mas aparte de Lord Hilian, mientras escucho la conversación entre el noble y Ayra con semblante adusto.

- Veréis...soy un anciano, pero antaño fui un aventurero, que vendía "tesoros" a gente aventurera, como vosotros, que querían ser héroes en la época de la Era de las Sombras...ahora tan sólo soy esto: piel seca y huesos... y quiero volver con mi familia, al Norte de este continente. Pero que el viaje me sienta mal y necesito al menos algún curandero versado en las artes esenciales para que me asista de vez en cuando...y una escolta personal, nunca se sabe con que enemigos se puede encontrar uno- el sillón se gira y véis a un anciano arrugado y muy consumido por el tiempo y la edad...- La recompensa es bastante generosa como pudistéis ver...y no me importa que séais más que los necesarios, tan sólo quiero llegar a casa y ver a mi hija y mi nieta de nuevo, antes de fundirme con la esencia...

En la casa no parece haber nadie más que los dos Terranos, el sirviente y su Señor...

Brezzriel se acerca a Lord Hilian con una sonrisa amable en su rostro.

No temais pues, milord. Tanto los aqui presentes como un par de compañeros que no han podido reunirse con nosotros ahora mismo, pero sin duda le acompañaran, iremos al reencuentro con su hija.

Brezzriel se gira de nuevo hacia sus compañeros.

Vuelvo a la posada a comunicarles la buena nueva a los demas. Esperaremos en la entrada de la finca hasta que bajeis. Milord
Y hace una leve reverencia al noble anciano para salir de la finca en busca de Shauny, en la taberna.

Mira a Brezzriel y asiente.
Entonces yo me quedo aquí, si no es molestia claro...- mira un rato la cara arrugada del noble-.
Y ya hablando del tema, Milord..., ¿hay algo mas en tener en cuenta...?
Si el camino será muy largo, si las tierras que recorreremos esconden algún secreto..., si abundan los monstruos por esas zonas, etc.

- Señor, ¿cuando tenéis pensado partir? Creo que lo mejor sería partir cuanto antes, quizás esperar hasta mañana y salir con el amanecer. Y creo que deberíamos saber otra cosa. ¿Quiere transportar algun objeto valioso o riquezas que alguien sepa que está en su posesión y eso indique lucha segura? Me extraña que se haya decidido a aceptar a tantos aventureros... por eso querría saber si el peligro será algo ocasional y fortuito o... algo peor, si ya nos estarán esperando.

Kera entra en la taberna justoa a tiempo de ver como Ayra sale de ella apresuradamente, la sigue en la distancia hasta una casa lujosa custodiada por dos guardias.

Allí Ayra se juta con el resto del grupo y los hacen pasar al interior.

Al llegar y presentarse a los guardias, kera es conducida por unas ricas salas justo a tiempo de oir como el Tyrlin dice que va a la taberna en busca del resto.

Suavemente coge del brazo a Brezziel y le susurra.

Ese es quién tenmos que escokltar?salimos ya? me gustaria presentarme y examinarlo, debería saber cual es su estado de salud actual.

Hilean mira a Ayra y a Kirsha:

- En verdad...sí que hay algo que deberíais saber...de todos los objetos que fueron a parar a mis manos, tuve una espada larga reforjada y orfebreada con ópalos esenciales... hubo un mercader willen que intentó comprarla por todos los medios pero esa espada tenía un significado para mi. Esa espada está aún en mi posesión y quiero hacer entrega de ella a mi hija, una herencia... por lo que debería llegar a su destino. Partiremos mañana al alba, estad preparados...yo iré con un viejo carro tirado por mi buen y fiel amigo Jokin...un caballo de lo más leal. Hay unos siete días de viaje de aquí hasta la aldea del norte, pero si vamos con poca ostentación de riqueza lo tendremos un poco más fácil...
Podéis descansar aquí en mi casa...tomad también todos un adelanto de 100 Durgans Dorados- de repente llega el sirviente terrano y os trae unas bolsas con las monedas.- que os sirvan para equiparos o pagar las posibles deudas.

Ouch..., osea que aparte tendremos que proteger un objeto de gran valor..., esperemos que no salgan complicaciones en nuestro camino.

Ayra se queda pensativa un momento tras la explicación del noble al que debían escoltar hasta su destino, y posiblemente al igual que los demás, aceptó encantada el adelanto, haciando una inclicación de cabeza mostrando respeto y agradecimiento hacia el noble.

Gracias por tan generoso adelanto, señor.
Entonces como usted indica partiremos mañana hacia nuestro destino y llegará, creame, sano y salvo.

Morgan he entrado en la mansión como todos y ha estado escuchando lo que quería decir el viejo terrano.

Arrrrrrrg! sera mejor que llevemos detrás un ataúd en caso de que se nos muera esta especie de antropófago.

Finalmente, tras rascarse con poca suavidad la parte trasera de su persona, le pregunta elevando el tono por encima del resto.

Especie de ...mmmm, digo señor, nos podría indicar cual será nuestro recorrido exactamente? Tiene alguna carta [de navegación] o mapa que me pueda mostrarnos?

Al darle la bolsa con los DD este abre y muerde ligeramente una de las monedas para comprobar su veracidad

El noble saca un mapa de un cajón de su escritorio:

- Nos dirigimos a la ciudad marítima de Coslada- al observar el mapa veis que la ciudad señalada es una pequeña ciudad al norte del continente de Rising situada en el Estrecho Vulcaro, estrecho que separa el continente de Rising del de Rizzär.- Creo que la ruta directa sería muy dura para mi...por lo que creo que lo más sensato es pasar las montañas hacia el Noroeste, llegando a la ciudad marítima de Singya...allí nos esperaría un barco para dirigirnos hacia Coslada. ¿Le parece bien...Maese...lo siento, no recuerdo su nombre...-dice mirando a Gathan.

Morgan mira interesado el mapa.

Cita:

Morgan, me llaman Morgan. Dejame ver ese mapa un momento

Aparta un poco bruscamente mientras pasa sus cuatro dedos por encima del mapa examinándolo detenidamente.